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jueves, 4 de agosto de 2011

¡QUÉ PASA EN LA UIS!


Por:  Luis Eduardo Jaimes Bautista (J.B.)*

La Universidad Industrial de Santander, el primer Centro Educativo de Formación Profesional en el Oriente Colombiano, el año 2011 ha tenido problemas graves, situaciones continuas de años anteriores: huelgas, paros y disturbios al interior del alma mater… los rectores nunca se han salvado de los conflictos ideológicos. En esta época sigue lo mismo, ¿será que hacer paros y huelgas se obtienen jugosas ganancias? Si hacemos un recordéis, después de regresar de un descanso forzado a raíz de los disturbios que se presentaron el 15 de junio y que obligaron al Gobierno Nacional a disponer de la fuerza pública (la ESMAD) para controlar el ingreso a la institución, y donde la UIS tuvo una pérdida por cerca de 3 mil millones de pesos por los destrozos que causaron los vándalos al interior y que fueron supuestamente integrantes al margen de la ley “guerrilla” que cobardemente se camuflan entre los estudiantes ávidos de estudio para trabajar y sacar adelante este país de su ostracismo y subdesarrollo. 

El ciudadano común y corriente se pregunta, qué es lo que pasa allí en la ciudad universitaria que alberga cerca de 15 mil estudiantes de todos los estratos socioeconómicos y muchos de otras regiones del país. El inconformismo siempre estará en quienes no comparten cambios, ideas, leyes y normas o cuando no exista un debate abierto, concertado. Para qué sirve tanta prédica sobre derechos humanos si no se respetan dentro de sus partes; el porqué seguirá, sin aceptar entre las partes el pro y los contras. Si bien recuerdo,  cuando estuvo el Ingeniero Álvaro Beltrán Pinzón como Rector, también existieron los problemas: uno de ellos y el más grave  el financiero. Se llegó a una solución por su gestión que con inteligencia y concertación entre las directivas y los estudiantes la universidad salió adelante, todo porque existió la gobernabilidad. 

Sería bueno reflexionar sobre el pensamiento de Walter Benjamin, que dice: «La memoria es un proceso abierto de reinterpretación del pasado que deshace y rehace sus nudos para que se ensayen de nuevo sucesos y comprensiones. Pero ¿a qué lengua recurrir para que el reclamo del pasado sea moralmente atendido como parte de la narrativa social vigente? Si los medios de masas sólo administran la pobreza y experiencia”. Es como si presentara el implicar también de una profunda ausencia de futuro. Catalizando la sensación de «estar de vuelta» de las grandes utopías, los medios se han constituido en un dispositivo fundamental de instalación en un presente continuo, en una secuencia de la fabricación de los mismos acontecimientos, pero a la vez se necesita de la reflexión moderada, sin violencia y con un alto contenido de sabiduría para sobrepasar los problemas que acarrean la pérdida de tiempo, dinero y destrucción de la infraestructura del conocimiento.

Los pronunciamientos van y vienen, unos justifican la fuerza pública, otros la rechazan, pero en el fondo hay que respetar el Estado social de derecho,  ¿cuál es el real problema…?  Si se sabe, se dice a medias o se tiene muy reservado, motivo que se da muchas veces para salir a la lucha y el choque, mientras estudiantes y profesores que asisten a clases, laboratorios y auditorios expresan su inconformismo con las asambleas estudiantiles (muchos aseguran que sólo sirven para perder clases), algunos líderes estudiantiles, miembros del Sindicato de Trabajadores de la UIS y profesores, aseguran que todo es una cortina de humo para tapar lo que allí ocurre: abusos de autoridad y la privatización del alma máter (ley 30). Es una brecha que se abre para que exista la anarquía.

Seguiré pensando que en la UIS existe la ausencia de gobernabilidad y concertación. Un horizonte que proyecte la colectividad y a dónde tienen que ir los proyectos. Porque sin un mínimo horizonte de futuro no hay posibilidad de pensar en cambios, haciendo entonces que la sociedad patine sobre una percepción sin salida. Si la desesperanza de nuestra gente joven es tan honda, es porque en ella se mixturan los fracasos del país por cambiar con esa sensación, más larga y general, de impotencia que la ausencia de futuro introduce en la sensibilidad de dejar todo a la deriva sin que el barco naufrague del todo, pero siempre seguirá sin un rumbo, tambaleante con la tripulación a bordo.
*Escritor y Poeta

lunes, 22 de noviembre de 2010

“VIGILA TU NEGOCIO, AUNQUE HACERLO SEA TERCERMUNDISTA”

Por: Martha Clemencia González M
Islas Canarias - Correo: alejanico@yahoo.com




Hace once años cuando llegué a vivir a España, me sorprendía mucho la confianza de los propietarios de la mayoría de los pequeños y medianos negocios, en relación con sus sistemas de seguridad. Eran prácticamente inexistentes ó se limitaban a una alarma mínima que casi nunca era utilizada. En cambio, era muy frecuente la campanita que golpeaba en la puerta al abrir, para anunciarle al vendedor (ocupado dentro con mercancía o papeles), que alguien había entrado al negocio.

Sin embargo, esta costumbre de dejarlo todo en manos del buen hacer de los ciudadanos…de creer en la buena fe de las personas, que paradójicamente existía en un país desarrollado como España, lamentablemente, se está acabando. Ahora, es más común ver vigilantes o sistemas de seguridad bastante sofisticados; aunque esto de montar vigilancia constante sobre los negocios, siga siendo, para muchos, una costumbre de muy mal gusto procedente del tercer mundo.

Y es que las contundentes cifras relacionadas con las pérdidas por hurto, no dejan otra opción a los comerciantes.

Estas cifras, presentadas cada año por el Reino Unido, a través del Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución, indican que los robos para el periodo de Junio del 2009 a Julio del 2010, dejan pérdidas globales por valor de 87.506 millones de Euros. En España dichas pérdidas se sitúan en 2.682 millones de euros. Afortunadamente, esta cifra demuestra un ligero descenso en relación con el periodo anterior de medición. En números, la comparación de los dos años anteriores, indica que hubo una bajada de 123 millones de euros, es decir del 4 por ciento.

Las mediciones se realizan cada año, en los comercios minoristas de 42 países, entre ellos España, cuya participación reunió a 5.960 tiendas, cuyas ventas del último periodo reflejan ingresos por 30.960 millones de euros.

El informe del Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución, señala, además, que para el caso español, el 49.4 por ciento de los robos, son cometidos por los visitantes de las tiendas, mientras que el 29.8 por ciento de estos hurtos, son responsabilidad de agentes internos; el 4.9 por ciento de los proveedores y finalmente, el 15.9 por ciento es fruto de errores administrativos. Los sectores más afectados por los hurtos en este país son los de ropa, complementos, cosmética, perfumes, productos de belleza y farmacia.

En términos generales, la delincuencia en los pequeños negocios de España, supone pérdidas que le cuestan a cada familia española 203 euros con 54 céntimos..es decir, en promedio, 74 euros con 29 céntimos por persona, al año.

Y verdaderamente, este dinero, es recuperado, de alguna forma, por los comerciantes, ya que se ven en la necesidad de aumentar el precio de sus productos; con lo cual las cifras de costos para cada ciudadano, realmente terminan saliendo de sus bolsillos.

Ante este tipo de panorama, no es raro, entonces que las inversiones en seguridad hayan aumentado en 39 millones respecto al año anterior, alcanzando así una cifra global de 784 millones de euros. Esta práctica de poner vigilantes y sistemas de seguridad altamente especializados, es considerada, por algunos, como un ingrediente que aleja aún más la confianza de los clientes y por lo tanto, disminuye su intención de compra. Sin embargo, las cifras de pérdidas y recuperación (aunque mínimas, éstas últimas), dejan sin base la emotividad de antaño en lo referente a la relación estrecha entre vendedores y compradores y abre paso a la necesidad imperiosa de superar una problemática que les puede llevar al extremo de enfrentarse a posibles quiebras económicas.

Mientras tanto, muchos inmigrantes, como yo, no dejamos de recordar casos como el de mi querida Bucaramanga, en los que hace ya más de 15 años se implementó el sistema de altavoces para controlar la presencia de los “amigos de lo ajeno” en un sector neurálgico de la ciudad como es el de las calles 34, 35 y 36 con carreras 15 y 16. Desconozco si aún sigue funcionando...pero me gustaría saber qué pensarían los empresarios españoles de este sistema...no tan sofisticado, pero, como mínimo, sí bastante creativo y de fuerza colectiva.

Saludos para todos.

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