---------------------------POR: JOSE OSCAR FAJARDO
SE NECESITA
UN CONCEJAL
No sólo mirando las
estadísticas de población sino así, por simple inspección, como nos decía el
profesor de Algebra en los años de bachillerato, cualquiera se da cuenta que,
sobre todo en Bucaramanga, Girón y Floridablanca, hay una enorme “etnia” de barboseños
legítimos del sur del Departamento, que vivimos, trabajamos, producimos,
estudiamos, comercializamos e incluso nos reproducimos en todos los niveles que
hasta tocamos duro en los medios artísticos y culturales del área
metropolitana.
Y es que no sólo se trata de una población grande de barboseños,
sino de gentes de todos los rincones del sur de Santander. Lo que pasa es que
casi nadie se percata de ello porque los medios masivos de comunicación muy
poco nos nombran. He llamado la atención, eso sí con el debido respeto, por
ejemplo que en el canal regional de televisión TRO, Santander no existe de San
Gil hacia allá, y cada vez que puedo siempre me oirán diciendo que desde que
yo, el autor de esta columna, dejó de ser presentador y periodista del canal,
nadie volvió a nombrar la provincia de Vélez, y muy pocas veces la guanentina y
la comunera. En otras palabras, lo que quiero decir es que los barboseños y los
veleños, que es donde se elaboran los bocadillos más deliciosos de Colombia, no
tenemos representación política a nivel de Bucaramanga, y eso hace mucha falta
y sobra decir por qué y para qué.
El caso fue que estuvimos charlando con Luis
Eduardo Cortés Torres, y me echó un cuento que en realidad me llamó la atención
por las razones anteriormente expuestas. Y en verdad me hizo caer en la cuenta
que nosotros los de ese sector del Departamento, y con mayor énfasis los
barboseños, no tenemos quién dé un brinco por nosotros en el concejo de
Bucaramanga, siendo esto tan necesario en las relaciones sociales, laborales y
políticas. Entonces comenté para mis adentros, este pingo tiene razón. Y luego
me repetí, este pingo tiene toda la razón. Y usted qué propone, le pregunté. Pues hermano, me
dijo jovialmente, que yo quiero ser concejal de Bucaramanga porque veo la
necesidad imperiosa de que haya uno de Barbosa y que represente la región, y
ese individuo soy yo. Y lo que quiero es que usted periodista, me ayude porque
usted sí entiende bien la mecánica de estas cosas. Dese cuenta, prosiguió Luis
Eduardo Cortés Torres, que no hay en el Concejo de Bucaramanga, incluso en
otras instituciones oficiales locales quién nos dé una verdadera representación
regional. Que estamos totalmente huérfanos y pareciera que políticamente
estuviéramos muertos. Y les cuento que el argumento del hombre, reitero, me
convenció porque es que realmente, nosotros los de ese sector, con sinceridad
no tenemos quién nos diga oficialmente “juste ponde vá”. Y ni siquiera quién
nos salude con cariño y efusividad y mucho menos que nos hagan un verriondo
favor por pequeño que sea este. Todo nos toca “goteriárselo” a los políticos
“extranjeros” y fuera de eso hacerles la venia varias veces.
Ante semejante
argumento tan evidente, yo volví y me dije, este pingo tiene toda la razón. Algunos
me preguntarán, ¿y qué preparación
profesional y experiencia política tiene este muchacho? Pues Luis Eduardo
Cortés Torres es médico veterinario, con una especialización en reproducción
bovina, ha sido asesor técnico de Fedegan, ha sido funcionario del Ministerio
de Agricultura y además, trabajador político del Partido Liberal desde que era
estudiante de bachillerato. Entonces lo que tenemos qué hacer es, sin ninguna
duda, darle el voto democráticamente para ver si este joven médico veterinario,
hijo legítimo de Barbosa, y que entre otras cosas está en línea política con el
doctor Luchito Bohórquez, es decir que tiene una gran opción, tenga él también
la oportunidad de demostrar en el Concejo de Bucaramanga, que él sí es capaz de
defender y ayudar a sus coterráneos de Barbosa y de la región. ¿Qué otra cosa
podemos hacer por él? Nada. Sólo darle el voto y en efecto la oportunidad de
que, una vez electo, cumpla lo que nos prometió con su palabra de macho
santandereano. Y también darle el voto al doctor Luchito porque ese sí es un
liberal verraco y además lo necesitamos.