Por Alirio Gómez M.
Hay ciertas noticias que no solo desconciertan, también aturden. La última de esa especie salió de la boca del señor Procurador General de la Nación, hace unas pocas horas. La Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, único organismo que puede investigar al Presidente de la República no funciona y no funciona porque fue integrada para eso, para que no opere. Es una afrenta para los colombianos y al mandato constitucional de que "Colombia es un Estado social de derecho".
Según el señor Procurador, trata de un grupo de representantes a la Cámara, con mayoría de la "coalición de gobierno" instruidos en una función extralegal de impedir que se pueda investigar al mandatario Álvaro Uribe. Esta mayoría politiquera va en contra de la legalidad y son la vacuna para el irrespeto a la ley y la democracia. Es increíble, pero actúan exclusivamente para que la impunidad tenga en la presidencia de la república el epicentro odioso e indigno.
Lo peor de todo es que este comportamiento vergonzoso tiene el visto bueno del presidente de los colombianos. Razón tenía quien no hace mucho señalaba que en Colombia las "coaliciones" son asociaciones para delinquir o permitir que otros lo hagan con tranquilidad. En esta denuncia se refleja de cuerpo entero que la lucha contra la "corrupción" son solo palabras sin contenido, falsas y cargadas de doble moral hasta el máximo. No se es honesto cuando se configura la manera de que todas las querellas se tapen o se desvanezcan en el tiempo.
Con razón hace unos meses atrás un asesor del presidente dio una respuesta vulgar y de común ocurrencia en los bajos fondos. Cuando los periodistas le preguntaron ¿Cuándo el Presidente iba a recibir al alcalde electo de Bogotá?, su respuesta en forma irónica y burlesca; "por ahora no lo puede recibir porque se halla dedicado a estudiar la defensa de la demanda presentada por el Presidente de Polo Democrático". ¿Tenía conciencia que esa acción judicial, como las más de un centenar que hay en la Comisión de Acusaciones, no prosperarían porque no la matarían antes de nacer?
El presidente y sus jueces constitucionales están pecando y en materia grave. Su comportamiento es contrario a sus palabras pronunciadas en infinidad de discursos especialmente cuando de hablar del honor de los jueces y magistrados se trata. Su actuar no es honorable y riñe atrozmente con las anunciadas políticas con la etiqueta de "anticorrupción". ¿Podrá la procuraduría investigar la conducta de los funcionarios actores de las mayorías en la comisión de acusaciones y aplicarles las sanciones establecidas por la ley, o son también son beneficiarios de la impunidad como por lo pronto lo es el presidente de los Colombianos, Álvaro Uribe Vélez?
Hay ciertas noticias que no solo desconciertan, también aturden. La última de esa especie salió de la boca del señor Procurador General de la Nación, hace unas pocas horas. La Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, único organismo que puede investigar al Presidente de la República no funciona y no funciona porque fue integrada para eso, para que no opere. Es una afrenta para los colombianos y al mandato constitucional de que "Colombia es un Estado social de derecho".
Según el señor Procurador, trata de un grupo de representantes a la Cámara, con mayoría de la "coalición de gobierno" instruidos en una función extralegal de impedir que se pueda investigar al mandatario Álvaro Uribe. Esta mayoría politiquera va en contra de la legalidad y son la vacuna para el irrespeto a la ley y la democracia. Es increíble, pero actúan exclusivamente para que la impunidad tenga en la presidencia de la república el epicentro odioso e indigno.
Lo peor de todo es que este comportamiento vergonzoso tiene el visto bueno del presidente de los colombianos. Razón tenía quien no hace mucho señalaba que en Colombia las "coaliciones" son asociaciones para delinquir o permitir que otros lo hagan con tranquilidad. En esta denuncia se refleja de cuerpo entero que la lucha contra la "corrupción" son solo palabras sin contenido, falsas y cargadas de doble moral hasta el máximo. No se es honesto cuando se configura la manera de que todas las querellas se tapen o se desvanezcan en el tiempo.
Con razón hace unos meses atrás un asesor del presidente dio una respuesta vulgar y de común ocurrencia en los bajos fondos. Cuando los periodistas le preguntaron ¿Cuándo el Presidente iba a recibir al alcalde electo de Bogotá?, su respuesta en forma irónica y burlesca; "por ahora no lo puede recibir porque se halla dedicado a estudiar la defensa de la demanda presentada por el Presidente de Polo Democrático". ¿Tenía conciencia que esa acción judicial, como las más de un centenar que hay en la Comisión de Acusaciones, no prosperarían porque no la matarían antes de nacer?
El presidente y sus jueces constitucionales están pecando y en materia grave. Su comportamiento es contrario a sus palabras pronunciadas en infinidad de discursos especialmente cuando de hablar del honor de los jueces y magistrados se trata. Su actuar no es honorable y riñe atrozmente con las anunciadas políticas con la etiqueta de "anticorrupción". ¿Podrá la procuraduría investigar la conducta de los funcionarios actores de las mayorías en la comisión de acusaciones y aplicarles las sanciones establecidas por la ley, o son también son beneficiarios de la impunidad como por lo pronto lo es el presidente de los Colombianos, Álvaro Uribe Vélez?
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