La Dirección
Nacional de Planeación DNP, Dirección de Justicia, Seguridad y Gobierno
presentaron en el 2011, un documento de La política Nacional de Seguridad y Convivencia
Ciudadana, de la Alta Consejería Presidencial, con marco conceptual, para
contrarrestar los delitos, la victimización y el control de la delincuencia en
cada una de las ciudades del país.
Para el ciudadano
las preguntas pueden ser reiterativas: ¿me siento seguro y confío en la Policía
Nacional? Hoy cuando estamos buscando la paz y la tranquilidad en cada hogar. Sabemos
que la lucha es ardua y se tiene el riesgo de la vida, pero también existen lunares negros al interior de la misma institución policial.
La policía traza
tácticas, pero es preocupante que de las 16 estrategias para contrarrestar el
accionar delincuencial, que contribuye el accionar delictual, contribuyendo a
la eliminación de delitos que afectan la convivencia y seguridad ciudadana,
atacando las estructuras delincuenciales y evitar su crecimiento o mutación no
se cumplen porque al interior del mismo cuerpo armado existen las naranjas
podridas que infectan a las otras.
Porque el Área
Metropolitana de Bucaramanga y sus ciudades circunvecinas son protagonistas de
esta adaptación y contribuye a la existencia de altos niveles de criminalidad y
conflictividad social, inaceptables para una sociedad que avanza hacia el
desarrollo. Prueba de ello son las altas tasas de homicidio que aún presentan,
así como la presencia de atracos, robos, casos de delitos contra la familia y
de violencia sexual.
Para qué nos
sirven los consejos de seguridad, los observatorios del delito, sino no
contribuyen a bajar las tasas de la delincuencia común que afecta la vida
diaria de todos los santandereanos, especialmente de los más vulnerables, y
deteriora la calidad de vida, pues genera miedo y desconfianza entre los ciudadanos,
y nos impide gozar de los derechos que consagra la Constitución.
La inseguridad es
un fenómeno de mil cabezas que puede manifestarse de múltiples maneras: pandillismo,
robo, atraco, extorsión, secuestro, homicidio. Sin embargo, no es ni tiene por
qué ser una condición permanente, cuando la misma policía impide que sus
servicios se conviertan en la lucha por que exista convivencia ciudadana.
Si se tiene un
medio como el 123, cuya filosofía es atender emergencias y necesidades
apremiantes de los ciudadanos y termina convertida en la línea “tomadera de
pelo” de niños e inclusive de las misma policía para preguntar qué uniforme se
colocan cuando van a prestar su servicio en la preservación de la vida y honra
de los ciudadanos, según palabras del General José Ángel Mendoza.
La Política
Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (PNSCC) se rige por principios
rectores que orientan las acciones por implementar y responden a la vocación
institucional, respetuosa del ordenamiento jurídico y pluralista, que inspiró
su diseño y formulación.
Ante esta
situación el mismo Presidente de la República Juan Manuel Santos, incrementa el pie de fuerza, y aprueba la Ley
de Seguridad Ciudadana –Ley 1453 de 2011– que les da más instrumentos a las
instituciones para ser efectivas en la lucha contra la delincuencia, con siete ejes y sus líneas de acción que se
tienen que dar en los Municipios del Área Metropolitana de Bucaramanga en
materia delictiva (homicidio, hurto, lesiones personales, muertes en accidente
de tránsito, etc.).
En tal sentido,
para efectos de la política, se entiende por seguridad ciudadana la protección a
los ciudadanos frente a aquellos delitos y contravenciones que afecten su
dignidad, su seguridad personal y la de sus bienes, y frente al temor a la
inseguridad. La convivencia, por su parte, comprende la promoción del apego y
la adhesión de los ciudadanos a una cultura ciudadana basada en el respeto a
la ley, a los demás y a unas normas básicas de comportamiento y de convivencia
social.
Porque no es
inamisible que agentes de policía, se sobrepasen de autoridad o se hagan los
indiferentes ante el delito, como presuntamente sucede en las comunas 1 y 13 de
la ciudad de Bucaramanga o en algunos sectores neurálgicos de los municipios
vecinos.
*Poeta
y Escritor
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