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lunes, 17 de octubre de 2016

Garrote sin zanahoria

Carlos Ibáñez M
Título coloquial para explicar la adopción de medidas punibles por las autoridades de tránsito a quienes infrinjan las normas de tránsito en cuanto a sobrepasar mínimos de velocidad en la ciudad.  Por ahí no se empieza; un pueblo no se culturiza a punta de represión con penas y sanciones. Si queremos construir un nuevo hombre eduquémoslo primero, iniciemos el proceso desde la casa con el buen ejemplo de los padres y desde la escuela con la formación e instrucción que impartan los maestros como con cariño los llamábamos.
Independientemente de la ausencia de una buena infraestructura vial, de semáforizacion moderna,  de señalizaciones adecuadas, del excesivo incremento del parque automotor;  vehículos y motos, de ausencia de autoridad; nosotros somos los actores del caos vial de la ciudad. SI,  nuestro desconocimiento de la normatividad de transito, nuestro ánimo pendenciero, nuestro comportamiento soportado en que todo se vale, el del mas avispado, el del mas abeja en términos populares, el del atarban, el de por aquí me meto, el del dicho de malas, son conductas deplorables que hacen parte de la cotidianidad de la vida del peatón y conductor en la ciudad que la "justifican”   para sobrevivir ante el desorden, caos vial y ausencia de autoridad.
Todos estos comportamientos deben ser conjurados por las autoridades sean policiales o de tránsito; pero, insisto,  las sanciones que deben aplicarse tienen que ser precedidas por un mayúsculo esfuerzo de CULTURIZACION VIAL diseñado por la administración municipal donde participen todas las fuerzas vivas de la ciudad empezando por las escuelas, colegios y universidades a través de simposios pedagógicos; con charlas especializadas de las oficinas de recursos humanos en las empresas en ciertas horas de receso laboral con acompañamiento de los gremios económicos y las compañías aseguradoras, sobre todo en aquellas donde sus trabajadores utilizan la moto como medio de transporte; convocatorias pedagógicas en las comunas a través de sus JAC y JAL; estrategia mediática donde participen los medios de comunicación masivos de la ciudad , prensa, radio, cines,  redes sociales etc; toma de parques por las autoridades de tránsito y policía impartiendo instrucciones sobre buen comportamiento vial, en fin insertar en la ciudad una cultura de movilidad y respeto a las autoridades y las disposiciones de tránsito.
Una vez abordada esta política en forma masiva , y si esta no prospera, pues se hace necesario como sucede en la mayor parte de las grandes capitales del mundo, colocar dispositivos tecnológicos que permitan controlar el cumplimiento de las normas de tránsito y así coadyuvar a los agentes viales que nunca y en ningún país serán suficientes para controlar la movilidad y el cumplimiento de normas.
Por eso me parece que acá comenzamos al revés, primero los dispositivos electrónicos y las penas sancionatorias y luego la pedagogía. Aunque auguro de entrada precarios resultados; Control exceso de velocidad? Y como? si acá el represamiento vial o trancones no nos permiten movernos a más de 10 kmts por hora si nos va bien.
Empecemos a cambiar la mentalidad del ciudadano, nos ahorramos el castigo y aliviamos el bolsillo.
Carlos Ibañez Muñoz
Exalcalde de Bucaramanga.

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