Carlos Ibáñez M |
Título coloquial para explicar
la adopción de medidas punibles por las autoridades de tránsito a quienes
infrinjan las normas de tránsito en cuanto a sobrepasar mínimos de velocidad en
la ciudad. Por ahí no se empieza; un
pueblo no se culturiza a punta de represión con penas y sanciones. Si queremos
construir un nuevo hombre eduquémoslo primero, iniciemos el proceso desde la
casa con el buen ejemplo de los padres y desde la escuela con la formación e
instrucción que impartan los maestros como con cariño los llamábamos.
Independientemente de la
ausencia de una buena infraestructura vial, de semáforizacion moderna, de señalizaciones adecuadas, del excesivo
incremento del parque automotor;
vehículos y motos, de ausencia de autoridad; nosotros somos los actores
del caos vial de la ciudad. SI, nuestro
desconocimiento de la normatividad de transito, nuestro ánimo pendenciero,
nuestro comportamiento soportado en que todo se vale, el del mas avispado, el
del mas abeja en términos populares, el del atarban, el de por aquí me meto, el
del dicho de malas, son conductas deplorables que hacen parte de la
cotidianidad de la vida del peatón y conductor en la ciudad que la
"justifican” para sobrevivir ante
el desorden, caos vial y ausencia de autoridad.
Todos estos comportamientos
deben ser conjurados por las autoridades sean policiales o de tránsito; pero,
insisto, las sanciones que deben
aplicarse tienen que ser precedidas por un mayúsculo esfuerzo de CULTURIZACION
VIAL diseñado por la administración municipal donde participen todas las
fuerzas vivas de la ciudad empezando por las escuelas, colegios y universidades
a través de simposios pedagógicos; con charlas especializadas de las oficinas
de recursos humanos en las empresas en ciertas horas de receso laboral con
acompañamiento de los gremios económicos y las compañías aseguradoras, sobre
todo en aquellas donde sus trabajadores utilizan la moto como medio de
transporte; convocatorias pedagógicas en las comunas a través de sus JAC y JAL;
estrategia mediática donde participen los medios de comunicación masivos de la
ciudad , prensa, radio, cines, redes
sociales etc; toma de parques por las autoridades de tránsito y policía
impartiendo instrucciones sobre buen comportamiento vial, en fin insertar en la
ciudad una cultura de movilidad y respeto a las autoridades y las disposiciones
de tránsito.
Una vez abordada esta política
en forma masiva , y si esta no prospera, pues se hace necesario como sucede en
la mayor parte de las grandes capitales del mundo, colocar dispositivos
tecnológicos que permitan controlar el cumplimiento de las normas de tránsito y
así coadyuvar a los agentes viales que nunca y en ningún país serán suficientes
para controlar la movilidad y el cumplimiento de normas.
Por eso me parece que acá
comenzamos al revés, primero los dispositivos electrónicos y las penas
sancionatorias y luego la pedagogía. Aunque auguro de entrada precarios
resultados; Control exceso de velocidad? Y como? si acá el represamiento vial o
trancones no nos permiten movernos a más de 10 kmts por hora si nos va bien.
Empecemos a cambiar la
mentalidad del ciudadano, nos ahorramos el castigo y aliviamos el bolsillo.
Carlos Ibañez Muñoz
Exalcalde de Bucaramanga.
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