Por: Bernardo Socha Acosta
El proyecto de Reforma
tributaria que presentó el gobierno al Congreso de la república, tendrá cosas
buenas, pero tiene las peores ofensas e intentos de abuso contra una franja de
colombianos, como es poner al desesperado y confundido ciudadano a declarar Renta, porque devengue hasta dos millones setecientos
mil pesos ($2’700.000) mensuales.
Esta propuesta, que es un proyecto
ya potestativo del Congreso de la
república, es una ofensa que degrada la dignidad humana y demuestra el nivel de
injusticia que reposa en la mente de los llamados integrantes de la comisión de
sabios que hizo las recomendaciones y que el Ministro de hacienda tragó sin digerirla, sin pensar, qué representa hoy, y mucho más en
2017, unos ingresos de $2’700.000 que ya
no alcanzan a cubrir los gastos de una canasta familiar, pago de servicios,
educación, salud y otros.
Y es que someter a un
ciudadano que devengue $2’700.000 a
declarar renta, no es solo injusto; es someterlo a un infierno de lo que
representa para los pobres tener que hacer diligencias ante la DIAN y mucho más tener que pagarle a un
contador cien mil pesos para hacer o
elaborar esa declaración de Renta. Como esta propuesta hay otras que son lesivas contra los más necesitados y que serán nuestros "voceros en el Congreso" que lo determinen.
Ya es de conocimiento público
que la corrupción se apodera anualmente de 22
BILLONES de pesos en Colombia. Entonces, ¿por qué los sufridos
conciudadanos tienen que quitarse el pan de la boca y el de sus hijos para
atesorar dinero para los corruptos? Según el gobierno, con la enigmática reforma tributaria espera recaudar $7 billones
de pesos anuales. Pero, el pueblo se pregunta, ¿qué ha hecho el gobierno para
recuperar y frenar al máximo que se ROBEN anualmente 22 billones de pesos?
Pero, aceptando que la Reforma
tenga algunas cosas buenas, (pero si es para los corruptos no) ahora queda es la
expectativa, de que los congresistas hagan los ajustes de rigor; por ejemplo, a
la propuesta de poner a declarar renta y a pagar
más impuestos a quienes devenguen 2’700.000 pesos. Pero quien dijo que esta suma representa a un ciudadano adinerado. Y digo que a pagar más impuestos, porque toda
persona que devengue cualquier suma de dinero, le recortan por la derecha los impuestos. Entonces
por qué condenarlo a pagar otra suma.
Como mínimo en esa reforma, debe poner a declarar renta a quienes
reciban unos ingresos mensuales de Cinco millones de pesos ($5’000.000). Una
suma menor es ofensiva y un abuso del estado contra los ciudadanos.
Cómo no se ha propuesto, que quienes
sean culpables de robarle dineros al
estado, como los contratistas, y de acuerdo a las cuantías, se les someta a
la extinción de la totalidad de los bienes y mantenerlos en las cárceles por el
resto de su vida, a ver si los delincuentes de cuello blanco lo piensan dos veces,
antes de apoderarse en forma impúdica de los dineros oficiales, con la complicidad
de algunos funcionarios.
Los colombianos a diario nos quejamos de la
cascada de impuestos que mantiene ahogados especialmente a los estratos bajos, pero
dice el pueblo crítico, que, esta reforma Tributaria acerca más a Colombia a las
razones que llevaron a los comuneros en 1.781 a rebelarse contra los abusos de
la corona española. Pero aun la reflexión
debe ser más profunda y preguntarnos, para qué hablamos de paz, si estos
proyectos de Ley convulsionan aún más el espíritu de los más débiles, porque ya
no alcanzan a devengar un mediano sustento, cuando el estado les quiere meter
la mano al bolsillo y ponerlos a declarar renta.
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