domingo, 27 de septiembre de 2020

El papel pasivo del Congreso de la república frente al covid 19

 Por: Bernardo Socha Acosta

Ya transcurridos 6 meses de haber llegado la desdicha de la pandemia del Coronavirus a Colombia y de estar bien avanzado el descenso de contagios, con 700 mil pacientes recuperados (hoy) de los 806 mil casos (a la fecha) no se puede pasar inadvertido de, quiénes lo ignoraron y dejaron de hacer cualquier acción en la búsqueda de soluciones a tantos problemas que esa enfermedad ha representado, especialmente, como siempre, para la población vulnerable.

Comencemos por decir que el Congreso de la república, con el rol que juega ante los colombianos, cuando cada uno de los integrantes de las dos cámaras  legislativas busca a los electores por todos los departamentos y municipios del país, para pedir su voto, nos ha dejado sorprendidos por la frialdad, insensibilidad y desconocimiento social que ha tenido. Para el congreso de la república no le ha merecido ninguna atención.

Para el congreso de la república, la  desgracia del covid 19 que mantuvo, no solo en aislamiento preventivo a los colombianios, sino que para una gran mayoría fue uno de los más graves castigos por las privaciones económicas, esa alta corporación pareció ignorarlo.

Es que en una tragedia como la vivida por tantas familias colombianas, que sin la menor posibilidad de devengar un centavo para cubrir las más elementales necesidades del ser humano, es donde se mide la comprensión y sentido humanitario de quienes integran instituciones como el congreso de la república, uno de las organismos del poder público, que bien hubiese sido la gran oportunidad de reivindicarse con el sufrido el pueblo colombiano, haciendo una pequeña donación de sus ALTISIMAS dietas (más $30 millones mes en efectivo) pero no fue así.

Qué lástima que las mesas directivas de las dos cámaras, no hubieran tenido la iniciativa de crear un fondo solidario  que demostrara  el sentido de corresponsabilidad de ese ente para con el pueblo colombiano que cada cuatro años vota por ellos para mantenerlos en esa corporación que en muchas veces legisla, no propiamente en beneficio del conglomerado social, sino de intereses particulares, prevalidos del poder que les dio el pueblo.

El congreso de la república de Colombia, fue totalmente ajeno a todas las preocupaciones y necesidades que la pandemia en su momento más crucial, representó.  Ese poder público pareció ignorar todo lo que pasó a su alrededor, seguramente por su indolencia y desidia que lo ha caracterizado a través de los últimos años o décadas. Esas circunstancias limitan al congreso de la república, para entender que Colombia está en camino de un pasadizo peligroso  de la mayor gravedad y no precisamente por el coronavirus, sino por la pandemia mayor que es la politiquería corrupta y el desaforado apetito de poder que les impide ver con claridad los problemas que estamos viviendo.  Cuándo despertará esa llamada rama del poder público; seguramente cuando el pueblo adormecido despierte, reacciones y elija a sus verdaderos voceros.

Finalicemos diciendo que el coronavirus en Colombia ha sido una verdadera tragedia, porque la enfermedad ya ha matado –según la historia- un número mayor de personas (25,296) que las dejadas en  la tragedia de Armero. De modo que es y seguirá siendo la mayor tragedia donde instituciones del estado que tienen mucha relación con los colombianos, lo ignoran a pesar de estarse LUCRANDO. Es hora de pasarle cuenta de cobro, con sobrada razón. 

bersoa@hotmail.com

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