La gigante bomba de tiempo que las autoridades ignoran
En relación con la utilización de la pólvora para las celebraciones festivas de Navidad y Año nuevo, no se equivocan quienes califican esta práctica como un ejercicio de personas “tontas” manejadas por la estupidez que convierten la bella época en un infierno.
Todos sabemos que las fiestas navideñas y de cambio de año son para disfrutar, exteriorizar alegría, reunirse con la familia y compartir éxitos, pero muchos INSULSOS se encargan de mancharlas por los múltiples efectos de la pólvora.
Pero, cuántos padres de familia IRRESPONSABLES dejan que su hijos queden lisiados de por vida, con la amargura de unas fiestas que no pudieron disfrutar.
Es que son diversas las reacciones en contra de la utilización de la pólvora para hacer una celebración tan significativa, histórica y de creencia religiosa, por los efectos mortíferos y como mínimo traumático para la salud de niños, adultos y ancianos, que echan al lodo, todo lo bueno.
Pero los efectos de la pólvora van más allá y tiene que ver con los gravísimos daños contra la fauna y el medio ambiente. Esta es la razón por la cual algunos críticos han afirmado que quienes utilizan la pólvora, debieran ser tratados como vulgares criminales. Y si nos detenemos un poco, estos críticos están en lo cierto porque un estruendo de un explosivo puede llevar a la muerte a numerosos animales que se desesperan cuando escuchas una detonación de esta clase.
Alerta paisa |
Todos esos efectos nocivos que estamos registrando son las causas de las alteraciones nerviosas de toda la población. Son las responsables del aumento de crímenes y como mínimo de los hechos de intolerancia que a diario se dan a conocer, pero muchos de esos efectos son casi responsabilidad de las autoridades que no aplican la LEY contra los infractores.
Estos factores contra la salud y el bienestar social debieran ser una prioridad de las autoridades, pero lamentablemente no es así y el país cada día se inunda de infractores y de población que se viene convirtiendo en una gigantesca bomba de tiempo.
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