Tienen razón muchos usuarios del sistema de salud que se han dedicado a examinar los pro y contras del inveterado sistema que viene aplicándose hace más de 30 años y que hoy resulta, no solo arcaico sino insuficiente e impropio por muchas razones que alimenta la politiquería.
Pero, lo que llama más la atención, es que los “sabios” después de un año largo de estarse estudiando, discutiendo y reformando el proyecto, no solo por parte de los congresistas, sino de otros sectores muy encopetados, hoy salen a denigrar la iniciativa cuando el Congreso de la república ha logrado avances significativos.
Esa actitud no demuestra otra cosa, que tratar de ocultar y justificar la incapacidad que esos exministros tuvieron en su momento, para buscar propuestas orientadas a mejorarle la salud a los colombianos, tanto cotizantes como subsidiados. Si los respetables ex-ministros de salud quería aportar luces en favor del proyecto, porqué no lo hicieron en el transcurso del año que ha transcurrido. O, es que son de acción retardada, y entonces entendemos por qué no hicieron lo que debían formular cuando ocuparon los cargos.
Nadie puede creerles a esos señores que hoy intentan seguir engañando a los usuarios de la atención en salud. Esas críticas, no demuestran otra cosa que, insensatez, y que ellos también hacen parte del montón de engreídos que pasan por un gobierno sin pena ni gloria calentando puestos y devengando jugosos sueldos, y cuando ven la oportunidad, porque otros hacen lo que ellos no hicieron, entonces tratan de minimizar y atravesarse en contra de las cosas que pueden beneficiar al pueblo. Y como ellos no han tenido la necesidad de hacer una hostigante y desalentadora fila y de sufrir los avatares de una cita médica, con reclamo de medicamentos, pues solo les queda seguir burlando a los más necesitados y haciendo venía a quienes tienen grandes intereses en ese sector, o sea la salud que se ha convertido en un jugoso medio de enriquecer a unos pocos.
Y nadie puede desconocer que esas objeciones tienen su TOXICO. Llevan doble veneno porque tratan es de esclavizar a los usuarios que anhelamos un mejor servicio, pero al mismo tiempo quieren congraciarse con quienes han venido en estos 30 años usufructuando los dineros de la salud, no solo de los que destina el estado, sino los que anticipadamente pagamos los cotizantes.
Y esa burla y engaño contra los usuarios de la salud no solo es de exministros. Hay congresistas que dejan mucho que desear. Lastimosamente y lamentable que hayan llegado al congreso de la república, no a trabajar por los intereses sociales, sino por sus propios beneficios y de sus perversos patrones que tienen al país al borde del hambre y de la guerra, porque no se resisten haber perdido el monopolio político del momento y la gallina de los huevos de oro. Ese es el dolor de algunos políticos enseñados a ostentar el poder, de mofarse de los colombianos y de ensalzar el potencial económico a costa del hambre del país, porque aun erróneamente creen que con billetes pueden cómpralo todo y alimentarse. Pueden alimentar la avaricia, pero no pueden alimentar su propia subsistencia.
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