Por: Pedro Gerardo Tabares
El dieciséis de Marzo de 1781 se registró en el Socorro (S. ), una de las cuatro ciudades de nuestro territorio por entoces, LA REVOLUCION DE LOS COMUNEROS, que lideró MANUELA BELTRÁN, de quien la historia no registra sino el momento estelar en que rompió los Edictos de los impuestos o cargas tributarias de la corona, entre las cuales estaba el impuesto “Del viento”, que como se puede observar demuestra el alcance de esas cargas.
La Revolución Comunera marcó hito en la Historia Colombiana, y de ella nació el germen patriótico, distinguido por la traición del Arzobispo Antonio Caballero con el Márquez de Tunja, porque se publicaron las capitulaciones, y después se ordenó la captura de JOSE ANTONIO GALAN, ISIDRO MOLINA Y LORENZO ALCANTUZ, a quienes se sacrificaron, una vez capturado el máximo representante de los comuneros, en Chaguanete (Padua Onzaga) con descuartizamiento por “los escenarios de sus escandalosos crímenes”.
Después de muchos años, tan solo tenemos un imponente monumento a la gesta comunera en PANACHI que se ha convertido el lugar turístico por excelencia de Santander.
Pero volviendo al tema central de la revolución de los Comuneros, la inquietud y el descontento por los impuestos fue creciendo hasta agrupar a los habitantes de las siguientes poblaciones:
Soco¬rro centralizó la Revolución y primeros estuvieron los de san Gil, Charalá, Girón, Chima, Oiba, Vélez, poblaciones a las cuales le siguieron Tenza, Moniquirá, Ráquira, Tibi¬ritó, Gachetá, Sogamoso, Serinza, Hatoviejo, Samacá, Monguí, Carare, Socotá, Tópaga, Sátiva, Ninaima, Nuesa, La Robada, Socha, Tasco, Sincelada, Mongua Gámeza, Guacamayas, Valle, Riachuelo, Toca, Barichara, Oca¬monte, Sotaquirá, Firavitova, Guadalupe, Zapatoca, San¬tana, La Ubita Nacaima, Leyva, Tota, Suta Cocuy, Pá¬ramo, Cheva, Onzaga, Chita, Sequilé, la Vega, Pacho, Sutamerchán, Paipa, Puente Real, Chima, Chocontá, Suaita, Pinchote, Tunja y Confines.
La Revolución Comunera marcó hito en la Historia Colombiana, y de ella nació el germen patriótico, distinguido por la traición del Arzobispo Antonio Caballero con el Márquez de Tunja, porque se publicaron las capitulaciones, y después se ordenó la captura de JOSE ANTONIO GALAN, ISIDRO MOLINA Y LORENZO ALCANTUZ, a quienes se sacrificaron, una vez capturado el máximo representante de los comuneros, en Chaguanete (Padua Onzaga) con descuartizamiento por “los escenarios de sus escandalosos crímenes”.
Después de muchos años, tan solo tenemos un imponente monumento a la gesta comunera en PANACHI que se ha convertido el lugar turístico por excelencia de Santander.
Pero volviendo al tema central de la revolución de los Comuneros, la inquietud y el descontento por los impuestos fue creciendo hasta agrupar a los habitantes de las siguientes poblaciones:
Soco¬rro centralizó la Revolución y primeros estuvieron los de san Gil, Charalá, Girón, Chima, Oiba, Vélez, poblaciones a las cuales le siguieron Tenza, Moniquirá, Ráquira, Tibi¬ritó, Gachetá, Sogamoso, Serinza, Hatoviejo, Samacá, Monguí, Carare, Socotá, Tópaga, Sátiva, Ninaima, Nuesa, La Robada, Socha, Tasco, Sincelada, Mongua Gámeza, Guacamayas, Valle, Riachuelo, Toca, Barichara, Oca¬monte, Sotaquirá, Firavitova, Guadalupe, Zapatoca, San¬tana, La Ubita Nacaima, Leyva, Tota, Suta Cocuy, Pá¬ramo, Cheva, Onzaga, Chita, Sequilé, la Vega, Pacho, Sutamerchán, Paipa, Puente Real, Chima, Chocontá, Suaita, Pinchote, Tunja y Confines.
Estas poblaciones, te¬nían al menos un capitán que se hizo presente en Zipa¬quirá, con un total general de veinte mil hombres, según el documento VII de Briceño.
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