La saqué barata
Horacio Serpa
En la madrugada del 29 de Diciembre los médicos del Hospital Manuela Beltrán del Socorro me diagnosticaron un proceso de infarto en el corazón. Me aplicaron el tratamiento adecuado y me remitieron a Bucaramanga, donde fui atendido de urgencia por los profesionales de la Fundación Cardiovascular, donde me hicieron un cateterismo y me colocaron un stent en la coronaria izquierda que estaba bloqueada en un 90%. En todos los momentos me prodigaron cuidados especiales tanto en la ciudad comunera, como en la ambulancia que me trasladó y en la clínica de Bucaramanga.
Estuve de buenas. El diagnóstico fue oportuno, las decisiones se tomaron a tiempo, me realizaron la intervención adecuada, me aplicaron las drogas convenientes y la mano de Dios hizo milagros. Mi aporte fue permanecer lúcido y tranquilo y obedecer las sugerencias e instrucciones de los expertos. Desde el momento en el que me sugirieron ir al Hospital del Socorro, hasta cuando me instalaron en la habitación de Bucaramanga en la que debía guardar reposo, transcurrieron 8 horas. No obstante los buenos pronósticos, tocaba esperar 48 horas para que el eco-cardiograma señalara la dimensión del evento coronario y sus consecuencias. Realizado el examen las conclusiones fueron las mejores: ni secuelas ni limitaciones.
Por supuesto debo tomar medicamentos, hacer ejercicios, tener cuidado con la alimentación y moderar un poco las actividades laborales. Lo haré al máximo posible porque no voy a desaprovechar esta nueva oportunidad que me brindó la vida. En otras circunstancias, sin Rosita, sin los amigos, sin la generosa ayuda de tantas personas a las que agradezco en el alma, sin tan evidente profesionalismo médico y tantos adelantos científicos, el caso hubiera sido muy grave. Uno de los galenos me dijo: “La sacó barata”.
Ahora debo ponerle corazón, bastante corazón, a muchas cosas. Empezando por el tema de la salud que está dentro de la órbita de mis responsabilidades políticas y deberé atender como una de mis obligaciones legislativas si soy elegido Senador, el próximo 9 de Marzo.
Soy consciente de que mi caso, en lo relativo a la atención médica y hospitalaria, fue excepcional. No ocurre lo mismo con la mayoría de los colombianos, quienes se quejan y reclaman por las deficiencias y limitaciones del sistema de salud, el cual debe modificarse radicalmente. He venido oponiéndome al proyecto que se tramita en la Cámara de Representantes para que sea el nuevo Congreso el que se ocupe de esta responsabilidad. El pueblo lo exige y lo merece.
La actual campaña al Congreso exige tener amplios espacios para tratar el tema de la salud. Los Partidos políticos deben fijar posiciones claras al respecto y desde esta tribuna solicito al Partido liberal y a los colegas que estamos aspirando al Senado y a la Cámara en nombre de la colectividad roja, que nos pronunciemos al respecto y asumamos el compromiso de participar activamente en la elaboración de la gran reforma que requiere la salud. Ello implica que los actuales Representantes liberales se abstengan de tramitar en Marzo el proyecto al que hice referencia.
Que la salud sea para todas y todos, en las mismas condiciones, debe ser un propósito nacional. Con decisión y compromiso aportaré mi grano de arena.
Bucaramanga, 5 de Enero, 2014