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martes, 7 de enero de 2014

Relatos de vida y salud

                                   La saqué barata
                                              Horacio Serpa
En la madrugada del 29 de Diciembre los médicos del Hospital Manuela Beltrán del Socorro me diagnosticaron un proceso de infarto en el corazón. Me aplicaron el tratamiento adecuado y me remitieron a Bucaramanga, donde fui atendido de urgencia por los profesionales de la Fundación Cardiovascular, donde me hicieron un cateterismo y me colocaron un stent en la coronaria izquierda que estaba bloqueada en un 90%. En todos los momentos me prodigaron cuidados especiales tanto en la ciudad comunera, como en la ambulancia que me trasladó y en la clínica de Bucaramanga. 
Estuve de buenas. El diagnóstico fue oportuno, las decisiones se tomaron a tiempo, me realizaron la intervención adecuada, me aplicaron las drogas convenientes y la mano de Dios hizo milagros. Mi aporte fue permanecer lúcido y tranquilo y obedecer las sugerencias e instrucciones de los expertos. Desde el momento en el que me sugirieron ir al Hospital del Socorro, hasta cuando me instalaron en la habitación de Bucaramanga en la que debía guardar reposo, transcurrieron 8 horas. No obstante los buenos pronósticos, tocaba esperar 48 horas para que el eco-cardiograma señalara la dimensión del evento coronario y sus consecuencias. Realizado el examen las conclusiones fueron las mejores: ni secuelas ni limitaciones. 
Por supuesto debo tomar medicamentos, hacer ejercicios, tener cuidado con la alimentación y moderar un poco las actividades laborales. Lo haré al máximo posible porque no voy a desaprovechar esta nueva oportunidad que me brindó la vida. En otras circunstancias, sin Rosita, sin los amigos, sin la generosa ayuda de tantas personas a las que agradezco en el alma, sin tan evidente profesionalismo médico y tantos adelantos científicos, el caso hubiera sido muy grave. Uno de los galenos me dijo: “La sacó barata”. 
Ahora debo ponerle corazón, bastante corazón, a muchas cosas. Empezando por el tema de la salud que está dentro de la órbita de mis responsabilidades políticas y deberé atender como una de mis obligaciones legislativas si soy elegido Senador, el próximo 9 de Marzo.
Soy consciente de que mi caso, en lo relativo a la atención médica y hospitalaria, fue excepcional. No ocurre lo mismo con la mayoría de los colombianos, quienes se quejan y reclaman por las deficiencias y limitaciones del sistema de salud, el cual debe modificarse radicalmente. He venido oponiéndome al proyecto que se tramita en la Cámara de Representantes para que sea el nuevo Congreso el que se ocupe de esta responsabilidad. El pueblo lo exige y lo merece.
La actual campaña al Congreso exige tener amplios espacios para tratar el tema de la salud. Los Partidos políticos deben fijar posiciones claras al respecto y desde esta tribuna solicito al Partido liberal y a los colegas que estamos aspirando al Senado y a la Cámara en nombre de la colectividad roja, que nos pronunciemos al respecto y asumamos el compromiso de participar activamente en la elaboración de la gran reforma que requiere la salud. Ello implica que los actuales Representantes liberales se abstengan de tramitar en Marzo el proyecto al que hice referencia.
Que la salud sea para todas y todos, en las mismas condiciones, debe ser un propósito nacional. Con decisión y compromiso aportaré mi grano de arena.
Bucaramanga, 5 de Enero, 2014

jueves, 27 de mayo de 2010

TRAFUGARIO

------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

O ES LA VIDA O ES LA MUERTE

Esta mañana del jueves ha amanecido lloviendo. No torrencialmente, pero ha amanecido lloviendo. Yo caminaba a paso de enfermo del estómago no solamente porque estaba lloviendo sino porque tenía afán de leer el periódico que es un ritual para mí desde hace mucho tiempo. En RCN, Clara López, el dos del candidato Gustavo Petro, estaba comentando preocupada y a la vez disgustada que otra vez habían amenazado de muerte a su jefe. Por enésima vez, pensé yo, y sentí prurito en las costillas. La gente deambulaba, como hoy, por las calles en su cotidiana tarea de asistir al trabajo, los que lo tienen. Los que no, a mirar y a escuchar en los televisores públicos, de los cafés o de los billares viejos, qué prometen los cándidos candidatos a la presidencia de la República. Así se llama la novela que ahora estoy escribiendo: “El Cándido Candidato”. Pero en mi caminata por la acera se da un hecho que me deja perplejo. Un hombre de no mas de 25 años, un muchacho, mejor, está sentado, sin camisa en el borde del andén, degustando bajo la lluvia, tristemente alegre unos tragos de “aguardiente” de esas botellas que valen a mil pesos.
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Observo que a veces canta y a veces vocifera pero uno deduce de una que está triste. Una señora joven y bonita va feliz con su hija de unos cinco añitos, y la lleva a rastras, casi volando, para el jardín infantil. La niña también va feliz. Esa misma mañana, de igual manera han dicho en las noticias radiales de Gossaín, que las dos Coreas, la comunista y la capitalista, quieren acabar con la paz mundial porque en un arranque de patriótico chouvinismo se van a romper la cabeza a punta de bombazos nucleares. O por lo menos a misilazos y a tancazos. Y a balazos, porque esas son las normas internacionales para las guerras convencionales. Es decir, las aprobadas por las naciones unidas o sea “las más civilizadas”.

Al pasar por un sitio que sin lugar a dudas es un recinto de dos con cinco en conducta, unos borrachos amanecidos departen alegremente como en el viejo poema de El brindis del bohemio. Están felices a su manera. En las emisoras de radio y televisión de las principales cadenas del mundo, a cada instante que transcurre, los animadores, los locutores y los periodistas de ambos géneros, incluso de otros géneros como la Baily, comentan, dicen y desdicen del mundial de fútbol, la fiesta humana más grande del planeta así la mayoría de damas casadas del orbe digan que no. Las que sufren de PAI (Pelotafobia Aguda Intransigente) pero esta vez referida a las pelotas de darles patadas o sea las del fútbol. Claro que existen algunas mujeres que les dan patadas a otras pelotas. Como a las pequeñas pelotas de ping pong, por decir algo. En síntesis, yo a lo que quiero llegar es al interrogante de por qué la humanidad es contradictoria y autodestructiva. Y por qué las grandes contradicciones de la humanidad, las que afectan a todos los géneros y a todos los niveles, siempre están orquestadas por los más poderosos y revisen bien a ver si me equivoco. Mientras los surafricanos se descamandulan el bolsillo y botan la puerta por la ventana para organizar tamaña fiesta de la que estoy comentando, la del fútbol, que es la alegría de la mayoría de las gentes, otros países instigados y “embombados” por intereses geoestratégicos abanican las brazas para que se conviertan en una llamarada también mundial. ¿Acaso no es mejor un partido de fútbol, así sea en la pantalla chica, que las escenas de tanques destruyendo ciudades y aviones bombarderos tumbando edificios y matando gente? ¿No será más bacano ver la final del mundial, que asistir al “final de la humanidad” en medio de una temperatura de vario miles de grados centígrados, lluvias ácidas, nubes de polvo radiactivo cubriendo el globo terrestre e ionización de la atmósfera, entre tantas otras, por el conducto aleve de una explosión nuclear? Lo hace mejor el borrachito que vi ese día por la mañana que en medio de la lluvia y la soledad está acabando con la vida, pero con la diferencia enorme que se trata de la vida de “EL”, y no la del resto de la humanidad.

viernes, 17 de abril de 2009

EL ATARDECER DE LA VIDA

Por:Martha Clemencia González;
especial desde España para bersoa.com >


"Ya no sé en qué fecha estamos. En casa no hay calendarios y en mi memoria los hechos son una maraña. Me acuerdo de aquellos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imágenes de los Santos que colgábamos al lado del tocador. Ya no hay nada de eso. Todas las cosas antiguas han ido desapareciendo. Y yo también me fuí borrando sin que nadie lo notara".

"La otra tarde caí en cuenta que mi voz también ha desaparecido. Cuando les hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan. Todos hablan sin mirarme, como si yo no estuviera con ellos, escuchando atenta lo que dicen. A veces intervengo en la conversación, segura de que lo que voy a decirles no se le ha ocurrido a ninguno y de que les van a servir mucho mis consejos. Pero no me oyen, ni me miran, no me responden".

"El otro día me alegré mucho ante la posibilidad de un paseo familiar. Estuve lista muy temprano. Me paré en el zaguán a esperarlos a todos. Cuando arrancaron y el auto desapareció envuelto en el bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, tal vez porque no cabía o porque mis pasos lentos impedirían que todos los demás corretearan a su gusto por el bosque. Sentí clarito cómo mi corazón se encogía y la barbilla me temblaba como cuando uno se aguanta las ganas de llorar".

"Yo los bendigo a todos y los perdono, porque ¿qué culpa tienen los pobres de que yo me haya vuelto invisible?".

Los cuatro párrafos anteriores, correponden a fragmentos de un hermoso mensaje reenviado a mi correo electrónico y cuyo autor desconozco. No puedo negar que la lectura completa de este texto en el silencio del hogar únicamente roto por una melodía bastante dulce y suave como parte del mensaje, logrò conmoverme profundamente y por unos minutos me hizo reflexionar sobre la vida y lo que para muchos representa el hecho de hacerse mayores..el hecho de ser los más viejos de la casa.

En España y según cifras del Instituto Nacional de Estadística, INE, 1 millón 359 mil personas mayores de 65 años de edad, viven solos durante todo el año.

Muchos viven en esta condición de soledad por decisión propia, pero otros no tienen opción diferente. Es por ello que el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), ha impulsado el programa "Cerca de Tí", dirigido especialmente a personas mayores de 80 años que vivan solas o con su pareja de edad similar.

El IMSERSO, es un organismo dependiente del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y contará con la colaboración de la Cruz Roja española y de Cáritas para el desarrollo del plan "Cerca de Tí", cuyo objetivo fundamental no es solamente acompañar a estas personas por parte de voluntarios, sino ir más allá para ayudarlas a adquirir ó recuperar hábitos de relación con otras personas y hacer que se sientan motivadas para salir de casa y romper su aislamiento.

"Cerca a Tí", también es la forma de prevenir que surjan otras circunstancias como la inactividad, la mala nutrición y la depresión como consecuencia de la soledad, según han explicado voceros del IMSERSO en España; un país en el que el 17 por ciento de la población es mayor de 65 años y en donde además se calcula que dentro de dos décadas, uno de cada cuatro ciudadanos será anciano.

Con estas cifras, es obvio que la solicitud de plazas para residencias de mayores hayan aumentado considerablemente. Sin embargo, cabe anotar que en promedio, vivir en una residencia concertada o pública puede costar 1.000 euros que no logra cubrir un jubilado cuyos ingresos alcanzan los 820 euros mensuales. Ya nos podemos imaginar las dificultades que tienen muchos para acceder a dicho servicio. Y mejor no hablar de los costos en una residencia privada, donde al mes, se pueden llegar a pagar entre 3 mil y 4 mil euros. Paradójicamente y de manera contraria a lo que podría imaginarse con estos valores, según estudios realizados por la revista "Consumer Eroski", las residencias concertadas o públicas resultan mejor acondicionadas y capacitadas para atender a los mayores; ya que las privadas obtienen "suspensos" por factores importantes como: baños sin timbres de emergencias en dos de cada cinco instituciones. Además, el 20 por ciento de ellas no tienen servicios de fisioterapia y rehabilitación y el 35 por ciento sólo cuentan con un médico de cabecera como único especialista.

A pesar de los esfuerzos que puedan hacer los gobiernos y organizaciones no gubernamentales en diferentes partes del mundo por proveer a los ciudadanos de mecanismos para enfrentar diversas circunstancias de la vida, en este caso, la vejez y en especial, la soledad de la gente mayor; es innegable que los primeros que deben tener la obligación de velar por sus ancianos, son los propios familiares. Y no deberían valer excusas, motivos o pretextos como "la dura carga física y emocional" que indudablemente esto implica, porque aunque suene a tópico y a obviedad, cuando ellos eran jóvenes con toda seguridad no dudaron en dejarse la piel en el cuidado y atención de sus hijos y en muchos casos de sus nietos.

La actitud, antes que el compromiso de todos los seres humanos, debería implicar acciones como la de aprovechar el ahora..el hoy, para escuchar a nuestros abuelos..al viejito de la casa del lado que se asoma de vez en cuando a la puerta en espera de cruzar un simple saludo para recordar que aún existe..al anciano que se sienta solo en el parque...brindar una sonrisa amable a esa mujercita que va sola por la calle agachada y apoyada en su bastón...reir con ellos..hacer que el momento dorado de sus vidas sea pleno y feliz...al fin y al cabo eso es lo que queremos para nosotros mismos. En definitiva, regalar "una rosa" ahora y no esperar para llevarla a una tumba. Ir a página de España >

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