Por: Mabel Rocío Castillo Pineda
Como
periodista creo que he sido privilegiada, conozco el país tan de cerca, conozco
las comunidades, el sufrimiento de las regiones, sus esfuerzos, su residencia y
su carencia invisible para muchos, y doy gracias todos los días por eso.
Lo que he
recorrido no hay un lugar , una esquina en costa Caribe, Pacífica , eje
cafetero, centro , llanos orientales , que no encuentre denuncias por
corrupción , por intereses superiores que pasan
por encima de las comunidades, y la mayoría de las veces he recogido denuncias
de esas invisibles , pero que han sostenido por décadas todas las regiones, el
raizal impotente de poder elevar sus
quejas, el campesino que solo tiene amor por su tierra y es su herramienta para
pelear, el indígena que tiene todos sus saberes ancestrales y no comprende como
nadie ve lo que para él es evidente, el emprendedor que encuentra todas las
trabas posibles , eso sin contar las regiones donde se le pide a Dios por qué
no hay mayor presencia del estado y donde los lideres usan todo de si mismos,
por qué no tienen más que su convicción y su fuerza interior .
Y creo,
viendo todo lo que ha pasado este año, lo que está pasando con Hidro Ituango,
la desafortunada situación ayer de una mamita y su hijo, Líderes sociales,
hidrototare, campesinos agricultores de todo el país, las situaciones del
pacifico, y puedo continuar interminablemente... hay un factor común, es
nuestra inmensa falta de solidaridad, de “SENSIBILIDAD POR EL SUFRIMIENTO DE
OTROS”.
No logramos
identificarnos y entender a otros, por qué nuestra inmensa ceguera y
desconocimiento de la situación real del país, no nos lo permite, y no asumimos
responsabilidades porque siempre la culpa y las acciones dependen de otros.
Cuando
necesito mostrar, visibilizar situaciones, me encuentro con esa pared que solo
la presión de las comunidades y su deseo de mostrar lo que les pasa logra
romper, y me hace insistir, es doloroso porque yo misma aun conociendo las
situaciones, a veces tampoco sé cómo más insistir, que más hacer y cómo lograrlo,
y creo que ese es el sentimiento generalizado del país en las regiones.
Nosotros
estamos cómodos y vemos y nos parece terrible, a lo mejor vemos un escenario
polémico y entonces comentamos, pero no estamos en el territorio viviendo y
sufriendo día a día, entendiendo que es una realidad que con un trino o un like
no va a desaparecer, de una mañana a
otra, yo voy al territorio, lo veo y regreso, continuo, pero es nuestra falta de sensibilidad, de
reconocimiento por el dolor y sufrimiento de otros lo que nos tiene así.
No logramos
entender que cada uno de nosotros tienes un mundo completamente diferente,
complejo y de dolor, pero cada uno de nosotros también tiene las herramientas
que otro necesita y pueden ayudarle a seguir, auxiliarle, para que pueda
continuar en su lucha interna o por otros.
Nuestro papel
como actores de una sociedad debería ser sumar desde cada uno, sin importar si
el otro suma o no, y de quien es la culpa, sumar desde acciones individuales
para ayudar al otro, donde mi acción puede cambiar completamente el mundo de un
ser, un grupo de personas o comunidades enteras.
Nos hemos
dedicado más a buscar culpables y menos a generar soluciones, más a encontrar
las razones por que no ayudar y no visibilizar, que, a encontrar las razones
para hacerlo, y como la mayoría de nosotros no conoce la realidad es más fácil
sólo opinar, ponerse de un lado del bando y juzgar o señalar, que actuar.
Piensen por
un minuto si cada uno de nosotros generará acciones reales y tangibles desde su
escritorio, puesto de trabajo o cotidianidad por el otro. No le aportaría tanto
al otro como a nosotros mismo y es lo que nos haría cambiar como ciudadanía,
como sociedad.
La
responsabilidad no es de gobernantes, o de actores públicos, por que la inmensa
mayoría de la población no lo somos… ¿Hace cuánto perdimos nuestra capacidad de
asombro por el dolor de otros?... ¿Hace cuánto perdimos nuestra iniciativa y
solidaridad para ayudar a otros?...¿Hace cuánto no ponemos un granito de arena
por una cadena de apoyo en una gran
causa contra la que luchan unos pocos?
Para hacer
algo no necesitamos publicar, compartir o comentar, nuestras acciones pueden
ser invisibles solo las debemos conocer nosotros mismos, lo que más
satisfacción nos da es aquello que nadie ve, nadie conoce y nadie escucha, pero
que sabemos que es importante y cambia la vida de otros.