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jueves, 21 de abril de 2022

El país de las maravillas… ‘patas arriba’

Por: Bernardo Socha Acosta
Colombia es un país que bien puede ganarse los mejores premios por el espíritu de resignación de sus habitantes, gracias a la politiquería que cada 4 años hechiza a las personas con capacidad de decidir para elijan a quienes luego se convierten en los más agrestes ejecutores de medidas impopulares de 50 millones de habitantes.

Cuando examinamos, que por ejemplo se aumenta el Impuesto del Valor Agregado –IVA- al 19% para bienes y servicios que adquirimos o compramos y que, fuera para los artículos suntuosos, estaría bien y sería aceptable, pero es hasta para los más elementales productos de la canasta familiar.  Que error y horror tener que pagar impuestos,  para poder comer lo básico y no morir de hambre. ¿Alcanzamos a dimensionar esta brutal acción, contra una sociedad que no tiene quién la defienda? Y gracias que no pasó el intento del IVA al 25% que pretendía imponer el mal recordado tal Carrasquilla y su complicidad presidencial.

Pero eso no es todo –óigase bien- la mayor parte de los recaudos del IVA, ($25 o $30 billones anuales) va a financiarle los impuestos a los altos capitales y es lo que a menudo escuchamos sobre las exenciones de impuestos. Y a propósito hay que reconocerle públicamente al candidato presidencial LUIS PEREZ que le ha abierto los ojos a los colombianos cuando dice que, si se eliminan las odiosas exenciones o privilegios a los grandes capitales, el IVA bien puede reducirse al 6% y aún con ese porcentaje se recaudan más ingresos para el erario, que con el 19% que buena parte lo destina el gobierno para regalándolo a los privilegiados para que no paguen lo que debiera hacer por impuestos.  

Pero si ajustamos más esta columna a la realidad de la expresión del titular, tenemos que reconocer que, sí es la realidad, que el país está ‘patas arriba’, porque pasan cosas tan absurdas y lógicas como las siguientes:

Un candidato presidencial modifica el nombre de pila, para presentarse al pueblo con otro nombre al parecer tras recibir algunos respaldos que no caerían muy bien a los electores. Y recordemos que el NOMBRE de una persona es una distinción jurídica y para el caso de querer representar a 50 millones de colombianos en el primer cargo de la nación, ese cambio no puede ser un juego de campaña. El nombre debe ser el que está en el REGISTRO CIVIL.

Y otra perla. Una investigación sobre la muerte del futbolista Freddy Rincón, revela después de varios días de espera, que, él iba conduciendo la camionera. Qué investigación fuera de la realidad, absurda y fuera de cualquier lógica, si se tienen en cuenta varios factores, como por ejemplo, donde recibió el golpe mortal en el cráneo que causó su deceso. Y sabemos que la peor herida fue por el lado derecho, según los partes médicos de la clínica, donde va el copiloto. Entonces cómo podría él ir conduciendo el vehículo. Y quién, o quiénes son esos ocupantes que abandonaron la camioneta luego del accidente, según las cámaras que registraron el percance. Según la investigación en la que mostraron otro video, se nota que fue en otro momento y no en el del accidente. Cómo es posible que se intente engañar a los colombianos y peor, a la familia.

Y hay otras perlas no menos importantes, por ejemplo, el Banco de la república sube las tasas de interés en forma extravagante y oprobiosa,  para limitar crediticiamente a los más pobres, y nadie dice nada.

Y, cómo se escapan de las cárceles los criminales y tampoco pasa nada.

Y algo lamentable y triste; en distintas ciudades ya ni las personas pueden salir de sus casas porque desgraciadamente son atracadas.

Y algo para Ripley; en un aeropuerto de la Costa Atlántica, llega un atrevido pasajero, sube a un avión que está a punto de salir y ocupa con violencia la silla que correspondía a un menor de una familia que había comprado sus pasajes y el atrevido e irrespetuoso pasajero sigue tan campante como si no pasara nada y no hay autoridad para hacer valer el respeto y derecho de los demás.

Es que las cosas que muestran a un país ‘patas arriba’ está también reflejado en, los delincuentes que quedan libres porque no son un peligro para la sociedad a pesar de haber atracado y asesinado a indefensas personas.

Y finalmente para no alargarnos más, los campesinos ya no pueden cultivar la tierra por los altos costos de los insumos y qué hace el gobierno.

Todos los días vemos muchas cosas más absurdas, que solo producen ira y tristeza de ver un país en decadencia por gracias de los políticos que nos han gobernado.

Esto es apenas un abrebocas de lo que pasa en Colombia, en un medio que para algunos es el país de las Maravillas y siguen alistándose para elegir a los mismos que hasta adoptan la jugadita que predicaba en un conocido senador para hacer las trampas en favor de su jefe.

bersoa@hotmail.com 

domingo, 17 de abril de 2022

Sepultar el “No todo Vale”

Mario González Vargas
En el 2010, Antanas Mockus, con premonitoria intuición enarboló la bandera del “no todo vale” como pedagogía ciudadana que garantizara unos estándares éticos y asegurara el voto ciudadano consciente, libre de toda presión indebida, de toda promesa aleatoria e incumplible, o de precio por el voto y culpable mercadería. Desgraciadamente, ese principio democrático se fue debilitando, dando paso a un tinglado en el que se convirtió al adversario en enemigo, a la emulación en odio, abatiendo las barreras protectoras de la civilidad en la competencia por el poder y ahuyentando la moral y la decencia de la contienda política. Sus efectos fueron desastrosos para la legitimidad de las instituciones que se vieron contagiadas de esa ola de podredumbre que hoy nos amenaza con prevalecer en detrimento de nuestras libertades.

No resulta extraño que hayamos transitado hacia la mentira como vehículo legítimo de búsqueda de soluciones aparentes para cautivar incautos o engañar al desprevenido ciudadano, más atareado en las dificultades de su diario vivir que en desentrañar verdades o mentiras en el carnaval de simulaciones y medias verdades en las que han convertido las campañas políticas. Petro es el aventajado en esos simulacros y en la construcción de escenarios y relatos fantasiosos que puedan impactar en medio de la desazón que vivimos. A la conversión de las pensiones en dineros públicos, a la supresión de la exploración del petróleo desde el primer día de su hipotético gobierno, a la expropiación de la propiedad privada, al subsidio universal y a la contratación por el estado del desempleado, por citar algunas, hoy suma el denominado “perdón social” a los condenados por corrupción, que incluya hasta el ELN para que no exista más “insurgencia armada contra el Estado, ni narcotraficantes al lado del Estado”, calificado de “acto revolucionario” e “histórico que busca justicia reparativa” “para que todos mutuamente nos perdonemos”. En síntesis, para favorecer a los desfalcadores de los recursos públicos y nuevamente a Iván Márquez, y extensivo a los carteles que los financian, sin que paguen condena, aporten verdad, devuelvan lo apropiado, identifiquen sus cómplices y rutas y pidan perdón, A eso llaman justicia reparativa.

Es entendible que a esa tarea de deconstrucción del “no todo vale” se sumen los aventajados practicantes del todo vale, pero lo que no se espera, ni se entendería, es que los discípulos y los herederos del profesor Mockus se sumaran al esfuerzo de sepultar el legado del maestro. No tendría justificación ni explicación que no se percibiera que Petro se encuentra en estado de desesperación por sumar votos y concluir alianzas, con quien fuera menester, para saciar su última oportunidad de acceder al poder. Necio sería desestimar su ambición y sus pretensiones de Mesías que tanto seducen a sus más fieles acólitos, que todavía se estiman indispensables a su redentor, como torpe sería para los demás desatender las palabras de quien cree que para cambiar al país necesita al menos 20 años de gobierno. Lo primero será sepultar el no todo vale Estamos advertidos para no morir en combate.

sábado, 9 de abril de 2022

Los peligros de la incompetencia

Mario González Vargas
El silencio del registrador Vega acrecienta las incógnitas, preocupaciones y señalamientos que han acompañado su gestión en el proceso electoral en curso. Ha preferido aislarse cuando el país entero reclama transparencia en un certamen electoral que se vislumbra apretado y cuyo resultado no puede ni debe ser teñido por sombras, dudas y descalificaciones que lo deslegitimen. No compareció al Senado, ni ha dado respuesta a las solicitudes que se le han formulado para saber de las correcciones a las irregularidades que se presentaron el 13 de marzo, y procurar así despejar las sospechas de incompetencia que lo acompañan y las amenazas que se ciernen sobre los resultados del proceso electoral. Vano sería pretender que las irregularidades observadas en las mesas de votación y en los formatos de las actas electorales se vean superadas con el solo traslado de las mismas a los entes de control, porque a ellos solo les corresponden las diligencias penales y disciplinarias.

No debe escudarse en que toda acción disciplinaria o judicial que apunte a su remoción no culminaría a la brevedad requerida y en la imposibilidad legal de reemplazarlo por un funcionario ad-hoc, para evadir la enorme responsabilidad que le atañe con la democracia en Colombia. Así lo entendió el CNE al solicitarle contratar a la mayor brevedad una auditoría internacional a los softwares de las elecciones, sobre cuyas especificaciones prevalece el misterio de saber si el contratado con Indra, y cuestionado, ha sido entregado, o seguimos con el que permitió las irregularidades que en pasada elección afectaron al partido Mira, aclaración requerida reiteradamente por el expresidente Pastrana, sin merecer respuesta alguna.

La incompetencia del registrador no puede llegar hasta menospreciar el interés que suscita la elección del futuro presidente de Colombia en un contexto de polarización interna y de factores externos que intervienen abiertamente y son susceptibles de afectar la seguridad nacional y la preservación de la democracia en Colombia. En el mundo globalizado ningún país puede sentirse ajeno a los conflictos que estremecen al mundo, porque las contiendas por las supremacías nos involucran a todos, independientemente del confín en el que nos encontremos. Las afinidades ideológicas concitan solidaridades, como se observa en las acciones de los regímenes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, y en las de la Internacional Socialista, el Foro de Sao Paulo o el Grupo de Puebla, que encuentran fuerzas políticas afines en el escenario colombiano. Ello explica la protección de Maduro al ELN y a las disidencias de las FARC, la presencia rusa en Venezuela, con sus capacidades cibernéticas para atacar comunicaciones, medios de información, infraestructura energética, bancaria, militar, tecnológica y electoral, detectada por la inteligencia colombiana y estadunidense, y develada con el arresto del agente ruso y su lavado de activos en Colombia para adelantar su tarea disruptiva en las elecciones nuestras.

Si no tenemos la capacidad de prevenir, nos veremos posiblemente abocados a un repudio del resultado electoral y a un intento violento de un golpe de estado concertado a la democracia colombiana. Es el peligro que entraña la incompetencia.

lunes, 4 de abril de 2022

La ironía de las nuevas tasas de interés…

Y descubran, para quiénes son los beneficios de esas medidas

Por Bernardo Socha Acosta
Por estos días abundan los comentarios sobre costo de vida, inflación, crecimiento económico, pandemia covid y la guerra entre Ucrania y Rusia, pero lo cierto es que, en medio de este rio revuelto de información, la junta directiva del Banco de la República, les dio un certero garrotazo a los colombianos con el alza de 100 puntos en las tasas de interés.

El leñazo es mortal, porque los sectores de la producción que emprendían proyectos de año nuevo 2022 con propósitos de ensanchamiento de sus factorías, se quedaron con los crespos hechos porque inesperadamente, y de una forma tan desproporcionado fueron variadas las tasas de interés, de tal  manera que quien intenta buscar plata con préstamos bancarios, no puede hacerlo sopena de quedarse en la ruina trabajando para pagar intereses.

Muchos creen que hasta las tarjetas de crédito tocará echarlas a la basura porque quién se aguanta haciendo avances con los intereses tan costosos. Esta clase de créditos (los avances) es el peor de los negocios (por una necedad) y el mejor método para empobrecer a los ilusionados cuentahabientes, que muchas veces no ven la hora por adquirir esta clase de dinero plástico, que en ocasiones es la mejor forma de quebrar a cualquiera.

Y es que el Banco de la república aumenta las tasas de interés con el falso embeleco de frenar la inflación, pero eso lleva su veneno adjunto. Eso no es por defender al país y como dicen muchos, lleva un objetivo particular. Defender intereses…

Los grandes estudiosos de este fenómeno (la inflación) sostienen que los actores de medidas como el Banco de la república están soñando con las viejas hipótesis arraigadas, en las que, se asegura que la inflación proviene de la demanda.  Por esta razón las nuevas y modernas teorías, aseguran que el  origen de la inflación no se soluciona con medidas arcaicas, sino con políticas de producción. Pero, ¿cómo se va a aumentar la producción si el Banco de la república impone talanqueras con encarecimiento del capital? Cómo demonios el sector privado puede hacer inversiones productivas con créditos tan costosos.

Algunos otros románticos, dicen que con el aumento de las tasas de interés que hizo la junta del Banco de la república se va a incentivar el ahorro. Que falacia y qué forma de ofender a un pueblo. Es cierto que en parte el pueblo es rudo, pero no tratarlo de esa forma tan despectiva.

Que ilusos…  si la gran mayoría de colombianos no alcanza a ganar sino para medio comer, y otros más que están en la extrema pobreza, de dónde les queda para ahorrar. Bueno, si ahorran pero los privilegiados, como  el presidente de la república, los congresistas, los  altos ejecutivos de compañías estatales y algunas privadas, y quienes devengan altísimas pensiones. Y olvidaba; también pueden ahorrar  los privilegiados integrantes de la junta directiva del Banco de la República que hacen lo que a ellos les place, porque, ellos lo tienen todo y hasta se dan el lujo de imponerle a los colombianos la mordaza para que no puedan acceder a bienes de capital con lo cual están dándole un golpe bajo a quienes desde el sector privado quieren producir para sí y para mejorar las condiciones paupérrimas de muchos colombianos y claro que  del país, generando fuentes de empleo y bienes.  

Pero volviendo al ahorro, esas medidas del banco de la república no muestran más que la ironía burlona, porque como hay unos pocos que, si pueden ahorrar, pues son ellos lo que se van a beneficiar ganando más intereses por sus ahorros y todo gracias a los de la junta del Banco de la república. Ahí está la conclusión. Para quiénes son los beneficios de esas alzas de interés…pues para los privilegiados que ganan millones y pueden ahorra, y el pueblo que… Ahí si como dice el escritor, Alvaro Salom Becerra en su obra,… al pueblo nunca le toca.  Y nunca le toca porque sencillamente las medidas siempre van dirigidas, a someter al pueblo y mejorarle las condiciones a quienes lo reciben todo, aumentando así en forma descartada las desigualdades económicas y sociales con la complacencia de los gobiernos de turno que no hacen sino mentirles a quienes infortunadamente los eligieron. Y esperen… que ya vienen las próximas elecciones y falta esperar si el pueblo cae de nuevo para que siga el despreciable juego.    

bersoa@hotmail.com

domingo, 3 de abril de 2022

La suerte de Colombia en manos de los electores

Los colombianos tenemos en nuestras manos la suerte del país en el que queramos vivir

Por Bernardo Socha Acosta
Resulta a veces divertido –por decir lo menos- escuchar a algunos pre-candidatos presidenciales con sus inveteradas contradicciones que no reflejan más que la forma engañosa como se pretende aparentar ante los electores para que caigan en sus fullerías.

En unas acciones recientes –de las tantas que ocurren en una campaña- una aspirante a la nominación presidencial, hacía guiños para llegar a otro movimiento político, no muy afortunado en su credibilidad, arguyendo que buscaba una agrupación que brillara en la pulcritud… (da risa) Pero que tristeza para quienes le crean semejante falacia y, a donde, quiere llegar, solo con apetitos politiqueros, pero muy desafortunada porque esa fracción política va en decadencia según los últimos comicios. Ahí sí se puede aplicar el viejo adagio: salió de guama… para llegar a Guatepeor.

Esos políticos de oficio, como dice la canción, están mandados a recoger por sus propias acciones desventuradas y los electores deben dejarlos a un lado, porque no representan ni garantía, ni reflejan respeto por los colombianos.

Otra y otros dirigentes políticos de vieja data repetían la misma frase de ‘cajón’ que han venido diciéndole a sus seguidores por años: ‘quiero defender la democracia que está amenazada’.  Pero en una buena traducción de esa frase, lo que quieren esos políticos es defender sus propios intereses, sus posiciones y privilegios, para seguir viviendo del estado y de los colombianos sin retribuir en manejo de los bienes públicos cuando llegan al poder.

Y es que los electores no debemos ser tan ilusos, tolerantes, olvidadizos y hasta alcahuetas encubridores, porque, los políticos que hacen promesas y promesas, no son nuevas, son las mismas que hace 4, 8, 12, 16 y más años, nos han expuesto como planes nuevos de acción gubernamental y dónde se han cumplido ni en la más mínima parte.

En Colombia como en otros países donde la politiquería brilla gracias a los electores y gracias a quienes no votan, cada día se hace menos ambiente de vida en diferentes aspectos.

Los electores que se dejan manejar como humildes ovejas y bo… de los hábiles políticos que, a pesar de su retracción, enmascaran a segundos y terceros para engañar a sus víctimas, serán los responsables de las tristes y desalentadoras épocas que tendremos que vivir los colombianos en un inmediato futuro.  

El 29 de mayo los millones de ciudadanos aptos para sufragar en Colombia, tenemos la responsabilidad de elegir el país en el que queramos vivir. Y si no lo hacemos bien, no lancemos reproches en el futuro. Si seguimos con los mismos y con las mismas,… no esperemos nada nuevo. Ya somos mayores y decidiremos por nosotros y la familia.

bersoa@hotmail.com

sábado, 2 de abril de 2022

El perfil del candidato Petro

Mario González Vargas
Con miras al 29 de mayo resulta oportuno escudriñar los contenidos de los programas y propuestas, sino examinar también el perfil humano y psicológico de los candidatos, que permitan esclarecer sus propósitos, su capacidad de ejecución y su fidelidad a sus ofertas y promesas. Ha sido Petro el más prolífico en posturas, mensajes, admoniciones y descalificaciones a lo largo del debate, que no solo develan inquietantes rasgos de su personalidad, sino que también semejan anuncios y notificaciones que, a pesar de su enconada repetición, no parecieran suficientes para encender legitimas alarmas en la ciudadanía.

Nos regaló una autobiografía en la que prevalecen el autoelogio, la construcción de escenarios, actitudes, logros y realizaciones ficticios en el tiempo de servicios en el M-19, que abarcan, entre otros muchos, la fábula de su rivalidad con el comandante Pizarro y su supuesta membresía en la Asamblea Constituyente, cuando su accionar siempre se redujo al de estafeta, o al de carcelero de víctimas de secuestros, hoy piadosamente denominados retenciones. Con igual imaginación describe su gestión en la alcaldía de la capital, en la que dilapidó sus recursos sin cumplir con las obras prometidas, mostró la mayor ineptitud en la gerencia de las basuras y llevó a la quiebra a la entidad encargada de la prestación de la salud. A pesar de ello, logró sello de impunidad y beneficio del olvido en la frágil memoria colectiva.

Hoy, pretende emerger como candidato del cambio, empoderándose con promesas desatinadas que capturan la atención de poblaciones agobiadas en medio de un escenario de dificultades, que propicia mensajes populistas y reediciones de fracasos que se olvidan. Paradójicamente, esa conducta ha producido en el aprendiz de sátrapa, el impulso por revelar sin tapujos sus verdaderas finalidades, amparadas por el desasosiego de los más necesitados y la temerosa resistencia de sus contendores, abrumados por el dictado contemporáneo del pensamiento político correcto. Así se explican sus banderas sobre el final abrupto de la exploración petrolera, la conversión de las pensiones en dineros públicos, la sustitución de las EPS por las secretarias municipales de salud, receta segura para la quiebra e inoperancia del sistema de salud, como en la Venezuela Chavista, o la seguridad alimentaria mediante entrega directa de mercados o bonos alimentarios que nos condenarían a recibir cajitas como las “Claps” de Maduro.

Extasiado por las encuestas, convoca al odio y a la confrontación social; a la estigmatización de sus contendores; a la compartimentación étnica y cultural que haga de la diversidad instrumento de división en vez de herramienta de riqueza en la unidad; al desprecio por la libertad de expresión, calificando de neonazi a sus críticos, como si el fascismo y comunismo no fueran los hijos predilectos del socialismo; al descredito de la propiedad y emprendimientos privados, a los que ronda con el eufemismo de democratización; para culminar con su advertencia de que el paraíso prometido necesitará al menos 20 años para su entera realización. Advertidos estamos todos, principalmente sus contendores, que no deben parecerse al aprendiz de sátrapa, para conjurar el peligro que nos acecha.

martes, 29 de marzo de 2022

El debate de precandidatos presidenciales

Por Bernardo Socha Acosta
Un trascendental debate en el que se analizaron pormenorizadas variables de temas que marcan hoy el  interés nacional e internacional, se cumplió en la capital colombiana organizado por la Universidad Externado de Colombia alrededor de tres ejes temáticos: agenda joven, drogas y equidad de género.  

En este debate participaron cinco de los precandidatos a la presidencia de la república que someterán sus nombres a la consideración de los ciudadanos el próximo 29 de mayo. Los aspirantes asistentes fueron: Ingrid Betancourt, Gustavo Petro, Luis Pérez, Enrique Gómez y Milton Rodríguez, quienes abordaron variados temas surgidos del interés de los estudiantes de ese plantel superior.  


Las preguntas del estudiantado de diferentes ramas fueron entre otras, cómo se van a mejorar la educación para los jóvenes de más escasos recursos que deben acudir al Icetex para financiarse. Dentro de las respuestas se hizo hincapié en la urgente necesidad de facilitar canales educativos gratuitos;  incentivos a los talentos emprendedores, la participación equitativa de las mujeres y los hombres en diferentes áreas, tratamiento de género para que la mujer tenga las mismas oportunidades con los hombre, entre otros.

Surgió así mismo la idea de incentivar las fuentes de empleo digital como ya operan en otras partes desarrolladas del mundo como otra manera de ayudar a generar empleo de tanta mano de obras calificada cesante, como lo afirmó Luis Pérez.

En el área de la producción se debatió uno de los problemas más sentido en materia criminal por el poder de la drogadicción y la manera de enfrentarlo a través de la industrialización y el uso medicinal del cannabis que le reportaría al país altos dividendos no solo con las exportaciones, sino el alto número de mano de obra que esa agroindustria generaría para la recuperación del campo.

Otro tema que mereció el mejor análisis de los precandidatos se relacionó con las cuestionadas Reformas Tributarias las que fueron calificadas por Luis Pérez como los nidos de la corrupción al afirmar que con esas reformas se canalizan millonarios impuestos que va la mayor parte para los chocantes privilegios con las EXENCIONES de impuestos a grandes capitales y una mínima para beneficiar las arcas nacionales. En este punto el precandidato propuso la reducción del IVA del 19% al 6% con el cual se recaudan, si se eliminan las EXENCIONES, los mismos ingresos destinados al presupuesto nacional.

La protección de los recursos naturales entre ellos el potencial hídrico de Colombia fue bastante discutido por los precandidatos, tras la propuesto hecha por el aspirante Gustavo Petro.

Foto: Infobae

Sobre la eliminación del Servicio militar obligatorio, todos tuvieron de acuerdo  en la necesidad de abolirlo para crear un Servicio Social acorde con los tiempos, con mejor operatividad y que se beneficien las regiones.

Este fue uno de los mejores debates, donde prevaleció la idoneidad, la inteligencia y el respeto por los demás, punto que destacó el dirigente Milton Rodríguez.  

Ellos son los precandidatos: Íngrid Betancourt del partido Verde Oxígeno; Enrique Gómez del Movimiento de Salvación Nacional; Gustavo Petro del Pacto Histórico; Luis Pérez del movimiento Piensa en Grande y John Milton Rodríguez de Colombia Justa Libres.

bersoa@hotmail.com

domingo, 27 de marzo de 2022

Legitimar nuestra democracia

Mario González Vargas
El 13 de marzo asistimos a un desastre anunciado. No faltaron los indicios que señalaban los eventuales peligros que podían cernirse sobre la realización de los comicios del 2022. La desatención del registrador a los llamados para corregir las fallas que se evidenciaron en el sistema de preconteo en el 2018 y a las advertencias sobre el deficiente diseño de los formularios que deben llenar los jurados, desencadenaron una serie de irregularidades que produjeron el inadecuado diligenciamiento de los mismos, con sumas incorrectas, su captura inadecuada en el sistema de preconteo, manipulación y alteración de resultados, que sembraron sospecha de fraude, curiosamente expresadas por quienes se beneficiaron de los hallazgos, pero después se opusieron a reconteo de los votos. A ello se sumó el cambio intempestivo de los funcionarios en las registradurías departamentales y municipales por recomendados que no acreditaban idoneidad para las funciones que se les confiaron, así como la designación de nuevos jurados pobremente capacitados. Y para rematar, la contratación a dedo del software para la contabilización y consolidación de los sufragios en penumbroso secreto, sin que hasta la fecha haya pasado por los simulacros y las auditorías que permitan detectar su idoneidad y confiabilidad

Pero lo más insólito, más allá de la incompetencia evidente del registrador, ciertamente fue la conducta de la mayoría de los partidos y movimientos políticos que prefirieron atragantarse con las irregularidades para no sufrir eventuales mayores pérdidas de curules. Temor natural en quienes por décadas han demostrado incapacidad de diseñar herramientas de control que contribuyan a la indispensable transparencia de las elecciones. La inocente afirmación del despistado registrador de que en Colombia es imposible el fraude por la intervención de distintas autoridades, constituye craso o fingido desconocimiento de que el fraude se realiza en la mesa de votación, porque solo allí es posible impugnar para que esa objeción pueda ser resuelta en los posteriores escrutinios.

Con ese contubernio entre un registrador huérfano de credibilidad y una mayoría de fuerzas políticas acobardadas por sus propias deficiencias, se incrementa la desconfianza ciudadana, se extiende un manto de incredulidad sobre las probables dos vueltas presidenciales y puede traducirse en el cuestionamiento de sus resultados y, con ello, en una seria amenaza a la legitimidad de la elección presidencial y a la paz, en una nación ya suficientemente convulsionada por la violencia ejercida por los múltiples actores criminales.

Nos deslizamos hacia una confrontación enardecida por el odio que destilan algunos y confrontada por el miedo que se apodera de los otros, que tiene que ser resistida por la ciudadanía si queremos preservar el futuro de la nación. El debate ha sido pródigo en invectivas y descalificaciones y pobre en programas y propuestas para superar problemas y deficiencias que arrastramos, y debe señalar rumbos y metas que nos unan y nos comprometan en la construcción de una sociedad más equitativa, solidaria e incluyente en la que nos reconozcamos y podamos dirimir democráticamente nuestras diferencias. Un registrador ad hoc y un nuevo lenguaje de los candidatos deben ser los primeros pasos para legitimar los resultados electorales.

sábado, 19 de marzo de 2022

Renacer de una candidatura competitiva

Mario González Vargas
Los resultados electorales del 13 de marzo marcaron el inicio de una competencia por la presidencia que obedecerá a visiones, estrategias y propuestas que correspondan mejor a las exigencias ciudadanas y a las realidades políticas del hemisferio del que hacemos parte. La menguada participación, inferior al 50%, tanto para las consultas como para la composición del Congreso, debe propiciar nuevos mensajes y enfoques que correspondan a las urgencias que nos acosan en lo doméstico y a las exigencias que nos imponen las realidades que se expresan en el vecindario y nos circundan como nación.

En la campaña que empieza resultará imposible desconocer el cambio de era que asoma, que se acompaña del degaste de las instituciones, de la pérdida de credibilidad de formulaciones políticas y sociales percibidas como insuficientes para afrontar los retos del presente, todo acompasado de una revolución tecnológica que modifica sustancialmente el conjunto de las relaciones humanas en la inmensa particularidad de sus expresiones, que reclaman y exigen más fecundos conceptos, y marcos de organización y vivencias todavía encasillados en las estructuras mentales y políticas que paulatinamente se derrumban. El mundo occidental al que pertenecemos es hoy teatro de diversidades culturales y raciales que se mezclan entre sí y dan vida a nuevas potencialidades, que en el caso de América Latina deben consolidarse después de cinco siglos de ejercicio. Colombia es el más diverso al albergar, como ningún otro, el conjunto racial y cultural de las regiones, caribe, andina, pacífica, llanera y amazónica que florece en la unidad de la nación.

No escapemos al designio de los tiempos y hagamos de la consolidación de la unidad en la diversidad cultural un punto neurálgico en el debate electoral, porque de su comprensión depende nuestro papel y futuro en el continente. Ella lleva implícita la construcción de un país más solidario que favorezca la inclusión de las regiones y comunidades, hoy desprovistas de los servicios e inversiones que demandan el desarrollo y de la vinculación de sus líderes a la orientación de los destinos nacionales.

El primer paso hacia la primera vuelta hace necesarios acuerdos que empezarán por la designación de las personas que integren las fórmulas vicepresidenciales, indicativas no solamente de los presuntos volúmenes electorales y de entendimientos programáticos, sino también de la interpretación de la visión de país que se ofrece en coyuntura incierta por los cambios que se suscitan en la vida de la nación y en el entorno del mundo al que pertenecemos. En ese ejercicio, inesperadamente y quizás inconscientemente, picó en punta Sergio Fajardo con el nombre de Luis Gilberto Murillo, legitimo vocero de la diversidad étnica y cultural del país, de las regiones olvidadas de Colombia, con experiencia de gobierno y reconocimiento internacional por sus desempeños en la academia estadounidense en MIT y en el tema ambiental que hoy angustia al mundo, y ampliamente conocido y respetado en los ámbitos políticos y congresionales de los Estados Unidos. El acierto produjo el renacer de una candidatura que perdía competitividad, porque el que una, gana. Todo un mensaje y un reto para los contendores, porque todo está aún por definirse.

lunes, 14 de marzo de 2022

El comienzo del camino de la liberación ...

Por: Bernardo Socha Acosta
Los resultados electorales de este 13 de marzo ratificaron la voluntad de los colombianos de bien que buscan el cambio de las viejas estructuras políticas que han venido manipulando al país y a sus habitantes con añejos aforismos que cuelgas de la palabra democracia para hacerle creer al pueblo cada 4 años magnánimas promesas, que se invierten cuando están en el poder.

Los electores no podemos seguir siendo cómplices y espectadores pasivos de la propia desgracia del país, mientras las castas de la anticuada política se burlan cada vez que eligen a sus títeres en el primer cargo de la nación y tratan de manipularnos desde el Congreso de la república, aprobando una que otra ley que medio alivian la suerte de los millones de colombianos, mientras le dan la estocada por la espalda a quienes los eligieron aprobado reformas tan absurda como la que despertó la ira de Colombia cuando en medio de una pandemia el gobierno pretendió sacrificar aún más a los contribuyentes con una reforma que por fortuna el pueblo cansado de tanto abusos, se alzó y se hizo sentir. Nade sensato desconoce que esas reformas se deben  hacer pero en su justa proporción. Pero lamentablemente es que hay colombianos que talvez olvidamos muy rápido y seguimos cayendo en las TRAMPAS que nos tienden esos “grandes políticos” para hacernos votar por los mismos, pero disfrazados habilidosamente por otros que se muestran como los redentores, pero, sabe…  movidos por quienes siempre pretenden burlarse del país en su propio beneficio. No. Colombianos… No seamos más borregos de silla y de carga porque ese no es nuestro destino, como algunos ya resignados piensan y siguen cayendo en las palabrerías de la ULTRADERECHA, que pretende amedrentarnos, trayendo cuentos de países que han caído en la desgracia por efectos dejados precisamente por los pequeños MONARCAS criollos que gobernaron antes y ahora pretenden traerlos a cuento a los colombianos para buscar el apoyo en las urnas con miras a la primera vuelta presidencial.

Los colombianos debemos reaccionar vigorosamente contra esos autodenominados caudillos que parecen más unos culebreros publicitando pomadas y menjurjes para domesticar a sus víctimas con miras a obtener sus votos.  Ya es hora de que los colombianos hagamos respetar la dignidad de personas herederas de los grandes libertadores de nuestra Patria, desmejorada luego por los politiqueros que se han apoderado del sentimiento popular para usufructuar sin medida de las grandes riquezas nacionales, mientras más de 20 millones de personas se encuentran en la pobreza y unos 8 millones en la indigencia.

Llegó la hora de que los buenos ciudadanos seamos testigos del desplome de las viejas y amañadas estructuras políticas que tanto daño le han causado a Colombia, con la concentración de bienes y capitales en una mínima clase de PODEROSOS, mientras una gran franja aguanta hambre y luchas por sobrevivir.

Y finalmente recogiendo las impresiones ciudadanas, se afirma que los resultados de este 13 de marzo es el comienzo de una luz, para que los colombianos avancen por el camino de la ley Suprema que los llevará a ese espacio de la tierra prometida que reseñan la historia Bíblica.

bersoa@hotmail.com

sábado, 12 de marzo de 2022

Los escenarios de los debates electorales

Mario González Vargas
Los pronósticos sobre las votaciones del domingo obedecen más a ilusiones que a realidades e inundan de incertidumbre el accionar de los partidos, de las candidaturas a la presidencia, y al escenario que prevalecerá en la conquista de la primera magistratura.

La repartición de curules determinará las posibilidades de gobernabilidad e influirá en la viabilidad de las postulaciones que emerjan en las coaliciones del Equipo por Colombia y del Centro Esperanza, porque la competencia en el Pacto Histórico es apenas una simulación destinada a llenar las arcas de la candidatura de Petro, El resultado puede ser muy distinto al predeterminado por las encuestas y configurará el teatro de operaciones de las dos vueltas electorales que nos esperan Las dificultades que acompañan el manejo de varios tarjetones se ven multiplicadas por el manejo de los correspondientes a las consultas, que deben solicitarse en las mesas de votación, y que muchos pueden considerar como violación al carácter secreto del voto ciudadano, o prestarse a manipulaciones indebidas en un sistema en el que se carece de controles en las mesas de votación. Son factores que pueden afectar la participación en las consultas en contraste con la registrada para Senado y Cámara de Representantes, con impactos indeseados, pero ciertos y con alcances políticos insubsanables. Las eventuales sorpresas que pueden ofrecer las diferencias entre las encuestas con los números que arroje la realidad tiene en vilo a unos y en expectativa a otros, los primeros anticipando fraude, como lo pregona el candidato de las posverdades, los segundos inquietos por una votación que aborte el despegue de sus candidaturas y ofrezca expectativas renovadas a quienes se ausentaron de las consultas, que competirán por alcanzar la convergencia de los partidos con mayor representación en el Congreso.

Es otra la campaña que se avecina porque la gobernabilidad exigirá visión y programas hasta hoy escasos, que consulten los requerimientos de las regiones, la unidad en la rica diversidad cultural de la nación, las reformas institucionales que recuperen la confianza ciudadana, el indispensable control territorial por el estado para hacer de la seguridad un instrumento de paz, el crecimiento de la economía para el empleo y disfrute de sus beneficios por todos los colombianos, que fortalezcan la democracia y confieran al país un liderazgo fundado en el ejemplo, las libertades y la seguridad regional y hemisférica, hoy en vilo por el surgimiento del totalitarismo que pretende extenderse por el continente.

El debate tiene que sustraerse del populismo, de las fórmulas simplonas de sustituir el petróleo por los aguacates, del odio como instrumento de la política, del estado como prestador de todos los servicios y de la expropiación para erradicar la innovación y el emprendimiento, con los que se legitiman la corrupción y se termina siempre en la miseria de las naciones. A partir del lunes nos espera otro debate y otro escenario con los candidatos escogidos el 13 de marzo, los ya inscritos y la eventual modificación de alguna fórmula ya conocida. Se ganará en trasparencia, en participación y en legitimidad para la democracia que todos deseamos.

viernes, 11 de marzo de 2022

Las conjeturas sobre la guerra de Rusia contra Ucránea

Putin solo tiene dos opciones. Las dos implican perder

      Por: Thomas L. Friedman
(Tomado de El Times) Si esperabas que la inestabilidad que la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania ha provocado en los mercados globales y en la geopolítica haya llegado a su punto culminante, esperas en vano. Todavía no hemos visto nada. Espera a que Putin comprenda bien que las únicas opciones que le quedan en Ucrania son cómo perder: rápido y poco y apenas humillado o tarde y mucho y bastante humillado.

Ni siquiera puedo imaginarme qué tipo de consecuencias financieras y políticas irradiará Rusia —un país que es el tercer mayor productor de petróleo del mundo y tiene unas 6000 cabezas nucleares— cuando pierda una guerra de elección que fue encabezada por un hombre que no puede permitirse admitir la derrota.

¿Por qué no? Porque seguramente Putin sabe que “la tradición nacional rusa no perdona los reveses militares”, como señaló Leon Aron, experto en Rusia del American Enterprise Institute, quien está escribiendo un libro sobre el camino de Putin hacia Ucrania.

“Prácticamente todas las derrotas importantes han dado lugar a un cambio radical”, añadió Aron, quien escribe en The Washington Post. “La guerra de Crimea (1853-1856) precipitó desde arriba la revolución liberal del zar Alejandro II. La guerra ruso-japonesa (1904-1905) provocó la primera Revolución rusa. La catástrofe de la Primera Guerra Mundial provocó la abdicación del zar Nicolás II y la Revolución bolchevique. Y la guerra de Afganistán se convirtió en un factor decisivo para las reformas del líder soviético Mijaíl Gorbachov”. Asimismo, la retirada de Cuba contribuyó de manera significativa a la destitución de Nikita Jrushchov dos años después.

En las próximas semanas será cada vez más evidente que nuestro mayor problema con Putin en Ucrania es que se negará a perder pronto y poco, y el único otro resultado es que perderá a lo grande y tarde. Pero como esta es su guerra únicamente y no puede admitir la derrota, podría seguir redoblando la apuesta en Ucrania hasta… hasta que contemple el uso de un arma nuclear.

¿Por qué digo que la derrota en Ucrania es la única opción de Putin y que solo nos falta ver el momento y el tamaño? Porque la invasión fácil y de bajo costo que imaginó y la fiesta de bienvenida de los ucranianos que imaginó eran fantasías totales, y todo se deriva de ello.

Putin subestimó por completo la voluntad de Ucrania de ser independiente y formar parte de Occidente. Subestimó por completo la voluntad de muchos ucranianos de luchar, aunque significara morir, por esos dos objetivos. Sobrestimó por completo sus propias fuerzas armadas. Subestimó por completo la capacidad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para motivar la creación de una coalición económica y militar mundial que permitiera a los ucranianos ponerse en pie de guerra y devastar a Rusia en su propio país: el esfuerzo más eficaz de Estados Unidos para crear una coalición desde que George H. W. Bush hizo pagar a Sadam Husein por su locura de tomar Kuwait. Y subestimó por completo la capacidad de las empresas y los particulares de todo el mundo para participar en las sanciones económicas contra Rusia y ampliarlas, mucho más allá de lo que los gobiernos sugirieron o autorizaron.

Cuando un líder se equivoca en tantas cosas, su mejor opción es perder pronto y poco. En el caso de Putin, eso significaría retirar inmediatamente sus fuerzas de Ucrania; decir una mentira para disimular su “operación militar especial”, como afirmar que protegió con éxito a los rusos que viven en Ucrania y prometer que ayudará a los hermanos rusos a reconstruirse. Pero no hay duda de que la ineludible humillación sería intolerable para este hombre obsesionado con restaurar la dignidad y la unidad de lo que considera la patria rusa.

Por cierto, tal y como se están desarrollando las cosas en Ucrania en este momento, no se puede descartar la posibilidad de que Putin pierda pronto y en grande. Yo no apostaría a ello, pero cada día que pasa mueren más y más soldados rusos en Ucrania, quién sabe qué pasa con el espíritu de lucha de los reclutas del ejército ruso a los que se les pide que luchen en una guerra urbana mortal contra compañeros eslavos por una causa que de hecho nunca se les explicó.

Dada la resistencia de los ucranianos en todas partes a la ocupación rusa, para que Putin tenga una “victoria” militar sobre el terreno su ejército tendrá que someter a todas las ciudades importantes de Ucrania. Eso incluye la capital, Kiev, después de semanas de guerra urbana y de enormes bajas civiles. En resumen, solo podrá hacerlo si Putin y sus generales perpetran crímenes de guerra no vistos en Europa desde Hitler. Esto convertirá a la Rusia de Putin en un paria internacional permanente.

Además, ¿cómo podría mantener Putin el control de otro país —Ucrania— que tiene más o menos un tercio de la población de Rusia y con muchos residentes hostiles a Moscú? Tal vez necesitaría mantener cada uno de los más de 150.000 soldados que tiene desplegados allí, si no es que más, para siempre.

Sencillamente no veo ningún camino para que Putin gane en Ucrania de manera sostenible porque sencillamente no es el país que él pensaba que era, un país que solo espera una rápida decapitación de sus dirigentes “nazis” para poder regresar con suavidad al seno de la Madre Rusia.

Así que, o bien se da por vencido ahora y muerde el polvo —y, con suerte, se libra de las sanciones suficientes para reactivar la economía rusa y mantenerse en el poder— o se enfrenta a una guerra eterna contra Ucrania y gran parte del mundo, que minará poco a poco la fuerza de Rusia y colapsará su infraestructura.

Como parece empeñado en esto último, estoy aterrado. Porque solo hay una cosa peor que una Rusia fuerte bajo el mando de Putin, y es una Rusia débil, humillada y desordenada que podría fracturarse o estar en una prolongada convulsión de liderazgo interno, con diferentes facciones luchando por el poder y con todas esas cabezas nucleares, ciberdelincuentes y pozos de petróleo y gas por ahí.

La Rusia de Putin no es demasiado grande para fracasar. Sin embargo, sí es demasiado grande para fracasar de una manera que no sacuda a todo el resto del mundo.

Thomas L. Friedman es columnista de Opinión sobre temas internacionales. Se incorporó al periódico en 1981 y ha ganado tres premios Pulitzer. Es autor de siete libros, incluido From Beirut to Jerusalem, que ganó el National Book Award.

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