El preámbulo o campanazo de esa catástrofe la
experimentamos hace un año con el llamado estallido social y nadie puede
imaginarse lo que podría sobrevenir en el futuro, si no hay una solución a la
vista.
Sin querer hacer el papel de las aves de mal agüero,
lo que nos demostró el programa, ‘el país de los jóvenes’ de la cadena Caracol
tv, nos deja al descubierto el despeñadero al que se precipita Colombia, si no hay
medidas a tiempo.
Esas medidas están en manos de los colombianos y
el gobierno que sea elegido el próximo 29 de mayo. Y si no reaccionamos por
nuestro bienestar y el futuro de las nuevas generaciones, tendremos otros
cuatro años perdidos y el país avanzando hacia el desastre in-imaginado.
Acabamos de conocer cifras escalofriantes de
cómo nuestro país se precipita hacia el naufragio, porque cada presidente lo
que le interesa es salvar su gestión para tratar de llevar a sus fichas
CAMUFLADAS nuevamente al poder del siguiente cuatrienio, mientras la sociedad y
Colombia se debaten en una tragedia.
Quienes seguimos con atención el programa ‘El país de los jóvenes’, pudimos conocer
la preocupación de ejemplares estudiantes universitarios que piensan en su
futuro, y de paso conocimos datos conmovedores entregados por los candidatos
presidenciales, para responder a los sentidos interrogantes de los estudiantes.
En este programa de 4 horas de análisis se
dedujo que, de los cuatro candidatos
que intervinieron (los más posibles elegibles) la realidad es que no hay sino 2 que tienen realmente peso
idóneo de conocimientos claros de la problemática nacional. Los otros
participantes (candidatos) demostraron fragilidad e inseguridad en las respuestas
formuladas por los estudiantes. Hay candidatos que no tiene sino el apoyo del
retrovisor para lanzar toda clase de improperios contra sus rivales. Tienen
publicidad que no producen atracción, sino asco.
Esos candidatos que tienen claro, qué se podría
hacer como jefes de estado, son Rodolfo Hernández
y Gustavo Petro quienes tienen una real concepción de las amenazas que
tiene el país y sus perspectivas, sobre las posibles alternativas para gobernar
en pro de una sociedad vulnerada por los malos gobiernos. Son dos candidatos
con ideologías distintas y hasta
opuestas, pero con objetivos comunes
que son los salvavidas que podrían comenzar a enderezar la inclinación que lleva
Colombia hacia el irremediable abismo.
La afirmación que hizo el ingeniero Rodolfo
Hernández, en el sentido de que Colombia no necesita exprimir más a los
contribuyentes con impuestos, sino ponerle freno al descarado robo de los
dineros públicos, evidencia la realidad de ese flagelo que tiene en la pobreza
a Colombia y la respuesta que reclaman los ciudadanos, pidiendo que no haya más
cascadas de impuestos. Al respecto afirmó Rodolfo Hernández, que los
politiqueros se roban anualmente el equivalente a SIETE REFORMAS TRIBUTARIAS y
que Colombia se precipita al despeñadero, no por falta de plata, sino porque
está gobernado por ladrones, que no
saben administrar.
Y las afirmaciones del candidato parecen
temerarias, pero investigamos para ver qué datos tienen los entes de control sobre
el particular y encontramos que la Contraloría
general confirma que los corruptos se apoderan cada año en Colombia, de $50
BILLONES, sería una cifra baja, pero tiene razón el candidato.
Otra coincidencia que tiene el candidato Rodolfo
Hernández con Gustavo Petro, se relaciona con la necesidad urgente de abordar
la transición energética, abandonando paulatinamente las fuentes fósiles (petróleo),
para pasar a la energía solar o eólica, si no queremos
que la contaminación acabe por destruir los pocos recursos naturales que nos
quedan.
Finalmente nos resta decir que las soluciones
están en manos de los colombianos el 29 de mayo, cuando elijamos nuevo
gobernante.
(bersoa@hotmail.com)