domingo, 7 de agosto de 2016

Las contradicciones de un expresidente (Opinión)

El galimatías de Uribe
León Valencia. Foto: Archivo SEMANA
Tomado de SEMANA
Nadie en ninguna parte del mundo ha negociado la paz para salir de la mesa hacia la cárcel. Eso es una treta para garantizar que el conflicto siga su curso.

Leí con insistencia el discurso en el que Uribe fijó la posición del Centro Democrático sobre el plebiscito por la paz, lejos de sus correligionarios católicos y al lado de la cuestionada Iglesia Carismática Internacional. Nunca le había visto al exmandatario un texto tan confuso, tan oscuro, tan embrollado, tan saturado de frases impropias, de proposiciones contradictorias, de actitudes a contrapelo de su propia historia.
Califica una y otra vez de ilegítimo el plebiscito, pero llama a participar en la campaña y a votar el día de su realización. Le dice ‘No‘ a los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc y a renglón seguido le dice ‘Sí‘ a la paz. Señala tajantemente que los líderes de las Farc tienen que ir a la cárcel y no pueden participar en política, y afirma, sin asomo de duda, que el triunfo del ‘No‘ permitirá renegociar los acuerdos y seguir adelante con el proceso de paz. Ataca la justicia transicional para las Farc, pero a la vez propone justicia especial y perdón judicial para los militares y policías presos por delitos en relación con el conflicto armado.
Este discurso no tiene ni pies ni cabeza. Era más entendible la estrategia de resistencia civil que lanzó hace cuatro meses con bombos y platillos. En ella llamaba a colocarse por fuera de la refrendación, a tomarse las calles, a recoger millones y millones de firmas como alternativa a la votación en el plebiscito, prefiguraba la abstención, aspiraba a deslegitimar la paz por la vía de una rebeldía masiva de la población.
En su delirio afirmaba que la Mesa de La Habana se vendría al suelo en medio de la movilización ciudadana. En la rueda de prensa de la Iglesia Carismática Internacional no menciona una sola vez esta idea fallida. Del estruendoso fracaso de esa estrategia surgió la extraña posición de ahora.
No tiene lógica alguna que, de triunfar el ‘No‘, las guerrillas vayan a aceptar el tipo de negociación que Uribe les ofreció a lo largo de sus dos gobiernos. Ya eso está ensayado y no funcionó. Las Farc nunca acudieron a la mesa que les proponía un mandatario obsesionado con la rendición de las insurgencias. 
Con el ELN ocurrió que Uribe negoció dos años en La Habana, en la misma Habana que ahora repudia. Se llegó a un “acuerdo base” que se vino al suelo cuando Luis Carlos Restrepo, alto comisionado de paz, le pidió a esa guerrilla, en una reunión en Caracas, que se concentrara y que sus miembros se identificaran para proceder a definir los términos de la justicia y la reinserción que tendrían.  Leer más  en Semana
http://www.semana.com/opinion/articulo/el-galimatias-de-uribe/484742

martes, 2 de agosto de 2016

Cafesalud, viola elementales derechos humanos?

Nota de dirección: Es también destacable que 48 horas después de las denuncia sobre la no aplicación de la vacuna antitetánica, el servicio se cumplió, según reportaron pacientes que fueron atendidas en la sede de Cafesalud de Cañaveral Floridablanca.   Seguramente con la intervención de los superiores que podrían ser ajenos a esta situación, hubo solución inmediata. La nota que habiamos publicado fue la siguiente:                            
Por: Bernardo Socha Acosta
Nadie entiende por qué el gobierno es tan tolerante con una EPS  como CAFESALUD que pone en riesgo la vida de una gran mayoría de pacientes que por infortunio de la vida  llegaron a un llamado servicio como el que tiene esa, mal calificada, Empresa Prestadora de Salud.
Alguna vez escuchaba a una “alta funcionaria” de esa EPS, decir que es que allí llegan pacientes sin fundamento valedero a pedir el servicio y que por eso son las congestiones.
Pero hoy estamos hablando de señoras embarazadas que llegan a solicitar servicios y se los niegan, como es la aplicación de una vacuna. No se trata de cualquier paciente que solicita un servicio, muchas veces quizás para calmar un “guayabo”, sino de madres que buscan proteger su vida y la del bebé que viene en camino.
Por qué entonces, tanta insensibilidad y tanta irresponsabilidad de una empresa que recibió la licencia para velar por la vida de las personas.
Y es que los pacientes que buscan atención de salud, no están pidiendo una dádiva, como en el caso de señoras embarazadas; ellas están pidiendo el cumplimiento de un derecho que están pagando para ser atendidas como debe ser, pero lamentablemente ocurre lo contrario: pésima atención, o nula la atención. Ahí sí  vale, repetir lo que dicen los afectados, engañados y ofendidos  pacientes, de que  esas prestadoras de salud, se están apoderando indebidamente  de los pagos que  el afiliado hace.  Y qué dice a todas estas el ente encargado de velar por un mediano servicio de atención de salud. Hablamos de la Superintendencia de salud. Cuál es el papel.
Y es que todos sabemos que la aplicación de una VACUNA antitetánica hace parte del control prenatal que debe recibir una madre gestante y si no es así, dónde estamos. Estamos entonces en el peor de los paises?, donde todo los días se habla de progreso y de inclusión social.   
El gobierno, si realmente está buscando mejorar la atención en materia de salud, debe ir pensando en acabar con  estos elefantes blancos que  no tienen ninguna labor misional de salud. Pareciera que la labor misional de esas EPS, sea la de atesorar dinero a costa del esfuerzo y muchas veces de la necesidad de sus pacientes.   
Cuando se ven estos atropellos, contra quienes han pagado un servicio y las prestadoras de salud como CAFESALUD, lo niega, se burlan y humillan a sus pacientes, es cuando se siente la razón,  del por qué   muchos se han rebelado contra el  sistema que nos rige.
Estos abusos y atropellos que cometen EPS’s  como cafesalud,  debieran llegar a los entes defensores de los derechos humanos, porque, eso es lo que representa: Violación de los derechos humanos,  para que les apliquen las más severas sanciones.

sábado, 30 de julio de 2016

De Vélez y muy de Vélez

                                  Trafugario
                             Escribe: José Óscar Fajardo
Todos los años y por esta misma época se lleva a cabo como un ritual y por pura herencia cultural, las fiestas municipales de Vélez que a la hora de la verdad son regionales. Y yo creo que el nombre de Vélez es conocido a nivel mundial, no solo por sus bocadillos sino también por su historia que viene desde la conquista y que se afianza durante la colonia con tantos sucesos que ocurrieron en este período. Por ejemplo, la llegada de Martín Galeano y el genocidio de sus antiguos pobladores y verdaderos dueños de las tierras como eran los indios Agataes y Cocomés, Chipataes y Cimitarras, que se encontraban aquí por simple ley natural puesto que allí en aquel territorio de América nacieron, se  criaron y crearon su propia cultura. Los cronistas que arribaron con los conquistadores, y que eran los periodistas de la época y los encargados de registrar todos los hechos de aquel entonces, los cuentan con sus medios primitivos y con sus propias metodologías ya que no existían los engendros de  las comunicaciones de hoy. Son varios y muy destacados y entre ellos se ubica a Fray Pedro Simón, uno de los más prolíficos cronistas de la provincia de  Vélez. Entre tantas cosas narra alguien que Vélez no nació allí donde está hoy, sino donde hoy está ubicado Cite, corregimiento de Barbosa. A Cite le tienen un cuento, del origen de su nombre, que dan ganas de llorar. Dice la tradición de, “corre ve y dile”, que cuando surgió y creció el caserío, llegó el momento de ponerle nombre.  Los sobresalientes del caserío dizque comenzaron a decirse entre sí, cite usted, y que el otro le respondía: no, cite usted. Y que de ahí surgió el nombre de Cite. Una historia tan tonta como ridícula. En cambio opina mi amigo abogado, músico e historiador oriundo de Vélez, Wilson Hernández, que tal palabra se deriva del francés La Cité (La ciudad) y que proviene por allá de los tiempos de la fundación de París, unos 700 años DC. La Cité era una isla que quedaba en medio de una bifurcación del río Sena, muy cerca de otra isla llamada Santo Domingo en territorio Francés. Wilson asegura que la palabreja llegó al Nuevo Reino y exactamente a esta región, traída por los conquistadores como muchas otras, Pamplona, Málaga, Medellín, y que aquí le  quitaron la tilde. Pero miren qué ocurre con el nombre de Vélez. A orillas del mar Mediterráneo por allá por el siglo XV, había tres poblados con el nombre genérico de Vélez. Ellos eran Vélez Málaga, Vélez Rubio y Vélez Benahudaya. De Vélez Málaga era la esposa del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, quien entre otras cosas padecía de Lepra y prácticamente eso lo mató. O lo ayudó a matar porque los enfermos de Hansen, como se les dice hoy, mueren más que todo de viejos. Cuando ya quedó fundada y establecida La Cité de Vélez donde está hoy, Martín Galeano, su fundador, quiso tener una deferencia con su jefe Gonzalo Jiménez de Quesada, y en honor a su esposa, de Gonzalo Jiménez, le  puso y oficializó el nombre de Vélez como se le conoce hoy. Hay un montón de datos históricos aledaños y muy deliciosos, como los bocadillos veleños, de escribir, pero me toca obviarlos porque la extensión de este escrito no me lo permite. Eso es bueno que se sepa y se divulgue porque por estos días Vélez celebra sus fiestas tradicionales y no es bueno que sus miles de visitantes, e incluso sus naturales, se sigan comiendo el antiguo cuento.

martes, 19 de julio de 2016

Sensible pérdida de un ilustre colombiano

CESAR GONZALEZ MUÑOZ
Horacio Serpa
Tuve el honor y el orgullo de conocer, de tratar y de querer a Cesar González Muñoz. Primero lo conocí de oídas, como se dice en Santander, por su destacada trayectoria en el campo económico, por su labor en la Decanatura de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, de donde era egresado, por su notable actuación en la gerencia de la Financiera Eléctrica Nacional ---FEN---, por la labor que cumplía en la Presidencia de la Asociación Bancaria. Se había especializado en Inglaterra y gozaba de enorme aprecio en distintos círculos sociales y profesionales.
Cesar González M  (qepd)
Luego lo conocí personalmente cuando me desempeñaba como Ministro del Interior del Presidente Samper y él trabajaba en la Bancaria. Muchas veces nos encontramos en distintos eventos académicos y sociales y me gustaba escucharle sus planteamientos económicos y sus comentarios políticos. Era un demócrata progresista bastante alejado de la ortodoxia económica, excelente analista de las realidades nacionales. Nació en Santander, en Jesús María, un bello pueblito de la provincia de Vélez, y en alguna ocasión en la que conversábamos sobre los “chicharrones” que me tocaba atender a diario me dijo, “ojalá no le vayan a hacer huelga los ascensoristas de mi pueblo”. Amaba y recordaba mucho a su patria chica.
Un buen día, cuando me decidí a aspirar a la Presidencia de la República, le propuse que me acompañara en ese propósito. Me contestó galante que lo iba a pensar y un par de semanas después me invitó a una tarde dominguera en su casa, para hablar. Dialogamos muchas horas, de política, del gobierno y la oposición, de la guerra y de la paz, del propósito presidencial, de esta vida y de la otra. Al final de la larga  e interesante charla me dijo que le jalaba al proyecto. Sentí una gran alegría. 
Cesar González Muñoz
qepd
Cesar y otros especiales amigos como Mauricio Cabrera, Antonio Hernández, el recordado Luis Bernardo Flórez y Chucho Villamizar, se propusieron enseñarme economía. Fueron largas y extenuantes jornadas pedagógicas, de análisis, a veces de intensas discusiones, sobre esta ciencia a la que me acercaba con temores. Me quitaron el miedo y aprendí mucho más allá de lo básico. Recuerdo la cara que pusieron mis colegas aspirantes a la presidencia cuando en un foro económico aparecí explicando y elogiando las tesis de  Joseph Stiglitz, por entonces economista jefe del Banco Mundial y un desconocido aún para muchos expertos.
Diferentes anécdotas y experiencias podría contar sobre Cesar, pero el propósito de estas notas solo es el de manifestar mi dolor y el de mi familia por su sensible muerte. Se fue el gran César, como le decíamos algunos amigos, bastante temprano, cuando era mucho lo que podía seguir ofreciendo en inteligencia a su país y en afecto a su familia y a sus allegados. Muchos sentimos que su fallecimiento fue un acto de traición de la parca, tan incontrolable e insensata.
Abrazos y solidaridad para Anett, sus hijos y familia, y para los paisanos y amigos del gran ausente.
Bogotá D.C., 19 de Julio del 2016 - Fuente: Ola política

sábado, 16 de julio de 2016

Donde hay caña dulce hay guarapo

Trafugario
              Escribe: José Óscar Fajardo 

Y con el guarapo, bebida cultural, empieza la tragedia alcohólica de los campesinos de las zonas cañadulceras de Colombia. Alguna  vez en una conferencia se lo dije a una delegada de la FAO y el asunto le pareció explosivo, tomó buenos apuntes, pero nunca supe en qué paró su informe. Y lo que más le llamó la atención, fue cuando se le hizo saber que el guarapo forma parte del menú alimenticio rural al cual tienen acceso los niños campesinos desde su más temprana edad.  Ese  trabajador colombiano está bebiendo guarapo desde las seis de la mañana cuando recibe el desayuno en la finca donde se va a realizar una molienda. Aparte del que toma como sobremesa  en las comidas normales, todo el día se le está abasteciendo de esta bebida que actúa como un doping, tal como ocurre en el indígena mambeador de hoja de coca del Perú y del Ecuador. Cuando termina su jornada a las cuatro o cinco de la tarde, el cortero, el levantador y todos los demás, ya están entre pintones y pichos de la rasca, expresándolo en un lenguaje coloquial. En esas condiciones, en las zonas cañicultoras y en sus alrededores, la violencia en general es verdaderamente alarmante. Para qué decir de la violencia intrafamiliar, de la violencia sexual incluso de orden familiar o incestuosa, y del empobrecimiento pauperizado de este campesino en todos los sentidos. Pobreza económica, pobreza moral, pobreza física y necesidades básicas insatisfechas. Y lo peor de todo es que el Estado, hasta donde yo sé, no está haciendo absolutamente nada. En Santander el problema se evidencia en municipios como Güepsa, San  Benito, Puente  Nacional. En Boyacá en los municipios de Santana, San José de Pare, Togüí y otros que son limítrofes con nuestro Departamento. Pero repito, lamentablemente los alcaldes de esos municipios que nombré, aquí de Santander, no desarrollan políticas educativas y culturales en las zonas de influencia de tan delicado problema. La costumbre de tomar guarapo habitualmente, los va convirtiendo lenta e inexorablemente en alcohólicos, abocándolos al consumo de otro tipo de bebidas espirituosas como cerveza, aguardiente y otras, obvio de mayor poder embriagante y de un costo económico que les pauperiza mucho más sus miserables economías. Si esta columna llega a leerla un alcalde de alguno de esos municipios podría preguntarse, qué se debe hacer. Pues un proceso social, educativo y cultural a través de talleres, conferencias, charlas personales y todo lo demás que esté al alcance, para dar inicio a la sustitución del guarapo por jugos de frutas como la naranja, mandarinas, limones y todas las que se produzcan en la región. Incluido el jugo de guayaba, uno de los alimentos más completos de la naturaleza. Pero no se vayan a imaginar que, como el proceso del posconflicto, eso se da en ocho o diez días. Ni lo sueñen. De antemano les aclaro que los cambios socio-culturales son bastante largos y difíciles de lograr. El ser humano con su cultura viene afectado desde el Inconsciente. Los únicos animales que tenemos dos herencias, abran bien los sesos y las esas, somos los seres humanos. Por un lado la herencia genética mediante la cual heredamos todos los caracteres físicos: estatura, color de piel, de ojos... Y mediante la herencia cultural, que es la más brava, heredamos todas las costumbres buenas o malas y eso viene consignado en el Inconsciente del individuo como un tatuaje Maorí. Somos godos o cachiporros y católicos, por herencia cultural. Y vaya quítele de la cabeza eso a un godo o a un cachiporro o a un católico para que vea cómo es.

martes, 5 de julio de 2016

Barboseños que son orgullo

Trafugario
Escribe: José Óscar Fajardo
Siempre que escribo este tipo de columnas tengo la precaución de explicar que ese estilo es producto de mi filosofía sobre el periodismo. Lo he dicho en muchas ocasiones, a mí los científicos y los intelectuales me producen un profundo respeto y una indescifrable admiración. No dudo en venerar a las inteligencias superiores porque ellos constituyen el más grande orgullo de la humanidad.  Pues por aquellos avatares del destino, pude conocer de cerca y comprender en buen grado el mundo de la física y las matemáticas, y de hecho asimilar algunos secretos del universo. La Ciencia y las Bellas Artes dan buena razón de las leyes del universo, así parezca que no. Albert Einstein o Van Gogh, por ejemplo. Esta vez tuve que fijarme y con sobradas razones, en mi buen y antiguo amigo Carlos Alberto Porras Suárez, excelente profesional, miembro de una de las familias más prestantes de Barbosa, pueblo donde la inteligencia es peste, y voy a demostrarles por qué. Primero que todo tengo que aclarar que allí no hay clanes de sangre azul, y que por lo tanto la clasificación debo hacerla por el desarrollo, progreso y uso de la inteligencia. Carlos desde muy “pelao” fue a parar al Instituto Técnico Industrial de Puente Nacional porque allí si había el bachillerato tecnológico al cual se adaptaba él por lo analista y lo pragmático de su pensamiento. Con esas bases físico-matemáticas y con su cartón de bachiller técnico industrial, terminó estacionado en la facultad de ingeniería de la Universidad Nacional. Pero allí al poco tiempo lo reventaron las huelgas y las pedreas callejeras. En acuerdo con su familia, resolvió arrancar para la Universidad Javeriana donde, con la precisión de un relojito, se graduó de Ingeniero Civil. Luego hizo una especialización en Gerencia de Construcciones en la misma universidad, posteriormente Seminarios de Sistemas de Información Geográfica, y como si eso fuera “pescao”, finalmente realizó estudios de un Doctorado en Transporte que, entre otras, no pudo terminar. Si yo me pusiera a escribir la cantidad de seminarios y diplomados que ha hecho este hombre, necesitaría dedicarle una página entera del periódico. Carlos Porras fue Secretario de Planeación de Barbosa pero según me contó, esos puestos le “arrechan”, como decimos los santandereanos, porque tiene que vivir metido en la política y las palancas, y a él le gusta es demostrar sus capacidades profesionales. Dado que el hombre se dedicó a la investigación, entonces se ha desempeñado como profesor en la misma Universidad Javeriana, en la Uniagraria, en La Salle, en la Unimilitar Nueva Granada, en la Nacional y en la UIS. No obstante, lo curioso es que mi amigo Porritas resultó fue especializado en Topografía por una historia que aquí me es imposible contar. Y de esta materia, Topografía, fue el aparato que el ensambló y está patentando, y que recibió el sofisticado nombre de Multiorientador Universal, MOU.  Ya tengo un video técnico para TV, porque de ninguna manera es posible explicar en esta columna cómo funciona. Pero básicamente es una combinación de lentes montados sobre un trípode de Topografía. Estas coquitas o prismas de color anaranjado, 11 en total, le dan al aparato una apariencia extraterrestre de mecano embrujado para revisar el cielo, que es lo portentoso, y que constituye todo una revolución tecnológica en lo que tiene que ver con las técnicas modernas de la Topografía. En dicha investigación duró cuatro años y fue asistido por la ingeniera civil Aurora Velazco Rivera, también orgullosamente barboseña. Además es directora de un grupo de investigación donde maneja un semillero de técnicos especializados en la materia. Por eso es que les hago este homenaje.    

domingo, 26 de junio de 2016

Por qué algunos ‘jerarcas’ políticos son amigos de la violencia

Nadie le puede arrebatar el derecho a los colombianos de vivir en paz
                             Por: Bernardo Socha Acosta
Aunque no es normal mirar para atrás, pero si es importante revisar la historia para poder hablar con madurez o razón y mucho más cuando se trata de abordar un tema que compete a todos y que está consagrado como un deber y un derecho, en la Constitución de nuestros país. Hacer  lo contrario es violar nuestra institucionalidad y mucho peor si la violación proviene de quienes se alimentan del erario nacional. Porque es que atropellar la Constitución negándole al país el derecho que tiene una sociedad a disfrutar de esa gracia sublime como es PAZ, parece horrendo e increíble.
Escuchando con atención las intervenciones de los jefes de las partes del proceso de paz, durante la firma del cese bilateral del fuego y las hostilidades,   encontré  elementos suficientes para rememorar,  quiénes son los responsables  de la guerra que Colombia  ha vivido hace más de 50 años. Y nadie puede negar que los directos responsables, no son precisamente las guerrillas, sino los partidos políticos que a través de sus fracciones rezagadas de liberales y conservadores propiciaron el asesinato del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, en su afán desaforado de cerrarle el camino para que  no llegara a la presidencia de la república. Si no hubiese ocurrido esa tragedia (el asesinato de Gaitán) no habríamos vivido en Colombia esos largos años de  violencia  que aún algunos muy pocos al parecer facciones de esos partidos políticos que se quedaron atrás pensando que con las balas es como se arreglan las diferencias, intentan que la confrontación continúe. 
Pero esos grupúsculos que se quedaron con la ideología de la guerra del Siglo pasado, quieren hoy  que la violencia continúe, no se sabe, movidos con qué intereses, pero por fortuna, no son de ese pueblo que sufre las adversidades de un país donde dominan los poderes económicos; los que quieren que siga la guerra son para desgracia del país, esos que se nutren de las arcas nacionales  en posiciones  privilegiadas que directa o indirectamente el pueblo les ha confiado creyendo erróneamente que son sus voceros  ante las instituciones gubernamentales.
Y si seguimos repasando la historia de Colombia, de los últimos 50 o 60 años, encontramos muchos motivos para enjuiciar, de centenares de crímenes a los violentos de esas fracciones políticas de liberales y conservadores que con el afán de devorar las primeras posiciones del estado  han pasado por encima del pueblo realizando las más horripilantes matanzas que han dejado tanto las guerrillas, como lo llamados paramilitares.
Y si los más caracterizados historiadores  afirman, que la violencia en Colombia es una de las más largas de América Latina, por qué insiste ese reducido número de colombianos en que siga la violencia.  Pero lo peor es que esos “jerarcas” políticos que se nutren con los dineros del pueblo,  tratan de influir, y se mal entonan  criticando el proceso de negociación entre el estado y los violentos, así sea afirmando hasta mentiras e intentando dividir al país, con artificios o engaños a los colombianos que apenas son víctimas de esos grupos políticos. Pero ellos lo que buscan son incautos que les asegure una nueva y próxima elección ante los cuerpos colegiados y hasta el primer cargo de la nación.  El afán desbordado del futuro político que les espera, es el factor que los motiva a seguir buscando el respaldo popular, a través de la sátira y la socarronería, pero lo peor, poniendo en riesgo ese deber y derecho de los colombianos a vivir en paz, al parecer siguiendo una errada, atrasada y  vieja historia romana, de dividir para triunfar. Esas  viejas mañas, les debería traer como resultados,  que el pueblo les pase la cuenta de cobro en futuros procesos electorales, para que no sigan intentando revivir la sangrienta violencia que tiene cansados a los colombianos.    

martes, 21 de junio de 2016

Periodismo: “Copie y pega”, un remedo del oficio

Por: Bernardo Socha Acosta
Con los avances de la comunicación que nos ha traído la Internet, también está llegando el deterioro del periodismo que ha incursionado al sistema en línea.  
Si hoy comparamos a algunos periodistas que alimentan sus sitios web con solo plagio (Copie y pega) podemos decir que en el siglo pasado era más periodista, quien para crear un programa radial y llegar a las fuentes,  no era estrictamente necesario tener preparación académica,  sino querer y tener deseos de incursionar en el oficio, e ir a cualquier almacén y comprar  una grabadora y listo… el periodista. Hoy algunos periodistas ejerciendo el oficio en forma Digital y son tan “audaces” que ni los titulares de las noticias que copian y pegan, se toman la molestia de hacerles una mínima reforma, mucho menos al contenido general, sino que copian y pegan y listo, con lo cual están desfigurando  aún más el oficio.
En este sentido, el llamado periodismo de “copie y pega” está desdibujando la labor ética y estética de lo que debe ser el aprovechamiento de los medios digitales.
Esa  práctica  de copie y pega se convierte en un engaño, no solo para el que está haciendo el ejercicio, sino para quienes eventualmente lo visitan, tal vez por accidente, porque estos contenidos copiados y pegados, nunca son re-diccionados  por los motores de búsqueda de Internet, porque rápidamente detectan que se trata de un plagio en la información. Ese es el motivo de que esos sitios web, alimentados de Cópias, nunca prosperan y por eso es que se convierten en un engaño para los autores  del sitio web y para los eventuales anunciantes
En un sitio web español (http://233grados.lainformacion.com/) que analiza el futuro de los medios de comunicación, se publica un artículo titulado: Las cinco grandes barbaridades del copia y pega en el periodismo digital y se refiere al daño sistemático que se causa al periodismo digital y las barbaridades que se cometen.
En otro sitio de Internet (https://alt1024.wordpress.com/) se advierte sobre Copia y pega  y se presentan 13 herramientas digitales para investigar plagio en periodismo y sobre los riesgos a que se someten esas personas.
Otro análisis de las habilidades de cortar y pegar, no va más allá de la vulgaridad de una persona que quiere hacer periodismo de esta forma aprovechando el vasto alcance de la Red de Internet.
En este artículo de, La Réplica (http://lareplica.es/) también se presentan 10 reglas de oro para ejercer  bien esta actividad (periodismo digital)
Y no es que pretendamos que todos los contenidos  de un sitio web, sean de la autoría del propietario de la página; ni más faltaba. Hoy con la tecnología de las TIC y el periodismo en línea, buena parte de las fuentes proviene de los sitios donde el gobierno y el sector privado cuelgan las informaciones y se convierten en el medio para consultar esas noticias, pero entonces, lo que debemos hacer es   ajustarlas sin quitarles la esencia y el contenido central, pero sí cambiarle los abundantes objetivos calificativos, por enriquecimiento informativo de interés para el lector. Porque pegar una información tal como viene de la fuente de gobierno,  sin incluirle algunos datos complementarios, que el redactor original obvió por espacio y tiempo,  nos hace presentar una información escasa de interés para el visitante. Y que queda claro, no es que los boletines de los sitios web del gobierno o el sector privado estén mal redactados, sino que ese material es una guía apenas para que el periodista investigue más a fondo y conforme la noticia completa, para luego si entregarla al público. Mal harían las oficinas de prensa, estarle quitando el trabajo a los periodistas de los medios  donde hay una destacada planta de redactores  que toman esos boletines como apoyo para llegar a la noticia completa, investigando, confrontando y redactando ese materiaal.

domingo, 19 de junio de 2016

La cultura del delito

Trafugario
Escribe: José Óscar Fajardo

En la revista Semana del 29 de mayo anterior, el investigador social German Rey hace unas aclaraciones sobre la cultura colombiana que son tan preocupantes como para entrar uno en estado depresivo. Bueno, claro que los colombianos somos depresivos desde nuestros ancestros de español ratero con india violada. A la pregunta ¿Qué ha pasado con la cultura durante estos 60 años de guerra? Observen lo que el especialista contestó. “La guerra ha tenido repercusiones en la vida cultural. El despojo de tierras y el enorme desplazamiento que se produjo en el país tienen implicaciones en el sentido de pertenencia de las comunidades, su cohesión colectiva y su identidad. El miedo influye en las expresiones. Las migraciones del campo hacia las ciudades provocan un verdadero cataclismo cultural, aunque también mestizajes, y el impacto sobre la vida de los jóvenes es de una gravedad cultural indudable…”. Con eso tenemos como para chuparnos los dedos, máxime si tiene en cuenta que de esos desplazados se produce un gran número de prostitutas, incluso en pubertad, para el consumo nacional y para su exportación. Madresolterismo de alta densidad de menores de edad. Además, sicarios de refinada calidad, ladrones de ocho brazos como los pulpos, y como si todo esto fuera bicoca, grandes legiones de drogadictos y alcohólicos callejeros y gigantesca cantidad de mendigos y dementes. Y no me vayan a tildar de “terriblista” pregonero del fin del mundo. ¿Qué están haciendo el Mincultura y las Secretarías de Cultura y otros entes aledaños en el país? Ya lo había predicho García Márquez sobre el Mincultura, ha muchos años, y hoy yo lo reitero: “Serán entes burocráticos al servicio de la política”. Pues ni más ni más. La mayoría de expresiones culturales de las diferentes subregiones colombianas paulatinamente han sido, o van siendo borradas del mapa cultural. Eso, junto con la expoliación de tierras y los desplazamientos, ha ido fortaleciendo “La cultura del delito”. Se me viene entonces a la memoria la famosa frase de Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich y mano derecha de Hitler. “Cada vez que escucho la palabra cultura le echo mano a mi pistola”. En cambio en  Colombia, los gobernantes que hemos tenido, cada vez que escuchan la palabra cultura, le echan mano a los fusiles, a los desplazamientos, se inventan una guerra fratricida de partidos para que se maten los imbéciles, o en su defecto se inventan un partido de fútbol. Pero la estratagema del partido de fútbol sí que la pague los dueños de los clubes porque el Estado no tiene plata para eso. Que le pidan a cervecería Aguila que produce la mayor cantidad de cerveza en Colombia, y de alcohólicos y delincuentes y de violencia intrafamiliar y de cuanta desgracia ocurra en los barrios perratas de los niños famélicos y de los esqueléticos chandosos y las prostitutas impúberes. Porque, hoy por hoy en Colombia ser escritor, o pintor o artista en general, o gestor cultural, es una desgracia personal que solo le genera una pobreza que lo ha de llevar a la tumba. O en su defecto, problemas personales y de orden político porque usted es un “comunista” peligroso y le van metiendo la bala. Y que su familia lo llore y lo entierre si es que tiene con qué. Si no, que regalen su cadáver a la facultad de medicina para que le estudien el cerebro y averigüen por qué fue tan bruto, y los testículos para saber porque fue tan bolsón. Nos podría estar dando respiración artificial el proceso de paz. Pero pensar que hay una cáfila de políticos “intelectuales” adictos a la guerra.  

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