La noción liberal del Desarrollo en la que el hombre arrasa con la naturaleza para satisfacer sus necesidades y progresar, ha sido superada con las teorías del Desarrollo Sostenible y el Desarrollo a Escala Humana, entre otras, que han puesto al hombre como un fin del mismo. Estas ideas que surgen en la década de los 70's y 80's es lo que impulsa la creación de oficinas para promover el Desarrollo Social como una forma de mitigar el impacto que a su paso va dejando el modelo neoliberal.
Lógicamente el funcionamiento de dichas oficinas correspondía a un modelo de organización sectorial por funciones específicas limitándose a los asuntos relacionados con la atención y asistencia de la población vulnerable.
El asunto es que treinta años después, estas oficinas siguen funcionando con un propósito que ya hoy no es actual. Se han convertido en centros de donación a familias vulnerables o en el lugar donde les regalan a los alcaldes los afiches y algo de logística para las ferias de sus pueblos. Hoy las Secretarias de Desarrollo Social funcionan como una especie de "caja menor" de las administraciones para mantener activa -y constante- una clientela que suele ser útil en tiempos electorales; por eso no hay razón para generar procesos de transformación social.
En esa lógica, las personas que normalmente nombran para esos cargos no tienen mayor idea de lo que es el Desarrollo, por eso ni siquiera se preocupan por promover desde su dependencia la noción de Desarrollo en la que esta soportado el Plan de Desarrollo de la administración para la cual están prestando sus servicios. La mayoría de titulares de estas dependencias desconocen el lenguaje básico de las ciencias humanas y sociales, no saben la diferencia entre comunidad y sociedad, mucho menos de empoderamiento, enfoque de género o del efecto perlocucionario implícito en una acción teleológica. Para estos cargos, los alcaldes consideran que no se requiere formación en ciencias sociales, ni experiencia en el diseño y gestión de proyectos sociales, cosas básicas para un trabajo de esa naturaleza,
El tema social es tan folklórico y sin importancia que de un día a otro terminan programas y cambian beneficiarios sin importar los impactos que se generen (que no son inmediatos ni tienen la visibilidad de un puente quebrado o una obra retrasada), pero que en largo plazo se traducen en más pobreza, hambre, indigencia e inseguridad, habría que preguntar en las calles, cárceles y clínicas de reposo. Es realmente triste que los indicadores a mostrar desde estas dependencias sean el número de mercados, subsidios o cupos entregados.
Hoy las Secretarias de Desarrollan no tocan los temas claves del Desarrollo humano, están desarticuladas de los procesos de participación comunitaria, formación juvenil, cultura ciudadana y de Derechos humanos.
Ante esta realidad, para hacer lo que hacen, no se necesita un Secretario de Desarrollo basta con un auxiliar de oficina que de manera ordenada entregue subsidios y limosnas.
ALVARO VECINO PICO
Lógicamente el funcionamiento de dichas oficinas correspondía a un modelo de organización sectorial por funciones específicas limitándose a los asuntos relacionados con la atención y asistencia de la población vulnerable.
El asunto es que treinta años después, estas oficinas siguen funcionando con un propósito que ya hoy no es actual. Se han convertido en centros de donación a familias vulnerables o en el lugar donde les regalan a los alcaldes los afiches y algo de logística para las ferias de sus pueblos. Hoy las Secretarias de Desarrollo Social funcionan como una especie de "caja menor" de las administraciones para mantener activa -y constante- una clientela que suele ser útil en tiempos electorales; por eso no hay razón para generar procesos de transformación social.
En esa lógica, las personas que normalmente nombran para esos cargos no tienen mayor idea de lo que es el Desarrollo, por eso ni siquiera se preocupan por promover desde su dependencia la noción de Desarrollo en la que esta soportado el Plan de Desarrollo de la administración para la cual están prestando sus servicios. La mayoría de titulares de estas dependencias desconocen el lenguaje básico de las ciencias humanas y sociales, no saben la diferencia entre comunidad y sociedad, mucho menos de empoderamiento, enfoque de género o del efecto perlocucionario implícito en una acción teleológica. Para estos cargos, los alcaldes consideran que no se requiere formación en ciencias sociales, ni experiencia en el diseño y gestión de proyectos sociales, cosas básicas para un trabajo de esa naturaleza,
El tema social es tan folklórico y sin importancia que de un día a otro terminan programas y cambian beneficiarios sin importar los impactos que se generen (que no son inmediatos ni tienen la visibilidad de un puente quebrado o una obra retrasada), pero que en largo plazo se traducen en más pobreza, hambre, indigencia e inseguridad, habría que preguntar en las calles, cárceles y clínicas de reposo. Es realmente triste que los indicadores a mostrar desde estas dependencias sean el número de mercados, subsidios o cupos entregados.
Hoy las Secretarias de Desarrollan no tocan los temas claves del Desarrollo humano, están desarticuladas de los procesos de participación comunitaria, formación juvenil, cultura ciudadana y de Derechos humanos.
Ante esta realidad, para hacer lo que hacen, no se necesita un Secretario de Desarrollo basta con un auxiliar de oficina que de manera ordenada entregue subsidios y limosnas.
ALVARO VECINO PICO
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