Colombia, miércoles 22 de abril de 2009. Fuente: elnuevosiglo
HORACIO SERPA
Empezó en serio la campaña política. El año entrante tendremoselección de Congresistas y Presidente de la República. O Presidenta,pues varias mujeres han manifestado su intención de postularse, locual es una edificante manifestación de pluralismo. Con esta notablenoticia, la consulta liberal, los planteamientos del Polo, ladiscusión interna en el Partido Conservador sobre si van o no concandidato propio, la incertidumbre sobre lo que hará Cambio Radical,la reciente postulación del Partido de la U y el referendoreeleccionista, comenzó el proceso electoral, que promete ser interesante.
Lo será en la medida en que se aprovechen las elecciones para debatiramplia y públicamente los temas que inciden en la vida de loscolombianos: el acuerdo humanitario y la paz, la democracia, la crisiseconómica mundial, la economía, la recesión, el desempleo, ladesigualdad y la pobreza, las relaciones internacionales, la justicia,la parapolítica, el TLC, la educación, en fin, los aspectosprioritarios de la múltiple agenda nacional.
Un proceso eleccionario es la gran oportunidad que tiene toda sociedaddemocrática para examinar de fondo en qué está, para donde va, cuálesson sus problemas agobiantes, cuales las soluciones, que perspectivastiene en el futuro, cuales son los mejores caminos para crecer,progresar y lograr bienestar. Y quien o quienes, en la Presidencia yen el Congreso, representan posibilidades válidas de mejoramiento. Esla ocasión más apropiada para que los Partidos se consoliden y logrencredibilidad, y sus líderes impacten a la comunidad con análisis ypropuestas.
Un tema infaltable en la discusión debe ser el de la descentralización. En la Constituyente se debatió ampliamente al respecto. Conclusióngeneral fue la de fortalecer lo local, dar solidez institucional a losdepartamentos, crear la posibilidad de tener regiones y provincias ybrindarle al país un nuevo ordenamiento territorial. Se aprobó laelección de Gobernadores, se entregaron competencias y, entre variasimportantes decisiones, se dispuso que las Entidades Territorialestuvieran participación en los ingresos corrientes de la nación. Habíabuen ánimo y compromiso. Y Colombia alcanzó a ser señalado como unEstado descentralizado, ejemplo en América Latina.
Pero se perdieron el entusiasmo y el compromiso. Vivimos un proceso derecentralización, nada conveniente. Se recortaron las llamadastransferencias y cada día que pasa son menores las atribuciones de losgobiernos locales y seccionales, mayores los trámites ante el podercentral, y el ámbito de las definiciones sobre aspectos muchos quedebían asumirse en los territorios han vuelto a corresponder a laórbita de lo nacional.
Es hora de un debate a fondo sobre la descentralización. Ningúnmomento más apropiado que el de la política y las elecciones. Muchoscreemos que es necesario corregir el rumbo en esta materia, partiendode un examen sobre la forma como se han aplicado los mandatosconstitucionales y estableciendo las conveniencias del momento. El mundo avanza hacía las autonomías y el federalismo. No vaya a serque en este aspecto también nademos contra la corriente. Política social >
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