ELUCUBRACIONES DE UN POLITICO
A las 7 de la noche del jueves anterior yo no hallaba qué hacer para no tener que escribir de política, de elecciones, ni mucho menos de candidatos, primero porque ya lo hice en las cuatro semanas anteriores, y segundo, porque, quién lo va a creer, la gente común y corriente ya está mamada con esta cantaleta que a ojos vistas no produce buenos resultados. Para tales efectos, los de escribir esta columna con argumentos sólidos y convincentes, consulté a modo de encuesta, por decir algo Gallup o Napoleón Franco, da igual, con un curioso cuestionario que yo me inventé, a un no menos curioso transeúnte que yo me conseguí, y miren lo que me respondió el doctor fulano de tal.
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Doctor fulano de tal ¿usted qué opina de la política?
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Respuesta: Pues que como la política goza de toda la legalidad que un Estado democrático le puede otorgar a cualquier negocio o transacción comercial dentro de la ley, pues la política es un negocio más donde se invierten grandes cantidades de dinero para obtener el poder de todas las instituciones nacionales con el fin de volver a recuperar el dinero pero multiplicado de una manera fantástica.
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¿Y a usted no le da culillo hacer semejante afirmación contra los políticos? ¿No teme represalias?
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Respuesta: Y por qué me va a dar culillo si es que estoy diciendo la verdad por que yo fui candidato a la Cámara de Representantes y fui Representante a la Cámara. Lo que pasó fue que gané dos turnos y perdí otros dos y como quedó limpia la ñonga, entonces me tocó quedarme de comentarista político como hacen todos los futbolistas viejos o fracasados que se dedican a comentaristas. O usted, periodista ¿sí cree en un político pelao? Porque eso es como uno creer en un Mesías que le hace milagros a todo el mundo pero no se los hace a él mismo. O como el vendedor de lotería que le vende a uno el premio mayor pero no se le ocurre comprarlo él.
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Pero dígame con sinceridad ¿Usted que opina de la política?
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Respuesta: Hermano, que como la gripa, la pecueca, o las paperas, es un mal necesario.
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Cómo así; explíqueme
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Respuesta: Pues mire hermano. Uno necesita que le dé gripa porque por medio de ella elimina toxinas. Uno necesita que le dé pecueca para que la gente sepa que uno patea con ambas. Y uno necesita que le dé paperas, o parotiditis, que llaman, para que el organismo se autoinmunice y no le vuelva a repetir ¿me entiende? Lo mismo pasa con la política. En la política, más que con títulos universitarios y posgrados de prestigiosas universidades, usted aprende a ser abeja, avión, abejorro, divino y adivino, prestidigitador, intérprete de sueños y creador de ensueños, ilusionista, malabarista, billarista con efecto triple al chorizo y especialista en carambolas a cinco bandas y de tas tas, rezandero, sobandero, enderezador de matrimonios, brujo barboseño, abogado y hasta periodista.
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Pero yo soy periodista profesional y usted me está ofendiendo.
Pues eso no se ofenda de a mucho hermanito que de abogados profesionales, médicos profesionales, ingenieros y arquitectos profesionales, etcéteras profesionales, incluso hasta de magos profesionales, es que está llena la fauna de la política. Pero es que es tan bacana.
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Pero usted por qué compara los brujos (parasicólogos, metafísicos, mentalistas, etc) con los políticos.
Respuesta: Pues es que eso es claro hermanito; no ve que se las saben todas y además el saludo, sobre todo en estos tiempos de elecciones, es idéntico y dice así: Qué tal, como te va; he pensado mucho en ti; cuéntame tu problema. Y enseguida, tenga el garrotazo por los riñones.
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Pero Doctor X, usted hace afirmaciones muy ofensivas y tendenciosas contra los políticos.
Respuesta: Qué va hombre; no sea ingenuo que ellos leen esta vaina y se mueren de la risa. O es que usted, siendo periodista ¿no los conoce? Y sepa usted que la mayoría de ellos son rebacanos. Porque es que así es la política en todo el mundo y qué problema tan arrecho no estar metido en ella.
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Amigos lectores. Ustedes crean o no, ésta fue en realidad una entrevista, eso sí, con un personaje demasiado decrestador.
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