Horacio Serpa
Explicable
que los colombianos estemos pendientes de Venezuela. Es nuestra más cercana
vecindad, tenemos la misma historia y héroes comunes, también una frontera compartida de 2.400
kilómetros, es un buen comprador de nuestros productos, muchos de nuestros
nacionales viven en ese País y sus decisiones, especialmente en materia
política y económica, nos pueden perjudicar o beneficiar. Siempre he dicho que
somos hermanos siameses.
La
situación es tan compleja, como fácil de resumir. El presidente Chávez fue
reelegido por seis años a partir de mañana, pero se encuentra enfermo en La
Habana y no se sabe si pueda ir a Caracas a posesionarse. No hay elección de
vicepresidente y el actual, Nicolás Maduro, fue nombrado para el período que
termina hoy.
Si
llega Chávez, no hay problema. Se posesiona y puede pedir una licencia mientras
se recupera, si es que sigue enfermo. Para reemplazarlo temporalmente se
designaría al vicepresidente,
seguramente Nicolás Maduro. Todo legal, todo en regla.
La
dificultad se presentará si el comandante-presidente no puede estar en Caracas
para la posesión, pues hay un limbo jurídico. Dicha situación no está
contemplada en la Constitución. ¿Puede seguir siendo Presidente, sin formalidad
diferente a la de la elección, certificada por las autoridades electorales? Es
lo que sostiene el actual vicepresidente, por lo cual no sería necesario que
asumiera el Presidente de la Asamblea Legislativa. Este caso lo señala la Carta
para cuando se decreta vacancia absoluta del cargo, lo que no ha ocurrido.
Los
juristas ortodoxos dicen que ello es imposible porque las funciones que tiene
el presidente terminan hoy y para asumir las concedidas por la nueva elección
debe posesionarse mañana. La oposición política apoya esta interpretación
porque en ese caso se posesiona el Presidente de la Asamblea y convoca nuevas
elecciones dentro de los 30 días siguientes. Lo que podría ser un golpe de
Estado seudo-constitucional, dado que Chávez fue elegido, está vivo y no ha
sido declarado incapaz de ejercer el
cargo.
Me
inclino por la versión del vicepresidente. Hugo Chávez Frías fue elegido con
todas las de la ley. Si no existe norma exactamente aplicable a la materia hay
que acudir a las circunstancias que
tienen relación con la situación presentada.
La más sobresaliente, la que no está en discusión, la reconocida por el pueblo, las autoridades
nacionales y la comunidad internacional, es la elección. Es una definición vigente, soberana, que tiene la fuerza popular,
política y jurídica suficiente para imponerse sobre todas las demás.
El
presidente a partir de mañana debe ser
Hugo Chávez, así no pueda posesionarse. Tendrán que crearse las
condiciones jurídicas y políticas para que prevalezca la decisión popular. Es
una interpretación extra constitucional, pero es lo indicado y lo más favorable
al interés de los venezolanos.
Solo
se trata de una respetuosa opinión personal. El asunto lo deben resolver los
hermanos venezolanos. Pero el caso ya es universal y resulta imposible
resistirse a opinar.
Bogotá
D.C., 8 de Enero 2013 Columna semanal en el NuevoSiglo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario