Por: Bernardo Socha Acosta
Tienen razón quienes reniegan
hasta la saciedad de la existencia de una rama del poder público colombiano (congreso
de la república) que demuestra una y mil veces su inclinación incontrolada por
la corrupción.
Luego de la elección de la
señora Margarita Cabelle como procuradora general de la nación, esta redacción
hizo un sondeo general de opinión, encontrando el peor
concepto de los SENADORES que se
prestaron con la llamada COALICIÓN gobiernista para elegir a la candidata
ternada por el presidente de la república.
Todos coincidieron en señalar que,
hoy esos congresistas prepararon el peor
complot de corrupción para que entre dos ramas del poder público, se cometan
los peores y más aberrantes desafueros contra
los intereses nacionales, sin que haya organismo alguno de control que
fiscalice los reprochables actos en cualquiera de las ramas comprometidas.
Y, la protesta no es por la
persona elegida, porque podrá ser de las mejores calidades, pero no va a poder cumplir
sus funciones independientemente, porque va a ser un apéndice, que estará atada
a los caprichos del presidente de la república y de los senadores a quienes les
debe su cargo en un aparente ente de control, pero que al final va a ser es una
subalterna de ellos.
Y los congresistas que la
eligieron no podrán tener una sola justificación del acto consumado, porque había
otros dos candidatos provenientes de la
Corte y el Consejo de estado, candidatos de las más altas calidades, que alguno
de ellos podría haber sido elegido, para que hubiera independencia en la
Procuraduría general, independencia que seguramente incomodaba a los señores SENADORES,
y la opinión entenderá por qué.
Y con estas actuaciones
politiqueras lo único que Colombia está logrando es que la inconformidad y la protesta social se fortalezcan, porque
serán algunas de las herramientas que le queden a los sectores populares para
decir, que no están de acuerdo con lo que hacen sus voceros en las
corporaciones públicas y de sus gobernantes que desgraciadamente escogieron, engañados con las falsas ilusiones
y promesas.
El pueblo colombiano que esté en desacuerdo
contra estos actos reprochables de los Senadores, debe protestar de una u otra
forma. La protesta no es solo salir a desfilar por las calles. Se puede hacer
en cada una de las redes sociales y demás medios al alcance expresando su opinión y su inconformidad, por
la forma tan aberrante como actúan
los congresistas, como burlándose de quienes los eligieron y como desafiándolos,
para que vuelvan a elegirlos y así
seguir la funesta y peligrosa carrera que está llevando al país a uno de sus
peores épocas absolutistas, nada diferente a como está viviendo un vecino país.
Y es que esas épocas dictatoriales se construyen
con actos tan desvergonzados como la elección de funcionarios de los entes de
control que no ofrecen garantías, por su
cercanía política y afinidad con quienes deben fiscalizar, para conservar los
derechos de los gobernados.
Hoy, reitero, debe comenzar una campaña contra esa inmoralidad, no por la
persona elegida para la procuraduría, sino por el hecho tan monstruoso de poder
y corrupción de unos Senadores que se
burlan de los colombianos. Hay que publicar por todos los medios al alcance los
nombres de los congresistas que hicieron este desafío, para que se mantengan en
cuenta o lista NEGRA para
desecharlos en las próximas elecciones, si queremos recobrar un poco del respeto, del que se
merece el pueblo.
bersoa@hotmail.com
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