Por: Bernardo Socha Acosta
Con la orden de detención del
expresidente Álvaro Uribe Vélez la mayoría de los medios de comunicación
hicieron un show publicitario innecesario que fatiga a los colombianos,
sencillamente porque hay cosas más importantes que tratar y que resolver.
La orden de la Corte fue una
decisión normal de la vida nacional diaria y de la obligación que tienen esas
instituciones, cuando hay hechos graves que requieren las acciones judiciales
para evitar que esos casos sigan enseñoreándose como tantos otros que son los
responsables del estado melindroso
que han llevado al país a su peor nivel de orden social. No puede ser normal, que porque se trata de
personas muy importantes en su momento (cuando fue presidente de la
república) ahora se pretenda seguir haciendo genuflexiones y pretendiendo
que los colombianos las hagan, cuando el país está pasando por momentos
preocupantes debido a la Pandemia surgida de mentes igualmente mezquinas y
miserables que buscan desaparecer a los más débiles, ya sea, con el contagio o por el hambre, pero tienen
que desaparecer de la faz de la tierra, porque esa parece ser la consigna.
Entonces, una orden de
detención no puede convertirse en obstáculo para que el país siga su curso,
buscando otras alternativas de vida para resolver el caos por el que se encuentran los colombianos, unos enfermos,
otros encerrados y otros buscando angustiosamente sobrevivir no importando de qué
forma.
Y, es que algunos de los
medios de comunicación (la mayoría) que están para promover cosas más
importantes, no se la pueden pasar dividiendo a los colombianos y hasta creando
más odios de los que ya existen por culpa de quienes abusan desde las más
encopetadas escalas de la estructura nacional.
Y en medio de este Show
publicitario, (me perdonas los colegas) cómo puede ser posible que algunos
comunicadores se ridiculicen preguntando a sus entrevistados, si la orden de detención del señor Uribe,
trastorna la buena marcha del país. Hombre, qué es eso. Con esa pregunta lo
único que se está demostrando es parcialidad, y llevando a pensar a la opinión,
que el presidente de la república tiene que estar orientado por alguien de su
partido, o un personaje a la sombra… de lo contrario todo se va a estancar. Que
ofensa. Se está tácitamente diciendo que, el primer mandatario no actúa porque
le hace falta al expresidente que lo guie, para que el país siga su curso. Y todas
estas cosas ocurren porque el tema no da
para más y se trata de dimensionar con desgastados espectáculos originados
de una orden de detención de un colombiano más que de pronto se equivocó
(porque es humano) y entonces no podemos pensar que la república llegó a la hecatombe.
No. Colombia tiene que seguir su marcha,
buena o mala, pero tiene que evolucionar, porque no es el jefe del estado
el que se encuentre en esa situación. Pero haciendo un paréntesis, el jefe del
estado, si se podría comprometer, de estar interviniendo en política, por estar
defendiendo a pie junto a su mentor. Si no se cuida, sus contradictores políticos
no están lejos de que lo denuncien por intervención en política y hasta por
presunto irrespeto a la Corte, y ahí si completamos.
Y porque la Corte haya dictado
una medida de aseguramiento contra un ciudadano que se halla en presunción de
inocencia o culpable, nadie puede demeritar a esa alta corporación, porque esas
medidas judiciales deben cumplirse en una país donde las tres ramas del poder
tienen su independencia. Hay que pensar,
que ya han ocurrido casos, contra otros
expresidentes de otros países, y se han defendido y otros han sido condenados y
el país sigue. Una medida judicial como la ocurrida contra el expresidente
Uribe, no puede ser motivo para que una congresista ignorantemente diga que
propone por esos, la convocatoria de una
CONSTITUYENTE para cambiar la justicia. (Que tal que el Congreso le llevara la
cuerda.) El país si necesita la reforma de la justicia, pero no porque el señor
Uribe esté metido en ese cuento. Pero volviendo a la convocatoria de una Constituyente,
eso
deja mucho que pensar de esa política. Lástima que ocupe escaño donde se hacen
las leyes, porque con esa actitud, le dijo a Colombia que ella pensaría en
acomodar la justicia a su capricho, para defender a los suyos, o para que no se
castigue a culpables de horrendos apetitos de poder.
Que mal ejemplo que dio esa Senadora a los colombianos y ante el mundo. Por dios,
a quien escogieron los electores para que los represente. Si doña… doña… piensa
que por una decisión judicial tendría que estar reformando la Constitución, a
dónde llegaría Colombia. Pues al peor de los extremos. Esa señora piensa que
los colombianos la van a aplaudir con esas atrevidas e ignorantes propuestas
politiqueras que es común en los llamados dirigentes de pacotilla y que muchos
colombianos eligen como las mejores lumbreras. Que desgracia, por eso Colombia
avanza de mal en peor.
Y para finalizar estas
reflexiones, hay que decir que este enredo que llevó al expresidente a ese nivel,
es para que veamos, como dicen los adagios: se fue por lana y salió trasquilado, o, que le salió el tiro por la
culata. El señor Uribe comenzó el pleito y fue víctima de su propio invento.
Denunció a otro senador de estar comprando testigos y el búmeran no dio en el objetivo, se devolvió
y … ya vimos que pasó.
Correo: bersoa@hotmail.com
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