viernes, 1 de enero de 2021

Desmienten posibilidades de alteración genética con vacunas

 


Por: Bernardo Socha Acosta

Con las copiosas y saludables informaciones,  para unos y peligrosas para otros, sobre la las diferentes farmacéuticas que pusieron a disposición de la población mundial,  las vacunas para enfrentar una de las más mortales enfermedades de los últimos tiempos como el Coronavirus, han surgido diferentes versiones, y una de ellas, es que esos productos para inmunizar a la población, pueden ALTERAR la secuencia del ADN y generar mutaciones o cambios en la información GENÉTICA.

Ante la lluvia de información registrada por diversos canales de plataformas virtuales, nos dimos en la tarea de investigar cuál es la realidad de esas afirmaciones que para la mayoría son preocupantes porque entre las aseveraciones de los enemigos de las vacunas, es que estas pueden acarrear cambios en las condiciones de las personas, por ejemplo cambiarle la voz a los hombres, producir, velocidad facial a las mujeres, y en fin, que la población masculina se convertiría en femenina y una serie más de conjeturas que confunden a todo. Y dentro de la búsqueda de informaciones más razonables encontré que el equipo de investigación de la agencia Reuters Fact Check produjo un documento que en síntesis dice: ‘’ Falso. Una futura vacuna para el COVID-19 no modificará genéticamente a los humanos. Las vacunas de ADN no integran el ADN del virus en el núcleo celular de su receptor, sino que inyectan parte del ADN/ARN del virus en los tejidos para estimular una respuesta inmune en el cuerpo.’’

En el contenido del documento de la agencia Reuter, para desmentir las falsas tesis, asevera: La mayoría de las afirmaciones remiten a una versión de un vídeo de YouTube muy compartido y ahora eliminado del doctor Andrew Kaufman, un "consultor de curación natural" (here), en una entrevista con Spiro Skouras, un divulgador de internet e "investigador independiente" con un popular canal de YouTube.

Y sigue el relato de la Agencia investigadora: En el video, Kaufman habla de cómo la futura vacuna para el COVID-19 proporcionaría un vehículo para “inyectar genes” en los humanos, primero mediante un procedimiento conocido como “electroporación”, en el que una corriente eléctrica “crea pequeños agujeros en nuestras células que permiten que el ADN entre en ellas” y luego mediante la inserción de “proteínas extrañas que supuestamente generan inmunidad”. Kaufman concluye que la vacuna, al igual que los resultados de la biotecnología en la agricultura, hará que los humanos sean “organismos genéticamente modificados”.

Y, sigue el relato: Hay múltiples afirmaciones en el vídeo, de casi una hora de duración, que quedan fuera del objetivo de esta verificación de hechos. Sin embargo, la principal afirmación en estos mensajes difundidos en las redes sociales de que una vacuna contra el COVID-19 modificará genéticamente a los seres humanos (descrita en el titular del vídeo y por Kaufman) es falsa. Aunque la mayoría de los titulares no mencionan las vacunas basadas en el ADN, el doctor Kaufman habla de ellas en el vídeo.

La investigación acoge también respuestas de las autoridades másximas de la salud, y continúa: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una vacuna de ADN "implica la introducción directa en los tejidos apropiados de un plásmido que contiene la secuencia de ADN que codifica el antígeno o los antígenos contra los que se busca una respuesta inmunológica, y se basa en la producción in situ del antígeno objetivo". ( here )

Y de forma didáctica igualmente se hace una explicación y agrega: Esto significa que, a diferencia de las vacunas "convencionales", más frecuentes ( here ), que utilizan un patógeno completo o un fragmento, una vacuna de ADN implica la inyección de una pequeña parte del código genético del virus (ADN o ARN) para estimular la respuesta inmunológica en un paciente sin infección ( here ).

Acoge así mismo explicaciones de la FAO en cuanto a la producción de alimentos transgénico y asegura:   Este procedimiento no crea un organismo genéticamente modificado, que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define como "un organismo en el que se han introducido uno o más genes (llamados transgenes) en su material genético a partir de otro organismo utilizando la tecnología del ADN recombinante". ( here )

Y ya para terminar, este documento aportando el diálogo que sostuvieron los investigadores de la Agencia Reuter con un destacado catedrático que afirmó: Mark Lynas, un profesor visitante del grupo de la Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell, desacreditó la idea de que una vacuna de ADN pueda modificar genéticamente un organismo. Lynas dijo a Reuters que ninguna vacuna puede modificar genéticamente el ADN humano.  Lynas añade: “El ADN [en las vacunas de ADN] no se integra en el núcleo de la célula, por lo que no se trata de una modificación genética: si las células se dividen, incluirán solamente su ADN natural. Pero este enfoque es increíblemente prometedor para la enfermedad COVID-19 porque puede ser escalado muy rápidamente, y es muy versátil. Es fácil producir sintéticamente secuencias de ADN que coincidan con los bits requeridos de código genético viral”.

Para finalizar esta ilustración, con material de la agencia Reuter, incluimos el siguiente contenido de interés que trae tranquilidad, porque una vacuna no puede tener riesgos graves:  El Dr. Paul McCray, profesor de Pediatría, Microbiología y Medicina Interna de la Universidad de Iowa, explicó a Reuters por correo electrónico cómo funcionaría la vacuna de la enfermedad COVID-19 que se está desarrollando:

“En el caso del COVID-19, la principal proteína utilizada para reforzar el sistema inmunológico es la proteína de la espiga (S) del virus. Esta puede darse como vacuna en muchas formas diferentes: como virus inactivado (muerto), como proteína expresada, en un vector de ADN o ARN que hará que las células produzcan esta proteína, etc. Así que la única modificación que se hace en el huésped es estimularlo para que produzca anticuerpos y células T que evitarán la infección con el virus o matarán cualquier célula infectada para prevenir o reducir la gravedad de la enfermedad. Esto es lo que sucede si se contrae una infección viral de forma natural, pero la vacuna saca de la ecuación el riesgo de una enfermedad grave”. Agradecemos a la agencia Reuter por este material. bersoahoy.co

bersoa@hotmail.com

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