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miércoles, 17 de agosto de 2011

Alfonso Cano, hágale a la paz


Por Horacio Serpa Uribe

El país debe estudiar la propuesta de Alfonso Cano, el comandante de las Farc, cuando manifiesta la disposición de ese grupo de iniciar acercamientos en búsqueda de la esquiva paz en Colombia.
A través de un video enviado al Encuentro por la paz de Barrancabermeja, realizado el pasado fin de semana, el dirigente guerrillero planteó que el “diálogo es la ruta” y que sigue creyendo que la solución política es la alternativa más expedita para cesar el enfrentamiento armado con el Estado colombiano.
Cano dijo que espera encontrar las condiciones necesarias para sentarse a negociar con la institucionalidad colombiana y abandonar, de manera definitiva, el camino de la violencia.
Pareciera que las Farc están entendiendo que su lucha armada no tiene futuro, no solo porque el Estado está en capacidad de cerrarles todos los espacios y golpearlos con fuerza hasta obligarlos a dialogar, sino también porque las condiciones del país y del mundo han cambiado dramáticamente. Nadie hoy cree, sinceramente, en el triunfo de la lucha armada, en la vigencia de sus ideas, ni en la justicia de sus luchas. La guerra de guerrillas es un esquema valetudinario al que nadie le rinde tributo.
Los últimos años dejaron la huella de la guerra en Colombia. Ahora se ha vuelto a hablar de paz. La puerta de la reconciliación no está cerrada, como anunció en su posesión el mandatario, sino que además se está abriendo y un nuevo aire de entendimiento ha ido entrando a la nación, trayendo la esperanza de la pronta liberación de los secuestrados, la eliminación del reclutamiento de menores, el compromiso de la guerrilla de no seguir sembrando minas antipersonales ni usar el plagio de personas como arma de guerra.
Alfonso Cano tiene que pasar de los anuncios a la concreción de sus promesas. Si deja pasar el impulso que está tomando la nación para apoyar la decisión del Presidente Santos, podríamos perder este momento histórico. Cano debe pensar en escuchar al Presidente cuando pide la libertad de los secuestrados. Los halcones acechan.
En 1992, en Tlaxcala, se perdió una oportunidad. Pasaron seis años para volverse a sentar a hablar de paz, en el gobierno Pastrana, y las Farc cometieron el peor error de su historia: burlarse del país, aprovechar el Caguán para envalentonarse y fortalecerse militarmente. De esa frustración colectiva nació la victoria electoral de Uribe, quien durante ocho años, con evidentes éxitos, hizo lo posible para derrotarlos militarmente.
Han pasado 19 años desde Tlaxcala. Cada día se pierden más vidas, se apagan más esperanzas. Los paramilitares se multiplican. No sé cuántas muertes han ocurrido. Ojala el jefe guerrillero avance en su decisión de negociar la paz. De parar cincuenta años de inútil sacrificio de vidas. Los demócratas haremos cuánto esté a nuestro alcance para que en una mesa escribamos la más bella página de nuestra historia. Y al final nos abracemos como compatriotas.
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Cortesía: Mónika María Leal Abril
Directora de Comunicaciones
GOBERNACIÓN DE SANTANDER

miércoles, 10 de agosto de 2011

Columna de Opinión

El Encuentro Social en Barrancabermeja
Miércoles, 10 de Agosto 2011
----------------------Por Horacio Serpa Uribe


La Asociación de Campesinos del Rio Cimitarra, en el Magdalena Medio, propugna por la tranquilidad y la convivencia en una región que a lo largo de muchos años ha sufrido la violencia. Su resistencia civil a las expresiones armadas ha sido notable, sacrificada y bien valorada, habiendo ganado el Premio Nacional de Paz. En estos días organiza en Barrancabermeja un Encuentro nacional de campesinos, afrocolombianos, indígenas, víctimas del conflicto armado y líderes de la convivencia pacífica, para expresar un compromiso con la armonía social, rechazar la violencia como instrumento de lucha política y propugnar por un país en el que prime la justicia, la inclusión y el bienestar.
Los fines no pueden ser mas altruistas, por lo que se estima que en el Encuentro reinará el civismo y un entusiasta entendimiento entre los participantes, que buscarán con sus pronunciamientos y actitudes que todos los Colombianos asuman el respeto a los Derechos Humanos, la necesidad de la paz, la condena a todas las formas de violencia, la lucha contra la desigualdad y el imperio de la Constitución de 1991.

Barrancabermeja es tierra fértil para hablar de democracia y bienestar, en un marco de tranquilidad y convivencia. Combativa cuando de lo social se trata, contestataria, siempre atenta a rechazar la injusticia y la arbitrariedad, la gente del Puerto petrolero ha sufrido la violencia extrema  como no ha ocurrido en ninguna otra parte.  Primero fue la guerrilla, cruelmente violenta, y luego los paramilitares, iguales o peores. Por eso la ciudad ya pronunció su “nunca más” a todo tipo de intolerancia y barbaridad.

El Encuentro tiene un importante ingrediente político. No política de partidos, ni relacionada con el cercano debate electoral. Política de Estado, de sociedad, de lo que ha de ser nuestro sistema político en esta época de globalización, de tan crecientes innovaciones tecnológicas, de tantas crisis económicas sacudiendo el mundo, de los levantamientos populares contra la opresión, de pobreza extrema en la tercera parte del mundo, época en la que nuestras esperanzas apuntan a un mejoramiento social para tantos excluidos sobre la base de superar la confrontación, eliminar el narcotráfico, erradicar la corrupción y alcanzar la prosperidad general con base en el crecimiento económico equitativo y sostenible.

El gobierno nacional, sin duda, estará pendiente de la realización del Evento, y de sus conclusiones. El presidente Santos y su gobierno han demostrado un talante democrático, acatamiento a  la Constitución y respeto por todas las ideas compatibles con lo legal. Reconociendo el Mandatario que aún sufrimos un conflicto armado, comprometido con la paz como ha estado siempre, dijo que mantiene a la mano las llaves de la paz por si encuentra sectores dispuestos a buscar la alternativa democrática, con  demostraciones serias de querer hacerlo.

Saludo cordial a la Asociación organizadora del Encuentro de Barrancabermeja, éxitos en sus deliberaciones y deseos de que el transcurrir del Evento y sus conclusiones sean para los colombianos preludio de convivencia y bienestar. 

viernes, 28 de enero de 2011

La economía de Santander no resiste otro colapso vial

Por Mauricio Aguilar Hurtado
Senador de la República

La emergencia que actualmente se vive en las principales vías de Santander, donde según el último reporte del Instituto Nacional de Vías (Invías) cuatro corredores todavía presentan cierre para el trasporte de carga, es el resultado de la indiferencia de las autoridades departamentales y nacionales para definir una política de prevención y control frente a la existencia de numerosas fallas geológicas en las que se encuentra ubicada la ciudad de Bucaramanga y otros 15 municipio de esta región.

Es ilógico que solo se pretenda responsabilizar a la fuerte ola invernal del colapso en la red vial, cuando llevamos años escuchando a los expertos hablar sobre la problemática geológica del Departamento, la cual ha convertido a Santander en el segundo “nido sísmico” del mundo por su permanente actividad.

El pasado invierno fue la gota que derramó el vaso y agravo una situación ya por muchos conocida y anunciada: Santander no cuenta con estudios técnicos que alerten sobre las consecuencias que sus fallas geológicas pueden ocasionar; además es evidente el fracaso de las autoridades ambientales para prevenir y contrarrestar los daños ocasionados por las lluvias.

La vía Bucaramanga-Barrancabermeja fue la más afectadas por este fenómeno. El suelo se desplazó en un tramo de 3 kilómetros debido a que la carretera se construyó sobre una falla geológica. Tras 34 días de cierre total, hoy la vía está habilitada a un solo carril para vehículos pequeños y medianos; pero aún se sienten las pérdidas millonarias de las empresas de transporte de pasajeros y de carga, y a ello se suma el riesgo al que se sometieron cientos de personas que hicieron peligrosos transbordos por la necesidad de transitar entre la capital santandereana y la ciudad petrolera.

Ante este panorama, lo único cierto es que se debe construir una vía sustitutiva. Sin embargo, llama la atención que hasta el momento no hay una solución definitiva para la comunicación terrestre de estas dos ciudades. Ojalá se haya aprendido esta lección de la naturaleza, de lo contrario se correría el riesgo de construir esta nueva vía sobre otra falla geológica.

Estaré muy atento a la decisiones finales de todo este proceso; y así suene repetitivo en mis peticiones, en este periodo legislativo seguiré insistiendo sobre la importancia de atender las necesidades de infraestructura vial que tienen las provincias santandereanas.

Como miembro de la Comisión Sexta del Senado alerte en varias oportunidades sobre el mal estado de la vía Curos-Málaga en la Provincia de García Rovira, por eso aplaudo que empezando el nuevo año el Gobierno Nacional hiciera presencia en la región y anunciara la inversión de cerca de 250 mil millones para la pavimentación de esta vía.

Pero queremos que estas iniciativas se repliquen en otros sectores del Departamento, porque como ya lo dije y lo vuelvo a repetir: la economía de Santander no resiste otro colapso vial.

Necesitamos soluciones inmediatas que mejoren la movilidad restringida a los transportadores de carga para que los campesinos vuelvan a comercializar sus productos. Es lamentable ver que a pesar del privilegio de estar comunicada con las principales ciudades del país, la región se está empobreciendo por el pésimo estado de sus carreteras.

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