Cuando los
líderes políticos ascienden al poder dentro de su convicción absoluta de ser
los mejores, cambian las concepciones de orientar el bienestar general para dar
cabida a las de protección de sus amigos y admiradores determinando que las
personas no tienen opción sino porque las calidades personales los elevan en el
mundo democrático, y se consideran predestinados.
Antes de
acceder a la dirección de los gobiernos populares consideran que son
representantes del pueblo que los elige y acuden al proselitismo con muestras
de populismo que no vuelven a practicar si obtienen las aspiraciones que
buscan. En este campo se encuentran posiciones disímiles que el común de las
gentes no logra explicarse, pero que finalmente se demuestra, puesto que al
surgir otro líder con idénticas maneras de atraer encuentra el apoyo. Es lo
práctico de la existencia de los estados y del gobierno de los mejores, como se
orienta la democracia, que aún no ha
encontrado pensamiento que pueda reemplazarla en la conducción de los pueblos,
con las normales limitaciones que cada sociedad tenga, aun con su poderío
económico, militar etc., que van de la mano con lo político y lo intelectual.
Cuando los
líderes tiene el espacio que le otorgan los conciudadanos y empiezan a pensar
en perdurar en la dirección que le han confiado, porque encuentra que
seguramente en toda su vida no puede cumplir las metas que se proponen ya
acompañados de otras formas de perfección que no les permite revisar que la
agenda propuesta no se cumplió.
Surge una
forma trascendente y personal; entonces
se definen por sí mismos, plantean que lo que hacen otros no corresponde al
momento histórico y generalmente olvidan su pasado.
Encuentran
necesario más tiempo para encontrar solución a aquello que nunca solucionaron
cuando tuvieron decisión. Encuentran la
excusa normal de la imposibilidad de ejecutar sus proyectos porque ya hacen la
consideración, que no es una oportunidad, sino la obligación que tienen sus
seguidores para que pueda cumplir lo que el destino le ha determinado. Entonces
empieza con hipótesis de lo bueno y lo malo. La orientación para qué otros
gobernantes obren como al ellos les parezca, y los descalifican. En sus
elaboraciones han dejado disposiciones legales de la manera como se puede
acceder al poder una o varias veces, sin limitaciones de edad generalmente,
como en nuestra constitución y leyes bajo la argumentación del querer popular.
Aplicando
concepciones del libro más leído en el mundo que enseña reunión de los ancianos para emitir
consejo, no es obligatoria porque quien cumple misiones de mandato colectivo,
no están obligados a oírlos. se convierten en arúspices de lo que pueda ocurrir
sin examinar lo que ocurrió mientras tuvieron el poder.
La mente
humana no admite que se le pueda endilgar que se equivoca o que hay otros
mejores y por eso pueden aplicarlo. Esta
circunstancia es la que los más ilustrados en los controversias sociales
mantienen como excusa para sus actos siempre defendidos con ímpetu.
Por eso nadie
acepta errores en la conducción de los pueblos. ningún país considera
desbordado lo que hacen sus mandos; tampoco hay persona que acepte haber obrado
en contrario de lo que pueda ser; todos invocan banderas de mejorar, para que
el mundo siga su curso.
Claro está que todos los ilusionados con
perdurar en el tiempo bajo paradigmas que se han dado y que antes sólo tenían
con lo que es hoy el examen de las grandes obras que se construyeron pero no del comportamiento personal que
tuviera el hombre que gobernaba, pues
todos lo estaban alabando.