Por Germán Valenzuela Sánchez.
Me gustan las mujeres que no tienen memoria, con ellas
hablo mucho y no comentan con nadie nada.
Ellas lo abrazan a uno y hasta lo besan y después no recuerdan
a quien acariciaron.
Lo miran fijo a los ojos, no agachan la mirada, observan
los movimientos de la boca, lo desean
con sus labios untados de amor, sienten el sexo en la piel, en el sudor, en el
respirar, en los movimientos, en los ademanes.
Una mujer sin memoria no le pone prejuicios a nada, ni
nada le amarga el corazón, corazón que nadie ha roto porque no recuerda nada de
lo que le ha pasado, de éstas mujeres hay muchas en la ciudad, se suben a cualquier bus,
se bajan donde quieren, de esas he
conocido muy pocas, es un milagro verlas atravesar las calles, caminan recto y
poco miran hacia los lados. Encontrar una mujer sin memoria no es tan fácil, vive
lejos de la historia porque no le importa el pasado, el presente, ni el futuro,
vive por vivir y nada más, sueña por soñar sin recordar nada, ni nada le
importa por duro y triste que haya sido,
no carga agenda ni bolso, ni pulseras, ni anillos de compromiso, ni reloj, ni
direcciones, ni remordimientos, ni penas, menos teléfonos…
Los labios de estas mujeres son naturales, no
necesitan coloretes ni rubores. Los hombres les brindan amor, les regalan atenciones y todas las
reciben pero con ninguno se quedan porque no recuerdan quien las hizo gemir, ni
quien les sacó el primer orgasmo, quien las desnudó y quien les hizo lo que les hizo porque de eso
no recuerdan nada. Por eso es muy bello tener amistad con mujeres que no tienen
memoria, ellas nunca le piden nada, siempre pasan la vida yendo de un lugar a
otro, de ciudad en ciudad y camino tras camino haciendo lo que mejor les
parezca, son iguales al viento, de aquí
para allá, se parecen a las hojas, donde caen duermen y se les ve muy
felices porque no recuerdan nada, así sea un dulce o un agresivo piropo.
Les aconsejo que hagan amistad con mujeres que no
tengan memoria, y les aseguro que la van a pasar muy bien, como lo he pasado yo
viajando y recordando mujeres desmemoriadas. Han sido los mejores negocios de
mi vida.
periodistadepiedecuesta@hotmail.com