lunes, 10 de febrero de 2014

Condecoración, con el escudo bandera de Santander

Por: Bernardo Socha Acosta
Recibir una condecoración, es sinónimo de mayor responsabilidad en el ejercicio de una actividad y para el caso del periodismo, es mucho mayor, porque esa responsabilidad debe ser una garantía  para el receptor a quien  está dirigida la labor de la comunicación informativa y formativa, como lo es la comunidad.  
Una condecoración es un acto de reconocimiento de un significativo e incalculable valor para quien lo recibe. Para un periodista debe ser el premio inesperado por cumplir lo que  debe realizar una persona dedicada a la misión de comunicar.  
Pero hay que decir, que, la sociedad que nos honra a cada instante que lee, escucha o ve el fruto de nuestro trabajo a través de los diferentes medios de comunicación, nos premia con su confianza y se concreta y se materializa a través de sus gobernantes, para el caso que nos ocupa, la gobernación de Santander que hizo un reconocimiento a un grupo de comunicadores  dentro de la celebración del día nacional del  periodista, con el Escudo bandera de Santander.
La entrega de una condecoración como la que nos ha impuesto el gobernador de este departamento Richard Aguilar Villa, en nombre de la institucionalidad,  representa gratitud oficial,  representa el reconocimiento a una labor, representa confianza en lo que hace un periodista, representa  aprecio, representa respeto y representa un estímulo.  Pero más allá de esto, representa para el homenajeado  una responsabilidad que debe ser cada día más pulcra y más atractiva para los intereses de la comunidad, que espera a diario que la comunicación esté garantizada de la seriedad, la imparcialidad, la idoneidad y la claridad.  
Decía que esta condecoración es un premio institucional, porque fue oficializada mediante decreto, que homologa  la ley  918 de 2004, que instituyó  el día nacional del periodista, el 9 de febrero de cada año.
Y al expresar públicamente estas palabras de gratitud  por este reconocimiento que hizo la gobernación, a través de su  mandatario, Richard Aguilar, con la entrega del Escudo bandera de Santander, quiero  agradecer como condecorado, igualmente a quienes hicieron la logística durante la premiación y quienes trabajaron en este proyecto, como el director de la oficina de prensa y comunicaciones, Manuel Navarro y a cada uno de los secretarios que se sumaron a la aprobación del mismo y a quienes nos acompañaron en la ceremonia, los secretarios de  Vivienda, Carlos Ibáñez y de agricultura, Ludwing Otero.   Muchas gracias a todos. Felicitaciones también para mis colegas  que fueron galardonados.

jueves, 6 de febrero de 2014

Tatequito a la feria de las “Foto-multas”

Por: Bernardo Socha Acosta
Por fortuna quedan instituciones que defienden a la sociedad colombiana de los atropellos aberrantes que intentan establecer dependencias del gobierno que más bien parecieran el azote del pueblo como reiteradamente lo ha hecho el Ministerio de Transporte, últimamente con las licencias de conducción y ahora con las llamadas Foto-multas.
Y cuando hablo de las instituciones que defienden a la sociedad, me refiero al Consejo de Estado en  relación  con los llamados FOTO-COMPARENDOS. Y gracias a esta sentencia, los conductores por lo menos tiene el alivio de no ser castigados con el 100x% de la multa, porque al ordenar que la autoridad de transito notifique personalmente la sanción, el afectado puede pagar en el tiempo previsto y recibir un descuento del 50%.
Con este “gancho” (foto-comparendos) establecido con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el Ministerio de Transporte y algunas, por no decir que todas, las Direcciones de Transito del país  habían  iniciado la peor guerra vivida en la historia colombiana contra los conductores de vehículos, en una arremetida en la que los directores y  jefes de las oficinas de Tránsito  veían poco el número de alféreces para ordenarles que realizaran las más funestas cruzadas por las calles y carreras de las ciudades, amedrentando a cuanto encontraran con la aplicación de foto-multas y sin escuchar razones del por qué alguien se estacionaba así fuera en la  vía de la periferia más solitaria de la ciudad.  
Con estas famosas cruzadas o “batidas” como les dicen, pareciera que las autoridades de transito quisieran enriquecer a como diera lugar a esas entidades, no se sabe con qué finalidad, aprovechándose de una  normatividad que por más respetable que sea es atentatoria  de los derechos sociales y económicos de una sociedad que no alcanza a trabajar para sufragar obligaciones tributarias de toda clase.  Pero además la forma como querían las autoridades de tránsito (no los alféreces porque ellos cumplen órdenes) sacarle la platica de las multas a los conductores, era violatoria del debido proceso, como lo  reafirmó el Consejo de Estado en su sentencia, para regular la norma de la cual son también responsables  los llamados PADRES DE LA PATRIA (congresistas) que aprobaron  en la ley unas cuantías económicas que lesionan  no solo lo económico sino lo moral de un ciudadano.  Pero como lo congresistas y los burócratas de las oficinas de tránsito no sienten en dolor de los asalariados que muchas veces tienen que destinar lo del pan de sus hijos para pagar una multa de esas de TRÁNSITO, no por hechos gravísimos como si serían pasarse un semáforo en rojo o conducir embriagado, sino por el desgraciado momento de pararse un minuto en un sitio  de los llamados prohibidos, o así no sea prohibido, porque eso es lo que se ha visto. Un ciudadano que sea tratado de esta forma, jamás puede reponerse  del dolor y la amargura que deja el pago de una multa injusta, una multa que muchas veces lo obliga a sacrificar un bien o un salario para poderla cumplir, o poderla cancelar.
Muchas veces el estado a través de algunas instituciones con funcionarios insensibles, es el responsable de todos los males que un país como Colombia padece.  La problemática social, no nace por gusto de sus actores; lo motivan fuerzas distintas y en este caso lo motiva el mismo estado que con sus funcionarios crueles, obligan al ciudadano a volverse malo y ya los ejemplos lo dicen todo.  En el caso que nos ocupa, gracias al Consejo de estado que le devolvió la confianza a muchos colombianos que estaban en la mira de los más absurdos atropellos. 

domingo, 2 de febrero de 2014

Con Horacio Serpa Uribe

                                                        Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
Con este candidato es bien complicada la cosa porque casi nada hay que decir dado que le pasa lo de Lionel Messi: que todo el mundo lo conoce. Y eso es muy bacano y ventajoso a la hora de ir a unas elecciones políticas siendo uno candidato. Además es un hombre intelectual que “todavía fornica”, como se lo dijo él mismo a un periodista que quiso mamarle gallo en una entrevista por aquello de sus años. A mí me parece muy importante eso. No que fornique, ya que eso es un asunto demasiado personal, sino que se nota de lejos que es un hombre de debates. De defensa siciliana, como diría un ajedrecista. Ahora entremos en materia. ¿Por qué me gustaría, de acuerdo a mi periscopio político, que el doctor Horacio Serpa volviera al Senado? Pues no porque fornique, que eso de por sí ya es una proeza, sino porque es un político de espectro nacional e internacional. El doctor Horacio, y que conste que no le estoy echando cepillo ya que casi nunca nos vemos y mucho menos nos escribimos, es uno de los pocos políticos que conoce el país desde una escuela pública donde recibió sus primeras enseñanzas. Baste con decir que su señora madre era profesora de escuela y que son de estricto origen proletario. Cuando muchacho jugaba basketbol en el colegio Santander de Bucaramanga, como cualquier estudiante largo y flaco, y cuando pudo, se fue a Barranquilla a estudiar la carrera Derecho.
Entonces, cómo no va a conocer a Colombia un tipo dedicado a la política que viniendo de una familia modesta y pasando por ser juez de pueblo chiquito, concejal de pueblo chiquito y así de piedra en piedra y salto y salto, pasando por la secretaría de Educación de Santander, llega a ser Diputado de Santander. Y así en esas condiciones de ires y venires y de dimes y diretes, llegó a la Cámara de Representantes y posteriormente al Senado la primera vez, y continuó por varios periodos. Cómo no va a ser “arrecho un pingo”, y cómo no va a conocer a Colombia política, económica y socialmente un individuo del común que luchando de elección en elección, llega ser candidato al más alto cargo del país: la presidencia de Colombia. Cómo carajos no. Y eso que no estoy contando que, entre tantas otras, fue Procurador General de la Nación y Embajador ante la OEA. En ese estado de cosas, uno colige de ipsofacto que Horacio Serpa Uribe es un político que debe y tiene que estar en el congreso colombiano porque, por sobre todas las cosas, Santander lo necesita. Tengo que aclarar que los demás candidatos son supremamente importantes. Pero Serpa Uribe es decano entre ellos y eso tiene su lógica dialéctica. Y no porque fornique. Sencillamente es un hombre que sabe del país, desde sus ancestros mestizados hasta de su actual sociología, visiblemente trasculturada y sojuzgada.
Ya he dado en columnas anteriores los nombres de dos candidatos al Senado que me gustaría, acompañaran al doctor Serpa en el Congreso. Porque todos los que logren la curul en cualquiera de las cámaras, deben conformar un grupo unido de trabajo, con el fin de que en el Departamento de Santander se beneficien en todos los sectores sociales y no sólo la clase política. Para que ese grupo de parlamentarios selectos logre que Ecopetrol, la primera empresa industrial colombiana, orgullosamente enclavada en nuestra tierra, invierta siquiera una parte miserable de sus ganancias en el desarrollo y progreso de sus gentes. Además, porque todos los santandereanos estaremos pendientes de los debates entre Serpa, Uribe y Robledo puesto que debe quedar claro quién es el más arrecho de Pueblo arrecho. Y no exactamente fornicando.

sábado, 1 de febrero de 2014

Que no vendan otro patrimonio nacional

Horacio Serpa Uribe
                      S.O.S: Urge salvar a Isagén
Una de las joyas de la corona del pueblo colombiano quedará en manos de extranjeros. Hay que pedir al gobierno que no la venda.
Ha sido larga la agonía de una de las empresas más grandes, productivas y estratégicas del País, que es al mismo tiempo de los pocos patrimonios reales, efectivos, que le quedan a los Colombianos.
Isagén le produce dividendos al Estado, está bien manejada, en pleno crecimiento, genera empleo, es ejemplo de éxito y orgullo de los colombianos. En Mayo empezará a funcionar la Hidroeléctrica del Rio Sogamoso, una de las principales del país y la más moderna.
Argos ya no la comprará. Por consiguiente, alguna multinacional extranjera la va a adquirir y la plata de la venta, por más bien que la apliquen, se esfumará en poco tiempo sin ninguna utilidad social sobresaliente. El estado quedará más pobre. Y no volverá a recibir utilidades.
No es disgusto a los extranjeros. Bienvenidos. Que lleguen, inviertan, construyan, hagan nuevas empresas. Lo necesitamos. Es que hasta ahora los colombianos no conocemos razones valederas que justifiquen su enajenación.
Estamos a 4 meses de la elección presidencial. Soy de los que se está quemando el cuero por la reelección del Presidente Santos, con pasión, con gusto. ¿Por qué no esperar hasta que pasen las elecciones? Seguro    que la elección se va a producir en la primera vuelta. El Presidente Santos, con un mandato renovado, tendrá tiempo para repensar  tan delicado asunto. “De las carreras no queda sino el cansancio”.
Horacio Serpa
Candidato al Senado, # 1 Liberal.
Bogotá D.C., 31 de Enero del 2014

martes, 28 de enero de 2014

Una equívoca concepción ciudadana...

No todos los políticos son iguales
Libardo Gómez Sánchez
Diario del Huila, Neiva, enero 27 de 2014
La semana anterior estuvo el senador del Polo Jorge Enrique Robledo de gira por el Huila y en sus intervenciones hizo referencia a un criterio que se ha generalizado entre la población y que se resume en la frase: “todos los políticos son iguales”, opinión que en buena parte explica la abundante abstención, la invitación al voto en blanco y hasta el desparpajo con que algunos ciudadanos se mueven entre las diferentes banderías en época electoral; para discutir esta equivoca concepción el senador utiliza varios argumentos, sin embargo el primero que esboza hace referencia a que no todos se acogen a la comodidad de la Unidad Nacional en la que se reparten prebendas, contratos , burocracia y la mal llamada mermelada expresión que el gobierno de Santos puso de moda cuando justificó el despojo de las regalías a las regiones, la pregunta que suscita esta decisión es ¿qué razón lleva a algunos congresistas a perderse los favores presidenciales, a transitar por el desierto y recibir el garrote gubernamental?  ¿Qué tienen que los diferencia, que los hace distintos? Robledo afirma que son dirigentes a los que no les gusta el país que sus ojos ven: una enorme porción de la población en la miseria, sin trabajo, sin salud, sin educación, una industria nacional camino a la quiebra y un agro agredido por la invasión de la producción extranjera, una nación a merced de poderes extranjeros gracias a los TLC firmados por doquier, en fin una multitud de calamidades que tienen remedio si se gobierna con criterio nacionalista y no para el beneficio del capital foráneo.
Explica que los Juanmanueles no van a cambiar sus políticas, no va ser posible persuadirlos del daño que le hacen a los colombianos porque a ellos les va muy bien así, viven entre los puestos de privilegio de la alta burocracia, las coimas y las sillas ejecutivas de las multinacionales a las que les cuadran los negocios con leyes y normas, de tal suerte que la única forma en que sus terribles políticas no sigan al mando es derrotándolos en las urnas.  
Las listas al Senado y Cámaras de Representantes que el Polo inscribió están compuestas no por políticos de oficio sino por indignados, líderes sociales probados en los reclamos de los diferentes sectores del agro, de la salud y la educación, de tal suerte que si el pueblo quiere cambiar el desastroso rumbo que tomamos, el próximo 9 de marzo tiene en esas filas a quienes elegir.

domingo, 26 de enero de 2014

Con Ángel Alirio Moreno

             Trafugario
Por: José Óscar Fajardo                                        
Este brillante abogado y periodista es otro de los candidatos santandereanos al senado que, de acuerdo a mi periscopio político, tiene argumentos justificados para estar en esa corporación.  Estas son mis apreciaciones.
Una. Porque Angel Alirio Moreno viene de abajo, del puro pueblo, y al contrario de muchos aspirantes, empezó siendo concejal de Barbosa, es decir que ha hecho toda la carrera política. En esa época comenzó y con todos los sacrificios, sus estudios de Derecho  en Tunja, para lo cual viajaba todas las tardes desde Barbosa.  Lo más admirable es que, en esas condiciones tan adversas, logró terminar su carrera.
Dos. Porque es un hombre muy preparado en su profesión del Derecho lo que, sumado a sus habilidades innatas para la oratoria y el periodismo, profesión ésta que ha ejercido con brillantés, lo convierten en un influyente hombre de debate.
Tres. Porque la provincia de Vélez, de donde es oriundo Angel Alirio, hace ya mucho tiempo que no tiene representantes en el congreso de la República y eso le ha mermado el progreso y la participación política a quizá la más antigua provincia de las siete que conforman esta sección del país.
Cuatro. Porque Angel Alirio Moreno, como político de origen popular, conoce perfectamente los problemas que le atañen a esos sectores de la comunidad como son vivienda, salud, educación y trabajo, y ello habrá de servirle de acicate para sus debates políticos en el senado de la República. Cinco. Porque Angel Alirio Moreno en este  momento es el político más importante de la provincia de Vélez, máxime si se tiene en cuenta que hace ya varios años ocupa la más alta dignidad, es decir, la presidencia, de un partido que pone más de un millón de votos y tiene veinte congresistas con cuya unidad y trabajo, podrán lograr innumerables beneficios de ley y de justicia para muchos colombianos.  Sobre todo para los santandereanos que es la tierra que lo vio nacer.
Seis. Porque este abogado y periodista proviene de una modesta y laboriosa familia, y debe tenerse en cuenta además, que su padre fue un empleado del otrora Ministerio de Obras Públicas que por muchos años tuvo que velar por el buen estado de las carreteras del sur del Departamento, con el esfuerzo mancomunado de otros trabajadores.
Siete. Porque el candidato Alirio Moreno, por su formación literaria e intelectual, tiene serios compromisos con los cultores del arte de todo el país, pero sobre todo con la cultura regional de la provincia de Vélez.
Ocho. Porque Angel Alirio Moreno fue diputado de Santander, y tuvo el tiempo suficiente para demostrar su casta política y su entereza a la hora de debatir sobre los problemas que aquejan a los habitantes de los diferentes estratos de este sector del país.

Nueve. Porque el bocadillo veleño, golosina de ancestros culturales que ha identificado la provincia de Vélez a lo largo y ancho del país al paso de la historia, y en algunos otros lugares del mundo, se encuentra en peligro de extinción puesto que su materia prima que es la guayaba, también se encuentra en las mismas condiciones, y Angel Alirio Moreno conoce desde la raíz esta situación. Entre otras cosas, dicha problemática habrá de ser el caballo de Troya en el que tendrá que cabalgar el candidato, porque en el caso de salir elegido, ese será uno de los más enconados debates que tendrá que dar en el senado de la República porque el bocadillo veleño no se puede acabar. Finalmente, sólo me resta decir que Angel Alirio Moreno es un hombre confiable y capaz al cual le pueden encomendar los santandereanos, que los represente con eficiencia, dignidad y respeto.  

lunes, 20 de enero de 2014

Sentimiento y solidaridad

                          Por: Pedro Gerardo Tabares C.
Al registrarse 25 años del malhadado hecho de la Rochela, de trascendencia internacional en la justicia, servidores judiciales hicieron alto en sus labores al iniciar la jornada, para implorar al altísimo la protección de la vida, que en aquel lugar desapareció cuando los operadores de justicia cumplieron su deber, y solamente a través de la intervención internacional se orientaron decisiones aún no cumplidas.
Tal situación lleva a reflexionar sobre el alcance de la actuación supra-Estado en decisiones judiciales, que pueden  agotarse en las administrativas, como la relación a las connotaciones del “alcalde mayor”, que definió la Constitución, frente a ley posterior que se defiende con ahínco en la interpretación sobre lo cual ya hemos pergeñado alguna apreciación con base en las normas.
Ahora conviene solamente hacer énfasis en una realidad ineludible que se relaciona con interpretaciones de juristas que después de cumplir su preparación en el país, han recibido con fines orientados a la cátedra, conocimientos más allá de las fronteras patrias y que cuando emiten concepto desde un punto de vista teórico, pueden orientar, siempre y cuando no olviden las directrices de interpretación, que ni siquiera son fruto de la nueva Constitución, sino consagrada en normas centenarias que por su trascendencia teórica y fuentes, se aplican en las decisiones de la honorable Corte, que guarda el cumplimiento de la carta.
Precisamente, la nueva jurisdicción surgió con la  difícil concreción que ha llevado a la evolución en la aplicación de la acción de tutela que tantos beneficios  ha reportado al ciudadano corriente, hasta el punto que han dado parámetros  para orientarla contra decisiones judiciales y hasta para aplicar la jurisprudencia, que tiene apoyo en el nuevo Código de Procedimiento y de lo Contencioso Administrativo.

De esta orientación  surge que el Sr. Juez de tutela por ser constitucional debe aplicar la normatividad superior, y de ahí  los omnímodos poderes que tiene para examinar vías de hecho y error judicial, con una facultad no comúnmente aplicada como la suspensión provisional que también tiene orientación jurisprudencial amplia, para los casos en que la aplicación de normas de orden jerárquico se desconozcan, sobre lo cual cualquier referencia con desconocimiento de la tipicidad de la conducta es errado, pues en el evento de los contratos  la elección del procedimiento para su adjudicación tiene exclusiones, como hacerla por considerar la necesidad de  atender situaciones específicas que el texto legal erige como urgencia que debe ser atendida. Con ello se puede concluir que cualquier debate con explicación teórica de interpretación no pasa de ser un ejercicio enriquecedor, pero mientras existan interpretaciones con fuerza jurisdiccional, ellas serán las que deban acatarse y en especial las de rango constitucional que se han encargado a todos los Señores jueces de la República.

sábado, 18 de enero de 2014

Con Mauricio Aguilar

                                                       Trafugario 
                                           Por: José Óscar Fajardo  
Cumpliendo con lo prometido en mi anterior columna, un candidato que, de acuerdo a mi periscopio político puede estar reafirmando su curul en el Senado de la República, es el doctor Mauricio Aguilar, hijo del exgobernador coronel Hugo Aguilar, condición misma que se constituye en una de sus grandes ventajas. Estas son las premisas de las cuales parto yo, y por lo que estoy seguro, el doctor Mauricio va a repetir.
Uno. Porque el doctor Mauricio Aguilar es hijo del coronel Hugo Aguilar, como ya dije, y eso le da una ventaja enorme puesto que para muchas gentes de todas las raigambres, “el coronel Hugo Aguilar es uno de los mejores administradores que ha tenido el Departamento de Santander en los últimos tiempos y la gente lo quiere mucho”.
Dos. Porque el doctor Mauricio Aguilar es un joven profesional de la Ingeniería Industrial, profesión que le permite estudiar y comprender con un alto grado de exactitud, los problemas de la industria y la producción del país y de Santander y cualquiera entiende la importancia que tiene esta condición.
Tres. Porque el doctor Mauricio tiene varias especializaciones, entre ellas en Gerencia Pública, de la Universidad de Santander, especialización en Gestión de Empresas, de la Universidad de Valencia en España, y especialización en Alta Gerencia, de la Universidad Industrial de Santander, factores que le otorgan toda la autoridad profesional para plantear propuestas de desarrollo económico sostenible  para el país.   
Cuatro. Porque el doctor Mauricio tiene algo más de una docena de diplomados y seminarios en disciplinas análogas a su profesión, ingeniería industrial, que le dan la posibilidad de conocer muy de cerca los problemas de los trabajadores colombianos.
Cinco. Porque el doctor Mauricio, a pesar de ser un profesional bastantes joven, nació el 10 de Abril de 1976, cumple apenas 38 años, es un hombre maduro de personalidad, fuerte de carácter y noble en su proceder, características que lo convierten en un político de fácil acceso para las personas menos favorecidas social y económicamente, o de los estratos más bajos.
Seis. Porque el doctor Mauricio no hace compromisos falsos con tal de conseguir votos puesto que  sabe de sobra que eso le deteriora horrorosamente su imagen política.
Siete. Porque el doctor Mauricio es un hombre de diálogo ameno y de genio reposado, lo que produce una enorme confianza en las gentes que lo abordan para comentarle sus problemas o para plantearle sus inquietudes.
Ocho. Porque Santander necesita urgentemente de congresistas jóvenes en el parlamento, con capacidad de debate y con excelente preparación profesional con el fin de que este Departamento reciba mejor trato político y administrativo y mejores auxilios del tesoro nacional. Y Mauricio Aguilar es uno de ellos dado que cumple con todos los requisitos, éticos, intelectuales y profesionales para tal efecto.
Nueve. Porque en la provincia de Vélez, a raíz de la problemática por la cual atraviesa la industria del bocadillo, el Senador ha impulsado las siguientes estrategias: Fomento de la cultura de la tecnificación. Implementación de procesos de modernización tecnológica. Aumento de la competitividad de las empresas productivas. Fomento de la exportación del producto y su diversificación. Fortalecimiento de la dimensión ambiental en la producción del bocadillo. Articulación de las entidades que buscan potencializar el sector. Y finalmente, ha impulsado la sistematización en riego de cultivos.
Diez. Porque lo anterior hace imprescindible que el senador Mauricio Aguilar vuelva al Congreso de la República con el fin de que continúe las tareas que tiene pendientes, dado que, si bien es cierto que ha trabajado con verraquera por el progreso de la gente, en la provincia de Vélez falta mucho por hacer. La cadena productiva de la guayaba es hoy una tarea que va por la mitad, y su hermano, Richard Aguilar, es el gobernador.  

lunes, 13 de enero de 2014

Antes de que la embarre

                                                  Trafugario
Por: José Óscar Fajardo                                                    
Como todos ustedes lo saben, estamos en época pre-electoral y, eso le mueve los cimientos socio-culturales a todo el país. Entonces lo que quiero decirles es que es muy importante participar en el proceso electoral, así sea votando en blanco porque al votar, usted adquiere el sagrado derecho a protestar. Por eso mismo les advierto que, antes de que la embarre, escoja bien su candidato a la corporación que sea, pero repito, escójalo bien por las razones que le voy a exponer.
Colombia es cuatro veces Japón en extensión territorial aproximadamente, pero con sólo un tercio de la población que tiene dicho país, uno de los más superpoblados del planeta. Colombia en extensión es mucho más grande que cualquier país de Europa exceptuando a Rusia y a Ucrania, y es como cuatro veces Alemania y España sólo le llega a la mitad.  Igualmente Francia tan sólo es la mitad. Colombia tiene todos los pisos térmicos y costas de más de dos mil kilómetros sobre los dos más grandes océanos. Produce las esmeraldas más bellas del mundo y el café más sabroso del planeta y es la cuarta biodiversidad en  el orbe.  En agua dulce es cuarto en el mundo y tiene el río más caudaloso del globo: el Atrato. Con esos solos datos tenemos para hacernos la siguiente pregunta. ¿Qué tal que tuviera buenos administradores y buenos gobernantes?  Porque a Colombia la tiene matada es la corrupción endémica de un gran sector de la clase política.  No es toda  la clase política, pero sí una abrumadora mayoría de ella. Hay que hacer con ellos lo mismo que se hizo que con los borrachitos al timón.

¿Culpa de quién? De usted no, amigo elector, sino de muchos “miserables de Víctor Hugo” o su equivalente, que el día de las elecciones, por una papa, un trozo de carne y una cerveza, se monta en cualquier yegua vieja llena de tantos resabios que cuando  le ponen la silla para montar, lo único que sabe hacer es pear y tirar pata. Por eso amigo elector, antes de que la embarre, abra bien el ojo porque como dice en una de sus narraciones  el escritor argentino José Ingenieros, “Los pueblos se merecen sus gobiernos”.  Haga un análisis con buen criterio, con usufructo de la lógica racional y alto grado de sensatez, y verá que a Colombia no le va tan mal si usted vota bien. Porque si a Colombia le va mal, tenga la certeza científica que le va también mal a usted. ¿Que no existen políticos buenos y honestos en este país? Sí señor. Políticos buenos sí los hay y Santander no es una excepción. Lo que pasa es que hay que abrir bien el ojo y detectarlos. Yo, por mi oficio periodístico de dos décadas y media, conozco personajes de la política que han hecho mucho por Santander y, por qué no decirlo, por Colombia. Mi cuarta novela tiene como título “El mentiroso más elegante de este país”, pero ni me vayan  a preguntar quién es porque no se los voy a decir.
Es sólo una novela. Lo que sí reitero es que en Colombia y en Santander, hay políticos que son viables y rentables, necesarios y útiles para el desarrollo del país. Cuenta la leyenda que el rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba. También es cierto que en Colombia y en Santander, hay políticos que convierten en bazofia todo lo que lejanamente tocan. Por ahora no doy nombres de quiénes  pueden y deben ser los verdaderos representantes de Santander porque apenas empiezo una serie de columnas de carácter político, y dar nombres por adelantado estaría colapsando la estructura periodística que me he craneado para hacerlo. 

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