martes, 30 de septiembre de 2014
Me da la sana impresión
Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
El viernes inmediatamente anterior el gobernador
de Santander Richard Aguilar y toda la plana de la administración oficial,
tuvieron a bien inaugurar el Acuaparque Nacional del Chicamocha, una nueva obra
arquitectónica ubicada al frente del Panachi exactamente al otro lado de la vía
que conduce de Bucaramanga a San Gil y de paso a Crazy Port y a Bogotá. Debo
aclarar de antemano que mi amistad con el señor gobernador es matemáticamente
igual a cero y que por lo tanto no se trata de una obra maestra del cepillo y
de sobada de chaqueta. De ninguna manera señores. Lo que pasa es que mi ética profesional y mi
formación intelectual me indican que debo hacer eso como periodista
independiente, porque las cosas que están bien hechas y en bien de mi patria
colombiana, merecen el aplauso de cualquier colombiano pensante. Pues se trata
de un diseño moderno y majestuoso que ensancha y fortalece la industria del
turismo, no sólo en el oriente colombiano sino de todo el país, todavía más si
tenemos en cuenta que el Panachi, es ya conocido mundialmente y eso lo sabe
cualquiera.
Dentro de su ficha técnica, se informa, el nuevo
parque tiene un área de 21.760 metros cuadrados y se encuentra ubicado a una
altura de 1.650 metros sobre el nivel del mar. Y qué pasa con eso, dirán
algunos lectores. Pues que a esa altura se da una temperatura que produce un
clima al cual bien podría calificarse de primaveral, aunque en las horas del mediodía
suba un poco el calor, pero así los visitantes pueden divertirse y bañarse en
los espejos de agua artificiales para niños y adultos hasta bien avanzada la
tarde. Cabe recordar que el Panachi en su fase inicial, se construyó durante la
administración del coronel Aguilar, padre del hoy primer mandatario de
Santander. Eso es progreso y bienestar para la gente y por más que uno no tenga
una amistad cercana con los autores de estos bienvenidos hechos, tampoco puede
aplicar la teoría del avestruz de meter la cabeza entre la arena por no darse
cuenta de lo que pasa en el mundo. Destaco este aspecto por varias razones y voy
a decir algunas de ellas. Uno. Porque los santandereanos somos especialistas en
cargarnos bronca mancomunadamente, y en hacerles males y meter chismes de los
que son verracos para realizar actos positivos y tareas imposibles. Dos. Porque
el santandereano no mira el bien de lo que está bien hecho sino quién lo hizo, para,
si no es de su camiseta política,
proceder a destrozarlo.
Entre otras cosas, es un de acto de masoquismo
invocar el lastre tuberculoso de la envidia pero esa es una ley social tal vez
heredada desde nuestro ancestro cultural. Yo llevo más de diez años tratando de
realizar en Crazy Port un encuentro nacional de escritores, como autor de cinco
libros que soy, y a ver si le limpiamos un poco la imagen al pueblo de aquí
allí sólo funciona la drogadicción, el alcohol y las percantas, pero no he
podido lograrlo porque para “esos eventos baladíes” no hay plata, dicen los
dioses del Olimpo. Y tienen razón porque esa sinvergüencería intelectual “no
produce votos”, dicen los dioses del Olimpo. Y entonces en medio del insomnio se
me viene al pensamiento que, lo de la inauguración del Acuaparque ¿No será más
bien el lanzamiento de una cándida candidatura ya cocinada? Porque está
comprobado científicamente que cuando el río suena, se ahogó un músico
hermanito. Les aclaro de antemano que yo
no soy sapo ni envidioso porque para eso mi papá me dio estudio, sino lo que
pasa es que, en medio de la nostalgia que me produce la soledad de los artistas
se me da por croar.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
7:31 p.m.
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Etiquetas: Impresión
jueves, 25 de septiembre de 2014
QUE EXCONTRALORA TAN “INMORELLI”
Por
Gerardo Delgado Silva
Aún
cuando la palabra no se origina en el sentido de la moral, ni en latín, ni en
Italiano, fonéticamente nos permite traducir la evidencia de los hechos
perturbantes de la excontralora, y desde luego desafiantes de la moral y las
normas penales.
Y
es que en el catálogo de los males que padece Colombia, ¡es posible que la
corrupción le gane a la violencia!.
Se
requiere con urgencia que los organismos de control, no sigan excedidos de
tolerancia, permitiendo que la incontinencia y la inmoralidad, los errores
deliberados y las artimañas de baja ley continúen horadando, como en el
anterior gobierno con los parapolíticos, la estructura de todo el poder público
en perjuicio del país y sus instituciones.
Es indispensable e ineludible que un giro de 180 grados, como lo está
haciendo el Presidente Santos, restablezca el imperio de la ética e la
conducción de los negocios públicos, ya que la sola legislación, sino se cumple, es insuficiente para conjurar
la intención dolosa, con que unos y otros burlan las prohibiciones consagradas
en los textos vigentes.
Se
requiere, de todos modos, que el espíritu de la ley este complementado por una
disciplina que se sujete al respeto que los principios deben inspirar para que
el orden social no se quebrante, ni el orden jurídico se resquebraje.
Es
preciso, entonces que los controles y la vigilancia se apliquen y que quienes
tienen en sus manos la responsabilidad de
manejarlos, como la Contraloría, no caiga en las mismas prácticas dañinas que
supuestamente deben prevenir y castigar, pues esta es la otra parte de las dos
caras que la inmoralidad generalizada muestra en todos los ordenes de la
actividad nacional.
Pensamos
que la sola apelación a la conciencia de los funcionarios y parlamentarios es
insuficiente, para rectificar errores, subsanar fallas y combatir la
corrupción, porque el mal cobro ya mucho cuerpo y ha esparcido sus tentáculos
por todas partes.
Son
miles de millones de pesos los que circulan en medio de ese clima podrido en el
que empleados públicos –como el caso de la excontralora- y gerifaltes del
sector privado actúan para medrar. Infortunadamente, los partidos, para su
desgracia, ya no representan sino a una casta desacreditada y rechazada, la de
los que buscan y han encontrado la forma de pelechar con los dineros públicos
en actividad profesional y permanente.
Sus demás afiliados, los que a pesar de todo creen que deben ser canales
insustituibles para el servicio público, desinteresado y generoso, se han
alejado repugnados de sus carcomidas estructuras. Esas reservas morales e intelectuales están
aplanchadas bajo el alud del clientelismo corrompido en el narcotráfico, el
contrabando, el paramilitarismo y los negociados de los contratistas.
El
país parece desentendido. Cuando alguien
levanta la voz y previene la inminencia del peligro, se le acusa de disolvente,
resentido, o profeta de tempestades y de mal agüero. El país sigue anestesiado.
Como insolvente de su propia suerte y ajeno a su porvenir.
Que
los políticos no hablen ni quieran exponer su propia culpa o resarcirla, pase.
Está dentro de las motivaciones de su mal comportamiento. Pero, los intelectuales, los artistas, los
científicos, los investigadores sociales, los empresarios honrados que de
verdad quieren hacer patria, los agricultores esquilmados, los ganaderos
amenazados por los paramilitares y guerrilleros, y la inseguridad social, los
jóvenes universitarios, los religiosos de todas las congregaciones
eclesiásticas, asidos o no de la mano de un Dios común, en fin la Colombia de
la historia y del porvenir, ¿Dónde están?.
Porque
lo cierto es que no oímos en estos momentos de confusión estimulada por el
Señor Uribe y el llamado centro democrático, sus voces, ni registramos su
protesta, cuando ocurrieron los llamados eufemísticamente falsos positivos, de
Uribe; se supo de su oposición a la restitución de tierras y a los diálogos
para lograr la anhelada paz.
No
se trata de hacer política, sino de salvar a Colombia, como lo está haciendo el
Presidente Santos, que o está contaminado ni por el dolo ni la corrupción, como
si la excontralora, ni tampoco de la ineptitud que desangra al país.
La
Señora Morelli, no sabe que cuando se llega a la cúpula de esas altas
posiciones del estado nadie puede ser ligero, ni ingrávido, en el sentido moral
del vocablo.
Ahora
bien. El primer elemento estructural del delito es la conducta humana que debe
desarrollar en el mundo de los acontecimientos, del ser y el existir, todas y
cada una de las características objetivas de la facti-species o tipo legal
penal. El tipo objetivo (conducta humana) consiste en el comportamiento del
hombre en relación con el mundo que le rodea.
De
acuerdo con las informaciones periodísticas, las conductas desarrolladas por la
Señora excontralora fueron subsumidas bajo varios tipos de delitos expresamente
previstos en la norma penal. De tal
manera como dice Massari, el delito no es un mero antojo o veleidad o impulso
al suceso mismo es voluntad que actúa, impulso que se exterioriza, pensamiento
que desemboca en una conducta; es praxis, comportamiento, actividad, ejecución.
Y
se ha sabido, del acerbo probatorio, de esas conductas. Se puede decir de una manera general, que el
fin de la prueba, es establecer la verdad.
Sin duda nuestro derecho procesal acoge el criterio Dellepiane, en el
sentido de que: “las pruebas son los hechos mismos, de manera que no pueden
estar divorciadas de la significación que ellos tienen”.
Al
tenor del Código de Procedimiento Penal, que consagra: “el Estado, por
intermedio de la Fiscalía General de la Nación, está obligado a ejercer la
acción penal y a realizar la investigación de los hechos que revistan las
características de un delito, de oficio o que lleguen a su conocimiento por medio
de denuncia…” (la negrilla fuera de texto). Todo esto, como es obvio, en
concordancia con la Constitución Nacional.
Por
manera pues, el Señor Fiscal está sometido a las normas, como se infiere
lógicamente. Realizó la valoración
jurídica de los actos de la excontralora, que dirigió conscientemente su
conducta hacia un fin ilícito por conseguir.
Llevó a cabo la Fiscalía, una
actividad probatoria penal, además de ser de investigación, también de
demostración. Lo cierto del caso, es que
la Fiscalía le atribuyo entre otros hechos punibles dolosos: Peculado por
Apropiación; Interceptación ilegal; falsedad documental, etc. El Señor Fiscal Dr. Eduardo Montealegre, un
verdadero jurista, está batallando por el ideal que todos queremos y creemos
posible, no está juzgando a la excontralora, esto es de competencia de la Corte
Suprema de Justicia.
Está
este ejemplo de funcionario recobrando el prestigio de la justicia como símbolo
de la imperiosa majestad de la Ley Penal.
El
testimonio de la historia ha demostrado que la peor desgracia que puede
acontecerle a un pueblo, es la de vejar a su justicia. En este caso, este comportamiento lo ha
llevado a cabo una exigua minoría de la extrema derecha, la que no quiere ni la
paz ni la justicia.
Es
el momento en que el país debe reaccionar, asumir la personería de su destino
histórico y rescatar junto con el derecho a la vida, los valores éticos que
están siendo pisoteados, por la decadencia de ciertos individuos de la clase
dirigente de esa extrema derecha, que ha constituido la morralla de la historia
actual de la Patria con todas las claudicaciones e inequidades.
Art. para Bersoahoy.com
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
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6:36 p.m.
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Etiquetas: Excontralora, inmorelli
domingo, 21 de septiembre de 2014
La discusión en el congreso sobre los paramilitares y las Farc
Tomado de la Revista Semana
Cepeda y Uribe, ¿el debate del
año o del daño?
El mano a mano entre el
senador Cepeda y el expresidente Uribe no cambió la opinión de ningún colombiano.
Lo extraordinario del debate
sobre el paramilitarismo de la semana pasada en el Congreso de la República no
fue tanto el contenido como la historia de los protagonistas. El padre del
citante, Iván Cepeda, fue asesinado por los paramilitares. El del citado, el
expresidente Uribe, fue asesinado por las Farc. Esos trágicos antecedentes no
fueron los únicos que rodearon ese debate. El ministro del Interior, Juan
Fernando Cristo, y los senadores Carlos Fernando, Juan Manuel Galán y Rodrigo
Lara son asimismo hijos de hombres asesinados por guerrilleros y
narcotraficantes. Esa circunstancia dice más de los últimos 30 años de la
historia de Colombia que la andanada de acusaciones mutuas que se escuchó en el
recinto. (Ver recuadro: Una violencia que los dejó sin padres).
Los dos principales
protagonistas, Uribe y Cepeda, tienen razones para considerarse simultáneamente
ganadores y perdedores de ese mano a mano. De Iván Cepeda impresionó la
serenidad con que habló y la diligencia con que recopiló el pliego de cargos
contra Uribe. De Álvaro Uribe llamó la atención no solo su tradicional
elocuencia sino la indignación de inocente que reflejó ante las
acusaciones.
La intención de Cepeda era
demostrar los supuestos vínculos históricos del ahora senador Uribe con el
cartel de Medellín y los paramilitares. Para ello presentó documentos que
relacionan a Uribe y a su padre con el clan de los Ochoa y los Cifuentes Villa,
a quienes supuestamente les otorgó licencias de vuelo mientras fue director de
la Aeronáutica Civil. Para el senador de la izquierda los nexos del
expresidente con ellos antes de llegar a la Casa de Nariño fueron más allá de
la simple condición de compadres que compartían poesía, aguardiente y caballos.
También mencionó que Jaime Alberto Uribe Vélez, un hermano, tuvo algo más que
una relación sentimental con Dolly Cifuentes Villa, la mujer extraditada el año
pasado por haber sido el enlace del cartel de Sinaloa en Medellín. Luego
vinieron los videos y una puesta en escena de testimonios de paramilitares que
han señalado a Uribe de haber impulsado la conformación de las Convivir y
posteriormente las Autodefensas Unidas de Colombia. Leer en Revista Semana
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Bernardo Socha Acosta
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4:33 p.m.
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Etiquetas: Congreso, Discusión, Farc, paramilitares
lunes, 15 de septiembre de 2014
Una feria bonita para una ciudad bonita
Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
No se me ocurrió un título más acertado para la tarea de hoy. Hace unos años atrás y en una fecha muy parecida a esta, cuando inicia la feria de la Ciudad Bonita, la cosa no fue tan bonita porque el día de arranque del evento, váyanse decúbito abdominal, eran tantos los borrachos, la marihuana, el basuco, la perica, el jugo de tarántula, el ácido de batería, el chirrinche sabanero, el aguardiente mataburros y hasta el guarapo con lavadura de calzones de loca callejera, que el mismo día de la inauguración, decía, hubo nueve muertos, setecientos y pico de heridos y por los menos tres mil riñas callejeras reportadas oficialmente por la policía de Bucaramanga. No es por echarle cepillo al alcalde porque ese “parce” desde que le hice unas columnas invitando a la gente a que votara por él en los tiempos de su campaña a la alcaldía, nunca más me volvió a saludar. Pero lo cortés no quita lo valiente. Como no han pasado muchos años, es fácil recordar que Lucho Bohórquez fue el que le metió la mano al cuento de que a la feria esa de los borrachos esquizofrénicos de alcohol y tapiados de marihuana había que ponerle una cota superior. Había que demarcar un límite y ese límite no era más que humanizar la fiesta metiéndole cultura artística a la parranda de siempre.
Y veo que la cosa continuó porque las actividades culturales y artísticas del viernes en la tarde-noche en el parque Santander, para poner un ejemplo, estaban a la altura, no de Paris o de Budapest, pero sí a la de un pueblo medianamente culto y algo civilizado. No es que me crea un San Martín de Porres o un San Luis Gonzaga. No, señores. Lo que pasa es que estoy en la obligación ética y profesional de exaltar las cosas que están bien hechas y propugnar que eso siga ocurriendo. Por eso hay que señalar con el dedo no sólo al alcalde Lucho sino a todo su equipo de trabajo que es indiscutiblemente el más adecuado. Para la muestra un poco de botones. El ingeniero Francisco Centeno, por nombrar uno, lo sabe hacer muy bien, dirigir la Cultura de Bucaramanga, porque tiene muchos cuentos literarios metidos en la cabeza y mucho libros y muchas novelas de grandes escritores y cuando un ser humano tiene muchos libros en la cabeza entonces es un hombre culto que fácilmente cambia un arma de fuego, un cuchillo o un machete, por un libro o por una poesía. Claro porque se da cuenta fácilmente que es mejor ser romántico, social y apreciado, que ser un atarván, matón y despreciable. Mejor dicho Centeno es un hombre que sabe meter el cuento. Va pa’ esa.
El jefe de prensa y comunicaciones, Anibalito Morales como le digo yo con afecto desde los tiempos de la Universidad, otrora, también es otro verraco que como comunicador social- periodista, ha hecho de buena mano derecha del alcalde. De igual manera están Choco Ibarra, Edgar Sánchez y Néstor, no Jerez sino “jeros”, que siendo un arrastrao godo chulavita por allá de la vereda de Matemora en el municipio de Bolívar, desafortunadamente de Santander, conforman un equipo bacano con toda la gente del instituto de Cultura y Turismo que bien vale la pena relievar porque sus tareas han sido invaluablemente acertadas. Por eso la feria, que cambió tanto en contenidos y objetivos, ha venido progresando lenta pero inexorablemente. Ellos saben muy y eso enseñan y dan ejemplo: que sólo cambiando de mentalidad, cambiamos de actitud, y que así podremos, entre todos los que creemos en Colombia y en sus instituciones, y aún con los que no creen, hacer una Paz definitiva aunque nos demoremos un tiempo.
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Bernardo Socha Acosta
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Etiquetas: Ciudad, Feria, Trafugario
sábado, 6 de septiembre de 2014
Gloria eterna a Jairo Anibal Niño
Trafugario
Por: José Oscar Fajardo
El 10 de septiembre se cumple
un año más de la muerte de este gran escritor moniquireño nacido en mayo de
1941. Y como creador genial para las mentes tempranas de los niños de Colombia
y del mundo, al igual que Hans Cristian Andersen en la bella Dinamarca de
otrora, nadie ha podido reemplazarlos. Para celebrar este luctuoso pero
histórico acontecimiento, los coterráneos suyos que supieron valorarlo,
admirarlo y amarlo como el gran intelectual que fuera en su vida y para honor y
gloria de la ciudad y del país, crearon un grupo de trabajo al que le dieron el
nombre de Asociación la Cumbre, con objetivos realizables y claros y con
propósitos muy bien demarcados. Así se vistió de fiesta cultural que con
enormes réplicas de mariposas amarillas colgadas en las calles, parecían
merodear al paso errabundo de Mauricio Babilonia. Como ya terminó, puedo decir
que una fiesta de estas, pocas veces se ve porque fue un reinado majestuoso
donde las Bellas Artes se tomaron no solamente las calles, los teatros, los
auditorios y otros recintos, sino además los corazones de todas las gentes. Y
las Bellas Artes tienen el mágico poder de la lámpara de Aladino de hacer olvidar
los odios y auyentar las guerras y además, adornar con guirnaldas de colores
los campos de la Paz.
No puedo pasar por alto, entre
tantas otras cosas bellas, una exposición pictórica de un pintor oriundo de
Corozal en el Departamento de Sucre, que con la magia del colorido y de sus
pinceladas maestras, le dio vida a los sueños y a la historia de Colombia y de
América, porque la obra del maestro Alfredo Vivero, ese es su nombre de pila,
es un viaje constante a través de la historia indígena del continente entero. Son
hombres, mujeres, animales, mitos, leyendas y paisajes alucinantes que se
convierten en un poema indígena con trazos fuertes y colores mágicos. La
métrica pictórica que contiene su obra, cuenta la leyenda perdida u olvidada de
los pueblos sufridos. Que no se deben
dejar al garete en el pasado porque constituye nuestra historia, fantástica,
narrada en los lienzos, y que viaja en
una máquina del tiempo para, de esta manera, alucinar nuestras mentes. También
había exposición de cine y allí estaba mi amiga directora Carolina Muñoz con
sus dos cortos metrajes en ristre. Había poetas y escritores y por allí también
estaba yo con mi costal de escritos al hombro. Había declamadores y cantores y
música de todos los géneros. Todo fue bello en esa bella villa.
Pero yo estaba muy desolado y
a la vez sentía una envidia frustrante. Claro porque llevo más de quince años
tratando por todos los medios de hacer
un encuentro nacional de escritores como éste, y no he podido lograrlo. Siempre
me ponen cortapisas y me atraviesan un palo en la rueda. Por eso nunca he
podido montar en el caballo de Troya para generar cambios culturales que tanto
le hacen falta a El manicomio más grande del mundo, hoy conocida en los predios
internacionales como Crazy Port. Siempre me replican que, “para eso no hay
plata”, como si escribir literatura fuera delincuencia social y como si las
Bellas Artes fueran una sinvegüencería de vicio y corrupción de la que a toda
costa hay que proteger a los muchachos. Que horror. La última vez que me vi con
Fernando Soto Aparicio, con Jesús Stapper, con José Luis Díaz Granados y otros,
les dije que de este año no pasaba pero ahora me da “oso” con ellos porque sin
lugar a dudas, este año volví a irme en volqueta. Con el rabo entre las piernas
como si cultivar el Arte fuera corromper la gente y como si los escritores
olieran a aceite de bacalao. Eso es Paz.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
10:54 a.m.
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Etiquetas: eterna, gloria, Jairo-Niño
miércoles, 3 de septiembre de 2014
Fanatismo Vesánico y Cruel
Por: Gerardo Delgado Silva.
En la década de 1930, surgió
la doctrina del Nazismo. Hinderrburg nombró a Hitler Canciller, quien tenía el
Partido más numeroso y fuerte de Alemania el Nacionalismo (NAZI), al morir
aquel, Hitler se convirtió en Führer (Caudillo) del Tercer Reich (1934). Hitler tenía una mente corriente, pero había
sido dotado de las condiciones del demagogo y del trapacero, su inspiración,
parece haber estado limitada a dos ideas que eran ambas producto de una mente y
un corazón estrechos. Anexionaría al
Reich Alemán, la mayor cantidad posible de territorio conquistado que tuviese
alguna perspectiva de ser capaz de asimilar.
El resto de Europa, – aliados, satélites, y pueblos conquistados por igual – sería
reducido a un Estado servil, infrahumano en sus categorías más bajas, dentro
del hipertrofiado imperio colonial europeo del Reich Alemán.
La Ideología Nazi, con su
espíritu de obediencia ciega al “Líder”, su odio a las minorías raciales y
políticas, sus apetitos de conquista y dominación y su exaltación del Pueblo
Alemán y de la Raza Nórdica, ejerció en los jóvenes, una atracción emocional
poderosa, los ganó para la causa Nazi y los transformó en luchadores y
creyentes apasionados.
El Estado Nazi se organizó
sobre la base de la existencia de un Partido Único – el Nacional Socialista –
cuya doctrina elaboró en gran parte el Doctor Rosenberg. Para pertenecer a él, se requería ser Ario
Puro, esto es, no tener ningún antepasado judío, y sus miembros debían obedecer
ciegamente las órdenes del Führer, o Conductor, que no tenía que dar cuenta de
sus actos a nadie.
Los Campos de Concentración y
las Cárceles comenzaron a reunir a los que no querían convencerse rápidamente
de la bondad del Régimen.
Mediante diversas
organizaciones, el Frente de Trabajo y la llamada hacia la fuerza por la
alegría, se aglutinaron las masas populares, sobre cuya infancia y juventud
realizaron una sistemática labor de uniformización y otros organismos
diestramente dirigidos. La conducta de
los Nazis superó todo lo imaginable en cuanto a brutalidad organizada. Una ola de torturas brutales, ejecuciones,
secuestros, deportaciones, trabajos forzados, y genocidios, en quienes no
fueran Arios Puros.
Ahora, paradojalmente la faceta más fanática y
cruel surge de Israel, en un ciclo histórico iniciado con el terror y sus
secuelas de una sociedad atrapada en las mallas del miedo, confundiendo a los
niños en sus escuelas deliberadamente, con el mundo enemigo árabe, no obstante
ser dos representantes sobrevivientes del pueblo semita, los árabes en mayor
medida que los judíos.
Son desalmados, y la muerte
horrenda que se ha desatado en Gaza, produce escalofrío. Increíble en personas como los judíos que
sufrieron como ya señalábamos, tantos vejámenes. Es un abismo insondable.
Por eso creemos justo que el
mundo pida una decisión que apacigüe las aguas, calme las iras y a la vez
aclare el porvenir de la Paz Mundial.
Ojalá nos equivoquemos, pero está realmente en peligro.
Porque las furias del Averno,
se han desatado con el impacto tenebroso que pretende arroyar la dignidad del
ser humano con el impacto tenebroso de abrir las puertas a otra Guerra Mundial,
una Hecatombe.
En Gaza, se está viviendo la
faceta más fanática y cruel en una mezcla insidiosa, por intencionada y
malévola. Fanatismo de los Israelitas y
Palestinos, de gentes dispuestas a morir matando, fruto a su vez del terror de
las miserias e iniquidades con el mundo pobre.
En uno de sus preclaros
pensamientos, referido a otro acontecer dramático, pero aplicable a esta
tormenta, Saramago dijo en Bogotá: “… Lo que estamos viviendo no es un designio
Divino de obligado cumplimiento: Es la consecuencia de políticas abyectas que hay
que remediar…”.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
6:11 p.m.
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