sábado, 17 de abril de 2021
Un Reto sin Precedentes
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
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4:55 p.m.
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lunes, 12 de abril de 2021
El atropello miserable que traerá la Reforma Tributaria
Por: Bernardo Socha Acosta
La mayoría de
los colombianos se sienten ofendidos con la actitud del presidente de la
república que intenta hacer creer y pasar por el Congreso de la república un
proyecto de Ley de REFORMA TRIBUTARIA, con el engaño de un proyecto de
solidaridad.
En este
proyecto como en otros de este
carácter, lo único que ha hecho el gobierno es rebajarles obligaciones
tributarias a los grandes capitales y condenar a las familias trabajadoras a
pagar más impuestos para cubrir la fronda burocrática y tapar los huecos que
han dejado los ladrones de cuello blanco que han esquilmado o devorado el
dinero que pagan los pobres en impuestos.
Para que la
Reforma Tributaria que está promoviendo el gobierno no se convierta en el mayor caldo de cultivo
de un ALZAMIENTO POPULAR, esa reforma
deberá seguir las recomendaciones que hicieron el Fondo Monetario Internacional
–FMI- y la CEPAL, en el sentido de gravar los patrimonios de los más ricos.
Los expertos
en materia tributaria han dicho que en esta reforma se deben establecer
impuestos al patrimonio que sean de forma progresiva y por encima del 1% que es
el actual. Los analistas sostienen que los RICOS en Colombia no pagan tasas ni siquiera
del 10%.
Aseguran
igualmente los expertos que la actual estructura tributaria, está diseñada para
que los pobres paguen más que los ricos.
El estudio de
la comisión de expertos reseñando un gráfico (no está aquí) dice …
Los de menos ingresos pagan un poco más que personas
de ingreso medio, la primera señal de
inequidad. La línea muestra que los
más ricos de los ricos pagan renta,
un valor cercano al 2 por ciento de sus ingresos. El mismo porcentaje que pagan
los contribuyentes que ganan un poco menos…
En el artículo publicado por la Silla Vacía, se
afirma…
Agujeros del sistema y trampas
La principal
razón por la que los más ricos terminan pagando menos impuestos que los de
menores ingresos, tiene que ver con que los ingresos de unos son distintos a
los ingresos de los otros, y se gravan de manera distinta. En particular, entre
más ingresos tiene un contribuyente, menos depende de su salario, y más de lo
que la Dian llama ingresos no laborales.
Es tanta la desproporción tributaria que hay en Colombia, que un artículo de la experta, María
Carolina Ramírez Bonilla, publicado en la República, sostiene que Los impuestos
que pagan los ricos no representan ni 5% del valor de su renta. La misma
experta observa cómo es este tratamiento en los Estados Unidos y Europa, donde
hay equidad tributaria.
Frente a
todos estos argumento y consideraciones, los colombianos le piden al primer
mandatario de la nación, que no los pretenda
engañar, poniéndole nombres sofisticados a la Reforma tributaria y si ha de
ser para esquilmar aún más a los pobres, que desista de un proyecto que resulta
inapropiado en medio de la situación que viven países como Colombia, debido a
la pandemia.
Con el
interés que el presidente le ha puesto al proyecto de Reforma Tributaria,
pareciera que no ve la hora de sacarle más impuestos al pueblo y llevarle más beneficio
y riqueza a los grandes capitalistas.
Ahora solo
falta que el Congreso de la república respalde semejante despropósito del
gobierno, de atropellar los más desprotegidos, que son, un 70% de colombianos a
quienes les ha caído toda clase de plagas,
incluyendo las pasadas Reformas Tributarias que ya aplicó este gobierno y que,
como si fuera poco, quiere seguir congraciándose ante los poderosos y
descargando sus desmedidos apetitos feudatarios contra el pueblo trabajador que
muchas veces tiene que pasar hambre y ver con tristeza cómo cada día se suman en
la peor miseria. Esquer pretender con esta Reforma cobrarle impuestos a una
persona que gane más de 2 millones de pesos mensuales, es la más clara demostración
de atropello MISERABLE.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
5:30 p.m.
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Herramientas para una Paz amenazada
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Bernardo Socha Acosta
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9:41 a.m.
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martes, 6 de abril de 2021
La Disyuntiva en las Elecciones del 2022
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Bernardo Socha Acosta
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6:12 p.m.
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sábado, 20 de marzo de 2021
Que la Corte Suprema dé ejemplo
Nada tenía que decir el
magistrado Hernández y al hacerlo violó intencional y descaradamente sus
obligaciones y deberes de imparcialidad e independencia, consustanciales a la
recta administración de justicia y por ello a su indeclinable legitimidad. Sus
afirmaciones constituyen reprobable e inaceptable intimidación a la juez
competente y a su independencia, por ser ella subalterna suya en la
organización jerárquica del aparato judicial colombiano. Con ello, solo revela
sus pasiones políticas, sus sesgos ideológicos y las malquerencias que ellos
engendran, que con anterioridad había desplegado, junto a su colega Barceló en
insólita entrevista en reconocida cadena televisiva. No es ese comportamiento
correcto, aceptable y legitimo en quien desempeña la presidencia de la más alta
Corte de la Jurisdicción Ordinaria en Colombia.
Con su indebida e inapropiada
intervención no solo vulneró la garantía constitucional al debido proceso,
derecho fundamental de todo ciudadano inmerso en procedimientos judiciales y
administrativos en Colombia, sino también los estándares internacionales sobre
independencia judicial reconocidos por la ONU, y con ello pretendió afectar la
integridad moral de la Fiscalía y de la defensa, lo que al menos constituye
falta disciplinaria gravísima a título de dolo. No se trata de un desliz
ocasional, sino de una actitud que riñe con los más altos estándares éticos y
profesionales de quien ostenta la representación de la Corte Suprema de
Justicia y que contribuye al malhadado declive de la institución que hoy
sospecha con inquietud la ciudadanía colombiana.
Es, por lo tanto, una actitud
que no se debe pasar por alto. Vivimos ciertamente tiempos de incertidumbre que
reclaman conductas apropiadas y legitimas en quienes integran y conducen las
instituciones colombianas. Tiempos azarosos exigen personas que en sus
conductas obedezcan a las más altas cumbres de probidad, competencia, saber y
capacidad para mantener la cohesión de la nación. No podemos resignarnos al
manejo errático de las autoridades en quienes depositamos la capacidad de
preservar la integridad de nuestras instituciones, fortalecer nuestra
democracia, consolidar nuestros derechos fundamentales y auspiciar tolerancia,
dignidad y convivencia entre todos nosotros.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
4:29 p.m.
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sábado, 13 de marzo de 2021
La Conducción Legitima de las Hostilidades
El reciente de bombardeo a un
campamento de las disidencias de las Farc-Ep al mando de alias “Gentil Duarte”
que produjo 12 bajas en las filas de la organización criminal, entre ellas al
menos la de un menor de edad, revivió la controversia sobre la legalidad de
operaciones armadas en las que resulten comprometidos menores de edad víctimas
del delito de reclutamiento de forzado por parte de sus captores.
Con el objeto de hacer
claridad sobre la legitimidad de la acción militar y responder a las falaces
opiniones de sus críticos, conviene hacer claridad sobre el marco normativo
aplicable a esas operaciones. En el ordenamiento interno, el Código de la
Infancia y la Adolescencia y el Código Penal prohíben y sancionan el
reclutamiento de menores por grupos armados ilegales. Por su parte, el Derecho
Internacional Humanitario prohíbe el reclutamiento de los menores de 15 años en
los conflictos armados, tipificado por el Tratado de Roma como un crimen de
guerra no susceptible de amnistía e indulto. Y los Protocoles adicionales al Convenio de
Ginebra regulan los principios rectores y la conducción de las hostilidades en
los conflictos armados de carácter internacional o interno, que atañen al
objetivo militar, al concepto de ventaja militar y a los principios de
distinción y de proporcionalidad en el ataque. Todos ellos fueron debidamente
observados por las Fuerzas Mllitares. El principio de distinción obliga a las
partes a diferenciar siempre entre población civil y combatientes y a no
dirigir ataques contra la población civil o contra civiles que no participen
directamente en las hostilidades. El
reclutamiento de menores conlleva el constreñimiento a la víctima para
participar activamente en las hostilidades y la convierte en objetivo militar,
como que su baja, neutralización total o parcial, o captura, ofrece una ventaja
militar definida. Son objetivos militares legítimos las posiciones que
alberguen combatientes, sus materiales y armamentos, medios de transporte y
comunicaciones militares. Hubo proporcionalidad en el ataque porque no hubo muertos
ni heridos entre la población civil, ni daños a bienes civiles que hicieran
excesiva la ventaja militar concreta y directa prevista.
Toda
la algarabía que se ha nuevamente desplegado apunta maliciosa y simultáneamente
a acrecentar el oprobioso reclutamiento de menores con la finalidad de levantar
escudos humanos que impidan las acciones militares de la fuerza pública. Constituye
la más atroz y vituperable estrategia de los delincuentes para proteger sus
vidas y acciones violentas, mediante el sacrifico de vidas inocentes, sea por
canalla ajusticiamiento o por su conversión en carne de cañón. La inmensa mayoría ni siquiera alcanzará a
conocer el triste destino de “Gabino” y del mismo “Gentil Duarte” reclutados
cuando niños y hoy avezados criminales protegidos por una cohorte de antiguos
subversivos o sus cómplices, que ahora pretenden fungir como los adalides de
los derechos humanos y de la democracia.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
5:21 p.m.
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sábado, 6 de marzo de 2021
Superar la Estrategia del Caracol
Mario González Vargas
Claudia López ha resuelto
controvertir en vez de gestionar y administrar. Enfrentó la pandemia con
improvisaciones que pretendió ocultar con su permanente rencilla con el
presidente y su gabinete, actitudes que siguen cobrando vidas en la ciudad y que
representan la mayoría de las muertes en Colombia. La seguridad ciudadana se
descompuso al ritmo de su inquina con la Policía, cuya labor sistemáticamente
obstaculiza y procura demonizar y deslegitimar. Los subsidios y ayudas se
entregan a manera de dádiva y sus destinatarios son reprendidos y humillados en
el ejercicio de sus labores de subsistencia. La ejecución de sus programas se concentró
en superar a Petro en el reparto de mermelada y su único galardón ha sido el de
sus retractaciones por mandato judicial.
El novel alcalde de Medellín
no obra por impulsos temperamentales, sino con el claro propósito de subsumir
lo privado en lo público en obedecimiento a su credo ideológico, mediante la
ejecución de las herramientas procedimentales necesarias para tal efecto. No
importa que con ello amenace la prosperidad de la ciudad construida gracias a la
colaboración del sector privado en la realización de las políticas públicas y
en la satisfacción de los servicios al ciudadano. Allí, ni el alarde
tecnológico del alcalde logró contener la propagación del virus y su enorme
costo en vidas. Allí, también, revivió la mermelada que se dispensa a raudales
a quienes comparten su agenda y objetivos, sin que tampoco lograra combatir la
inseguridad y la delincuencia que diariamente golpea e intimida al ciudadano.
En Cali, el alcalde ha
resuelto espantar los flagelos del virus y de la inseguridad con otros programas,
pero igualmente ineficientes, buscando conjurar sus efectos con un relajamiento
permisivo ante la fiesta y la rumba, seguramente considerados antídotos ante
las amenazas presentes.
Las políticas en las tres
ciudades parecen la aplicación de la “estrategia del caracol” que permite el
desmantelamiento de la casa, con conservación de su fachada, hasta la hora de
su destrucción final. Podría inspirar las propuestas presidenciales
progresistas en las que Colombia Humana suscita miedos y la batuta indecisa y
etérea de Fajardo despierta incertidumbre, porque en esos lares el canon
ideológico prima sobre la realidad.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
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4:06 p.m.
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sábado, 27 de febrero de 2021
Luces y Sombras de las Elecciones del 2022
Mario González Vargas
El llamado reciente a la
conformación de una amplia baraja de precandidatos a la presidencia de la
república ilustra bien las incertidumbres y desafíos que marcarán un proceso
inédito, muy diferente a los que se vivieron en pasadas coyunturas. Hoy, no solamente
se exige respuesta certera a la imprevisible y costosa pandemia que afecta a
toda la humanidad, sino que también se confrontan pesadas herencias que
dificultan las respuestas transformadoras que demandan sociedades impacientes
en la procura de nuevos horizontes.
Todo ello demanda nuevas
visiones y estrategias que apenas se perciben, pero que determinarán para bien
o para mal el futuro del país, y explican la elaboración de nuevos temarios y
la configuración de las etapas del proceso y de las reagrupaciones de las
fuerzas sociales y políticas y sus expresiones partidistas. La confrontación se
dará, no solamente en los temas de urgencia manifiesta, como la vacunación y
reactivación económica, o el flagelo de la corrupción, o las amenazas
crecientes a la seguridad ciudadana y nacional, o la ausencia de control del
Estado de todo el territorio y su monopolio de la fuerza legítima, o el
desarrollo regional y las autonomías requeridas, sino que también estará
inscrita en un tinglado global de choques de culturas y civilizaciones a las
que parece imposible escapar.
Difícil será reducir el
escenario a conceptos de un pasado que expira, como los de izquierda, centro y
derecha, o a personalizaciones en nombres de líderes políticos, por importante
que sean, porque hoy dificultan los acuerdos para dar solución a las urgencias
presentes y con ello debilitan la identificación y comprensión de los cambios
que asoman.
Esta parece ser la tendencia
que prevalece en la nómina y propósitos de los que asoman a candidatos a la
primera magistratura, con excepción de Colombia Humana que insiste en
caudillismo y populismo como instrumentos de campaña y de gobierno. El
Conservatismo acaba de sumar cinco nombres a la lista ya conocida del Centro
Democrático, a la de importantes exgobernadores y exalcaldes voceros de
regiones del país, al nombre de la directora del partido de la U, elenco que
podría verse acrecentado por otras postulaciones que reforzarían el carácter
nacional de su presentación y enriquecerían la calidad de la oferta
programática que resulte de su proceso de escogencia. Por su parte, la Alianza
Verde, sectores disidentes del liberalismo y el excandidato Sergio Fajardo,
exploran mecanismo de escogencia de su candidato y trabajan en la elaboración
de una plataforma común.
Estas circunstancias indican
el acertado comienzo de un proceso democrático de escogencia de candidatos, representantes
de vastos sectores de opinión, que aporta legitimidad y libertad al certamen
electoral, que tendrá que confrontar y superar las amenazas que se ciernen por
la intromisión disruptiva por parte de organizaciones políticas internacionales
como de estados hemisféricos, unidos por intereses ideológicos que pretenden
universalizar. Es la amenaza naciente de un Estado Global con una ideología
global y un gobierno de igual naturaleza que responde a una utopía en el pasado
derrotada, pero no extinta.
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Bernardo Socha Acosta
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6:00 p.m.
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jueves, 18 de febrero de 2021
El afán politiquero en iniciación de la vacunación covid
Es que nadie puede ni soportar
ni imaginarse semejante despliegue publicitario, que quizás le hizo más daño que
beneficio a los medios televisivos, porque muchos colombianos ya cansados de
escuchar y de ver tanta propaganda y
pocos resultados, preferían no mirar esos espacios y apagar sus equipos.
Ver a todos los políticos de
los partidos de gobierno posando como concursantes de algo que, en cambio de
simpatizar, repudiaba a los ciudadanos, no se había visto jamás en Colombia.
Es que no se justificaba que hicieran
semejante desplazamiento de comitivas hacia departamentos, no precisamente de los
que padecen de aislamiento gubernamental, como el Chocó y el Cauca, sino a
otras zonas.
Pero el sitio donde se iniciara
la aplicación de las dosis de la vacuna, era lo de menos. Lo repugnante para
los colombianos fue ver cómo se hizo
meloseria política con propósitos maquiavélicos.
Y las aplicaciones de vacuna
que se está haciendo es para personal ubicado en la primera línea de la
situación de la pandemia. Si el afán
politiquero sigue descarándose y
no hay nada ni nadie que lo vigile, no se sabe a dónde vamos a llegar los
colombianos en esta jornada que busca controlar uno de los contagios más mortales
que se haya visto en la historia del mundo.
Los colombianos temen que la
bárbara y desaforada politiquería en este país, resulte siendo más mortífera
que la misma pandemia de coronavirus.
bersoa@hotmail.com
Este video de Daniel Samper es la más viva y cruda realidad que adjuntamos por ser tan didáctico. Este es el enlace al video: https://fb.watch/3QQYOFYeEK/
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Bernardo Socha Acosta
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5:44 p.m.
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Los objetivos perversos de un memorando
Mario González Vargas
Cuba, desde el ascenso al
poder de Fidel Castro, ha ejecutado una política intervencionista y terrorista
en toda Latinoamérica que le garantice supervivencia más allá de los cambios
que se surtan en el escenario mundial. Fue el difusor de la utopía comunista y
protector y abastecedor de las guerrillas que se conformaron en el marco de la
Guerra Fría, sin que la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS
alterara su actitud. Apadrinó a Salvador Allende en Chile, aleccionó y
adoctrinó al Frente Farabundo Martí en el Salvador, al Sandinisno en Nicaragua,
a la UNRG en Guatemala, al ELN, las FARC-EP y el M-19 en Colombia y estableció
filiación paterna con Hugo Chaves y Maduro en Venezuela. Supo ajustarse a los
procesos de paz en Centroamérica y Colombia, trocando las armas por astuta
diplomacia, que lo convirtió en impulsor malicioso de negociaciones de paz en el
caso de Colombia y las Farc.Ep, y en garante parcializado en las fallidas
negociaciones de Colombia y el ELN. No cabe duda de que entendió que en la
política exterior están vedados los sentimientos y prevalecen siempre los
intereses.
Por ello, sorprendió el
reciente memorando del embajador cubano en Colombia, en el que alertaba al
gobierno sobre un supuesto ataque del ELN en Bogotá, cuya “verosimilitud” no
estaban en condiciones de evaluar, pero con la salvedad de que “la delegación
del ELN en la Habana no tenía ningún involucramiento en las decisiones
militares”. Llama la atención el inusual comportamiento del embajador, un
avezado personaje en tareas de inteligencia, quien, al develar la ignorancia de
sus huéspedes en las decisiones militares de su bandería, los descalifica como
negociadores de paz. También asombra que se negara a aportar cualquier
información adicional a la cancillería colombiana, lo que a todas luces
constituye una actitud “inaceptable”.
¡Que pretende el gobierno
cubano? La respuesta no será reverdecer el amor de Cuba por la paz en Colombia,
como pretenden los conspicuos representantes del progresismo colombiano en sus
frecuentes trances de irreverente cinismo. Convencer a los Estados Unidos de que
Cuba no es un Estado terrorista, requiere mucho más que la divulgación de una
noticia sin información que le confiera, aunque sea, apariencia de veracidad. Inducir
a Colombia a no insistir en su solicitud de extradición de los capos elenos
consentidos en la Habana, sería pueril iniciativa impropia de la experiencia y
malicia del régimen dictatorial cubano. Convencer a Colombia de la división de
los órganos de mando elenos, equivaldría a hacer inviable cualquier
negociación.
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Bernardo Socha Acosta
en
5:41 p.m.
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domingo, 14 de febrero de 2021
La violencia en las ciudades con atracos y asesinatos
Por: Bernardo Socha Acosta
Cerrar los ojos a la realidad,
es el peor de los engaños que persona alguna puede cometer frente a sí mismo, o
frente a la familia y mucho peor frente a una sociedad que se debate en situación
de violencia nacional, como la que estamos viviendo ya en las grandes ciudades
con los atracos y asesinatos permanentes de tantos personas y parece que no pasa
nada.
A pesar de la teoría neuronal,
en el sentido de cerrar los ojos para
poder ver mejor las cosas con el corazón, para muchos políticos que están dominados por la avaricia de poder y la
fama, no les funciona esta teoría, porque están embelesados mirando un poco con
retrovisor y otro tanto con una lupa
engañosa, empeñados en promover sus propios intereses y hasta hacer juicios
que falsamente les trae réditos, que no
les sirve sino para entorpecer lo poco que tratan de proyectar, algunas pocas personas
de la frondas burocráticas que actúan con sensatez.
En nuestro país es lo que a
menudo ocurre y quienes están frente al
poder, ya sea en el legislativo o en la rama ejecutiva, cierran
los ojos y se olvidan de sus obligaciones y de lo que está pasando en el
territorio y se ofuscan cuando alguien se atreve a mostrar la realidad
nacional, en cambio de aceptar que están ocurriendo hechos muy graves y
que se requiere, no de actuar independientemente, sino en un gran bloque multipartidista
y gremial, como lo han propuesto visionarias personalidades que tienen toda la
experiencia en la gobernabilidad. Pero
infortunadamente la arrogancia, la petulancia y el falso orgullo, impide que
las cosas buenas ocurran.
En el poder ejecutivo no se ha querido aceptar que amplias zonas del
territorio colombiano estén amenazadas por hechos violentos, hechos de los
cuales no se puede cerrar los ojos. Las grandes ciudades están en manos de las
más peligrosas bandas de hampones que roban y que matan sin que haya una
actuación sensata de las ramas del poder. ¿Están adormecidos? O, más bien
pareciera que actuaran en actitud cómplice, que nadie podría creer.
Lo que está ocurriendo en las
grandes ciudades es el apocalipsis de la gravedad, de lo
que puede provenir, si no se actúa a tiempo para evitar que los males
prosperen. Esas graves y peligrosas amenazas, tienen que ver con una eventual forma
de defensa personal violenta, lo que provocaría un descuaderna-miento de las
instituciones. Volveríamos a la triste conformación de escuadrones de defensa
contra el hampa, que surgirían, si no
hay respuesta oportuna de las autoridades.
La policía sola no puede hacer
nada, los fiscales tampoco, y los jueces están maniatados, con unos vetustos códigos
que teóricamente defienden a la delincuencia mientras el país va al
abismo.
Y los integrantes de las ramas
legislativa y ejecutiva, como son los
privilegiados de la sociedad de nuestro país que se desplazan por donde quieran
en carros blindados, cierra los ojos y dicen
que no está pasando nada, mientras la problemática crece y se represa. Qué
pasará cuando esta situación no aguante más, porque hemos cerrado los ojos
desgraciadamente a la realidad.
Los gobiernos de turno no
pueden darse el lujo de considerarse autosuficientes para enfrentar el cúmulo
de problemas que vive un país como Colombia. Rechazar una oferta de
colaboración de sectores que por la experiencia tienen mayores propuestas, no
es sensato ni acorde con las necesidades.
Y, ya que hablamos de la
actualidad nacional, con su nefasta problemática y con el respeto que se merece
un jefe de estado, produce cierta desazón cuando nuestro presidente hace sus
alocuciones y tras mostrar solo las bellezas de Colombia, en algunas de sus intervenciones,
en cambio de reseñar el realismo de lo que vivimos, mira el retrovisor y dice
con notoria presunción, que en este gobierno se ha hecho esto y aquello… sin esperar a cambio premios… A qué se estará
refiriendo… Cualquier ciudadano desea es que un jefe de estado, entre más cosas
buenas haga, muestre más humilde y espíritu de servicio por su pueblo.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
12:28 p.m.
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Un informe inane para un futuro incierto
Mario González Vargas
La misión internacional de
expertos conformada por la OMS, acaba de entregar su informe sobre los orígenes
de la pandemia que todos padecemos, sin lograr resultados concretos que
expliquen la aparición del virus y contribuyan a su erradicación. A decir
verdad, no se esperaba mucho de las conclusiones de la misión en razón del
elevado escepticismo que afecta a la OMS, considerada una institución ineficiente
y politizada, y en virtud de la cantidad de condiciones exigidas por la China
cuya satisfacción fue necesaria para la concesión del permiso de ingreso a su
territorio. Las conclusiones del informe confirmaron con creces estas
percepciones, como que en ellas no se determinó el origen del virus, que sigue
siendo un misterio, solo se formularon hipótesis y sugerencias que poco o nada
responden al objeto de su misión, y únicamente se afirma la ausencia de pruebas
que indiquen que el virus se propagó en China antes del diciembre de 2019. El
libreto completo del gobierno de Xi Jin Ping.
La incertidumbre sigue
reinando y se ve potenciada por la incapacidad de afrontar la pandemia con una
estrategia común que sustituya la estéril y costosa pretensión de conjurarla con
iniciativas propias y circunscritas a las fronteras de cada estado. Esa es una
opción destinada al fracaso porque se limita a la protección de las poblaciones
de cada nación y estimula la insolidaridad y egoísmo de los más ricos, sin
entender que el virus y las variedades de sus mutaciones desconocen las
fronteras y encuentran en esa falencia terreno propicio a su circulación y
contaminación. Por otra parte, no se
puede ignorar que las variantes del virus pueden afectar la eficacia de las
vacunas disponibles, todas de carácter experimental, y predecir situaciones
apocalípticas imposibles de evitar con la estrechez de espíritu de visiones reducidas
a los contextos nacionales Estaríamos ad portas de convertir la covid 19 en una
enfermedad endémica con presencia en todo el orbe y en todo momento. Por ello,
el principal reto es el de acelerar la producción de vacunas que respondan a
las mutaciones del virus y garantizar que lleguen hasta el más recóndito lugar
de la tierra. Todo ello exige una concertación global y una disposición
indeclinable para asegurar que cada persona tenga acceso a las vacunas en
condiciones de igualdad y oportunidad. Aún el controvertido director de la OMS
es consciente de que nos encontramos al borde de una hecatombe humana y moral
si llegasen a prevalecer los intereses de unos sobre la vida de todos. El
tiempo apremia para que varias generaciones no sean las víctimas de la ceguera
e inconciencia de los gobernantes de hoy. Si se vence a la pandemia un nuevo
mundo podría abrirse paso, más consciente de que ninguno escapará a los efectos
de la irracionalidad en la conservación de la especie humana.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
11:35 a.m.
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