OTRO HIT DEL ALCALDE FERNANDO VARGAS
“Se creará un punto de fabricación de Softward acá en Bucaramanga, por ahora, aplicado a fines universitarios, y se escogió esta ciudad porque es una comunidad que dispone de mucho material humano de alto rendimiento y magníficas cualidades de inteligencia, y a la vez porque dispone de varios centros universitarios con disciplinas de alto rango en las ingenierías de Sistemas, Electrónica, Mecatrónica, Industrial y demás carreras afines”. Con este cabezote de discurso el alcalde Fernando Vargas dio por inaugurado un centro de producción de Softward, es decir, de aquellos insumos intangibles y metodologías que son necesarios con el fin de hacer de los computadores una herramienta para el desarrollo del conocimiento y la tecnología. Por eso yo le puse ese título a la columna de este domingo.
Porque sin lugar a dudas es un verdadero acierto o un hit, dirían en las grandes ligas de beisbol, dado que con tales programas nos vamos asomando efectivamente a la verdadera tecnología. El alcalde Fernando Vargas dijo una cosa que me pareció bastante certera y adecuada: “Cuando se maneja el conocimiento se maneja la tecnología, y cuando se maneja la tecnología es más fácil combatir la pobreza”. Al fin y al cabo el alcalde Fernando Vargas es ingeniero de Sistemas y los técnicos le llevan esa enorme ventaja a otro tipo de administradores del Estado: que son inobjetablemente pragmáticos. Dicha pragmatismo los hace alejarse un poco del cuento político y de la verborrea que a la final no crean sino mundos de ilusiones y océanos de fantasías como cuando uno le propone amores a la luna.
Porque ese relato metafísico es muy bello y muy alucinante pero en la literatura de García Márquez, por ejemplo. En la vida dialéctica de los hombres, esa carreta falsa de salud, empleo, vivienda y educación, repito, sólo deja tristezas y resquemores. Cada día la gente del común se vuelve más pobre y los pobres más paupérrimos hasta llegar a una condición mendicante. Me gustó mucho porque repitió en varias ocasiones que los colombianos, sobre todos los santandereanos, somos muy inteligentes. Eso es cierto y por eso la Universidad Industrial de Santander, hoy por hoy, figura como unas de las más importantes y connotadas escuelas de ingeniería en toda Colombia y de golpe en América latina. Y a la zaga, ahí respirándole en la nuca en la carrera por la excelencia, están la Universidad de Santander, la U de Santo Tomás, la Cooperativa de Colombia, la Manuela Beltrán y otros claustros de enseñanza media y de tecnologías, como el Sena, que cada día que pasa preparan la gente para un fututo más promisorio de los profesionales del mañana. Me llamó mucho la atención que el alcalde Fernando Vargas hizo alusión, quién lo creyera por el momento y el sitio y el tipo de reunión, que había que pararle bolas a los problemas con Venezuela y con Ecuador, porque no solamente eran nuestros hermanos de ancestro y cultura, sino porque con ellos había un intercambio comercial no desde ayer sino desde que existe la historia de los dos países. Incluso nombró a Bolivia, otra hermana de La Gran Colombia, de una manera generosa.
En eso tiene toda la razón el alcalde Fernando Vargas. Y no una simple razón por salir del paso sino por una filosofía profunda en lo político, en lo económico y en lo cultural. Y al igual que el gobernador de Santander, doctor Horacio Serpa, de quien hablaré próximamente, abrió las puertas para que, en cualquier momento y cuando exista la voluntad de los mandatarios de ambos países, en Bucaramanga se den los diálogos para la paz y la amistad entre esas naciones. El doctor Santos Pabón, delegado de la Organización Comunitaria Universitaria, OCU, entidad española que realizará el proyecto, habló de las variables y los factores que se tuvieron en cuenta para que fuera esta ciudad la cuna del proyecto. Entre tantas cosas bellas que habló de Bucaramanga, hizo un énfasis especial no sólo en la belleza de la ciudad y su enorme potencialidad, sino sobre la belleza de sus mujeres de quienes hizo los mejores elogios. Por eso me atrevo a decir, y sé con toda la certeza, que no estoy equivocado, que es otro gran hit que se anota el alcalde de la ciudad bonita. Volver a Inicio
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