Las luchas y buenas intenciones de esos patriarcas
del partido, entre ellos de los más recientes, Rafael Uribe y Alfonso López
Pumarejo quedaron sepultados para el liberalismo.
Pero afortunadamente que dentro de ese partido
hay todavía verdaderos dirigentes con mentes abiertas y progresistas que no se
dejan llevar como sumisos ejemplares al
matadero, sino que se independizan y no se arrodillan, demostrando la verdadera
filosofía liberal para velar por sus simpatizantes.
Hoy el llamado jefe del liberalismo quedó
reducido y absorto por un movimiento que va en retroceso por sus mismas
acciones equivocadas del pasado, de sus jerarcas, pero que, en una de sus “jagaditas”, puso
de estandarte a un dirigente que al parecer se avergonzó de presentar su nombre
de pila a consideración del pueblo y propaga sus propuestas bajo seudónimo. Eso no está muy claro y no es sino retornar a los actos de corrupción que tienen a Colombia en la ruina. Que tristeza
a donde se quiere hacer llevar a un país y a su pueblo solo por el apetito
de poder, o por el desespero equivocado de salvar un partido. Por eso y muchas cosas más el pueblo está ,asqueado de esos políticos.
Con razón hoy tras hacer un sondeo con algunos cuidadnos
que han militado en el liberalismo, no dudaron en rechazar la actitud del que
pensaban –equivocados- que era un verdadero jefe del partido y no dudaron en
señalar que
serán independientes a la hora de sufragar el próximo domingo 29 de mayo,
seguros de tomar la mejor decisión, pero no por el que piensa el señor que
acaba de traicionar el partido.
En ese ambiente, el liberalismo se sumaría a la
historia (si logran el poder aliado) de los viejos fracasos que han llevado a
Colombia a la concentración del poder y de la riqueza, con unos efectos simbióticos
que se sumarían a las amenazas de hambre
que se pronostican por las imprevisiones estatales administrativas, agregadas a
la reciente pandemia. Sería mortal…
Si esa alianza que el jefe del MORIBUNDO
partido liberal tiene los resultados que esperan, Colombia infortunadamente seguirá
avanzando hacia el desastre y qué será de esta sociedad.
Seguramente los colombianos no nos hemos detenido hasta el
momento a pensar, qué sería de un país con las desastrosas políticas de unos “jefes” que se disputarían el
poder y la habilidad de manejar sus marionetas. Pero bueno, la confianza que nos queda, es que
los colombianos ya hemos despertado y asumiremos la responsabilidad de elegir
bien el 29 de mayo. Así sea. (bersoa@hotmail.com)