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miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Para qué más elecciones?

Colombia, miércoles 1 de septiembre de 2010

---------------------------HORACIO SERPA

Cuando el país no cesa de recibir noticias de los despachos judiciales y de los organismos de control por los desafueros cometidos en el fallido proceso de aprobación de la segunda reelección del ex Presidente Uribe, se ha vuelto a poner en la agenda pública el tema de la reelección de Alcaldes y Gobernadores. Un viejo anhelo que ha sido derrotado muchas veces en el Congreso de la República.

La reelección de las autoridades locales y regionales y del Primer Mandatario, fue uno de los temas tratados por la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, que la prohibió por el desbarajuste institucional que significaría, pero sobre todo porque rompería el sistema de pesos y contrapesos, pondría todo el poder estatal al servicio de una causa individual, significaría una enorme desigualdad para los partidos de oposición, y convertiría a Colombia en una republiqueta bananera.

Todo ello sucedió cuando la Corte Constitucional decidió darle vía libre, en 2006, a la primera reelección presidencial, sin conocer, por supuesto, todo el escándalo de la yidispolítica, que tiene en la cárcel a varios ex congresistas y significó la destitución del ex ministro Sabas Pretelt. Por ello, ya con razón se habla de la muerte de la reelección presidencial.

De haberse aprobado la segunda reelección, estaríamos transitando el camino incierto de la perpetuidad y la desinstitucionalización total, el enfrentamiento de las Cortes con el Ejecutivo, la interinidad en la Fiscalía, el agotamiento de la democracia, el fin de los pesos y contrapesos. La elección del presidente Santos ha demostrado que no era cierto que en Colombia no había quien reemplazara al Presidente Uribe, ni que sin él la nación se hundiría en el caos. Ha ocurrido exactamente todo lo contrario.

Santos ha logrado en tan solo una semana recomponer las relaciones con las Cortes, restablecer la diplomacia y espantar el fantasma de la guerra con Venezuela, nombrar un gabinete de unidad nacional y demostrar que aquí hay muchos liderazgos a la espera de una oportunidad para asumir el poder.

Ese es, precisamente, mi mayor argumento para estar en contra de la reelección. Hay que permitir que surjan nuevos gobernantes, que la política se renueve y que la democracia se oxigene. E impedir que el dinero del Estado y el poder político que este genera no se conviertan en motor de aspiraciones personalistas, que en muchos casos desprecian el espíritu de la Constitución.

Por lo que a mí respecta no voy a reelegirme como Gobernador de Santander. Le deseo suerte a quienes lo desean, pero no estoy seguro de que el Congreso apruebe el nuevo intento por pasar ese proyecto de ley, hundido antes, aún en circunstancia de enorme fervor reeleccionista. Hoy no veo razones de peso para creer que la reelección contribuya en la lucha contra la corrupción y la politiquería.

Hay que ampliar la democracia y fortalecer la participación ciudadana. Perpetuar en el poder a unos pocos es, además, un portazo a la paz.

miércoles, 21 de julio de 2010

Los varapalos de Samper

Colombia, miércoles 21 de julio de 2010

HORACIO SERPA

Horacio Serpa, Gobernador de Santander
Habló el ex presidente Samper, fuerte y claro. “A mi me gusta hacer la política con nombres y apellidos”, dijo. Lo hizo el domingo en El Tiempo, con Yamid Amad.
Al presidente Uribe le reconoció éxitos en seguridad, reservándole a la historia el deber de juzgarlo por los costos pagados “en materia de derechos humanos, desinstitucionalización de la justicia o aislamiento regional”. Le cobró su cercanía con los Republicanos: ”¡Que tal el apoyo solitario que dio Colombia a la invasión a Iraq!” Y le achacó el fortalecimiento de una línea política derechista con “empresarios, obispos retardatarios, terratenientes y hasta parapolíticos”.

Del ex presidente Gaviria dijo que debe cerrarse “el capítulo del gavirismo” para “mirar hacia el futuro”.

De Mokus manifestó que “su elección como Presidente hubiera sido como dar un salto mortal de triple vuelta, sin red, al vacio”.

Peor le fue al Vicepresidente Santos: “Antes era un loquito divertido, pero ahora, anda de loco furioso, con una actitud paranoica, que no le conocíamos”.

A propósito de la agenda internacional recordó que andamos mal con Nicaragua, con Cuba, con Venezuela, Bolivia, Argentina y Brazil, porque “esta ha sido una de las épocas más siniestras de las relaciones exteriores”. Agregando que le parece “irresponsable la actitud del gobierno de mantener hasta el 7 de Agosto un enfrentamiento con Venezuela que nos está costando sudor, sangre y lágrimas”.

Sobre Monseñor Rubiano no pudo ser más cáustico: “Le confieso que en estos años de reinado de Monseñor Rubiano, siempre pensé como católico que si ese era el pastor del rebaño, mejor me quedaba con el lobo”.

No se escapó Ingrid: “Su actitud fue una bofetada al pueblo colombiano, que le expresó durante 8 años su solidaridad y que se la renovó cuando salió y se fue a declarar en Francia que esa era su patria. Fue mezquina”.

El doctor Samper está en el centro del ring, dispuesto a fajarse con todos los pesos pesados. Extrañamente faltó una de sus acostumbradas “caricias” al ex presidente Pastrana. Toca estar pendientes de las respuestas, sin duda fuertes, picantes, de interés. Intenso será el debate, que ojalá se vuelva una contradicción política positiva para el País, ahora que estrenaremos Congreso y Gobierno.

A propósito del doctor Santos, conociéndose que han tenido agudas discrepancias, el ex presidente fue cauto y atento: “Comenzó con pié derecho: cada ministro le dice algo a su sector y algo al país. Uribe lo debería dejar comenzar tranquilamente su gobierno sin ponerle más palos en la rueda”.

Vendrán diversas opiniones sobre las polémicas declaraciones. Unos las aplaudirán elogiando al ex mandatario; saldrán de nuevo a la palestra los antisamperistas rabiosos que conocemos. Pero digan lo que digan, lo cierto es que Samper sigue siendo un político activo, inteligente como pocos, beligerante e ingenioso, y uno de los pocos que mencionan las cosas por su nombre y con apellidos. Lo que es un gran mérito en este país de hipocresías y eufemismos.

viernes, 23 de abril de 2010

LAS IRREGULARIDADES DE LA DEMOCRACIA EN COLOMBIA

Por: LENNART MAURICIO CASTRO LÓPEZ
-----------------------Abogado
----------------correo maocast_17@hotmail.com

En las elecciones al congreso del pasado 14 de marzo del año 2010, el Dr. JUAN CARLOS VELEZ URIBE salió electo al Senado con la sexta mayor votación del partido de la U, conforme a los resultados publicados en la página http://www.registraduria.gov.co./

En el mes de abril del año en curso, el senador electo VELEZ URIBE denunció ante la fiscalia general de la nación el presunto delito por Daño Informático y Violación de datos, Agravado artículos 269D, 269F y 269H de la ley 1273 de 2009, debido a los protuberantes alteraciones e inconsistencias en la publicación de los resultados electorales al cotejar lo informado en el Boletín 42 de la Registradurìa y el formulario E 26 de esa misma entidad, en lo atinente al numero de votos que obtuvo para ser elegido nuevamente como Senador de la Republica, y donde al parecer manos criminales alteraron los datos informáticos de escrutinio en 28 Departamentos del país despojándolo al sumar el consolidado nacional de casi 9.000 votos, pues en Arauca el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 428 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 394 votos; en el Departamento de Caldas el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 685 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 300; en el Departamento de Caquetá el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 124 y el formulario E26 señala que fueron solo 83; en el Departamento de Cauca el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 247 y el formulario E26 señala que fueron solo 212; en el Departamento de Córdoba el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 517 y el formulario E26 señala que fueron solo 394; en el Departamento de la Guajira el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 640 y el formulario E26 señala que fueron solo 195; en el Departamento de Nariño el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 406 y el formulario E26 señala que fueron solo 336; en el Departamento de Quindío el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 361 y el formulario E26 señala que fueron solo 247; en el Departamento de Risaralda el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 442 y el formulario E26 señala que fueron solo 235; en el Departamento de Sucre el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 757 y el formulario E26 señala que fueron solo 310; en el Departamento de Tolima el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 864 y el formulario E26 señala que fueron solo 782; en el Departamento de Boyacá el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 1087 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 684; en el Departamento de Choco el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 386 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 309; en el Departamento de Huila el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 211 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 146; en el Departamento de Magdalena el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 846 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 340; en el Departamento de Meta el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 1110 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 1093; en el Departamento de Norte de Santander el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 882 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 282; en el Putumayo el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 57 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 28; en el Departamento de Santander el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 673 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 388; en el Departamento del Valle el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 2488 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 847; en Bogotá D.C. el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 6135 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 4336; en el Departamento del Atlántico el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 921 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 486; en Casanare el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 538 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 516; en el Departamento de Cesar el boletín 42 de la Registradurìa señala que obtuvo 489 votos y el formulario E26 señala que fueron solo 424.

Ciudadanos y entes de control, como pueden observar los errores e inconsistencias a medida que transcurren los escrutinios y que son publicados en los formularios E26 de la Registradurìa, van en perjuicio del electo Senador VELEZ URIBE con un aproximado 9.000 votos y que a diferencia de otros candidatos de la lista del partido de U al Senado es el de acrecentar el numero de votos a partir de la publicación del boletín 42 y hasta la publicación del formulario E-26, a manera de ejemplo, Armando Benedetti el formulario E-26 publicado por la Registradurìa y faltando solamente los Departamentos de Bolívar y Cundinamarca le computa 6.795 votos mas de los que registró en el boletín 42; a Roy Barreras le aparecen en el formulario E 26 un crecimiento de 5.925 votos, etc.

Que tal eso?

miércoles, 17 de marzo de 2010

En Colombia la democracia reverdece

Colombia, miércoles 17 de marzo de 2010

HORACIO SERPA
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Más de 13 millones de personas ejercieron de manera democrática su derecho al voto y decidieron la recomposición del Congreso de la República y el nombre del candidato a la Presidencia del Partido Verde, mientras el del Partido Conservador sigue sin saberse. Fue una fiesta cívica empañada únicamente por el lento y dramático conteo de votos en cabeza de la Registraduría Nacional.

Es mucho lo que hay que decir sobre los resultados. La verdad es que resultó muy grato para el país que no se hubieran dado casos de alteración del orden público y que los grupos violentos hubieran respetado la democracia. Tienen razón las autoridades electorales cuando dicen que son los comicios más tranquilos en los últimos 30 años. Un triunfo, sin duda, de las autoridades y de la fuerza pública.

Ello, sin embargo, no quiere decir que los ilegales no hayan participado en las elecciones a través de la intimidación, la compra de votos y la financiación de candidatos. Al respecto resulta legítima la preocupación de las organizaciones internacionales y nacionales que ejercieron veeduría sobre el proceso, por los resultados electorales que favorecieron a amigos, familiares y testaferros de quienes han sido condenados o acusados por parapolítica.

El mapa electoral colombiano ha cambiado y el Congreso se ha renovado en un buen porcentaje. Los resultados muestran al país que ha surgido después de ocho años del mandato de la seguridad democrática. Un país que tiene nuevas fuerzas políticas como el Partido Verde y el PIN, que compartirán escenarios y el rumbo de la nación con el Partido de la U, el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Polo Democrático y Cambio Radical.

Todos los elegidos ganaron un espacio político, pero el gran ganador es el país, que ha consolidado su sistema democrático y le han enviado un fuerte mensaje de estabilidad institucional al mundo. En Colombia las elecciones son la columna vertebral de la democracia y se cumple el calendario electoral con la masiva participación del pueblo y garantías para todos. Por supuesto, queda mucho por hacer para derrotar la abstención, como mayor pedagogía electoral y un sistema que impida tantos votos nulos, pero el solo hecho de que la democracia reverdezca cada cuatro años es un buen síntoma en un continente de populismos y aventuras constitucionales.

Conocido el resultado del Congreso arranca en forma la campaña a la Presidencia, que es un proceso diferente con pocos protagonistas. La atención del mundo se centra en saber quiénes llegarán a la segunda vuelta presidencial, dado que se da por descontado que ningún candidato está en capacidad de ganar en una sola ronda.

Cuando ello ocurra, surgirá el tema de las alianzas, que permitirán gobernar el país del posuribismo. Los colombianos tenemos que actuar con responsabilidad, serenidad y coraje para exigirle a los candidatos propuestas serias y factibles que vayan más allá de los guiños. Lo que está en juego es la paz, la integración latinoamericana, la dignidad y la prosperidad con equidad.

martes, 5 de enero de 2010

El reino de la incertidumbre


Colombia, miércoles 6 de enero de 2010

----------------------HORACIO SERPA

Todos coincidimos en que este será un año enteramente político. Hay que elegir Congreso en marzo y Presidente entre mayo y junio. El 20 de julio se instalará el Congreso y los primeros meses de sesiones serán de acuerdos, escogencia de directivas, integración de Comisiones y acoplamientos. El 7 de Agosto se posesionará la o el nuevo Presidente, o el propio doctor Uribe si logra la reelección, y esos cuatro meses y medio de fin de año se irán en la elaboración y discusión del nuevo Plan de Desarrollo. Un año esencialmente político, sin duda.

Pero, además, este es el año del bicentenario, la celebración de los dos siglos de la Independencia, un hecho político que tendrá recordaciones cada día, con temas que, quiérase o no, serán políticos. Tanto más cuanto que el Bicentenario rememorará la gesta comunera, el más político de todos los hechos que integran nuestra historia.

Es inescapable tratar el tema político. Muchos lo harán desde la óptica partidista. Otros en la perspectiva de analizar los hechos electorales. Surgirán estudios académicos y observaciones periodísticas. A mí se me ocurren unas reflexiones para insistir en que la política y la acción electoral no pueden considerarse cumplidas por la realización de unas elecciones.

El acontecer culminante de lo electoral son los comicios, nadie lo discute. En sus resultados se define el poder público. Pero la validez del resultado, su carácter legítimo, su esencia democrática, dependen de que se cumplan unos requisitos definidos con anticipación, reconocidos por la comunidad y aceptados por los intervinientes en el proceso.

Son las denominadas reglas del juego, que deben ser claras, equilibradas, permanentes, al alcance de todos los ciudadanos, de manera tal que su aplicación brinde confianza y todos se avengan a cumplirlas sobre la base de que también las atiendan sus adversarios.

El ejercicio de la política es especialmente una lucha de intereses diferentes, por lo que es esencial que las reglas sean diáfanas, conocidas anticipadamente y de obligatorio e igual cumplimiento por todos. Esa es la gracia de la democracia. Con votos, no con armas, no con trampas ni engaños, se define quienes gobiernan y cómo lo van a hacer.

Para llegar a ello deben existir autoridades pulcras, objetivas e imparciales que brinden garantías por igual. La igualdad es fundamento de lo democrático. La confrontación electoral exige equilibrios, oportunidades semejantes, posibilidades del mismo tenor para todos los contendientes. Si no hay equidad, si unos tienen más poder que otros, si los instrumentos que brinda el Estado para el ejercicio electoral se utilizan a favor de unos y en detrimento de otros, se rompen la ecuanimidad y la justicia, desaparece lo democrático y se impone la ilegalidad.

Delicadas decisiones se avecinan en este año político. Hay que reflexionar con objetividad, sin pasiones, sobre las reglas del juego y las garantías electorales. Menos de cinco meses faltan para elegir Presidente. ¿Hay reglas? ¿Hay garantías? Lo único cierto es la incertidumbre, porque a estas horas nadie sabe qué va a pasar.
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miércoles, 9 de diciembre de 2009

El Congreso Liberal

Colombia, miércoles 9 de diciembre de 2009



HORACIO SERPA

Asistí a la primera Convención Liberal en 1973, cuando se escogió como candidato presidencial al doctor Alfonso López Michelsen. Fue emocionante. Desde entonces solo dejé de participar en la de 1988, que se hizo en Cartagena, celebre porque en ella se reintegro al Partido Luis Carlos Galán, y a la del año 2004. En las dos ocasiones desempeñaba funciones públicas, como Procurador General y Embajador ante la OEA.

Este fin de semana se reúne el Partido en un Congreso que promete entusiasmo y grandes decisiones. Extraño tener que seguirlo a lo lejos, desde mi condición de militante, porque a quienes desempeñamos funciones gubernamentales, políticas que son por excelencia, nos es prohibido participar en la vida del Partido al que pertenecemos, por el cual llegamos al gobierno, y en cuyo nombre actuamos. Increíble, pero es así y toca respetar la ley.

No obstante, ninguna norma me impide desear que las deliberaciones liberales sean gratas y exitosas. Lo necesita el Partido y lo requiere el País. Colombia, en esta época de contradicciones y dificultades, necesita colectividades partidistas fuertes, coherentes, responsables, capaces de hacer frente a los retos de la crisis económica, de la violencia, de la impunidad, de la corrupción, de la desigualdad que sigue creciendo. El liberalismo tiene mucho que ofrecer, mucho que dar.

Los Congresos partidistas son espacios para la reflexión y para las decisiones. El liberalismo debe darse la oportunidad de pensar a fondo sobre lo que está ocurriendo y asumir unas actitudes que correspondan a la época y a los anhelos nacionales. Por supuesto que la seguridad y la convivencia son prioridades en el liberalismo. También la guarda de la Constitución, que no puede seguir sometida a los vaivenes de la coyuntura política. La Justicia, su operatividad, su independencia, a buen seguro que será analizada y respaldada. Y lo social, que es lo de la gente: el empleo, la educación, la salud, el campo, seguirán siendo banderas rojas por las cuales debe definirse el Partido de Gaitán.
El Partido Liberal ya tiene candidato presidencial. El País conoce a Rafael Pardo como persona seria, respetable, constructiva, de buena condición. Los Partidos se unen para abrazar a su candidato y luchan para que todos los miembros de la Colectividad lo apoyen en las elecciones. Llegado el momento, como liberal que soy sabré cumplir lealmente mi deber.

Muchos colombianos esperamos que en esta época de elecciones surjan de los Partidos programas bien estudiados, propuestas serias, planes realizables que nos brinden a todos gratas posibilidades democráticas de desarrollo, inclusión y equidad. Esta semana tiene el Partido Liberal la oportunidad de reencontrarse con su filosofía social, su talante democrático, su capacidad de combate ideológico y su criterio realizador. Enhorabuena.

También se tomarán decisiones en materia de dirección y organización. Suerte y pulso. Y mis sinceras manifestaciones de aprecio, gratitud y elogio para el doctor Cesar Gaviria, quien contestó presente en difíciles momentos y se retira voluntariamente de la Dirección después de haber cumplido positiva labor.

La Paz (Bolivia)7 de Diciembre, 2009

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