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viernes, 23 de mayo de 2014

Mejor Santos que demonios

                                           Trafugario                                                        
Por: José Oscar Fajardo
Les aclaro de antemano que el título de esta columna no es más que una metáfora. Pero lo que sí es cierto es que desde muy pequeñito le he tenido un temor horroroso a Lucifer, y yo le echo la culpa es a que por aquellos tiempos, los papás acostumbraban a decirle a uno para doblegarlo, a usted se lo va a llevar el diablo por desobediente, o por mentiroso, o por vagabundo, o por cualquiera otro pecado venial de niño de ese entonces, y eso a mí  me quedó clavado en medio del Inconsciente para siempre. Yo no estoy haciendo alusión a nadie ni tengo ningún referente luciferino, como dijera García Márquez. Lo que pasa es que siempre he tenido demasiado en cuenta ese principio fundamental, pilar de las Relaciones Humanas  que dice, “No hay una segunda oportunidad para dejar una primera impresión”, y yo del presidente Juan Manuel Santos, desde un comienzo me formé una enorme y positiva impresión. En primer lugar, lo veo un hombre inteligente, con todas las implicaciones que tiene ser inteligente. Porque no es inteligente el que remata a putazos, a garrotazos, y finalmente a balazos a las personas que no están de acuerdo con sus postulados filosóficos y mucho menos políticos. A eso se le llama reacción por instintos primarios y a tales personas hay que tenerlas lo más lejanamente posible. Pongamos por ejemplo a Joseph Goebbels, jefe de Comunicación y Propaganda del Tercer Reich, durante la segunda guerra mundial.  
Entre otras cosas ese tal Goebbels se hizo famoso con tantas “hazañas” tanto retóricas como lingüísticas entre las que se encuentra esta preciosa frase expresada por él, en un momento dado: “Cada vez que escucho la palabra Cultura, le echo mano a mi pistola”. Plop. Por el contrario de Goebbels, yo al presidente Santos lo percibo como un  hombre sosegado, pensador, meditador, con razonamientos lógicos como de matemático, cosa que me produce una honda confianza porque siempre he tenido en cuenta que a los hombres inteligentes se les puede tener confianza. Y entre todas esas cosas que yo le admiro al actual presidente, que no son muchas pero sí varias y de mucho peso específico, es que se haya ido de frente con la fuerza de los rinocerontes a conseguir la paz a cualquier costo. Leyendo desde Los Miserables, de Víctor Hugo, pasando por El Archipiélago de Gulag, de Soljenitzin, hasta llegar a las masacres de Trujillo, Valle, en Colombia, me han enseñado y me han dado a entender que la guerra por el dinero y el poder, donde se masacran desde niños en adelante, no son otra cosa que el afloramiento de los más rastreros instintos primarios y del más primitivo de todos los instintos que es el complejo reptiliano.
Yo al presidente Santos lo veo como un hombre conspicuo y ecuánime. Batallador en el sentido intelectual de la palabra y además, decente. Excelente lector y estudioso. Y esas personas con dicho talante como es el presidente Santos, son capaces de comprender que a los colombianos pobres y desvalidos, que son una vergonzosa mayoría, no les puede seguir sucediendo lo de Gregorio Samsa en el relato de La Metamorfosis, de Franz Kafka, que una mañana amanece convertido en un bicho horroroso. Los que hemos leído la novela varias veces, comprendemos que fue la agresión física y psíquica de su padre, un hombre taciturno, autoritario, despiadado y déspota, lo que llevó al desgraciado Gregorio a tal metamorfosis tan espantosa. Yo estoy seguro que el presidente Santos ha leído este relato y por eso no va a permitir que un solo colombiano viva la escabrosa experiencia de Gregorio Samsa. Porque una persona, sin salud, ni vivienda, ni educación, sin techo y aguantando hambre, se convierte en Gregorio Samsa.   

viernes, 16 de mayo de 2014

Por qué Santos

                                                         Trafugario
Por: Jose Oscar Fajardo  
Para mí esta pregunta es muy fácil de contestar. El presidente Santos debe continuar en la presidencia de la República por las siguientes razones. Uno.  Porque es un profesional de la Economía que conoce perfectamente la dinámica de los mercados en todo el país. Dos. Porque en los cuatro años que completa en la presidencia, ya conoce perfectamente dónde se puntualiza cada uno de los problemas que tiene el país y que no le han  permitido un desarrollo democrático para todos los colombianos. Uno de ellos, la situación de los campesinos y sus condiciones de vida en la actualidad. Sabe que este es uno de los factores de atraso y desigualdad del pueblo colombiano y que en manos de él está resolverlo. Tres. Porque desde un principio entendió que Venezuela era un país hermano, independiente del sistema de gobierno que llevara, que no era enemigo y que por lo tanto debíamos tener excelentes relaciones políticas y económicas. Lo mismo ocurrió con la República del Ecuador. El presidente Santos no le quiso comer cuento a los gringos de que estos dos países hacían peligrar el gobierno nacional y la estabilidad del sistema económico. Cuatro. Porque el presidente Santos ha sabido capotear la despiadada arremetida de los sectores políticos de ultraderecha que en la lucha por el poder, de una manera soterrada quieren llevar al país a un caos total que podría tener alcances impredecibles.
Cinco. Porque el presidente Santos arremetió contra el vandalismo con una ley sin precedentes en Colombia, incluso en América Latina, como es la de la Reparación de Víctimas que no ha dado los resultados calculados, pero que los dará dado que este tipo de procesos nunca se dan a corto plazo. Eso tiene que entenderlo el pueblo colombiano. Seis. Porque el presidente Santos le dio protección irrestricta y total al sector de los caficultores puesto que reconoce que este es uno de los renglones más importantes de la economía nacional. Siete. Porque el presidente Santos se echó el país al hombro como lo hace Lionel Messi con el Barcelona o Radamel Falcao con la selección, y  contra viento y huracanes, arrancó a conseguir la Paz a cualquier precio. Este es quizá el resultado insignia de su gobierno y el que lo ha hecho famoso incluso en el viejo continente, y reconocido y respetado en los Estados Unidos, donde está el jurado calificador. Y los mismos gringos y los ingleses y los franceses y todo ese conglomerado de poderosas naciones económica y políticamente, han tenido que reconocer que el doctor Santos está a las puertas de conseguir lo que más anhelamos los colombianos demócratas. Porque la guerra solo le gusta al que le sirve para sus negocios. Y le sirve a aquellos sectores que a nombre de la libertad de acción y de pensamiento, han envenenado a los ingenuos para que Colombia siga siendo por siempre un campo de batalla anegado de sangre, de lodo y de excremento.
El presidente Santos debe seguir siendo el primer mandatario de los colombianos con el fin de que sus anhelos de paz no vayan a quedar en al aire, y por el contrario se afiancen y se extiendan a lo largo de todo el territorio nacional. Porque con eso, y si la selección Colombia de Pékerman pasa a la segunda ronda, seremos los seres más felices del sistema solar. Y finalmente, porque yo sé que el doctor Santos va a invertir la plata de la guerra, que son sumas gigantescas, la danza de los billones, en Salud, Educación, Vivienda, Ciencia, Bellas Artes, Deportes. Y estos indudablemente conducirán, a que la próxima generación de colombianos no sea de delincuentes, ni de prostitutas, ni desarrapados. Por estas razones, el doctor Santos debe seguir siendo presidente. 

martes, 10 de julio de 2012

'Auspicio del crecimiento de la extrema derecha'

HAY QUE APOYAR AL PRESIDENTE SANTOS
-------------------------------------Horacio Serpa
Las cosas ocurren a velocidad de vértigo. Después del terremoto legislativo surgió un nuevo Partido político con el objeto de hacerle oposición al gobierno nacional, desprestigiar al Presidente Santos, auspiciar el crecimiento de la extrema derecha, soliviantar a la Fuerza Pública contra la autoridad legítima del Estado, buscar el poder gubernamental en el año 2014, establecer odiosas formas de discriminación  y de nuevo crear ese clima de tensiones y enfrentamientos del que se ha podido descansar en los dos últimos años. El lunes se lanzó el primer candidato, pero todos sabemos que van es por un nuevo articulito.
Muchos creemos que no es lo que necesitamos. Ya lo tuvimos,  por partida doble. Nadie pretende desconocer nada de lo bueno, pero tampoco conviene seguir tapando lo inconveniente. Ni de fundas más de lo mismo. Ni con los mismos. Menos ahora, cuando se están portando tan mal con el Mandatario que ayudaron a elegir.
Se duelen porque el Presidente no funge de platillero sino que ejerce como tambor mayor. Ese es su deber. Y lo ha venido cumpliendo apropiadamente, así haya tenido que desmontar, con estilo propio como corresponde a un Jefe de Estado, algunos de los tinglados que se montaron la víspera de su posesión con la idea de que fueran utilizados ciegamente, atendiendo órdenes, sin derecho a reflexionar.
Alguien podría decir que el pupilo les resultó respondón. No es así. Fue que se equivocaron al pensar que el doctor Santos sería un correveidile de su antecesor. No lo conocían bien. El actual Presidente es hombre de carácter, de personalidad propia, con ideas políticas,  experimentado en lo público y en lo privado, enterado de sus responsabilidades, ducho en tareas de gobierno. Lamentable que lo hayan confundido con un pelele. Según tuvieron la osadía de decirlo algunos de los que se desempeñan más cerca del trono, sería lo ideal si no cuaja la estrategia de la relección indefinida. ¡Que tal!
Frente a tamaña intentona, hay que estar con el País, al lado de sus Instituciones, con la democracia. Todo ello es lo que representa el Presidente de la República, quien además hace esfuerzos por prodigarle bienestar a sus gobernados, seguridad y un buen vivir. No es fácil. Muchas fuerzas oscuras, gente violenta, sectores  corruptos, se oponen a su labor y a la de su gobierno. Por eso sería insensato pasar de agache y no asumir responsabilidades frente al insólito reto de los resentidos con el Presidente.
Como ciudadano brindo solidaridad y apoyo al Presidente Santos, para que siga gobernando en favor de todos los colombianos. También lo hago como militante del Partido Liberal, pidiéndole a todas las voluntades rojas del País que no dejemos solo al Mandatario. En momentos de extrema gravedad el gran jefe Benjamín Herrera escribió con tinta indeleble, “la Patria por encima de los Partidos”.
La Patria, expresión de la que se abusa sin tasa ni medida, está representada por el Presidente Santos. A su lado, sin condiciones, debemos jurar bandera. 

viernes, 30 de marzo de 2012

LA PAZ DEL PRESIDENTE SANTOS

Columna semanal publicada en el Nuevosiglo
                      
Horacio Serpa
Todo el mundo conoce el interés del doctor Juan Manuel Santos por contribuir al logro de la paz. No solo como tema de opinión o en el simple interés de mostrarse de acuerdo con la posibilidad de encontrarla para los colombianos. El doctor Santos ha ido mucho más allá con propuestas que en oportunidades superaron el mundo de lo académico y llegaron a la acción, tratando de incidir ante los actores armados de la guerra en busca de avenimientos políticos y de compromisos de reconciliación.
Es de suponer, entonces, que no va a dejar pasar en blanco su presidencia sin hacer un esfuerzo consagratorio en tan vital materia. Ojalá se le presente la oportunidad.
Lo que está ocurriendo parece llevar a ese llanito. La declaración de la Farc en el sentido de que no realizará más secuestros, tiene un significado enorme. Recuerdo que en Tlaxcala fue un reclamo insistido del gobierno para continuar dialogando, frente a la muerte en cautiverio del doctor Argelino Durán. De ahí en adelante siempre se demandó tal decisión de la guerrilla, que ella negó sistemáticamente. Tenemos, pues, un buen gesto, dígase lo que se diga. Lo es al mismo tiempo la libertad de los 10 secuestrados de la Fuerza Pública, que se tramita.
Por los lados del Presidente también se ha movido la cosa. Cada vez que recuerda las llaves, en la mano, en el bolsillo o por ahí cerca, manda un mensaje cierto. Como también tiene que ser verdad que el doctor Santos estuvo hablando del tema en su reciente visita a La Habana. El proyecto sobre restitución de tierras y reformas esenciales en el campo, construye caminos de paz.
¿Qué va a pasar? No lo saben ni el Presidente ni la guerrilla. Pero si continúan las señales positivas y el país acompaña tan importante propósito, más temprano que tarde se van a encontrar.
Pero la guerrilla sigue matando policías y soldados, se dice con razón y nos duele. Es una desgracia. También la policía y el Ejército siguen matando guerrilleros. Nadie va a parar hasta cuando no haya definiciones concretas de entendimiento, porque esa es la dinámica, la tragedia y la perversidad de la guerra.
No se tomen a mal las anteriores frases. Solo quiero ser objetivo y realista, para que entendamos a carta cabal lo que estamos padeciendo. Sufrimos una confrontación violenta atroz, destructora, cruel, que causa tristezas, caos, miseria. Precisamente es por esto  que debemos hacer esfuerzos por la paz.
Hoy por hoy, después de numerosas frustraciones y desgracias, hay que apoyar con decisión las actividades que vengan en ese sentido. No será fácil para el gobierno, con tanta ultraderecha alborotada creando mal ambiente y echando cizaña.
Solo el Presidente Santos sabe en qué vamos y para donde. Por eso es muy importante estar pendientes y ser positivos, so pena de que pase la oportunidad y no nos demos cuenta. Algo serio por fin está pasando. Y es para bien. 
Bogotà D.C., 27 de Marzo, 2012
      

jueves, 22 de diciembre de 2011

Santos tiene un talante democrático


MANE, personaje 2011
Foto: R.Semana
Aurelio Suárez Montoya, Bogotá, 20 de diciembre de 2011

Muchos coincidirán con la designación de MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) como personaje de 2011, pero posiblemente por razones que pueden diferir. En noviembre algunos analistas elogiaron que, contrario a hace 40 años, no son “grupos juveniles de organizaciones políticas”, ni “múltiples grupúsculos y siglas”, “muy relacionados con las izquierdas”. “El actual no es el brazo de ningún partido”. Otros, plantearon que el desarrollo del movimiento mostró que “Santos tiene un talante democrático y es alguien abierto a retroceder o modificar”, o que “donde dejen meter a los políticos perderán el apoyo de la opinión”.

No creo que lo anterior sea lo relevante. Se emitieron también juicios con cierto aire de ecuanimidad como: “los jóvenes lograron una victoria, pero, igualmente, Juan Manuel Santos, al retirar el proyecto”; o que fue un típico con “cara gano yo y con sello pierde usted”. Pero en realidad lo democrático era no haber presentado el proyecto, que a todas luces es profundamente reaccionario y depositaba en manos de negociantes, preferencialmente extranjeros, el proyecto de construcción y creación de conocimiento nacional, estratégico para un país. Derrotar tan nefasto propósito fue el gran triunfo del movimiento.

En segundo término, se debe destacar el papel de liderazgo de los estamentos de las principales universidades públicas, empezando por la Nacional, pero sin omitir los aportes de las privadas, laicas y de inspiración religiosa. ¿Cómo no reconocer, verbigracia, los aportes de Francisco Piedrahíta, de ICESI? MANE cohesionó un movimiento masivo, nacionalista y civil, que trascendió el ámbito educativo, y, aunque a algunos les suene feo, anti-colonialista. Contendió contra que, en el marco del libre comercio, la educación superior se torne en nicho de lucro de grupos internacionales de capital privado. No se olvide que objetivo necesarísimo en épocas de crisis donde los inversores buscan a toda costa colocaciones para sus excedentes. ¡A qué “locomotora” le pusieron el ojo!

Finalmente, se destaca el reagrupamiento del estudiantado colombiano en tres direcciones: organización, educación y propaganda. Es necesario que se unifique como interlocutor social válido y representativo, pero, también, es trascendental que se haya planteado el debate sobre la financiación, la democracia, la autonomía, los contenidos curriculares y el papel de la universidad en la sociedad y, algo que aparece subyacente: la discusión acerca de la real situación de Colombia, del país que tenemos. Al revés de lo que piensan asépticos estudiosos, los políticos juegan en esto y desatinadas opiniones al respecto impiden, en el fondo, que se cristalice entre todos la aspiración primera de los jóvenes de esta generación: un país soberano y democrático.

Así como las castas dinásticas promueven a sus delfines, en la MANE puede estar el relevo de la otra Colombia, silenciosa, lejana y proverbial actriz de reparto, que comenzó a ponerse en pié.

sábado, 6 de noviembre de 2010

TRAFUGARIO

-----------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

LAS MOÑONAS DEL PRESIDENTE

Tal vez por su refinada prosapia el presidente Santos nunca haya jugado turmequé, con lo cual uno colige que definitivamente él es de alto turmequé. Pero lo que sí es cierto es que es un Albert Einstein en eso de mechas, bocines y moñonas, obvio, muy metafóricamente hablando. Rebicemos a ver por qué. La primera moñona después de esa moñona de la presidencia de la República, con la cual dejó súpitos a todos los colombianos de bando y de contrabando, fue nombrar de superministro, Justicia y Gobierno, a un poco jovial pero aguerrido político como es Germán Vargas Lleras, en contra de la voluntad del expresidente Alvaro Uribe quien en una forma de complejo de Edipo, excesivo y libidinoso amor a la madre patria, cree que sigue gobernando en este país plagado de amnésicos. Sí, señores. Complejo de Edipo político-freudiano. Y este sí es más grave que cualquiera de los ya conocidos como el complejo reptiliano, por ejemplo, porque ningún psicoanalista ha podido saber con certeza y mucho menos hacer nada, contra ésa condición única del ser humano.

 Querer mandar en forma absolutista, enajenada e incondicional sobre todos los seres de su misma naturaleza que se encuentren a su alrededor. Pero como decía anteriormente y en términos denodadamente epistemológicos, el Presidente Santos también es abeja. Se dedicó, como buen colombiano, a aplicarle toda la tecnología del tejo al expresidente y ahí lo tiene medianamente fuera de la cancha, dándole al bocín de medio lado, o pegándole a los palos y eso no le produce ningún puntaje.

La segunda moñona del doctor Santitos, se lo digo con aprecio porque creo que me volví santista, es que lanzó dos tejos con ambas manos y metió ambos tejos uno en un bocín en una cancha de Quito y el otro en una cancha de Caracas. Es decir, que las dos más grandes chabacanadas diplomáticas del expresidente, el doctor Santitos las arregló de un solo violinazo. Hay qué ver cómo van las cosas viento en popa entre las tres naciones que era lo que más nos estaba martirizando sobre todo a los santandereanos, sureños y norteños, puesto que somos los inmediatos vecinos y socios de la hermana república venezolana. Al expresidente, que odia a Chávez como el doctor Lucifer a la cruz, y no a la cruz gamada de Hitler sino a esa que vemos los católicos y nos echamos la cruz, y que lo ve más peligroso que una yuca de Chernobil, el doctor Santitos viene y lo atiende y le tiende la mano y de un día para otro las relaciones cambian de manera total y se da el trato que debemos tener como verdaderos hermanos, pues claro que le produjo una psiconeurosis esquizofrénica, repito, al expresidente, que quiere continuar con el delirio del poder absolutista como si esto fuera una finca en el Departamento de Córdoba. La tercera moñona del doctor Santitos, reitero que le digo así con todo el respeto, es la del cambio de la terna para ocupar la chamba de Fiscal de la nación.

 Esta moñona, siendo una de las más artísticas es quizá la de mayor importancia porque ya pasó por encima del año que Colombia no tiene Fiscal General, y cualquier desprevenido ciudadano pueda calcular lo grave que resulta esto. Como en el juego del tejo político-freudiano también existen las mechas y los bocines sencillos, debiera hacer alusión a ellos, de parte del doctor Santitos como es apenas lógico, por su importancia. Pero mis carísimos lectores tienen que comprender dos cosas elementales. Una: que una columna de opinión es demasiado limitada en su extensión. Dos: que yo no soy dueño ni socio del periódico y de hecho yo sé que me brincan. Pero vean que contradicción aunque ustedes no lo crean. A mí sí me gustaría que el doctor Alvaro Uribe fuera el alcalde de Bogotá para ver si le pasa lo de las chicharras: que se revientan de tanto cantar. Y lo expreso así con un enorme respeto porque en el fondo le tengo admiración, puesto que el doctor Uribe demostró, in praxis, que en verdad es un hombre de armas gobernar.

martes, 10 de agosto de 2010

Santander huérfano de representación

-----------------------------Por: Maria Teresa Prada Serrano
--------------------------------Periodista Independiente.

Pasada la pompa de la posesión presidencial, vamos hablar de lo que logro Santander en el Gabinete. Pues la verdad nada. Nos conformarón con el nombramiento del Comandante de las Fuerzas Militares únicamente.

Esto nos muestra que tan eficiente fueron los aliados de Santos, que parecen haber llegado a cuerdos personales para favorecer a sus ayudantes y se olvidaron que tenemos enormes necesidades en nuestro departamento. Se nos olvida que un departamento sin vías, puentes y opciones para los campesinos, no progresa. No es salir a echar discursos, ofrecer lechonas, dar abrazos y besitos, sino mostrar realidades y a excepción de lo hecho por la administraciónd e Serpa, los señores Senadores y representantes que estaban en el Congreso no hicieron nada y los de ahora tampoco proyectan mucha energia porque son continuismo de sus mayores en gran mayoria.

Hasta cuanado Santander despertara de la manipulación politica, el estar vendido a las administraciones de turno y nos preocupamos por todos, no solo por enriquecer nuestro bolsillo y olvidarnos de los tontos que conseguimos para que nos den su voto , de los cuales algunos se conforman con $20.000 o con un sandwiche el día electoral.

Santander necesita presencia nacional animosa, brillante, no los que se acuerdan de su tierra para venir a recoger los votos de sus padres y familiares.

El día que entendamos eso Santander cambiara y seremos figuras nacionales para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

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