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lunes, 26 de mayo de 2014

La guerra y la paz

                                 Traugario Especial
                                         Por: José Ooscar Fajardo
Yo no puedo asegurar que cuando el escritor ruso León Tolstoi escribió esta singular novela, que se desarrolla en el suelo ruso, supiera que existía un país en América Latina que se llamaba Colombia, que es poco más o menos el Macondo de García Márquez, o el Manicomio más grande del mundo, de mi muy bien lograda autoría. La guerra y la paz es una novela que hoy por hoy y dadas las circunstancias sociales y políticas que vive el país, todo colombiano debería leerla por obligación moral. Pero desafortunadamente nosotros no leemos, de acuerdo con las estadísticas, ni siquiera dos libros per cápita por año, lo que nos hace unos pobres infelices intelectualmente. En ciencias y matemáticas somos los últimos, en índice de comprensión de lectura somos los últimos y en la solución de problemas cotidianos somos los últimos. Muchas pichurrias, como dicen ahora los estudiantes de universidad, y de los colegios ni se diga. La universidad de Harvard dedica unos seis mil millones de dólares al año en investigación científica. Nuestros gobernantes casi toda la plata, la que no se roban, no todos, se la meten a la guerra, por lo menos hasta este momento. Y hay gente que venera y adora la guerra hasta tal punto, que esta hace parte arraigada de la cultura colombiana.
Yo tenía la fe y la esperanza que el presidente Santos tendría la oportunidad única y feliz de acabar con este flagelo que como a los enfermos de Lepra, nos tiene podridos en vida. Hoy, desconcertado y preocupado hago este arqueo de ideas. Si gana el expresidente Uribe la próxima vuelta de las elecciones, para qué nombrar a Zuluaga si él va a ser una simple marioneta, lo primero que va a hacer  es romper los diálogos con la guerrilla de las Farc y hasta aquí llegó la alegría. El tercer punto del acuerdo, que ya estaba pactado, el abandono total del negocio del narcotráfico en todos los sentidos por parte de las Farc, queda anulado. Recordemos que este facilitaría el control por parte de la justicia colombiana y de la DEA, el ejercicio del narcotráfico de gran escala. Pero la guerrilla, como tiene que autofinanciarse, volverá entones a lo de antes y recuperará para la guerra los dos mil quinientos millones de dólares anuales que le permitirán sostener la contienda contra el Estado hasta que pasen otros cien años de soledad. Entonces volveremos a la guerra total prolongada y los ríos de sangre, de lodo y de mierda anegarán los campos colombianos como en los mejores tiempos de la violencia de los años cincuenta.
Cómo me sorprende que algunos sectores del pueblo sean tan indolentes. Cómo no comprender que una guerra no le conviene a ningún ser de La  Tierra. Sea liberal, conservador, godo, cachiporro, judío, musulmán, machista, gay, fetichista, negro, blanco, “morao”, desteñido por el vitíligo, católico, evangélico, eyaculador precoz, gran masturbador, reproductor de fina estampa, mendigo, petrolero, azadonero y todo lo que usted pueda imaginar, de  ninguna manera le sirve la guerra. Cómo siento su desilusión doctor Santos. Cómo no entender que con la plata de la guerra, que son muchos billones de pesos, podremos conseguir los primeros puestos en las pruebas Pisa para la educación y ya no volver a ser los más yeguas del planeta. Cómo no entender que en Colombia la gente se muere por falta de atención médica en los andenes a la entrada de los hospitales y que eso se podría remediar con la plata de la guerra. La guerrilla arreciará la guerra urbana por ser más difícil de combatir, y los movimientos sindicalistas serán seriamente reprimidos. Y los que hacemos oposición, tendremos que irnos a vivir a lo más profundo del infierno. Si Satanás nos arrienda una covacha.  

martes, 16 de octubre de 2012

Tangos y milongas

Cartas del lector
Amigo Bernardo:
Reinaldo Ramírez
El Tango y la Milonga son dos expresiones musicales que reflejan la melancolía, la frustración y la tristeza del europeo que, después de la destrucción y la miseria que dejó en el viejo mundo la primera guerra mundial, emigra a América cargado de sueños y esperanzas y, lejos de su patria en una tierra extraña, solo encuentra incomprensión y pobreza y, ante sus ilusiones rotas, prefiere rumiar su fracaso alejado de sus recuerdos y derrotado, se resiste a regresar a la tierra que le vio nacer.
Este festival de danzas, de tangos y milongas invita a reflexionar y a aceptar cúan afortunados somos por haber podido vivir en la misma tierra de nuestros mayores y poder mirar en el horizonte los paisajes que siempre evocan con alguna nostalgia los amores y los afectos de nuestra juventud.
Atento saludo,
Reinaldo Ramírez    
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domingo, 27 de mayo de 2012

Examen de orden público en la frontera


SOLDADOS ESTÁN SOLOS EN LA FRONTERA
Por: Alejandro Arias
En cualquiera de los “manuales de guerra irregular” se lee la célebre frase de Mao Tse Tung "El pueblo es a la guerrilla como el agua al pez" e indudablemente dijo una verdad de validez perdurable pues las guerrillas crecen y se fortalecen del apoyo de la población civil. Claro que esta máxima aplica al revés e igualmente se predica para nuestras Fuerzas Armadas: el pueblo es a las Fuerzas Armadas como el agua al pez.
Según Sun Tzu, "La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente". Según Karl von Clausewitz, la guerra es "la continuación de la política por otros medios".
Cuando se cumplió el primer período de la Seguridad Democrática, para las Fuerzas Militares, era inevitable entender que ganados los espacios se hacía imperativo consolidar la nación. Especialmente aquella que por muchos años se había mantenido abandonada y particularmente escéptica a las instituciones que por igual tiempo demostraron poder ser impunes campos de corrupción dispuestas a enriquecer a pocos avasallando a muchos.
La frontera Colombo – Venezolana es un claro ejemplo de cómo el estado Colombiano ha permanecido tan lejano de sus comunidades tanto como esas comunidades lo han demostrado estar de las Fuerzas Militares y Colombia misma.
Desde los momentos de tensión entre los gobiernos de Uribe Vélez y Chávez Frías se ha evidenciando que el gobierno venezolano viene adelantando una serie de actividades abiertas y clandestinas con el fin de ganarse la simpatía del pueblo guajiro y, en especial, de la etnia wayúu con el desarrollo de las misiones.
No es raro encontrar a lo largo de toda la frontera y la Alta Guajira a comunidades tras comunidades indígenas precisar que ellos no sólo se sienten verdaderos venezolanos sino verdaderos wayúu chavistas. (Ver video: Wayúu Chavistas http://bit.ly/JF4VS6)
Hay una distancia política tan evidente entre la población y sus autoridades colombianas que para las comunidades wayúu les resulta más fácil discutir y encontrar soluciones a las necesidades básicas insatisfechas con el presidente Chávez Frías y sus agentes gubernamentales que con el Gobernador de la Guajira, los alcaldes y aún los mismos concejales municipales (Ver video: Más fácil hablar con Chávez http://bit.ly/KjDgUO)
Venezuela ha implementado un programa de supermercados denominados “Mercal” en las zonas de frontera donde los indígenas wayúu compran sus alimentos y se benefician por los bajos costos. Igualmente los indígenas wayúu han recibido del gobierno venezolano tierras aptas para cultivo en los Estados del Zulia y Barinas al igual que prestamos para la adecuación de tierras y compra de insumos. Situación que motiva a los indígenas para buscar la ayuda y apoyar a Chávez en sus propósitos reeleccionistas.

Según testimonios recogidos entre los indígenas wayúu estos se han beneficiado de las bondades de la misión Guaicaipuro, así mismo en  pronunciamientos oficiales de indígenas venezolanos se ha podido observar que esta misión tiene como objetivo, entre los grupos indígenas de América Latina, introducir la ideología bolivariana (Ver video: Guaicaipuro e Indígenas de Latinoamérica http://bit.ly/JXctPz)
No sólo la frontera ha contado con la presencia de las Misiones Chavistas, estas misiones también han contado con su plataforma propagandística. Para ello financian medios de comunicaciones efectivos y sostenibles con recursos oficiales venezolanos (Ver video: Wayunaiki http://bit.ly/LsdJFH) 
Recientemente las noticias nos estremecieron al informar la muerte de un sub teniente, un Cabo primero y doce soldados profesionales en nuestra frontera, en esa misma frontera Colombo – Venezolana, a manos de varias decenas de los narcoterroristas de las FARC-EP.
Estas muertes que parecieran estar asociada al conflicto armado o al escenario mismo de la guerra irregular que padecemos desde hace más de 50 años; realmente reflejan cómo el estado por cuenta de una política de abandono social, invasión de territorios con proyectos mineros destructivos y patética impunidad han dejado solos a nuestras tropas afrontando la “continuación de la política por otros medios” pero sin pueblo.
Hoy la patria ha visto crecer los indicadores de los rigores del terrorismo. Y creo que más que por mérito del accionar militar de los terroristas estas cifras crecen por la ausencia de la acción política en la solución de las necesidades básicas insatisfechas de nuestra gente, dejando a nuestros soldados solos luchando sin “agua” en las fronteras.
@ALEJANDRO_ARIA2
alejandroarias@dialnet.net.co

viernes, 30 de marzo de 2012

LA PAZ DEL PRESIDENTE SANTOS

Columna semanal publicada en el Nuevosiglo
                      
Horacio Serpa
Todo el mundo conoce el interés del doctor Juan Manuel Santos por contribuir al logro de la paz. No solo como tema de opinión o en el simple interés de mostrarse de acuerdo con la posibilidad de encontrarla para los colombianos. El doctor Santos ha ido mucho más allá con propuestas que en oportunidades superaron el mundo de lo académico y llegaron a la acción, tratando de incidir ante los actores armados de la guerra en busca de avenimientos políticos y de compromisos de reconciliación.
Es de suponer, entonces, que no va a dejar pasar en blanco su presidencia sin hacer un esfuerzo consagratorio en tan vital materia. Ojalá se le presente la oportunidad.
Lo que está ocurriendo parece llevar a ese llanito. La declaración de la Farc en el sentido de que no realizará más secuestros, tiene un significado enorme. Recuerdo que en Tlaxcala fue un reclamo insistido del gobierno para continuar dialogando, frente a la muerte en cautiverio del doctor Argelino Durán. De ahí en adelante siempre se demandó tal decisión de la guerrilla, que ella negó sistemáticamente. Tenemos, pues, un buen gesto, dígase lo que se diga. Lo es al mismo tiempo la libertad de los 10 secuestrados de la Fuerza Pública, que se tramita.
Por los lados del Presidente también se ha movido la cosa. Cada vez que recuerda las llaves, en la mano, en el bolsillo o por ahí cerca, manda un mensaje cierto. Como también tiene que ser verdad que el doctor Santos estuvo hablando del tema en su reciente visita a La Habana. El proyecto sobre restitución de tierras y reformas esenciales en el campo, construye caminos de paz.
¿Qué va a pasar? No lo saben ni el Presidente ni la guerrilla. Pero si continúan las señales positivas y el país acompaña tan importante propósito, más temprano que tarde se van a encontrar.
Pero la guerrilla sigue matando policías y soldados, se dice con razón y nos duele. Es una desgracia. También la policía y el Ejército siguen matando guerrilleros. Nadie va a parar hasta cuando no haya definiciones concretas de entendimiento, porque esa es la dinámica, la tragedia y la perversidad de la guerra.
No se tomen a mal las anteriores frases. Solo quiero ser objetivo y realista, para que entendamos a carta cabal lo que estamos padeciendo. Sufrimos una confrontación violenta atroz, destructora, cruel, que causa tristezas, caos, miseria. Precisamente es por esto  que debemos hacer esfuerzos por la paz.
Hoy por hoy, después de numerosas frustraciones y desgracias, hay que apoyar con decisión las actividades que vengan en ese sentido. No será fácil para el gobierno, con tanta ultraderecha alborotada creando mal ambiente y echando cizaña.
Solo el Presidente Santos sabe en qué vamos y para donde. Por eso es muy importante estar pendientes y ser positivos, so pena de que pase la oportunidad y no nos demos cuenta. Algo serio por fin está pasando. Y es para bien. 
Bogotà D.C., 27 de Marzo, 2012
      

sábado, 24 de marzo de 2012

Cartas del Lector


Amigo Bernardo Socha:

Reinaldo Ramírez
A mis años, curado de espantos, detesto la apología de la guerra, en especial, cuando se exaltan los crímenes  y las matanzas en que perecen los jóvenes campesinos y los obreros pobres y analfabetas que, en ambos bandos,  mueren o son lisiados por causa del conflicto bélico; detesto a los apologistas de la guerra que nunca quieren que sus hijos corran su misma suerte de los "muertos y heridos  en combate" y, con inmenso y descarado cinismo, escriben sus macabras apologías, lejos de los campos de batalla,  atrincherados en sus cómodas mansiones, protegidos en sus carros blindados, rodeados de guardaespaldas, sin correr riesgos, disfrutando de los sueldos, ganancias,  prebendas, pensiones y jugosos contratos que les proporciona generosamente el Estado con los impuestos  que pagan, precisamente, los padres y las viudas de los muertos que deja la guerra.

Atento saludo,
Reinaldo Ramírez 

 ¿Esto será lo que quieren los llamados Tribunales de Justicia de este pais?
A propósito del siguiente artículo

"PIDO PERDON A COLOMBIA!
 Colombia! Pido perdón como soldado!

Por capturar guerrilleros y apatridas y no mandarlos insofacto al  mismisimo infierno, permitiendoles que se engorden en la cárceles y  viajen por el mundo a costillas del Estado...
 Perdón por respetar los derechos humanos y no secuestrar a las mamás  de los guerrilleros y sus prole para que sufran el rigor del  secuestro.
 Perdón por pararme como pendejo en las carreteras sonriendo  estúpidamente aun estando cansado, mientras los guerrilleros dormían  plácidamente....
 Perdón por respetar la Constitución y la ley y aguantarme que los  guerrilleros se tomen el poder campantemente.
 Perdón por ser tan tonto de respetar la Democracia permitiéndole al  pueblo elegir guerrilleros para que dirijan los designios de este  pueblo ignorante.
 Perdón por dejar a mi familia en casa sufriendo mi espera mientras  permito que los verdaderos guerrilleros ocupen curules y cargos  públicos importantes.
 Perdón por no quemar el Palacio de Justicia otra vez pero sin dejar a  nadie por fuera...
 Perdón por lanzar proclamas tontas anunciando mi presencia antes de disparar!
 Perdón por dejar que prevalezcan las desmovilizaciones para que los  terroristas reciban mejor sueldo que yo!   Por eso y por mucho mas y por perder mi tiempo escribiendo esta  estupidez pudiendo caminar los senderos de victoria y aniquilar esa  ralea de apátridas y crápulas!
 Y perdón porque seguiré (hasta el último de mis días) intentando
 cometer todos estos estupidos errores! "
 Atte, Ct.Montoya Juan.

martes, 13 de diciembre de 2011

VENCER EN LA GUERRA


Por Gerardo Delgado Silva

Han sido los subversivos y los paramilitares los perpetuadores de la clamorosa estupidez de los odios, del resentimiento, de las abominaciones, de los desenfrenos fratricidas que engendran otros escándalos crónicos de suma crueldad, como un rosario de masacres desde la conquista. Evidentemente, esos conquistadores estaban inmersos en una herencia sicopatológica, propia de los siete siglos de guerrear de los españoles con los árabes. Hechos proditorios y perversos verdaderamente repugnantes.

Horrores que el sectarismo ancestral de los partidos, en épocas pasadas y “gloriosas”, quisieron justificar y ennoblecer en el sentido político de aquella expresión.

Afloró el odio y a esa etapa de violencia se le dio el nombre de “guerra civil no declarada”, con lo cual se disimuló el bandidaje armado protagonizado por guerrillas de grupos adversos.  Contradicciones del hombre moderno que se reflejan con acusadora precisión en ese modelo de heroísmo inútil, como en la guerra que se llamo de los Mil Días, en la cual murieron cuatro mil ciudadanos en la batalla de Palonegro. Toda una carnicería. Enpero, liberales y conservadores suscribieron un tratado de paz en el departamento de Magdalena; otro en Chinacota y un tercero en Panamá en el acorazado Wisconsin de Estados Unidos. Así acabaron una guerra proditoria, haciendo luz sobre la patria.

Esta violencia, este holocausto bárbaro de ahora, suena patético, es mucho más grande que la ocurrida tiempo atrás, hasta la configuración del Frente Nacional, con la filosofía del entendimiento. Ese instante se olvidó, y los genocidios afligen el país, con su impacto tenebroso.

Con su carnicería soberbia, una forma de expresión de la dialéctica canalla del rencor de Caín. Nuestra filosofía. Esto ha facilitado que florezca la industria mortal
del narcotráfico, ese proceso vitando que nos ha causado inmersos daños en lo moral, en lo político y en lo económico, que ha cortado en dos la historia Nacional.

Mientras tanto funcionarios con nexos persistentes con paramilitares someten al país a las miserias políticas, renunciando a los ideales del Estado de Derecho, solo buscan pelechar con los dineros públicos como agentes de la corrupción. El imperio de la venalidad.

Claro que la Ley de Victimas y Restitución de Tierras, es una visión que traza un destino descontaminando verdaderamente, que sirve a un propósito público, con grandeza, que da ejemplo de moral, de reconocimiento a la dignidad humana, y a la justicia; después de semejante sentina de apetitos del inescrupuloso gobierno anterior, por fortuna desenmascarado. TODO EL ARTÍCULO AQUÍ

miércoles, 12 de octubre de 2011

No más niños y niñas en la guerra

Por Horacio Serpa Uribe.

El cobarde secuestro de la niña Nhora Valentina Muñoz, hija del alcalde Fortul, Arauca, ha estremecido al país. Nuevamente los niños están en el ojo del huracán de la violencia en Colombia. Ojalá esta vez los captores escuchen la voz del pueblo y regresen pronto sana y salva a la pequeña, arrebatada de las manos de su madre, al parecer por las Farc en venganza contra su padre, en el marco del proceso electoral.
De tiempo atrás los niños han sido protagonistas de la guerra fratricida que nos sacude. Bien porque los actores armados los reclutan a la fuerza para rearmar sus grupos ante el embate de las fuerzas armadas, por venganzas contra quienes se niegan a pagar extorsiones o simplemente como objetivos que caen en atentados mortales contra la población civil.
Las Naciones Unidas, el CICR, la Presidencia de la República, la defensoría del Pueblo, la Procuraduría y las Organizaciones de Derechos Humanos realizan permanentes labores para proteger a los niños y niñas del conflicto armado interno. Por desgracia, sus voces no llegan hasta la conciencia de los jefes de las organizaciones armadas, que ven en los pequeños un banco de combatientes siempre listo para saquear cuando criminalmente lo requieren.
En la guerra en  Casanare, entre los hombres de Martín Llanos y Carlos Castaño, miles de niños y adolescentes fueron reclutados a la fuerza para soportar esa guerra infame, que dejó miles de muertos y desplazados. Igual ocurrió con el reclutamiento forzado liderado por los paramilitares en el norte del país. Aún después de muchos años de su desmovilización, los jefes paramilitares se han negado a decir cuántos niños reclutaron y cuántos nunca regresaron a sus familias.
Lo peor es que en el rearme de las Bacrim, nuevamente se conocen informaciones sobre reclutamiento de menores. Iguales noticias se escuchan de las Farc, que han sufrido golpes contundentes en los últimos años en su infraestructura militar, que los ha llevado a un repliegue tras las pérdida de miles de hombres y mujeres abatidos o desmovilizados.
Los niños son el botín más fácil. Las víctimas invisibles en un país de depredadores de los derechos humanos. En los falsos positivos también hubo menores de edad, de Ciudad Bolívar y Soacha, principalmente, que fueron engañados para morir a manos de personas descompuestas, que deshonraron a la Fuerza Pública.
Hace bien el país en levantarse contra el secuestro de Nhora Valentina. Su plagio es una afrenta al país. Una cachetada a la democracia. Un reto para el Estado, que debe proteger a la infancia. La Fuerza Pública adelanta una valiente labor de búsqueda de la pequeña, que esperamos obligue a los secuestradores a liberarla.
Tenemos que levantarnos todos contra este tipo de delitos, que son de lesa humanidad. Mientras llega el fin negociado del conflicto armado, bien harían los grupos ilegales en aplicar las normas del Derecho Internacional Humanitario y comprometerse a no secuestrar ni reclutar menores. Liberen a Nhora Valentina. ¡ No sean cobardes!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Aún nos duele el 11S, pero también la guerra

Por Horacio Serpa Uribe
.
El 11 de septiembre de 2001 el terrorismo se apoderó del mundo. Aún duelen las imágenes dantescas de las Torres Gemelas de Nueva York ardiendo, luego de ser estrellados contra ellas dos gigantescos aviones civiles. Aún lamentamos tantas vidas perdidas, tanto horror.
Desde ese día el mundo no ha vuelto a ser el mismo. El orden internacional sufrió un brusco cambio. Los organismos internacionales parecieron estorbar a quienes tenían sed de venganza exprés. El mundo árabe se volvió sospechoso. Hablar de paz una afrenta. Creer en la solución negociada de los conflictos una estupidez. La paz mundial se vio amenazada por los halcones del Pentágono, liderados por el presidente Bush, que salieron en busca del enemigo extranjero e invadieron Irak y Afganistán, que ha sido el peor error en muchos años, con sus altos costos en vidas humanas, perdida de riqueza, poder y estabilidad global.
Los resultados de esa cruzada no han sido los esperados. Estados Unidos es hoy una superpotencia amenazada, en crisis económica e inestabilidad política. Ha pagado caro su apuesta por la guerra. El enorme déficit fiscal de la otrora superpotencia,  solo se explica por haberse embarcado en dos guerras perdidas, que se han chupado el presupuesto del desarrollo y le han costado la vida a miles de soldados americanos.
El 11 de septiembre representa un punto de quiebre en la lucha contra el terrorismo. La histeria vengativa que generó atravesó el globo y entronizo a una derecha extremista, envalentonada y guerrerista, que convirtió en enemigo a todo aquel que no comulgara con su credo, ni con su cruzada.
En Colombia fuimos víctimas de ese virus. Durante los últimos años vivimos bajo la política del exterminio del adversario. Palabras como diálogo, negociación, disenso, paz, fueron proscritas en un propósito que convirtió la derrota militar del adversario y el aplastamiento de la oposición en un objetivo vital de supervivencia.
El presupuesto militar se duplicó, se asedió a  la oposición, se chuzó desde el DAS a los defensores de derechos humanos; se estigmatizaron las ONG y se persiguió a la prensa independiente; se negoció con los paramilitares, pero se atacó a los promotores del acuerdo humanitario. Nunca hubo espacio para hablar de reconciliación.
Colombia fue el aliado carnal de Bush y adversario del vecindario. Se ataco en Ecuador, se amenazó a Venezuela. La lucha contra el terrorismo casi mas vista del mundo.
Diez años después de esos terribles hechos el mundo es igual de inseguro y no se ha derrotado al terrorismo. Aunque Bin Laden está muerto y han caído los jefes de las Farc, hablar de lucha contra el terrorismo como eje de la política internacional suena caduco. Hoy todos hablan de prosperidad, progreso, entendimiento, diálogo, integración, lucha contra la pobreza y la exclusión, y medio ambiente.
El 11 de septiembre arde en la memoria. Pero siguen sin resolverse las preguntas centrales de la humanidad: ¿cómo derrotamos el hambre? ¿Cómo alcanzamos la paz global?

domingo, 24 de abril de 2011

La ley del karma y la armonía con el Universo

--------------------Por: Bernardo Socha Acosta

Hemos finalizado una Semana Santa más de nuestra historia.

Quizás haya sido la oportunidad para muchos, reflexionar sobre nuestros actos y el transcurrir de Colombia y por qué no pensar, en lo que ocurre en el mundo, hoy que estamos conectados a través de los medios electrónicos y podemos conocer lo bueno o lo malo que pasa en nuestro planeta.

Y digo que ojala haya sido la oportunidad para reflexionar, porque lo que está ocurriendo en Colombia con el invierno son signos que deben hacernos pensar, muy seriamente.

Cuando afirmo que pensar seriamente, recuerdo un mensaje que me envió un amigo sobre la guerra de Libia, con unas graficas que, muestran la realidad, crueldad y crudeza con que los países aliados están actuando contra indefensos que son los que están pagando justos por pecadores.

La mortandad de inocentes que está dejando esa guerra, la ignora el mundo, porque los medios de comunicación, la mayoría, no revela la realidad porque son igualmente aliados de las potencias y la mayoría de los medios son de las potencias. Entonces nos quedamos sin conocer la verdad de la crueldad y las injusticias a nombre de la democracia.

Cuando vemos estas desgarradoras escenas, de niños mutilados, decenas de muertos en las calles, los hospitales llenos de heridos, la población con hambre, casas destruidas y el sometimiento y la humillación que cometen quienes ostentas las armas, entendemos por qué la naturaleza se comporta con furia, como reclamando justicia, con avalanchas, inundaciones, terremotos, deslizamientos y otras manifestaciones propias de quien está en desacuerdo con la crueldad injustificada, que solo busca el poder y explotar la riqueza en beneficio propio para aumentar su poder.

Al reflexionar sobre esto que ocurre, no solo en otros países, sino en el nuestro, por ejemplo cuando hemos visto masacres, el despojo de tierras, las desigualdades sociales y económicas y todas las inmundicias que cometen quienes se creen los dueños del Estado, entendemos entonces por qué la Ley del karma se manifiesta y muchas veces se extiende hasta sobre inocentes.

Bueno, pero todo no puede ser lamentaciones. Debe haber una reflexión de consuelo y anhelos de paz, por lo menos, y decir que, si bien es cierto que los fenómenos de la naturaleza, ante los cuales –según el decir popular- los seres humanos poco o nada podemos hacer, debe haber, si, un momento para pensar cómo tratamos de lograr un equilibrio y armonía creadora con el Universo a quien le debemos todo lo bueno y frenar o por lo menos disminuir así la furia de la naturaleza que reclama justicia.

La armonía creadora con el Universo no es cosa del otro mundo. Si se puede lograr, pero para alcanzarla se requiere de un consenso de voluntades y de confianza, ejercicio que puede estar muy lejos, ante la pérdida de credibilidad de que son víctimas las comunidades.

Pero a pesar de las debilidades humanas y presencia de la Ley del karma, en actitud de castigo contra la descarada corrupción y la prepotencia de algunos, la armonía con el Universo puede lograrse así sea individualmente para quienes la aceptemos, desde que no hayamos perdido la fe. Recordemos las afirmaciones bíblicas, en el sentido de que la fe mueve montañas. También recordemos que la mente humana puede hacer cosas asombrosas, para bien o para mal. En este caso para el bien, porque lo necesitamos muchos, ante las amenazas manifiestas que estamos viendo todos, tanto en Colombia, como en el mundo.

A pesar de la inclemente acción de la ley del Karma, provocada por quienes piensan que con la riqueza y el poder de las armas lo puede todo, nos queda para muchos una esperanza para encontrar refugio en las reservas que la armonía del Universo aun tiene para cada uno de quienes ostentamos el arma de la confianza, y la fe en sí mismos, para luchar contra ese karma que nos ha heredado la mayoría de gobernantes movidos por el odio y desaforado apetito de poder y riqueza.

sábado, 23 de abril de 2011

Cartas del lector

AMIGO BERNARDO:

La guerra en Libia en nombre de la democracia

EN LIBIA, ESTAMOS VIVIENDO LA CLASICA GUERRA DE DESPOJO QUE, EN NOMBRE DE LA RELIGION, LA DEMOCRACIA, LA LIBERTAD O CUALQUIER OTRA EXCUSA, DESDE SIEMPRE HAN PRACTICADO LAS POTENCIAS IMPERIALISTAS PARA SOMETER A LOS PAISES DEBILES Y APODERARSE DE SUS RIQUEZAS.

EN COLOMBIA, LA GUERRA DE LOS MIL DIAS, AUSPICIADA Y FINANCIADA POR ESTADOS UNIDOS, PAIS QUE ATISO LA DIVISION INTERNA, ARMO A AMBOS BANDOS Y CORROMPIO LAS AUTORIDADES COLOMBIANAS EN EN ESTADO DE PANAMA, FUE LA ANTESALA PARA QUE ESE PAIS QUE, PRECISAMENTE HABIA SUSCRITO CON NUESTRA NACION UN TRATADO DE AMISTAD Y SE HABIA COMPROMETIDO A DEFENDER LA SOBERANIA DE COLOMBIA EN EL ISTMO DE PANAMA, DESMEMBRARA NUESTRO TERRITORIO Y SE APODERARA DE PANAMA.

LIBIA ES UN PAIS CON SOLO CINCO MILLONES DE HABITANTES QUE DURANTE EL GOBIERNO DE GADAFI RECUPERO PARA SU PUEBLO LA EXPLOTACION DE SUS RECURSOS NATURALES, EN ESPECIAL, EL PETROLEO; GRACIAS A LAS POLITICAS SOCIALES DE SU GOBIERNO LOS CIUDADANOS DE ESE PAIS DISFRUTAN DEL MEJOR NIVEL DE VIDA DE AFRICA, PRACTICAMENTE, AL NIVEL DE LOS PAISES DEL PRIMER MUNDO.

RESULTA VERDADERAMENTE CRUEL QUE LA AGRESION MILITAR Y LAS GUERRAS DE DESPOJO DE LOS PAISES DEBILES SE REALICEN CON LA COMPLICIDAD Y EL APOYO A LOS AGRESORES DE LAS NACIONES  QUE, COMO COLOMBIA, SON VICTIMAS O HA SIDO VICTIMAS DE LAS MISMAS AGRESIONES.

ATENTO SALUDO,
REINALDO RAMIREZ

VER ALGUNAS GRAFICAS  



El mundo debe conocer el sufrimiento del pueblo libio que esta siendo asesinado en nombre de la democracia y la libertad, por las armas de los gobiernos europeos y de Estados Unidos que quieren apoderarse de su petroleo.

sábado, 28 de agosto de 2010

TRAFUGARIO


-----------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

LA GUERRA Y LA PAZ

Preciosa novela de la escuela rusa. León Tolstoi. Traigo ése referente al cuento es porque el jueves anterior se hizo una manifestación por las principales calles de la ciudad capital del Departamento, con una concentración final en la plaza Luis Carlos Galán y sus alrededores, que fue muy poco lo que hubo para envidiar las que provocaba el mahatma Gandhi en Nueva Delhi. De pronto suena como un poco exagerado pero todo lo que se haga y se diga en aras de la Paz, tan esquiva en nuestro país, es válido. Los 44 millones de malcontados colombianos debemos decir todos al tiempo, no al terrorismo. Los gobernantes, los industriales, los pintores, los escritores, los poetas, los periodistas, e incluso los políticos y los intelectuales, si no les es una molestia, deben decir no rotundo al terrorismo. Todos en su totalidad. Porque es que uno se descachimba de la nostalgia y de la soledad, y descachimbar es perder la cachimba, cuando en los noticieros se oye decir y en los periódicos puede leer, por ejemplo, que una niña de 15 años se dio de románticas puñaladas con una compañera suya de 17, donde la menor resulta muerta y los móviles no son otra cosa que un crimen pasional. Y también se circunflautiza uno al oír la noticia de que 35 mil niñas menores de edad, hago esa aclaración es porque a las reinas de belleza y las modelos también les dicen niñas, se prostituyen a diario y con cualquier postor para levantarse lo de una yuca para llevar a la casa algo de comer. Y todo por miseria física. En Bogotá, con corte al 30 de junio, iban 798 muertos por violencia callejera producida por alcoholismo, drogadicción, comercio de drogas ilícitas, prostitución callejera, robos, atracos, y un etcétera más hacia el infinito.

Y si a eso le sumamos que Colombia es uno de los países con mayor tasa de desempleo en América Latina y uno de los más inequitativos económicamente de la región, que el sistema de salud y seguridad social dan ganas de llorar, entonces estamos hablando de los albores de un colapso gravitatorio social en este país del sagrado corazón, que ojalá el mismo sagrado corazón se apiade de nosotros y no lo vaya a permitir porque ahí sí va a volar por toneladas, “de los que sabemos”, al zarzo. Y “de lo que sabemos” no es exactamente oro y piedras preciosas. Yo le aclaro a todos mis lectores que no es que esté hoy escatológico ni mucho menos paranoico, sino lo que pasó fue que mientras se llevaba a cabo “tan suculenta manifestación” antiterrosista, en la calle 35 crecía la audiencia como en El Sueño de las Escalinatas, de la hermosa lírica de Jorge Zalamea, y una familia visiblemente arrancada compuesta por el marido, el guitarrista; la señora, la guacharaquera; una niña como de unos seis años, la cajista; y un niño de brazos que los acompañaba a punta de gritos tal vez muerto de hambre, supongamos que era el cantante de una ópera callejera, también digamos que de realismo mágico. Más adelante una señora de unos 80 años, ciega ella, se acompañaba con su descuadrilada guitarra y en ritmo de ranchera cantaba, “Ayayayayyy, dónde andará… esos ojitos que me hicieron suspirar…”. Y entonces le da a uno por pensar, por qué esa violencia, por qué ese terrorismo, por qué esa gran miseria humana si Colombia es un país grandotote donde casi el 80 por ciento del territorio está desocupado, y tiene demasiadas riquezas como para que los hijos legítimos nos merezcamos esa guerra. Y entonces, para completar, le comenté eso a un político muy conocido pero no digo quién es para que no vaya a perder su clientela y pierda el tiempo y la plata si es que se lanza de concejal, y me contestó con la frescura de una nave espacial esta frase lapidaria: “Eso no se ponga a matarse la cabeza que el pueblo está acostumbrado a eso”. Yo apenas dije, ¡chamfle!

sábado, 24 de abril de 2010

Corrupción: el sustento de la guerra

Tomado de Elespectador.com

Por: Sergio Otálora Montenegro

NUNCA HABÍA SIDO TAN CLARO COmo en estos últimos ocho años: para que el discurso y la praxis de la guerra sean posibles, es necesario construir un complejo entramado de corrupción destinado a consolidar, legitimar y continuar un proyecto de poder autoritario. Esa podría ser la síntesis de la llamada seguridad democrática.

No es que la bala vaya por un lado y la podredumbre por el otro. No son compartimentos estancos. Las dos dimensiones se complementan, se entrelazan: la transgresión permanente de la ley, por aquellos que dicen defenderla e incluso dar su vida por ella, es herramienta fundamental para perpetuar la violencia, desde las altas instancias del Estado.

Ante el objetivo de derrotar a la subversión, este Gobierno no ha tenido límites éticos. La razón es clara: la popularidad del caudillo se interpretó como carta blanca para hacerle el quite a las normas. Por lo tanto, en las cumbres del poder uribista, existió la íntima convicción de que el pueblo, exasperado ante la vesania guerrillera, tendería un generoso manto de complicidad ante las acciones torcidas (pero necesarias) del Gobierno.

Parecía que los resortes morales de la sociedad colombiana se habían perdido, en esa locura desatada de buscar que las Farc mordieran el polvo a cualquier precio. Sin embargo, los resultados de las elecciones parlamentarias demostraron que todos estos escándalos (las chuzadas del DAS, por ejemplo) sí estaban quedando registrados en la conciencia ciudadana.

La impresionante bola de nieve que se ha echado a rodar desde entonces con la candidatura de Mockus, es la constatación de que el electorado, y sobre todo los jóvenes, le están pasando una enorme cuenta de cobro al cinismo uribista. Que el Partido Verde haya enarbolado la bandera ética, bajo conceptos como “la vida es sagrada” o “el fin no justifica los medios”, es un intento exitoso de quebrar en mil pedazos el andamiaje de corrupción que sostiene y justifica la guerra.

En la Colombia de hoy, recuperar el respeto a la Constitución es de hecho una revolución democrática de enormes consecuencias. Pero hay que evitar el voluntarismo: Antanas no es el mesías cargado de milagros.

De entrada, el Congreso es de mayoría uribista. Varios de sus miembros repitieron la estrategia triunfadora: pactos con los paramilitares y narcos, en el ámbito regional, para aceitar la maquinaria electoral a través de la dádiva o de la intimidación armada. Ese poder local no se dejará arrebatar, por las buenas, es decir, por la vía democrática, sus privilegios y luchará, con los medios torcidos de siempre, para que fracase cualquier proyecto alternativo.

Gane Mockus la Presidencia en la primera o segunda vuelta, con alianzas o sin ellas, tendrá que demostrar, desde el primer minuto, que su propuesta ética tiene efectos políticos prácticos: abrir las compuertas del poder a la participación de los sectores excluidos de siempre, a través de la desarticulación nacional y regional de los mecanismos de la violencia contra el opositor político. Esta lógica conducirá, de manera inexorable, a la revisión profunda de la estrategia militar contra la guerrilla. Ahí sabremos si el proyecto de los verdes tiene dimensiones históricas o es apenas la continuación, con otras caras, de la fórmula uribista de tierra arrasada.  Noticias en http://www.bersoatv.com/

martes, 16 de febrero de 2010

CARTAS DEL LECTOR

ESTIMADO BERNARDO:

PORQUE NO REZO MAS

EN MI VIDA HE REZADO MUCHO; LO HE HECHO POR DIVERSAS RAZONES Y CIRCUNSTANCIAS PERO TAL PARECE QUE DIOS SE HA VUELTO SORDO A LOS REZOS LAMENTACIONES DE LOS HOMBRES.

HE REZADO CONTRA LA GUERRA, CONTRA LA MISERIA, CONTRA LA EXPLOTACION Y LA INJUSTICIA Y, SIN EMBARGO, LA GUERRA, LA MISERIA, LA EXPLOTACION Y LA INJUSTICIA SE ACRECIENTAN TODOS LOS DIAS Y CAUSAN MAYOR DOLOR CADA DIA QUE TRANSCURRE; ME CONSOLABA DICIENDO QUE SEGURAMENTE ME FALTABA SUFICIENTE FE.

CUANDO LEO LOS PERIODICOS Y ESCUCHO LOS NOTICIEROS ME ENTERO QUE ESTADOS UNIDOS TIENE UN MILLON MEDIO DE SOLDADOS EGADOS POR EL MUNDO Y TODA UNA PARAFERNALIA MILITAR PARA LLEVAR POR TODO EL PLANETA E, INCLUSIVE, HASTA LOS CONFINES DEL SPACIO, SU MENSAJE DE LIBERTAD Y DEMOCRACIA A TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA; NUESTRO PAIS, RECIENTEMENTE, SE HA VISTO FAVORECIDO CON LA INSTALACION DE SIETE BASES MILITARES DE LOS ESTADOS UNIDOS EN NUESTRO TERRITORIO PARA ASEGURAR LA PERMANENCIA Y EL DESARROLLO DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA EN NUESTROS LARES, EN NUESTRAS VEREDAS Y EN NUESTROS PUEBLOS, AUN EN LOS LUGARES MAS APARTADOS Y OLVIDADOS.

ME CONSTRIÑE EL CORAZON RECONOCER QUE CADA VEZ QUE LOS SOLDADOS DE LOS ESTADOS UNIDOS LLEGAN A UN PAIS CON SU ENSAJE DE LIBERTAD Y DEMOCRACIA, BOMBARDEAN Y MATAN A LOS NATIVOS Y SIEMPRE SE HABLA DE MILES DE MUERTOS; MUCHOS PUEBLOS Y CIUDADES SON DESTRUIDOS POR LAS TROPAS Y LAS BOMBAS DE ESTADOS UNIDOS EN NOMBRE DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA; MILES DE CIVILES INOCENTES: NIÑOS, JOVENES, MUJERES Y ANCIANOS SON MASACRADOS COMO UN TRIBUTO DE HORROR Y DE SANGRE A LOS VALORES Y AL MODO DE VIDA QUE DEFIENDEN E IMPONEN A LOS PUEBLOS INVADIDOS Y SOMETIDOS LOS SOLDADOS Y LOS AMIGOS DE ESE PAIS.

ESTADOS UNIDOS GASTA EL CINCUENTA POR CIENTO (50%) DEL TOTAL DE LOS GASTOS MILITARES DE TODO EL MUNDO Y VENDE EL SESENTA Y OCHO POR CIENTO (68%) DE LAS ARMAS QUE INGRESAN CADA AÑO A LOS ARSENALES DE LOS PAISES A DONDE ESE PAIS LLEVA SUS GUERRAS PARA SEMBRAR LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD.

ESTOS ESCABROSOS RESULTADOS ME VUELVEN CADA VEZ MAS ESCÉPTICO Y, POR ESA RAZON, HE RESUELTO FIRMEMENTE DEJAR DE REZAR PARA EVITAR LAS GUERRAS Y LAS MATANZAS DE TANTOS SERES INOCENTES; ESTOY POR CONCLUIR QUE DIOS CARECE DE INTERES EN LA EMPRESA DE INCENTIVAR O DETENER LA GUERRA Y, EN ADELANTE PREFERIRE, DENUNCIAR A LOS ESTADOS UNIDOS Y A SUS AMIGOS Y SOCIOS COMO COMO VERDADEROS GENOCIDAS, PROMOTORES Y BENEFICIARIOS DE LAS GUERRAS QUE IRRADIAN POR EL MUNDO LA MISERIA, LA EXPLOTACION Y LA INJUSTICIA, PRECISAMENTE, EN OMBRE DE LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD.

ATENTO SALUDO,

REINALDO RAMIREZ - -----------------------------------------Volver a Inico

jueves, 28 de enero de 2010

JOVENES INFORMANTES: EXTENSION DE LA GUERRA

EN UNA MEDIDA DESESPERADA Y POPULISTA EL PRESIDENTE URIBE QUIERE LLEVAR LOS ESTRAGOS, LA IRRACIONALIDAD Y EL DOLOR DE LA GUERRA AL SENO DE MAS HOGARES COLOMBIANOS.


RESULTA VERDADERAMENTE DIFICIL ENTENDER DE OTRA MANERA LA RECIENTE PROPUESTA PRESIDENCIAL DE CONTRATAR COMO INFORMANTES, POR UNOS POCOS PESOS, A LOS JOVENES ESTUDIANTES COLOMBIANOS PROVENIENTES DE LOS SECTORES POPULARES; ESTA DESPIADADA POLITICA ACABARA DE INCENDIAR LA SOCIEDAD Y TERMINARA POR INVOLUCRAR AUN MAS A LOS JOVENES Y, POR ENDE, A SUS FAMILIAS EN LAS MULTIPLES GUERRAS FRATRICIDAS QUE SE LIBRAN EN EL PAIS.

ES ILOGICO CONCEBIR QUE SEA UNA BUENA IDEA, CONVERTIR EN CARNE DE CAÑON A ESA MULTITUD DE JOVENES HONESTOS DE LAS BARRIADAS DE LAS CIUDADES COLOMBIANAS QUE, VENCIENDO SUS ADVERSAS CONDICIONES SOCIALES, SUS NECESIDADES ECONOMICAS INSATISFECHAS Y SU POBRESA, LUCHAN POR ESTUDIAR Y SE ESFUERZAN POR EDUCARSE CON LA ILUSION DE APARTARSE DE LA RUTA FACIL DE LA VIOLENCIA Y EL CRIMEN; JAMAS PODRA SER UNA MEDIDA RAZONABLE NI SENSATA QUE SE PIENSE GANAR LA GUERRA CONTRA EL PELIGROSO CRIMEN ORGANIZADO, EL NARCOTRAFICO, EL SICARIATO, LA SUBVERSION ARMADA, EL PARAMILITARISMO, LLAMADO AHORA EUFEMISTICAMENTE, BANDAS CRIMINALES Y BACRIM, EN EL ARREVESADO LENGUAJE POLICIACO Y MILITAR, COMPROMETIENDO Y OBLIGANDO A PARTICIPAR EN LA CONFRONTACION BELICA, PRECISAMENTE, AL GRUPO POBLACIONAL QUE DETESTA LA VIOLENCIA Y TODAVIA CREE EN LA SOLUCION DE LOS CONFLICTOS SOCIALES Y POLITICOS POR LAS VIAS DEMOCRATICAS Y PACIFICAS. ES TANTO COMO PRETENDER APAGAR UN INCENDIO VERTIENDO GASOLINA EN LA LLAMARADA.

POR EL CONTRARIO, EL ESTADO COLOMBIANO DEBIERA MEJORAR LA EDUCACION Y FORMACION DE LA JUVENTUD COLOMBIANA FACILITANDO, HACIENDO POSIBLE, EL INGRESO Y LA PERMANENCIA DE LOS NIÑOS EN LA ESCUELA EN CONDICIONES DECOROSAS CONCEDIENDOLES EMPLEOS DIGNOS Y BIEN REMUNERADOS A SUS PADRES; UNIVERSALIZANDO EL BACHILLERATO Y LA DUCACION TECNICA GRATUITOS PARA LOS JOVENES Y, ADEMAS, FACILITANDO EL INGRESO DE ESOS JOVENES A LA EDUCACION SUPERIOR AUMENTANDO LOS CUPOS EN LAS UNIVERSIDADES OFICIALES COLOMBIANAS Y OTORGANDO BECAS Y AUXILIOS ECONOMICOS EDUCATIVOS A LOS JOVENES POBRES Y DE LA CLASE MEDIA PARA FACILITAR SU INGRESO A LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS QUE, AHORA, SOLO ESTAN AL ALCANCE DE LA ELITE ECONOMICA QUE PUEDE PAGAR EL ABULTADO VALOR DE SUS MATRICULAS.

LA SEGURIDAD CIUDADANA Y LA PAZ SOCIAL SON VALORES QUE REBASAN LAS MEDIDAS MERAMENTE MILITARES Y REPRESIVAS AUSPICIADAS POR LAS RECOMPENSAS Y LOS INFORMANTES; CASI OCHO AÑOS DE FRACAZOS DEL PRESIDENTE URIBE EN LA CONFRONTACION MILITAR DE LOS PROBLEMAS Y LAS CONTRADICCIONES SOCIALES DEMUESTRAN LA VANALIDAD Y LA INCONSISTENCIA DE SUS POLITICAS.

REINALDO RAMIREZ
BUCARAMANGA, ENERO 28 DE 2010
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miércoles, 1 de abril de 2009

El fin de la guerra contra el terrorismo

Fuente: elnuevosiglo.com


Colombia, miércoles 1 de abril de 2009

HORACIO SERPA
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Oficialmente la guerra contra el terrorismo se volvió un término obsoleto en el lenguaje de Washington. La secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, acaba de hacer el anuncio oficial a diez mil pies de altura, mientras se desplazaba a La Haya.

Semejante noticia tiene enormes repercusiones internacionales y su coletazo se sentirá en Colombia, en donde la guerra contra el terrorismo ha marcado la agenda interna y externa durante los últimos años. No en vano, la seguridad democrática ha esculpido la política electoral y validado el cambio de uno que otro articulito de la Constitución.

Era hora de que el Presidente Obama diera ese enorme paso, previsible desde su triunfo en las urnas. Con la excusa de la guerra contra el terrorismo y de la mano de Bush, el mundo entró en la peor etapa de retroceso de las libertades democráticas. Los derechos individuales fueron reprimidos y un Estado, paranoico y retardatario se apoderó del destino de los ciudadanos.

Los atentados del 11 de septiembre sirvieron para derrumbar las Torres Gemelas en Nueva York, ante los ojos de los televidentes, pero también, para derribar cualquier dique que impedía que se entronizara una sociedad policiva que convertiría a todo ser humano en sospechoso.

El lenguaje de la guerra contra el terrorismo anuló las posibilidades del disenso. Y de la oposición. O se estaba con el Presidente y el Estado o se era amigo de los terroristas. No había espacio para controvertir, ni para pensar. Solo para obedecer. Cualquier persona que se atreviera a dudar de la validez de la guerra contra el terrorismo era un terrorista. Intelectuales, periodistas, sindicalistas, líderes de las minorías, políticos de izquierda, todos quedaron reducidos. Cada palabra podría ser empleada como cabeza de proceso criminal o de traición a la patria.

Gracias a Obama el mundo ha dado un radical giro. Pero las huellas de esa guerra contra el terrorismo, que llevaron a Bush a invadir con mentiras a Irak y a entronizar el poder de las grandes corporaciones, sigue produciendo asco. Y vergüenza a quienes sostuvieron ese régimen de mentiras y traición a la democracia, a la Constitución y al pueblo.

En Colombia se sentirá ese drástico y esperado cambio en la agenda mundial. Sus efectos hacen predecir menos dinero para el Plan Colombia. Y más recursos para luchar contra el hambre y el atraso. No hablar más de la guerra contra el terrorismo dará paso a una agenda más abierta a la integración, los consensos, el diálogo y la cooperación, con un sistema de Naciones Unidas revalidado y respetado.

Obama está pintando un nuevo mundo. Sus socios en nuestro continente son otros. La Casa Blanca es visitada hoy por quienes antes los halcones de Washington consideraban perfectos idiotas latinoamericanos. Y los aliados de antes esperan una tarjeta de invitación para recibir el nuevo manual del pacifismo y la solidaridad. Así es la real polítik
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lunes, 2 de marzo de 2009

Cómo inmunizarnos del síndrome de la muerte para disfrutar a plenitud de la vida

Autorneto > Referencia > Autoayuda

por , Mar 2, 2009

El proyecto es crear como unos canales, para que aproximemos más la vida a cada uno de nosotros y construyamos barreras para alejar ese fantasma de la muerte que parece haberse apoderado de la humanidad, como un ácaro que se incrusta y carcome la mente humana haciéndola pensar erróneamente que la guerra y la muerte significan paz.

Hablar de la muerte es un tema para muchos escalofriante a pesar de ser un pasaje que le pone fin a la vida de todos los organismos vivos, sin excepción.

La muerte proviene del latín, mortis, que equivale a la cesación definitiva de la vida.
La muerte como la califican muchos tratadistas, es un ácaro por el que todos daríamos una incalculable riqueza para inmunizarnos de ella.

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miércoles, 8 de octubre de 2008

Hornos Crematorios

Fuente: El nuevosiglo

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casino online Colombia, miércoles 8 de octubre de 2008
POR: HORACIO SERPA
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La sofisticación de la guerra sucia no tiene límites. Tampoco la degradación del conflicto armado colombiano, que a diario cobra la vida de cientos de compatriotas, a quienes sus familiares lloran, esperan, recuerdan, a pesar de que sus cuerpos fueron descuartizados y desaparecidos.
La guerra sucia contra sindicalistas, líderes de oposición, periodistas, defensores de derechos humanos y gente del común, no cesa. Y los métodos de los criminales para desaparecer y hacer cenizas sus víctimas han superado los usados por los criminales nazis.
Colombia padece un clima de horror. Pero nadie se inmuta. Solo un país esquizofrénico puede hacerse el loco ante las declaraciones del jefe paramilitar Jorge Iván Laverde, alias el Iguano, ex comandante del bloque Fronteras de las AUC, quien reveló sin inmutarse que los hombres a su mando construyeron en Villa del Rosario unos hornos de barro en donde incineraban a sus víctimas.

Más de cien personas Nortesantandereanas fueron asesinadas por los paramilitares de la peor forma, por orden de algún matón local y luego echados al fuego, sin que nadie en ese departamento viera el humo, ni sintiera el dolor de esa pobre gente.
Así lograban reducir los índices de las masacres y se evitaban el trabajo de enterrar los cadáveres en fosas comunes, muchas de las cuales han ido apareciendo a lo largo y ancho del país gracias a las confesiones en el proceso de Justicia y Paz. Se calcula que más de 0 mil colombianos están enterrados en esas fosas. Fosas que han hecho llorar de dolor a los fiscales de la CPI.

Pero esos hornos no han sido los únicos métodos usados por los paramilitares para desaparecer las evidencias. Se han escuchado igualmente crueles, como moler los cuerpos y depositar luego los restos en ríos y lagos, o sumirlos en ácidos, o echárselos a los caimanes. Hitler no podía tener mejores alumnos. Ni Goebel mejores aliados Esta degradación, este horror de país, esta vergüenza colectiva no parece dolerle a la nación entera. Solo le preocupa a unos cuantos que sienten pasos de animal grande en la Corte Penal Internacional. Solo le duele a quienes lloran sus muertos. Y el resto, ¿qué hacemos, en qué pensamos? ¿Cuál es nuestra responsabilidad frente a esta catástrofe humanitaria? ¿Cuál es el papel de los medios?

Al país nacional estas noticias no lo conmueven. Estas informaciones que aparecen escondidas entre reinados, cócteles, goles y escándalos de corrupción. Y que en la televisión no generan raiting, pero en las Cortes Internacionales animan a los jueces, y en los organismos mundiales de derechos humanos abren expedientes y generan informes de condena.

Esos hechos preocupan, lastiman el alma. Hay que visibilizar a las víctimas y garantizarles sus derechos a justicia, verdad y reparación. Hay que crear conciencia de que estas bestialidades han de dolernos tanto como la terrible muerte de un niño asesinado por su padre, al que Colombia aún llora. No hacerlo es la indolencia extrema y perdernos como Nación.
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miércoles, 13 de agosto de 2008

LA GUERRA, UN FANTASMA VIVO

Fuente: El nuevo Siglo



Por Horacio Serpa

Acabado el Comunismo y finalizada la Guerra Fría, el mundo creyó encontrar el momento para decretar el fin de la guerra como método de resolución de conflictos. Pero desde entonces, los bombarderos no han dejado de dejar caer en diferentes partes del mundo los misiles que acallan pueblos, someten voluntades, corren fronteras e imponen ideologías.

Las guerras de Irak y Afganistán son las más cruentas, ambas amparadas bajo la lucha global contra el terrorismo. El saldo de esas fatales intervenciones militares de una superpotencia como Estados Unidos contra un enemigo del tercer mundo petrolero como Irak o exportador de Talibanes como Afganistan, ha sido catastrófico. La superpotencia y sus aliados no han podido imponer la democracia en los desiertos inflamados de petróleo y guerrilleros leales a sus creencias religiosas y políticas.

Estados Unidos busca salir de esa guerra antes de que sea tarde. Pero el número de muertos crece. La destrucción de esos países no cesa. En Estados Unidos cada día más lápidas se esculpen con los nombres de los caídos. El dolor se riega como pólvora en el pueblo. Los candidatos presidenciales prometen devolver a los muchachos. Los votantes esperan el cambio de gobierno.

El recuerdo de Vietnam arde en los áridos desiertos iraquíes y afganos. Los ejércitos de la llamada democracia caen ante la invencibilidad de sus enemigos. Goliat derrotado por David. Pero la lección no se aprende. En todas partes del planeta la guerra se asoma como el antibiótico para atacar todos los males. Solo que en lugar de sanar, mata. Destruye.

Georgia, otrora integrante de la desaparecida URSS, atacó Osetia del Sur, que es prosoviética. Los rusos atacaron con tal ferocidad que la paz de esa parte del mundo estará en entredicho por largo tiempo. Los rusos apoyan las provincias separatistas de Abjazia y Osetía del Sur. Georgia clama por la solidaridad militar de Estados Unidos y la Comunidad Europea. Rusia se venga del reconocimiento mundial a la independencia de Kosovo. El mapa mundial se mueve. El oso soviético no permitirá que la OTAN se le meta al rancho.

La guerra se enseñorea en el planeta. La resolución pacífica de los conflictos parece una metáfora sin dolientes. China prende la pólvora de los juegos olímpicos, pero los tibetanos hacen sonar los disparos exigiendo su libertad.

En América las cosas no son diferentes. Se equivocó el maestro Arciniegas en su libro "Entre la Libertad y el miedo", cuando dijo que aquí nunca habría mas guerras. Los militaristas se creen triunfalistas y se arman para librar hipotéticas batallas con sus hermanos.

En Bolivia suenan sables y se conspira para escindir ese empobrecido y caótico país. Perú recibe insultos de Bolivia y le habla duro a Chile. Los guerreros están listos para disparar en Colombia y Venezuela. Ecuador no acepta excusas de Colombia. Huele a plomo mientras los deportistas buscan el oro. La guerra es un fantasma vivo. Matar es un deporte extremo pleno de fanáticos.

martes, 19 de junio de 2007

EL FOMENTO DEL CAOS





Por: Gerardo Delgado Silva

Es a todas luces mucho más estremecedora y grave la crisis que en el orden jurídico y moral conmueve al país, que la crisis social y económica con todas sus consecuencias previsibles. El curso tortuoso de los acontecimientos, nos obliga a insistir en que los valores, tan descaecidos ya, se preserven, se defiendan, con lo cual estaremos protegiendo los principios fundamentales contenidos en nuestra Constitución Política y en las normas éticas que rigen la conducta de la dignidad humana.

El país está viendo con desconcierto, en silencio, como el gobierno ha ido entregando uno a uno esos principios, confundiendo artificiosamente el apaciguamiento con la rendición del orden jurídico, comprometiendo el presente y el futuro de Colombia.

Como tantos sucesos que contrarían el camino recto de las cosas, la liberación de 200 guerrilleros, el llamado “gesto humanitario unilateral”, por el Presidente, no excluiría de su inspiración a los que están incursos en la parapolítica, ni a los paramilitares con sus delitos atroces vinculados con el narcotráfico.

Vivimos, sencillamente, en un ambiente de caos que día tras día se magnifica y se enrarece más. Para tal “gesto” de otorgar la libertad, sin celebrar acuerdos humanitarios, con las FARC, el Presidente carece de competencia, pues esa gracia especialísima, está atribuida privativamente a los jueces de la República, por el Código de Procedimiento Penal. La denominada “Ley de Justicia y Paz” o la de Orden Público, establecen unos beneficios que comprenden hasta el indulto, si concurren en el procesado unos requisitos entre los cuales es indispensable que se haya realizado una desmovilización, que implica la voluntaria entrega de las armas. El “gesto” del gobierno, pugna abiertamente con lo preceptuado en las leyes, pues los 200 guerrilleros de la masiva excarcelación, no son ya un grupo beligerante, sino un conjunto de sentenciados y por tanto excluidos de los beneficios de las leyes citadas.

Ahora bien. La competencia penal es de orden público y como tal señalada de modo preciso en la ley, sin que permita una extensión analógica, desnaturalización o cualquier dañoso arbitrio.

Por otra parte, es un principio de derecho público, de aceptación universal que así como los particulares pueden hacer todo aquello que la ley no les prohíba, los funcionarios públicos desde el Presidente de la República, solamente pueden hacer lo que explícita o implícitamente les permitan la Constitución Política y las leyes.

Al medir las proporciones de estos acontecimientos, Jim Mc Govern, representante a la Cámara de los Estados Unidos y connotado defensor de los derechos humanos en el mundo occidental, ante el escarnio y befa de nuestro ordenamiento jurídico expresa: “…Yo no sé que estaba pensando el Presidente (Uribe) cuando liberó a todos estos guerrilleros. No sabemos claramente cual es la lógica detrás de todo esto. No sabemos que quiere lograr. Sólo esperamos que no sea una excusa para excarcelar después a más personas ligadas con la parapolítica…”. Y agrega: “…No vamos a avanzar en el TLC, mientras la impunidad en Colombia no cambie…” (Semana Junio 11 a 18 de 2007. No. 1310).

Así mismo, varios congresistas norteamericanos exaltando la democracia y la justicia que es el fin del Estado, rechazan indignados, la intención estrafalaria del Presidente colombiano, de adoptar una justicia tornadiza y permisiva para los transgresores “parapolíticos”, que entrañaría un perdón de sus conductas torticeras. Así se desprende de la nota enviada a la Secretaria de Estado. Y con acusadora precisión, señala el episodio del ex director del DAS, Jorge Noguera, solo concebible como producto del estado de degradación que está viviendo nuestra patria en los actuales momentos.

Paradójicamente, ¿por qué el olvido de los secuestrados, de los desplazados, de todas las víctimas? El olvido no resuelve la realidad fáctica de los derechos humanos fundamentales, violados ominosamente, sino que los empolva en los sepulcros de la memoria. Después el silencio y luego la impunidad. El llamado “gesto humanitario” está elaborado como un ejercicio de simulación, al margen de la dignidad de aquellas personas, es una apariencia de solidaridad, una insensata y despiadada indiferencia por su suerte, una exclusión arrogante de la esperanza, una manera absurda de colaborar con sus verdugos.

La justificación falaz de las “razones de Estado”, no delata la verdad, sino que encubre la mentira, dejando que en aquellos doloridos seres humanos, se acumule la sensación de haber vivido en vano.

Por ello, en esta hora de tinieblas, el G8, insta al gobierno colombiano a un “acuerdo humanitario entre las partes”, mecanismo contenido en los Protocolos de Ginebra, ratificados por Colombia y regulados por el Derecho Internacional Humanitario. Esta sí es la solución a la conmovedora tragedia de los cientos de secuestrados. El intercambio es un remanso grato y ennoblecedor en su absurdo drama y un freno a las corrientes vertiginosas de los conflictos, de la guerra, de la irracionalidad. Recordemos una vez más a Montaigne, cuando dijo: “No hay victoria sino se pone fin a la guerra”.

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