miércoles, 17 de noviembre de 2010

Derrotar la corrupción

Miércoles, 17 de noviembre de 2010

-----------------------------------Por Horacio Serpa

La corrupción es el cáncer de la democracia. Y está haciendo metástasis en Colombia. Con razón el Presidente Santos ha encendido las alarmas y ha fijado la derrota de ese delito en el mismo nivel que el terrorismo.
No hay cifras concretas de cuánto de la riqueza nacional se queda en los bolsillos de los corruptos, llámense contratistas, dirigentes políticos, empresarios, organizaciones criminales. La pobreza aumenta de manera vertiginosa de la mano de estos delincuentes que se roban la plata del desarrollo y el bienestar social, para financiar sus proyectos personales o grupales.

El caso más aberrante es el desfalco a la salud. Para nadie es un secreto que en muchos lugares del país esos recursos se han desviado hacia particulares, pero principalmente a los paramilitares, que saquearon la red hospitalaria y convirtieron los centros médicos en sitios de mala muerte, literalmente, en donde la gente va a morirse no a sanarse, en manos de personal que no recibe salarios durante años y no cuenta con elementos para realizar sus labores.

Basta escuchar las declaraciones de los paramilitares en Justicia y Paz para constatar esa realidad y visitar los hospitales de las zonas de influencia paramilitar para constar dicha realidad. No en vano el sistema de salud está quebrado. La plata se la roban de manera descarada los corruptos, armados y desarmados, sin que nadie haga nada para evitarlo. Pero así ocurre en todo el país, además, con los recursos para la educación, el agua potable, las carreteras, y un largo etc.

En los últimos días los medios de comunicación se han encargado de destapar muchas de esas ollas podridas. El olor es nauseabundo. El más notorio es el caso de los Nule, cabeza de los carteles de la contratación en Bogotá.

También se han destapado actos de corrupción en Fondelibertad, el Das, Incoder, Dirección Nacional de Estupefacientes, Banco Agrario, Inpec, Dian, Ingeominas e Inco. Tremenda labor tienen ante sí los órganos de control para identificar y castigar a los culpables de semejante tragedia nacional.
El Gobierno Nacional tiene que poner la lucha contra la corrupción como un objetivo nacional, si es que queremos avanzar en el fortalecimiento de la democracia, el logro de la paz y la generación de garantías para la inversión extranjera. No podemos seguir siendo una nación que se vanagloria de ganar la lucha contra el terrorismo, pero pierde todos los días la lucha contra los corruptos, que son langostas que se devoran el bienestar colectivo.

Esa cruzada nos involucra a todos los colombianos, pero debe comenzar con la aprobación de una ley anticorrupción que le otorgue verdaderas herramientas al Estado para desmontar ese flagelo. El Congreso tiene que demostrar que sí es digno de nuestra confianza. Nos merecemos ser una nación donde ser honesto sea una virtud y no una rareza. Hay que borrar el criterio de que la política es para enriquecerse y el Estado para esquilmarlo. La impunidad no puede ser el sello de nuestra nación.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LAS OLLAS PODRIDAS QUE DEJÓ URIBE

CORRUPCIÓN.- Nunca antes un gobierno había encontrado tantos escándalos acallados y a punto de estallar. No ha completado 100 días Santos, y ya se han destapado nueve ollas podridas del gobierno de Uribe.
Tomado de SEMANA.COM

Sábado 13 Noviembre 2010
 
"Esto es un despelote". Con esa expresión, palabras más palabras menos, responde cada uno de la nueva camada de directores de entidades del Estado cuando se les pregunta cómo encontraron las dependencias a su cargo. Aunque, en aras de la precisión, decir "despelote" es poco ante la catarata y el tamaño de los escándalos que han brotado en el último mes y las ollas podridas que se han destapado por doquier.

Al contrario de lo que se podría esperar de un gobierno como el de Álvaro Uribe, que salió con una aprobación de 80 por ciento en las encuestas, los hechos recientes indican que dejó la casa en un alto grado de desorden. Y la gran paradoja es que en un gobierno, en teoría, uribista es que han sacado todos los trapitos al sol.

Un día antes de asumir el poder, el entonces presidente electo, Juan Manuel Santos, le dijo a Uribe y a su gabinete en pleno que no iba a mirar para atrás: "En mi gobierno no va a haber espejo retrovisor". Y es posible que haya cumplido su palabra, pues la mayoría de los escándalos han estallado en medios de comunicación.

Pero poner el espejo retrovisor no es el problema, lo grave es que lo que se ha destapado no es un simple corte de cuentas por resultados sino que en algunos casos toca el terreno de lo penal. No es común que a un gobierno que llega, como el de Juan Manuel Santos, en menos de 100 días le toque buscar cómo liquidar el departamento de seguridad adscrito a la Presidencia (DAS), tenga que pedir a la Fiscalía que allane e intervenga al departamento dedicado a administrar bienes incautados a los narcotraficantes (Estupefacientes) y produzca un devastador informe sobre un fondo creado para apoyar la lucha contra el secuestro (Fondelibertad) que ya provocó la renuncia de dos altos funcionarios del Estado: la directora del CTI y el coordinador de Planeación de Acción Social. Y eso por mencionar tan solo tres de las nueve ollas podridas que se han destapado.

Es muy grave lo que venía ocurriendo en estas entidades que, si bien conforman la segunda línea del gobierno, desempeñan un papel crucial, pues fueron creadas para ejecutar las políticas de los ministerios.

Dirección Nacional de Estupefacientes
“El parque de diversiones de la mafia”

El nuevo director, Juan Carlos Restrepo, lo dijo de manera contundente: “Estupefacientes es el parque de diversiones de la mafia”. Y si esto lo dice el encargado de manejar 76.000 bienes incautados a los narcotraficantes, indica que la situación es grave. LEER MÁS EN SEMANA

viernes, 12 de noviembre de 2010

TRAFUGARIO

Noviembre 13 de 2010

----------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

LAS NUBES NEGRAS DEL PROCURADOR

Nunca había estado tanto de acuerdo con los conceptos de una persona que, precisamente por su arrogancia y por su egocentrismo no me entra por ningún orificio de mi modesto armatoste corporal, incluidos hasta los huecos de los canutos del pelo. Pero lo que le dijo Alejandro Ordoñez a Yamid Amat en la entrevista que publicaron en EL TIEMPO del pasado domingo, hace que uno gire ciento ochenta grados y coyunturalmente sus conceptos. “Colombia va por un despeñadero moral”. Luego añade: “Si no hacemos pedagogía, no habrá seguridad democrática o prosperidad democrática sostenible”. Las anteriores son frases lapidarias pero esta que viene es más que lapidaria: “Somos un país suicida si no emprendemos ya la reconstrucción de nuestro tejido social”. Y esta última que está inmersa en una de sus respuestas, que yo considero de enorme importancia dado que estamos en época pre-electoral, reza así: “La gente no vota en elecciones porque tiene desconfianza, porque percibe que quienes ostentamos la investidura pública somos adversarios del interés común, que la utilizamos para beneficiarnos a nosotros mismos, a nuestros amigos, nuestras familias…” Y lo peor de todo es que van a ver y sí. No tiene vuelta de hoja que eso es lo que está asesinando a Colombia. Con eso uno puede entender que el mejor negocio que hay en el país no es el del narcotráfico ni el de las esmeraldas sino el de la política porque además de ser altamente productivo y rebacano, goza de toda la legalidad jurídica. Y va uno a ver y sí.

Pero como algunos políticos que están leyendo mi columna pensarán que estoy aplicando en mis juicios el método paranoico-crítico de Salvador Dalí, entonces debo darles las debidas explicaciones. Yo en ningún momento estoy diciendo que la política colombiana, como el fútbol colombiano, sean de pésima ralea. No, señores. Lo que sí es cierto es que hay muchos políticos, jugadores, directores técnicos y dirigentes “megachatarras” y que por esa incontrovertible razón, así como van las cosas, jamás volveremos a los mundiales. De igual manera por culpa de algunos, o muchos políticos, pero no de todos, la gente no quiere saber de elecciones. Y eso no es invento mío si no que por el contrario, es una realidad axiomática. Y además lo dijo fue el procurador general. Debo aclarar que yo, modesto periodista, con el procurador no comparto ideología porque él cree que sus razones son las únicas válidas en este planeta y esos absolutismos ideológicos, están mandados a recoger. Además, si la única concepción filosófica válida es la de él, entonces los demás no tenemos razón de ser.

Lo que pasó fue que su posición ante la realidad social que estamos viviendo los colombianos me pareció honesta, digna, respetable. Incluso generosa y noble, si es que tienen cabida este par de términos, porque él mismo se involucra, como copartícipe por hacer parte del Estado, en una de sus respuestas. Y eso para mí es, alta nobleza. Claro. ¿Y quiénes son los culpables de la vida desgraciada de muchos colombianos si no son los que manejan la Administración y la plata del Estado? No ven lo que dice el doctor Alejandro Ordoñez en este mismo escrito que, “utilizan la investidura y el poder para repartirse el país entre sus amigos y sus familias”. Y yo le adiciono: Los demás que se jodan. Y no respetan su dignidad, su profesionalismo, sus derechos humanos y civiles, su presencia física, su colombianidad. García Márquez en El Otoño del Patriarca, lo dice de una manera absoluta y magistral de la siguiente manera: “Y se repartirán la patria entre los ricos los gringos y los curas y los pobres seguirán como siempre porque el día que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo”. (sin puntuación) Entonces, cuando vayan a votar por un candidato, por el que usted quiera, a lo cual los invito democráticamente, piensen en la siguiente frase: “Qué culpa tiene la estaca, si la rana salta y se estaca”. O mejor así: Qué culpa tienen las piedras, si yo me doy con una piedra en los dientes.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El M-19 ha cumplido la palabra

Miércoles, 10 de noviembre de 2010

-------------------------------Por Horacio Serpa
La historia de Colombia se partió en dos cuando el M-19 decidió tomarse el Palacio de Justicia con la intención de juzgar al Presidente Belisario Betancur y lo que recibió fue una respuesta descomunal de la Fuerza Pública. Lo que estaba planeado como un hecho mediático pleno de espectacularidad, terminó como la mayor derrota militar y política de esa guerrilla, pero también en un estigma para el gobierno y los militares, hoy encarcelados y juzgados por la Justicia.

El Holocausto del Palacio de Justicia es el acontecimiento más doloroso de nuestra historia en la segunda mitad del siglo XX. Las imágenes de la sede de la justicia en llamas aún hacen estremecer al más fuerte y enlutan el alma de nuestra democracia. Sobre todo porque 25 años después nadie conoce la verdad de lo ocurrido. Solo se sabe que murieron fusiladas y calcinadas más de cien personas, fueron desaparecidos los once empleados de la cafetería y la Corte Suprema de Justicia fue arrasada por la intolerancia.

El Presidente Betancur ha guardado desde entonces un prudente y respetable silencio, que ha significado su retiro voluntario de la política partidista. En estos días nuevamente se han hecho toda clase de declaraciones con ocasión del 25 aniversario de esa tragedia. Se han pronunciado con especial acento altas dignidades de la justicia, para aclarar que el indulto otorgado al M-19 quedó sin validez jurídica, de acuerdo con lo señalado por el Tribunal Superior de Bogotá, el cual dictaminó que esa guerrilla cometió delitos de lesa humanidad.

Ante dicha situación hay que preguntarse si el país va a enterrar el proceso de paz con el M-19, que permitió la desmovilización de ese grupo y su reincorporación a la vida civil. Una iniciativa que jalonó procesos de paz con otras guerrillas y permitió la desmovilización de cerca de seis mil compatriotas, así como la convocatoria de la Constituyente de 1991, a la que con acierto se le denominó “el camino de la paz”.

Un proceso de reconciliación que permitió un nuevo pacto social y político, y la creación de una estructura constitucional para la participación, la inclusión social, la democracia, la solidaridad, la integración y el entendimiento.

El M-19 ha cumplido su palabra empeñada. Nunca ha renunciado a los acuerdos, por más alta que se haya puesto la marea política en su contra. Ni los asesinatos, desapariciones, atentados y amenazas a sus dirigentes, ni la persecución de sus liderazgos por parte de los intolerantes, los han hecho devolverse al monte. Siguen siendo ciudadanos que actúan en todos los escenarios políticos como gobernantes, directores de partidos, congresistas, defensores de derechos humanos. Personas que renunciaron para siempre a las armas para defender libremente sus ideas.

Juzgarlos como criminales de guerra por los dolorosos hechos de hace 25 años, en los que murieron todos los asaltantes, sería un error imperdonable contra quienes han honrado su palabra y compromiso con la paz. Hacerlo sería enterrar para siempre la posibilidad de la convivencia.

lunes, 8 de noviembre de 2010

CALIFORNIA Y LA GREYSTAR

Bucaramanga, Noviembre de 2010
Sergio Eduardo Toledo
abogado
Años de desidia oficial sobre California han rendido sus frutos; “Los habitantes ante el descontento, ven como tabla de salvación la explotación minera de la Greystar ”

Lo triste de todo, es que el daño ambiental, ecológico y paisajístico que se avecina no tendrá impacto en la región sino muchos años después de iniciada la explotación.

No es un buen negocio para el pueblo, solo pagaran 4% de regalías, (menos que una cerveza que paga el 16 % de IVA) el oro y la plata serán procesados en Canadá, el hueco generado por la mina no será tapado, las escombreras no serán reutilizables por años, se alterara el microclima de la región, el daño es irreversible y la tierra quedara contaminada con cianuro, produciendo lluvia acida.

Es un proyecto descomunal, al cual se le ha minimizado por parte de los Canadienses quienes piensan obtener una ganancia de siete mil quinientos millones de dólares; llama la atención que el capital de la citada empresa en Colombia es de solo 40 mil dólares unos 80 millones de pesos.

Una sola de las piscinas o pozos de lixiviado, donde van a mezclar el agua con cianuro, mide 108 hectáreas , el doble del tamaño del embalse del acueducto, ubicado tierras abajo.

No hay el 100% de certeza de no contaminación de las aguas, como lo afirma la citada empresa con animo omnipotente.

No se ha dicho que en Europa a partir del 2011 esta prohibido el uso del cianuro, la minería a cielo abierto es agresiva y destruye la naturaleza.

¡Mea culpa señores Gobernantes! por la desidia con los habitantes de California y Vetas a quienes se les deben dar opciones de trabajo y progreso menos agresivas que esta “hecatombe ecológica”

Sergio Eduardo Toledo
c.c. 91.264.321 de Bucaramanga

sábado, 6 de noviembre de 2010

TRAFUGARIO

-----------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

LAS MOÑONAS DEL PRESIDENTE

Tal vez por su refinada prosapia el presidente Santos nunca haya jugado turmequé, con lo cual uno colige que definitivamente él es de alto turmequé. Pero lo que sí es cierto es que es un Albert Einstein en eso de mechas, bocines y moñonas, obvio, muy metafóricamente hablando. Rebicemos a ver por qué. La primera moñona después de esa moñona de la presidencia de la República, con la cual dejó súpitos a todos los colombianos de bando y de contrabando, fue nombrar de superministro, Justicia y Gobierno, a un poco jovial pero aguerrido político como es Germán Vargas Lleras, en contra de la voluntad del expresidente Alvaro Uribe quien en una forma de complejo de Edipo, excesivo y libidinoso amor a la madre patria, cree que sigue gobernando en este país plagado de amnésicos. Sí, señores. Complejo de Edipo político-freudiano. Y este sí es más grave que cualquiera de los ya conocidos como el complejo reptiliano, por ejemplo, porque ningún psicoanalista ha podido saber con certeza y mucho menos hacer nada, contra ésa condición única del ser humano.

 Querer mandar en forma absolutista, enajenada e incondicional sobre todos los seres de su misma naturaleza que se encuentren a su alrededor. Pero como decía anteriormente y en términos denodadamente epistemológicos, el Presidente Santos también es abeja. Se dedicó, como buen colombiano, a aplicarle toda la tecnología del tejo al expresidente y ahí lo tiene medianamente fuera de la cancha, dándole al bocín de medio lado, o pegándole a los palos y eso no le produce ningún puntaje.

La segunda moñona del doctor Santitos, se lo digo con aprecio porque creo que me volví santista, es que lanzó dos tejos con ambas manos y metió ambos tejos uno en un bocín en una cancha de Quito y el otro en una cancha de Caracas. Es decir, que las dos más grandes chabacanadas diplomáticas del expresidente, el doctor Santitos las arregló de un solo violinazo. Hay qué ver cómo van las cosas viento en popa entre las tres naciones que era lo que más nos estaba martirizando sobre todo a los santandereanos, sureños y norteños, puesto que somos los inmediatos vecinos y socios de la hermana república venezolana. Al expresidente, que odia a Chávez como el doctor Lucifer a la cruz, y no a la cruz gamada de Hitler sino a esa que vemos los católicos y nos echamos la cruz, y que lo ve más peligroso que una yuca de Chernobil, el doctor Santitos viene y lo atiende y le tiende la mano y de un día para otro las relaciones cambian de manera total y se da el trato que debemos tener como verdaderos hermanos, pues claro que le produjo una psiconeurosis esquizofrénica, repito, al expresidente, que quiere continuar con el delirio del poder absolutista como si esto fuera una finca en el Departamento de Córdoba. La tercera moñona del doctor Santitos, reitero que le digo así con todo el respeto, es la del cambio de la terna para ocupar la chamba de Fiscal de la nación.

 Esta moñona, siendo una de las más artísticas es quizá la de mayor importancia porque ya pasó por encima del año que Colombia no tiene Fiscal General, y cualquier desprevenido ciudadano pueda calcular lo grave que resulta esto. Como en el juego del tejo político-freudiano también existen las mechas y los bocines sencillos, debiera hacer alusión a ellos, de parte del doctor Santitos como es apenas lógico, por su importancia. Pero mis carísimos lectores tienen que comprender dos cosas elementales. Una: que una columna de opinión es demasiado limitada en su extensión. Dos: que yo no soy dueño ni socio del periódico y de hecho yo sé que me brincan. Pero vean que contradicción aunque ustedes no lo crean. A mí sí me gustaría que el doctor Alvaro Uribe fuera el alcalde de Bogotá para ver si le pasa lo de las chicharras: que se revientan de tanto cantar. Y lo expreso así con un enorme respeto porque en el fondo le tengo admiración, puesto que el doctor Uribe demostró, in praxis, que en verdad es un hombre de armas gobernar.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La feria de las viillanías

Columna de Elnuevosiglo.com
-------------------------------Por HORACIO SERPA

NUNCA terminamos de conocer la larga lista de delitos espantosos cometidos en el país.

Cuando niño escuché comentar sobre terribles crímenes. Masacres, asesinatos a sangre fría, decapitaciones, el “corte de franela”, el “corte corbata”, asaltos sangrientos, fetos humanos mostrados como trofeos de guerra en las puntas de las bayonetas. Se le llamó “época de la violencia”.

Terminada tanta barbaridad ejecutada a nombre de los partidos políticos, surgió la guerrilla con cadáveres y atrocidades que aún no acaban. Seguimos teniendo secuestrados que sufren perversa sepultura en la selva como manifestación del máximo horror.
Después vino la “destorcida”. Diversos grupos criminales ofrecieron salvar a Colombia de la guerrilla. Hubo beneplácito, solidaridades públicas y en privado, complicidades a granel. Agentes estatales hicieron su ilegal aporte estimulando, entrenando, armando, interviniendo directamente.

Lo que ocurrió asombra a los más indiferentes. Amplios sectores ciudadanos fueron avasallados, ultrajados, humillados, masacrados. Se mató sin consideración a varios cientos de miles inocentes. Pero aún no sabemos todo. Recientes informaciones estremecen.

El “Osito” ultimó a 300 personas, muchas a garrote limpio. “Coyara” las descuartizó por montones. “Pikachù” destrozó huesos y carne para que los pedazos de muerto cupieran en un hueco y se evitara el escándalo. “HH” personalmente no mató sino a 80, pero mandó asesinar a 2.000. “Piedras blancas” a 400. Para qué hablar de los “mochacabezas”.

El horror no termina. Hace pocos días ocurrió un crimen infame en Arauca. Violaron a una niña de 14 años y luego la asesinaron lo mismo que a sus hermanitos menores. Los enterraron para no dejar rastros. El crimen ocurrió a 500 metros de donde está acantonado un batallón del Ejército Nacional.

Dios salve a este país de comprobarse que la villanía la cometieron miembros del Ejército, al que respetamos y aplaudimos por su labor sacrificada y eficaz en la lucha contra la delincuencia guerrillera, paramilitar y narcotraficante. Pero en esta ocasión no habría explicación posible. Tampoco la tienen los centenares de asesinados en “falsos positivos” que nos avergüenzan, así el país pretenda pasar de agache sobre este abominable episodio.

El asesinato de los niños debe investigarse con rigor, rapidez y eficacia. Es imperativo que se haga justicia y ni ello basta. La comunidad internacional está horrorizada y alerta. Cualesquiera que hubieren sido los criminales, especialmente si fueron miembros de la fuerza pública, no caben contemplaciones, ni excusas, ni explicaciones, ni retóricas aceptaciones de responsabilidad que nunca quedan en nada.

La sangre de estas tres criaturas clama nuevas y definitorias actitudes. Requerimos un acto colectivo de contrición para saber a ciencia cierta lo que nos está carcomiendo. Una sociedad en la que se cometen todas las villanías posibles y se calla o sólo se hace un escándalo fariseo, no es viable.

Nada servirá, como no sea la verdad con justicia severa y un real propósito de enmienda que genere una cultura de respeto, legalidad y convivencia. Lo demás es mentira, hipocresía, torpeza extrema. Y más violencia, más crímenes, vileza, hasta el derrumbe total.

domingo, 31 de octubre de 2010

El U-portunismo

Tomado de Vanguardia.com  - Reenviada por  Jose Williaam Villarreal
Sábado 30 de Octubre de 2010 - 07:03 PM

Una nueva palabra se ha agregado al léxico político colombiano: el U-portunismo. Cuando sea aceptada por la Real Academia, el diccionario la definirá así: “Actitud política del partido de la U que consiste en aprovechar al máximo las circunstancias para obtener el mayor beneficio posible, sin tener en cuenta principios ni convicciones. Es similar al oportunismo, pero con la simultánea pretensión de ser los adalides de la transparencia y la moral”.

El caso más reciente de U-portunismo es el comunicado de la bancada de la U en el Concejo de Bogotá, en el que pretenden sacar la U y distanciarse de las acusaciones de mala administración y corrupción en la Alcaldía de la capital.

Ante todo hay que reconocer que los hechos denunciados por Petro y el concejal Carlos Vicente de Roux son preocupantes y ameritan que los órganos de control investiguen los indicios presentados y, de ser comprobados, impongan las sanciones correspondientes, tanto políticas como disciplinarias o penales si fuera el caso. Hasta ahora las respuestas del Alcalde y del Polo han sido evasivas y tienen que demostrar que si están decididos a combatir la corrupción.

Pero la forma como la bancada de la U quiso envolverse en las banderas de la transparencia y la anticorrupción para subirse al bus de las denuncias y sacar tajada política es una verdadera antología del oportunismo político y la doble moral.

Primero, son selectivos al creer y aceptar unas denuncias y al mismo tiempo rechazar otras del mismo denunciante. Aplauden lo que dijo Petro del carrusel de la contratación en el Distrito, y las acusaciones del millonario contratista Nule contra el hermano del Alcalde; pero no les gusta lo que también dijo Petro del ex presidente Uribe y lo califican como una cortina de humo. Además ignoran las más graves acusaciones de Nule contra los funcionarios del Ministerio de Transporte de la administración Uribe, las que ni siquiera les merecen un comentario.

Se autoproclaman los paladines de la anticorrupción: “el partido de la U rechaza todo acto de corrupción”, dice el comunicado al referirse a hechos que apenas empiezan a ser investigados; pero su silencio ha sido ensordecedor frente a casos de corrupción que no solo han sido comprobados sino que ya hay culpables juzgados y condenados por la justicia.

¿Quién ha oído a la U rechazar la Yidispolítica y la compra de la reelección de Uribe? ¿Dónde están los comunicados de la U para condenar las chuzaDAS y la persecución de la casa de Nari contra jueces y opositores? ¿Cuándo se ha visto a la U censurando la escandalosa repartición de dineros públicos entre los amigos y financiadores de la campaña de Uribito?.

Lo que realmente quiso decir el comunicado fue esto: “el partido de la U rechaza todo acto de corrupción de su opositores, pero ignora los actos de corrupción de sus amigos y jefes políticos”. Es la transparencia de un vidrio polarizado.

El descaro máximo del U-portunismo es criticar el rumbo político de la administración de Bogotá en los últimos años, como si todos los concejales de la U no hubieran sido parte de la coalición de gobierno y no hubieran tenido jugosas tajadas burocráticas en el Distrito. Anuncian que ahora el Alcalde no tiene el respaldo de la U, pero no dicen que si lo tuvo en los tres años pasados mientras sucedían las irregularidades que hoy denuncian. Es la táctica de quien denuncia la hecatombe cuando ha contribuido a producirla.
* * *
COLETILLA: Ya empezó la Fiscalía a acusar a funcionarios de Minagricultura por el escándalo de Agro Ingreso Seguro. Por ahora del viceministro para abajo. Falta llegar al final de la cadena que ojalá no sean las señoras de los tintos y los choferes, como en el caso del DAS, sino que busquen quién daba las órdenes.

Publicada por: MAURICIO CABRERA GALVIS

sábado, 30 de octubre de 2010

Vargas Llosa y el premio Nobel

Mario Vargas Llosa
Bucaramanga, Octubre 27 de2010

Por: Pedro Gerardo Tabares C

Mario Vargas Llosa, es un escritor que en sentir de importantes críticos literarios, ha debido recibir el premio nobel desde hace muchos años, pero en el tiempo fue perdiendo el espacio hasta el punto de afirmarse que había quedado en el olvido de su creación literaria por cierto prolífica que deviene en un reconocimiento justo, ecuánime y de una dicción castiza con argumentos literarios interesantes, que van más allá de los de Saramago por ejemplo. Se ubica dentro del mundo real y lo elaborado desde 1963.

 Nos llama la atención con una obra especial para el año 1969, cuando vio la luz pública la CONVERSACION EN LA CATEDRAL, voluminoso libro con descripción de las relaciones sociales de entonces en su patria, una representación latinoamericana, perseverancia en la disciplina, que consideramos dentro de catorce libros que determinan su producción, como la obra llena de interés y atracción . Nos apasiona la Conversación en la Catedral en principio, ante el neófito, la inquietud para relatar el acontecer de esa naturaleza, pero una vez en contacto con el libro encontramos que la Catedral no era catedral y que la conversación, se transformaba en el acontecer político de Chile, con la capacidad de universalizar el acontecer local que vive el escritor, su vinculación al periódico y el examen del acontecer después de la jornada en donde en realidad la conversación se transforma en profundidad del pensamiento del escritor y que por no ser uno de los primeros libros parece comprender a Latinoamérica, llamándonos la atención la habilidad en la dicción, el manejo de los personajes en ambiente político –camarita- alguna distancia para no estar tan cerca de quienes podía vigilar hasta el pensamiento y la forma agradable de hilvanar los vocablos para mantener la atención hasta el último renglón. La lengua castellana vuelve a tener la relevancia, que todos aspiramos para que por razón del premio nobel se conozcan nuestras costumbres, éxitos y defectos.

Hoy que ya estamos sometidos a no leer, sino a que nos lean los libros gracias a la tecnología nos trae gratos recuerdos, Vargas Llosa recibe el premio nobel postergado porque lo merecería, por sus pensamientos filosóficos como por ser un escritor prolífico que aún citando cualquier libro de pocas páginas constituyen el deleite del lector en lo que podría denominarse esa emoción estética que produce la literatura.

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