sábado, 16 de agosto de 2014

La revolución de las comunicaciones

Importancia de las Tic frente al periodismo digital
Algunos de los pasos en los que hemos avanzado
Por: Bernardo Socha Acosta
Las Tecnologías de la Información y las comunicaciones  han puesto al mundo en nuestras manos, casi sin darnos cuenta.
Por esta y muchas razones más se ha dicho que estamos en la era de la Revolución de las comunicaciones y no puede decirse menos. Ocurre cualquier  hecho en alguna parte del mundo y a los pocos segundos ya la opinión esta enterada.
El desarrollo y los cambios son sorprendentes, mientras buena parte de la sociedad no se ha percatado a fondo de, qué es lo que estamos viviendo en este mundo globalizado.
Los cambios que a menudo presenta todo el componente de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) obligan sin pausa a la sociedad a retomar al menos lo básico de estos adelantos, seguros de, que esto representa un paso en los avances de nuestras vidas.  Y es necesario y urgente ajustarnos a estos adelantos porque, si no lo hacemos, nadie, sino nosotros, seremos los afectados,  porque los mismos adelantos, van a dejar a muchas personas sin los oficios que hasta ahora han venido realizando y entonces, tendremos que actuar con nuevos conocimientos  para habituarnos o acomodarnos a las tecnologías y enfrentar los nuevos retos.  
Según los pronósticos de los estudiosos, en un lapso no menor de 8 a 10 años, desaparecerán por completo unas 10 actividades que hoy se realizan   con el aporte humano. En 10 años ya serán los sistemas electrónicos que han remplazado totalmente la mano del trabajador.  Eso indica la necesidad de acomodarnos a los cambios, no importa el género, la edad  y el nivel económico.  Todos tenemos que estar preparados para asimilar los cambios tecnológicos.
Y este preámbulo lo hago para que reflexionemos todos, pero con énfasis, para quienes estamos dedicados a llevar información de distinto género a nuestros visitantes, oyentes o lectores, porque a más de uno nos ha sorprendido, y hasta atropellado la tecnología.
En el periodismo
Y para el periodismo digital, es bueno aclarar que  desarrollar esta actividad no se trata de hacer “copialina”, primero porque es antiético,  en segundo lugar que el comunicador está expuesto a violar los derechos de autor  y en tercer lugar  el periodista no va a  tener éxito  frente a la opinión general.  De modo que hacer periodismo digital, no es montar sitios y rellenarlos. Hay que asumir responsabilidades y profesionalismo, porque la Red tampoco asimila y admite que haya una serie de informaciones compuesta de copias en las que ni los titulares  se reforman, ni de contenido ni de tipo de letra.
Es por esta razón y muchas más, es que el equipo de trabajo de  bersoa comunicaciones, ha aprovechado la oportunidad que le está dando el SENA a los colombianos, para capacitarnos a diferentes niveles, oficios y profesiones, sin ningún costo y sin moverse de la casa, ni siquiera para recibir la certificación de estudio, porque todo se hace por Internet. Esa es otra de las revoluciones que nos ha traído la Red y los sistemas digitales. Estudiar hoy en día ya se hace a distancia y con grandes facilidades.  Por qué entonces no hacerlo. Quien no lo haga es porque desconoce el valor del aprendizaje y el futuro de las tecnologías.  
Y una consideración
Quiero en consecuencia compartir con los visitantes y colegas, que  nuestro equipo de trabajo (bersoa comunicaciones – www.bersoahoy.co  - y toda la plataforma web anexa, haya logrado  este año realizar un ciclo de capacitación que  incluyó estudio de: Aprendiz digital y las Tic;  técnicas de comunicación gerencial; uso del espectro radioelectrónico y animación Flash. Esos son algunos de los temas básicos del periodismo digital.

lunes, 11 de agosto de 2014

¿La letra, con sangre entra?

                                                  Horacio Serpa
Hace más de medio siglo se utilizaba la férula con los niños desaplicados. Era como decir, “si no es a las buenas, a las malas”, y a punta de reglazos se buscaba que todas y todos aprendieran las operaciones elementales, al mismo tiempo que a escribir y a leer. El objetivo era acabar el analfabetismo.
Aún hay analfabetas. Ahora se les llama iletrados. Los programas oficiales no son suficientes. Cuando fui gobernador de Santander tuvimos éxito con un sistema cubano que aplicamos mediante un convenio con la Embajada del país hermano. Pero en todo el país hay viejos y campesinos que aún no saben las primeras letras.
Cuando ahora se habla de cobertura universal y de calidad educativa tenemos que saber que se trata de una obra colosal. Si pasa lo que mencioné en la primera grada de la educación, de ahí en adelante la situación es dramática. Solo un porcentaje de los jóvenes termina bachillerato y  únicamente la mitad de estos puede matricularse en una Universidad. De ellos escasamente el 50% termina profesión. Para qué hablar de los estudios de posgrado.
De calidad, ni hablar. Es indigno para el país haber aceptado que la educación privada tiene que ser mejor que la pública. Es injusto con los niños pobres y de clase media que no puedan acceder a las aulas sino para empezar la primaria, cuando los que pueden matricularse en establecimientos privados comienzan a formarse tres o cuatro años antes.
Por desgracia, muchos de nuestros niños nacen desiguales. Y el sistema educativo los hace más desiguales. La educación pública es deficiente por falta de recursos, porque el Estado no propicia una adecuada formación de los docentes y porque estos, dados los malos ingresos que reciben, tienen que practicar “el rebusque” que les impide una completa dedicación a sus tareas oficiales. En los pueblos, en las veredas, en los barrios pobres, los muchachos no tienen como aprender lo mismo que otros de su edad alcanzan en las ciudades.
El Presidente Santos “cogió el toro por los cachos” en materia educativa. La educación será su principal bandera para derrotar la desigualdad y lograr que la paz sea estable y duradera. Un cometido extraordinario. Cuando el Mandatario dice que Colombia será el país más educado del hemisferio, está afirmando que “la va a meter toda” para que sus gobernados, sin distingos de clase o condición, se formen adecuadamente.
No será con garrote ni con fuete. Con recursos económicos, con establecimientos bien dotados, con maestras y maestros bien formados, con los mejores materiales pedagógicos, con internet para todos, con becas completas para los pobres, con oportunidades de capacitación a los más altos niveles, en el país y en el exterior.
Si a partir de este año el presupuesto para la educación es mayor que el de la guerra, vamos por buen camino. Seremos, por fin, una sociedad en paz, equitativa y bien educada. ¡Enhorabuena!

Bogotá D.C., 09 Agosto del 2014

domingo, 10 de agosto de 2014

Llega la vuelta a crazy port

                                                            Trafugario 
Por: José Óscar Fajardo
                                        La última vez que el presidente Juan Manuel Santos tomó posesión de la presidencia de la República, es decir el jueves 7 de agosto, también la vuelta a Colombia se tomó a El Manicomio más grande del mundo, hoy conocida como Crazy Port. Ese mismo día, en otras latitudes del mundo, nuestro orgullo futbolístico James Rodríguez recibió el trofeo que lo acredita como el hombre que más goles metió en el campeonato mundial de Brasil. Pudieron haber sido muchas más cosas las que ocurrieron el mismo día a manera de efemérides por así decirlo, pero yo estoy seguro que, con estas tres nos bastan, por ahora, para empezar a entender que los colombianos sí somos capaces de ser felices. No en una totalidad del cien por ciento porque eso no se da ni en el cielo, pero sí en un alto porcentaje si tenemos en cuenta y hacemos un inventario aproximado de los factores que tenemos a favor para lograr ese objetivo. En primer lugar el presidente Santos se comprometió con su palabra de hombre decente y culto, a quitarle todas las posibilidades a los luciferes que no quieren, o que se le atraviesen en la tarea de conseguir la Paz de Colombia, dele el agua adonde le dé. Después que eso suceda, comienza el turno ahí sí de todos, incluidos los luciferes, de elaborar la Cultura de la Paz. Y esa es la parte más verraca porque implica cambios socio-culturales que, todos sabemos, solo se dan a largo plazo.
Por qué digo que la cosa va a estar verraca. Porque los latinoamericanos, y los colombianos no nos quedamos atrás, somos milagreros e inmediatistas por herencia cultural, y tenemos en el ADN una endemia que en más de las ocasiones se ha tirado muchos proyectos esenciales. La teoría y práctica del milagro que, entre ceja y ceja, lo llevan la mayoría desde que nacen. Yo, no. Y la dialéctica histórica ha demostrado a través de los siglos que los cambios sociales, positivos o negativos, únicamente los percibimos cuando ya la suerte está echada. Esa misma noche del jueves el presidente Correa, de Ecuador, dijo entre otras, una frase lapidaria que ojalá la hayan escuchado, o de suerte la lean en esta columna los enemigos de la Paz: “Si Colombia ha hecho tantas cosas con la violencia, cómo sería sin la violencia”. En mi novela que acabo de publicar, dice Nabucodonosor Cristanchi, el protagonista: “Si Crazy Port tuviera solamente el 99 por ciento de la enfermedad sociológica que tiene, sería más bacana que el paraíso terrenal”. Y yo le creo a ciegas a Nabucodonosor Cristanchi porque es un político de avanzada que, siendo de la alta burguesía de Crazy Port, y además parasicólogo mentalista, piensa como si no tuviera riqueza y fuera un campesino descuadrilado.

Pero más verraca va a estar la elaboración de la Cultura de la Paz. Esa que nos va a enseñar a no odiarnos mancomunadamente así hayan las diferencias que hayan. Para eso necesitaremos de James, de Falcao de Cuadrado, incluso de Pekerman. De Shakira, de Juanes, de Botero, de Llinás y además que García Márquez ayude desde su gloria eterna que es Macondo. Y que la vuelta a Colombia regrese a Crazy Port. Y que la guerrilla deje de volar oleoductos y darle chumbimba a los transeúntes. Y que la gente tenga derecho a enfermarse y a no morirse de una simple pecueca. Que los niños no se mueran de miseria y que tengan acceso a la educación. Que nunca más vuela a haber desplazamientos forzados y falsos positivos. Los colombianos no podemos seguir siendo mendigos sentados en barras de oro por cuenta de una guerra que se plantean unas minorías. Con la Paz lograda ahora, seremos los próximos campeones mundiales de fútbol.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Exabrupto

                                      Por Gerardo Delgado Silva
La justicia fue definida por los romanos así: “Constans et perpetua voluntas jus suumm cuique tribuendi” – Ulpiano (La Voluntad constante y perpetua de dar a cada uno lo suyo). 
Los jueces son los encargados de dar a cada uno lo que le corresponde conforme a derecho.  A ellos ha vuelto siempre la mirada la sociedad, cada vez que se desquician las reglas de convivencia.  Por ello, de antiguo fueron los mas sobresalientes conductores de la sociedad interpretando desde siempre las leyes.
Es tanta la importancia de la justicia, que hasta la monarquía  teocrática le rinde homenaje y le paga tributo desde los más antiguos tiempos.  “El Rey que castigue a los inocentes y deje impunes a los culpables- dice el Código de Manú- se cubre de la mayor ignominia y va al infierno”.
Y cuenta la biblia que Salomón cuando Dios le dijo:” Pídeme lo que quieras, que Yo te dé”, contestó: “Señor, Da, pues, a tu Siervo Corazón dócil para juzgar a tu pueblo, para distinguir entre lo bueno y lo  malo (la negrilla es mía).
 Herodoto refiere el caso de Deioses, que llegó a ser Rey de los Medos, por la rectitud de sus fallos.
Así pues, la justicia consiste en aplicarla, interpretando fielmente su letra, con arreglo al sentido moral, que constituye su espíritu. Por eso toda la justicia reposa en los principios éticos de carácter fundamental que contiene la constitución, y fijan al derecho su verdadero sentido. Las decisiones de la justicia corresponden al ejercicio del Poder Judicial establecido en la Constitución con carácter independiente y soberano.  Es la clave del Estado de Derecho tan repudiado por el hoy senador Uribe.  Su independencia, su neutralidad, su oportunidad, su moralidad, son nada menos que la seguridad jurídica.
Ahora bien.  El derecho y la moral no tienen el mismo dominio, lo cual significa que el campo de la moral es más vasto que el campo del derecho,  a pesar de que el derecho debe tener un fundamento moral.
“La diferencia entre la moral y el derecho es simplemente – nos dice Ripert – la siguiente: La moral trata de obtener el perfeccionamiento interno del hombre, mientras que el derecho pugna simplemente por el orden de la sociedad; el derecho no trata de hacer reinar la virtud, sino de conservar el orden; cuando los actos inmorales no ataquen el orden público, deben ser ignorados por la Ley”. 
Pero hay que advertir que no debe exagerarse la distinción, puesto que las disposiciones jurídicas deben tener siempre, como ya dijimos una base moral, así como los jueces deben mantener los preceptos morales en el dominio de la conciencia.
Desde antaño se ha dicho: Hacer justicia, no es nada fácil.  El juez debe actualizar la norma, adecuarla a las circunstancias, hacerla producir efectos justos, humanizarla.  Por lo tanto, el Juez Penal, El Fiscal, y los Magistrados de ese ramo, deben emitir un juicio sobre la realidad del primer elemento estructural del delito que es la conducta humana.
De otra parte, lo importante es comprender en este punto, que para que exista conducta, desde el punto de vista del derecho penal, es indispensable que el comportamiento del hombre se realice fuera de su mundo interior, salga de su yo , y se exteriorice dejando una huella externa y alterando las condiciones objetivas preexistentes a su actuar.  Como dice Massari, el delito no es un mero antojo o veleidad o impulso al suceso mismo.  Es voluntad que actúa, impulso que se exterioriza, pensamiento que desemboca en una conducta;  es praxis, comportamiento, actividad, ejecución.
La conducta está constituida por dos elementos o coeficientes íntimamente ligados entre sí.  Es un hecho contemporáneamente físico y psíquico dirigido a la realización de un fin.
La conexión íntima entre el movimiento externo y la personalidad del sujeto es todo lo que se exige para que haya conducta, y en esta relación consiste el coeficiente psíquico del comportamiento, el cual no debe encontrarse en la voluntad del acto, sino en la atribuidilidad del acto al sujeto o, como dice Antolisei, en la propiedad exclusiva del acto.  De tal manera es conducta desde el punto de vista del derecho penal el acto voluntario o involuntario, que tenga un valor sintomático para la personalidad de su autor, que sea de tal naturaleza que se pueda decir, que le pertenece y que es suyo. 
La psicología judicial, el sicoanálisis criminal, la criminología clínica, la psiquiatría forense, deben ser – como han sido - , ciencias auxiliares del derecho penal y contribuir así a una eficaz defensa social.
Los noticieros nos han revelado que para superar las fallas humanas en la administración de justicia; se deben llevar a cabo exámenes a quienes aspiren a ser Fiscales o Jueces Penales.  Es un golpe a las Universidades del país, concretamente en sus Facultades de Derecho, con tanta o mayor fuerza que las espectaculares e inhumanas explosiones de los misiles, transmitidas por la televisión.  Un acto desesperado.
Nunca la opinión nacional se ha formado realmente un serio propósito, consistente y perdurable en torno a nuestra administración de justicia. Se cree ingenua o malintencionadamente que con afrentar a magistrados y jueces como inveteradamente lo hace el hoy senador Uribe, o con elaborar tres o cuatro estatutos deficientes se soluciona el problema.
Para recobrar el prestigio ¿Se ha consultado en selecta asamblea  a magistrados, jueces y fiscales, es decir a los que saben, acerca de cuáles normas deben reformarse, y como debe seleccionarse su personal?.
En puridad de verdad, algunos funcionarios judiciales se han olvidado de los reales destinos de dignidad y eficacia de la justicia y han caído en ese fenómeno dantesco de la descomposición, desvirtuándola.  Pero en su inmensa mayoría son celosos y prudentes en el cumplimiento de su sagrada misión, como faro de dignidad, de entereza y obstáculo infranqueable para las fuerzas que pretenden arrollar el estado de derecho.
No se requieren, se trata de un exabrupto, examinar a quienes aspiren a ser jueces penales o fiscales, ahí no está la causa del mal.  Basta analizar algunos aspectos del acontecer diario de esos aspirantes, si están o no traducidos en su voluntad de ir de brazo con los principios éticos, viejos de siglos, milenarios mejor, insustituibles canales para el servicio público de la justicia desinteresada y generosa, como corresponda a esas reservas morales e intelectuales de quienes tienen inevitable e irrenunciablemente que velar por el mantenimiento de esa institución para un futuro promisorio, que es una Colombia mejor.
El actual gobierno está mostrando horizontes del anterior,  y haciéndonos ver que para todos hay un sitio en la gran batalla de la reconstrucción moral y material de la República.
Escrito para www.bersoahoy – sección: Opinión idónea 

lunes, 4 de agosto de 2014

El candidato de los difuntos

                                                 Trafugario                                                     
                                               Por: José Óscar Fajardo
Así algunos no me lo crean, muchos de mis lectores me han pedido a través del correo o mediante llamada telefónica los que saben mis números, que les explique qué es esa vaina que tengo yo con el cuento de, El Candidato de los difuntos. Pues bien, queridos preguntones. Ese es el título de mi quinta y última novela, por ahora, que ya  estoy mercadeando por mis propios medios y con todas las triquiñuelas aprendidas a lo largo de mis estudios, de mis interminables lecturas y de mi vida. Lo único que les digo es que, escribir literatura es una experiencia muy bacana que le da la oportunidad a uno de desquitarse de todos esos fantasmas que ve en medio de las tinieblas de su existencia. Pues hay que vivir en un túnel demasiado oscuro durante mucho tiempo, y si es persistente y cuenta con suerte, algún día pasará al otro lado y llegará a ver la luz. De lo contrario, estará en el ostracismo para siempre, y en la mayoría de ocasiones, no por culpa del escritor. Escribir es una pena y a la vez una obsesión y uno no escoge el arte sino que el arte lo escoge a uno. Lo cierto es que ningún escritor sabe  con exactitud matemática por qué escribe literatura. Tampoco sabe por qué esa patología endémica lo lleva, sin ningún estropicio ni requerimiento y sin compasión, hasta el final de su existencia. Les hago la siguiente aclaración acerca de Nabucodonosor, el candidato de los difuntos.
Este no es un relato para revivir el antiguo Dadaísmo o que tenga que ver con el Surrealismo. No. Es sencillamente la narración de una alucinación compartida de dos amigos, uno intelectual el otro del montón, ambos adictos a las drogas y al licor, que en medio de esos viajes que suelen hacer “metiendo” en el cementerio central de Crazy Port, después de dialogar con muertos de todos los tiempos, llegan a la conclusión que todos estamos hechos del mismo mazacote fusionado con mentiras, hipocresías y sueños. Es un libro loco. “Uno es verraco hasta que alguna pichurria  le demuestra lo contrario”, es la piedra filosofal de Nabucodonosor Cristanchi, filósofo y político candidato a la presidencia de Crazy Port, quien vive convencido que un intelectual puede llegar al poder con la sola fuerza de su aparato psíquico, la brujería y la metafísica y sin un capital para invertir en política. Es el personaje central.

Su propio Sancho Panza, el Chueco Mariojosé, cree en lo mismo porque a él, a última hora le importa un carajo el poder. Lo cierto es que ambos profesan su propia filosofía producto de sus fatuos conocimientos y creen profundamente que, así los científicos digan lo contrario, el mundo funciona así. “Que sólo nos salva el buen humor y la capacidad de reírnos de nosotros mismos para que no nos acribillen las enfermedades mentales o nos asesine la pobreza. Pues produce mucha sensación de igualdad el pensar que hasta a un presidente de la República pueda darle pecueca y la propia mujer llegar a ponerle cachos con un soldado de la guardia presidencial. Lo que pasa es que eso casi nunca se sabe. Se conoce que estos soldados son buen polvo porque generalmente están tostados”, dice el autor. Esta narración también puede considerarse como otra historia de la estupidez humana. Con un lenguaje indudablemente coloquial y cargado de un humor sulfúrico, el escritor trata de dar al lector una explicación real, aunque en ocasiones contradictoria, de los hechos y de los personajes más importantes de todos los tiempos partiendo de la lógica que los muertos son eternos y nunca se quejan de nada. Por esa razón también se les puede mamar gallo el tiempo que uno quiera, argumenta. 

domingo, 3 de agosto de 2014

Ciudadanos cuestionan paro del poder judicial

Un grupo de abogados y ciudadanos pertenecientes a la Veeduría La Lupa, expidió un pronunciamiento respecto a las protestas que se han generado en el poder judicial subdirectiva Bucaramanga.
La posición de la ONG rechaza y cuestiona la actitud de los trabajadores del poder judicial y sostiene que eso solo está afectando a los ciudadanos del común que diariamente buscan la labor de la justicia para dilucidad hechos. El documento de la Veeduría La Lupa dice:
Por: Veeduría La Lupa
EL PARO DE ASONAL…. ¿ES PARA PEDIR MAS PUESTOS?
Un verdadero despelote y trastorno a la administración de justicia ha generado las absurdas ideas del Consejo Superior de la Judicatura y el sindicato de asonal judicial.
Se les ocurrió la brillante idea de implementar la oralidad en materia civil, sin antes presentar la reforma al código civil.
El sistema penal con la oralidad está en crisis y ha sido un verdadero fiasco.
Se inventaron, nuevamente y a pesar de los pobres resultados, crear Juzgados de Descongestión, los cuales para lo único que sirven es para que nombren a los parientes de los funcionarios y a los sindicalizados a asonal.
El 90% de las decisiones tomadas por estos juzgados, son apeladas y fueron nombrados puros pelagatos que no tienen ni idea de cómo funciona la rama judicial, violando  varias  leyes de discriminación por la edad, como quiera que son nombrados funcionarios recién egresados o que todavía son estudiantes de derecho, sobre abogados con experiencia,  nombramientos a dedo.
Estas absurdas decisiones han trabado el aparato judicial y someten al ciudadano a interminables colas, mala atención y violación de derechos fundamentales y al debido proceso como en los Juzgados de Ejecución, donde los procesos no aparecen.
En vez de los señores de ASONAL que  nuevamente van a  paro para pedir más puestos para sus amigos y parientes, deben más bien hacer un autoexamen del pésimo servicio que se presta y el despilfarro de miles de millones de recursos públicos en implementar sistemas que han demostrado ser ineficaces.
Esta veeduría ha demandado ante organismos internacionales los tratos inhumanos, crueles y degradantes a los que son sometidos los ciudadanos, en especial en los Juzgados de Ejecución de Bucaramanga ubicados en la calle 52 A no 31-31, barrio Sotomayor, donde una persona puede hacer fila por cinco horas sin ser atendida y ante la denegación de justicia que es un servicio publico
Firman:
SP® SAUL ORITIZ BARRERA, SP® MANUEL RICARDO YEPES, ABOG, SERGIO EDUARDO TOLEDO, ABOG. JIMMY CAMARGO, ABOG. EDWARD ALEXANDER DIAZ, Doctor JUAN DE JESUS GUTIERREZ, JEFE TECINO ARMADA® LUIS SANABRIA, ALVARO BAUTISTA, ROSARIO PATIÑO PEREZ, ALBA LUZ SANABRIA….SIGUEN 50 FIRMAS MAS!.
Carrera 18 No 36-24, oficina 301, teléfono 6701023, Bucaramanga

sábado, 19 de julio de 2014

El fútbol y los intelectuales

                                                    Tradugario                      
                 Por: José Óscar Fajardo                              
Hace unos años publiqué una columna en esta misma tribuna en la cual les contaba a los lectores que un sicoanalista alemán había afirmado que el fútbol era el deporte de las grandes masas porque las grandes masas eran energúmenas e indiscutiblemente brutas. De la misma manera el profesor proponía que por causas contrarias el ajedrez era el deporte de las minorías precisamente porque necesitaba en los individuos que lo practicaban procesos mentales muy similares a los de las matemáticas. Y ese es el dolor de muela de muchos estudiantes en el mundo, sobre todo en los colombianos donde según las pruebas Pisa, somos unas miserias humanas en el mapa de las derivadas y de las integrales, de los campos escalares y de los vectoriales y para qué decir más. Yo no es que esté totalmente de acuerdo con ese imaginario sicoanalista porque fue un invento de un personaje de una de mis novelas, pero sí veo que el concepto tiene mucho de verídico. Si bien es cierto que el premio Nobel de literatura Albert Camus, autor entre otros relatos de El Extranjero, y el más joven en recibir tal galardón, era un aficionado del fútbol de pies a cabeza, nunca se supo si era en realidad un fanático. Del connotado exfutbolista argentino  Jorge Valdano, autor de siete libros y además mundialista junto con Diego Maradona y otros, tampoco se ha sabido jamás que fuera un fanático.
Lo mismo podría decirse de otro montón de intelectuales del mundo entre los que también se cuenta nuestro escritor Eduardo Galeano, autor de Las venas abiertas de América Latina, y de los que claramente uno puede afirmar, así por simple inspección, que de ninguna manera eran fanáticos del deporte de las grandes masas. Pero que las grandes masas son el terreno abonado para todo tipo de fanatismos y no sólo del fútbol, es una verdad de Perogrullo que fácilmente puede calificarse como axioma. La suma de las partes es igual al todo. La política y la religión, por decir algo. Me pareció terrible una escena que vi en el noticiero del medio día de Caracol TV en que los planos muestran a una niña de unos seis o siete años por mucho, llorando sin consuelo alguno porque según ella, “la Fifa era tramposa y le había robado el botín de oro al futbolista colombiano James Rodríguez y que Messi debía devolverlo”. Yo estoy seguro que ese concepto no es producto de su razonamiento lógico sino que, seguramente lo escuchó de un fanático. O puede ser también el resultado de “El efecto de la TV en los niños”, conferencia que he dictado en muchos colegios y varias universidades del país. De todas maneras no es más que una forma de fanatismo exacerbado. Es un comportamiento obsesivo adquirido porque, estoy totalmente seguro, reitero, esa nena que todavía huele a tetero rancio no tiene ideas propias de nada.
Hoy, ya terminado el mundial con los resultados que todos conocemos, una abrumadora mayoría todavía “llora”, por así decirlo, no sólo por lo de James, sino además porque “el hp árbitro nos robó el partido con Brasil y nos quitó el título mundial”. Eso puede ser cierto según el grado de fanatismo del que lo dice. Pero relativamente pocos hacen el racionamiento que el partido en realidad se perdió cuando, a los cinco minutos, Carlitos Sánchez, sin culpa, regaló un gol que mató sicológicamente al equipo colombiano y fuera de eso se tiró todo el planteamiento que había hecho el gran José Pekerman. Pero el poder mental del fanatismo decía que ya éramos campeones  mundiales desde mucho antes de iniciar el partido. Los comentaristas de fútbol también son culpables. 

lunes, 14 de julio de 2014

La corrupción

                        Por Gerardo Delgado Silva
En tiempo no muy lejano, cuando fue Presidente el Señor Uribe Vélez, se puso de moda hablar de fatiga industrial del país, para indicar el desánimo por la inversión de capitales, todo como fruto del clima político y social, con para políticos y paramilitares, con la entrega no solo a la violencia sino a la pecaminosa especulación, y olvido de los proyectos a largo plazo, el rechazo de lo que representara riesgo inevitable y, en síntesis, de todo lo que significa construir con honestidad para el futuro.
Esa fatiga material, es el reflejo de otra mucho peor, la moral, responsable de nuestros males de hoy.  Porque nos hemos percatado que la fibra indispensable, la del sentido ético, se aflojó, cuando no desapareció, como en ese gobierno, lo que se aprecia por ejemplo en los genocidios eufemísticamente llamados “falsos positivos”. Así mismo, las interceptaciones a los magistrados y altas personalidades, los seguimientos a éstos, a sindicalistas y opositores al régimen.  La lucha sin frenos del Ex Ministro Andrés Felipe Arias por el enriquecimiento sin causa de sus amigos coaligados para estar en el poder.
Entre tanto, el Presidente, ¿Le puso un valladar infranqueable a la marcha ominosa del delito?.
Andrés Felipe Árias
Las famosas palabras de Talleyrand, sobre la ejecución del Duque de Enghien  por los soldados de Napoleón: “Más que un crimen, es una estupidez”.  Podrían aplicarse a muchos episodios de ese gobierno del Señor Uribe Vélez, con lívido demando.
El tema de la corrupción ha invadido a todo el organismo nacional, y las artimañas de la politiquería han horadado la estructura de todo el poder público en perjuicio del país y sus instituciones.  El señor Ex Ministro Arias, a través de Agro Ingreso Seguro, pagó el apoyo a su futura campaña, desde el gobierno, con los recursos públicos.
Es indispensable e ineludible que un giro de ciento ochenta grados restablezca el imperio de la ética, como lo está haciendo el Señor Presidente Santos, en la conducción de los negocios públicos, ya que la sola legislación, si no se cumple, es insuficiente para conjurar la intención dolosa, con la cual unos y otros burlan las prohibiciones consagradas en los textos vigentes.
Se requiere, de todos modos, que el espíritu de la Ley esté complementado por una disciplina que se sujete al respeto que los principios deben inspirar para que el orden social no se quebrante, ni el orden jurídico se resquebraje como hasta ahora.
La nación toda, está en la obligación de tener conciencia de que sin Dios, Ley y Moral, no puede haber progreso, fe ante los desafíos y fuerza para sortear todas las dificultades que se derivan de la corrupción.
Hay muchas formas de corrupción.  Lo que implica en este caso del Ministro Arias es el pragmatismo puro.  Adiós principios.  El derecho no tiene cabida en estos pasos.
El campo ha sido origen, escenario y víctima del conflicto armado que hoy define la propiedad, los precios de la tierra y la ubicación del campesinado.  El latifundio ganadero no ofrece trabajo suficiente, y el campesino minifundista se muere de hambre.  La ONU nos advirtió pasmada de la crisis humanitaria.
En conjunto, el país comienza a reconocer que la frágil institucionalidad política y económica colombiana ha sido presa de los caprichosos intereses de para militares – electores de Uribe -, y narcotraficantes.  Sin embargo, parece que todavía no existe una conciencia nacional de que no se trata solamente del poder corruptor del narcoparamilitarismo, sino de la irrupción en el anterior gobierno de un verdadero Estado de Facinerosos que se cernió como una amenaza sobre todas las fuerzas sociales y  políticas empeñadas en construir una Colombia Democrática y que rechaza la operación impunidad que encabezó ese gobierno, en relación con miles de crímenes cometidos por los desalmados paramilitares, que contaron con el apoyo, la aquiescencia, o la tolerancia del Estado, enviando desafortunadas señales al mundo.
“La Corrupción es lo mejor de lo peor”, sentenciaban los romanos.
Sobre tantas amarguras de diez millones seiscientos mil campesinos pobres, de un total de doce millones doscientos mil compatriotas, surge la componenda del Ministro Arias, quien convirtió la pobreza en simple dato estadístico, sin rostro humano, ni compasión por quienes la sufren en amargo silencio.  Se desataron sobre la Colombia Campesina las furias del Averno, las humanas de los paramilitares y guerrilleros con la siniestra política ya citada de los “falsos positivos”, la mentalidad abominable del Ministro Arias, quien aumentó la desigualdad.  También las furias de la naturaleza, por igual destructoras, con impacto tenebroso que ha cortado en dos la historia nacional.
Así las cosas, lo que se contempló en el Ministerio de Agricultura del Dr. Arias, fue la feria de los avivatos, las triquiñuelas rastreras de los altos bribones.
Y bien.  Agro Ingreso Seguro, no fue diseñado para redimir ese ejército de pobres campesinos de la patria.  Fue implantado por el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, y diseñado por el Ex ministro Arias, para amortiguar – se dijo - , los efectos de los Tratados de Libre Comercio,  con los productores del campo colombiano.
Este programa regula los subsidios a los agricultores y buscaba reformar el programa de Desarrollo Rural con Equidad (DRE), como también, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), que hizo entrega indebida de tierras a para militares, como es el caso de Eleazar Moreno, alias “Comandante Jaime”, Jefe Político del Bloque Centauros, quien admitió haber recibido tierras en la Finca La Argentina de Puerto López, Meta.
Empero, Arias contrató  la administración del Programa Agro Ingreso Seguro, con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA),  de manera directa, eludiendo la licitación; otorgando beneficios indebidos a terratenientes, con evidente detrimento del erario público.
Es pertinente recordar, que la Revista Cambio de Colombia, en 2009, informó que Agro Ingreso Seguro había entregado millonarios subsidios a narcotraficantes. 
En este camino de hechos punibles, resultaron beneficiadas familias poderosas del Magdalena Medio y Valle del Cauca, aportantes a las campañas de Uribe.
Es el caso de la Señorita Colombia Valerie Domínguez. Se supo, que las tierras de su suegro, fueron fraccionadas, para recibir más subsidios de los permitidos por la Ley, entre otras prestantes familias beneficiadas, se encuentran los Vives Lacouture, Lacouture Dangond y Lacouture Pinedo. En el Valle del Cauca, María Mercedes Sardi de Holguín, prima del Ex ministro Carlos Holguín Sardi.
Frente a éstos hechos punibles, tenebrosos, gigantescos, la Corte Suprema de Justicia, con carácter independiente, soberano e imparcial, sujetando su decisión a la Constitución y la Ley, profirió sentencia condenatoria contra Andrés Felipe Arias bajo los cargos de Peculado por apropiación en favor de terceros y Celebración indebida de contratos.
Lo único que faltaba: al tétrico panorama de corrupción de Agro Ingreso, hay que sumarle ahora, que según las noticias el señor Ex ministro Arias se evadió de la acción judicial, como cualquier vulgar facineroso, lo cual es un símbolo de escarnio y befa al orden jurídico, como también, un comportamiento contrario a las normas éticas que rigen la conducta de la dignidad humana.
El señor Uribe, entonces, aprovechó la coyuntura para conspirar abiertamente contra la Corte S            uprema, con manifestaciones de inconformidad malintencionadas con respecto al fallo, que se infiere, no entiende ni tiene porque entender.  Colombia sabe del desafecto que le ha profesado a la Ley y al Estado de Derecho.  Esto está enquistado en él, de tiempo atrás. 
El testimonio de la historia ha demostrado que la peor desgracia que puede acontecerle a un pueblo es la de destruir, desarticular o vejar  a su justicia, porque se instaura la modalidad malsana de hacerse justicia por mano propia que es la máxima expresión de la anarquía y el desorden que imposibilita la anhelada paz.

domingo, 6 de julio de 2014

Fanatismo e imbecilidad

                               Trafugario 
                               Por: José Óscar Fajardo
Estoy seguro que el tema del fanatismo lo he tratado en este espacio en múltiples ocasiones y con el mismo rigor. Sobre todo cuando se tratan asuntos de religiones, de fútbol o de política. Por qué digo de fútbol solamente y no de todos los deportes. Porque precisamente es este deporte el encargado de remover los instintos más primitivos del ser humano para convertirlo en fanático. Reitero, el fanatismo es una condición o un estado mental en el cual la persona pierde gran parte de su racionalidad representada en la lógica que tienen las cosas correctas y por lo tanto, sólo ella tiene la razón. Para el alienado fanático en el mundo solamente hay una explicación para todo lo que existe y ocurre en la sociedad, en el mundo y en el universo, y es exactamente la de él. Empeoran las cosas si se tiene en cuenta que el único animal que tiene dos herencias es el ser humano. La herencia genética mediante la cual hereda todos los caracteres físicos como color de piel, de pelo, estatura y demás, con enfermedades o taras genéticas como son algunas condiciones mentales. Incluso hay científicos de la materia que se atreven a decir que algunos tipos de depresiones como la sicótica, tiene origen hereditario, es decir que el individuo viene con ella dentro de su mapa genético y por lo tanto no tiene posibilidad de curación.
Los fanatismos religiosos, deportivos, políticos y otros, además de las costumbres en general, son herencias culturales que también vienen impresas en el ADN sociocultural de los individuos que son la verraquera cuando son buenas o que de la misma manera son la verraquera cuando son malas. En nuestro medio los campesinos son, o tienden a ser alcohólicos porque en su dieta alimentaria, heredada culturalmente, figura una bebida espirituosa que es el guarapo el cual ingiere desde su más tierna edad. Por eso los colombianos llevamos la  “bacanidad” metida en la sangre. Un fanático político godo, cachiporro o de izquierda, es equiparable a un Hooligan del fútbol inglés, irlandés o argentino, e igualmente peligroso a un fundamentalista Shiíta, Sunní o Kurdo.  Entonces ustedes pueden calcular cuáles son los resultados de una mezcla de fanatismo futbolístico colombiano revuelta con guarapo, chirrinche y aguardiente mataburros y adicionándole a eso una libra de basuco y/o marihuana, per cápita. Y todos encaramados como chimpancés en motos, carromatos o en mazdas y chevrolets durante tres o cuatro días sin sacarle punta. Igual que una señora política, importante ella, diciendo por medios de comunicación masivos que “En el infierno espero que se encuentren García Márquez y Fidel Castro”. Que intelectualidad.
Pero lo que me parece más aberrante todavía, es que personas que se supone tienen excelentes conocimientos de sicología de masas, por qué no de sicoanálisis, de sicología de la publicidad, de teoría de medios de comunicación, de persuasión y alienación y muchas otras asignaturas profesionales que vemos los que hemos estudiado Comunicación Social, anden gritando y vociferando por poderosos medios de comunicación expresiones como, “Amigos fanáticos del fútbol, de usted depende el triunfo de nuestra selección”; “Amigos fanáticos del fútbol, no se queden en casa; vaya al estadio y apoye a su equipo que de ello depende…”. Eso equivale a decir: “Queridos amigos, no hay cosa que produzca más placer que beberse uno unas botellas de aguardiente y luego clavarse un cuchillo en la barriga”. Me estoy refiriendo, eso sí con mamadera de gallo fajardiana, no garcía-marquiana, a los comunicadores en cuyos mensajes emplean con vehemencia y desvergüenza la expresión “fanáticos del fútbol”, porque me parece una aberración linguística y periodística aparatosamente extendida  por todo el país, sin calcular las consecuencias que al lado de ella subyacen. Para mayor información consultar en “El candidato de los difuntos”  311 209 81 46.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...