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viernes, 12 de agosto de 2011

TRAFUGARIO


            ------------------- Por: JOSE OSCAR FAJARDO
   
PALO P’AL BOLILLO
Hace un resto de años tuve la oportunidad, y qué oportunidad, de entrevistar a Miguel Angel Bermúdez, otrora presidente de lo Federación Colombiana de Ciclismo, o algo así como su equivalente. Como todos los de aquella época sabemos que el susodicho Miguel Angelito fue expulsado de esa entidad por haber acosado sexualmente a una de sus secretarías y esta ni tonta ni perezosa lo echó al agua, pues lo primero que le pregunté fue sobre eso. Doctor Miguel Angel, le dije. ¿Es cierto lo que dicen, que usted acosó indebidamente a la señorita? No, periodista, me respondió. Lo que pasó fue que yo hice uso del sagrado derecho de petición que está consagrado en la Constitución Nacional y ella lo tomó mal. Claro que la carcajada que yo solté lo iba intimidando pero continuó fresco.  Hoy le tocó el turno a Bolillo Gómez que ahora se le dio por practicar boxeo, no en una pera de boxeo como es debido, sino en las narices de una preciosa dama. Vaya equivocación. Ahora las mujeres de toda Colombia lo van a capar a punta de bolillazos.

A mí personalmente no me cae bien el Bolillo, no sólo porque no ha sido capaz con la selección Colombia, y dudo que vaya a serlo, sino porque en repetidas ocasiones ha demostrado ser agresivo. Lo escribo con todo el respeto pero él es un hombre público y yo columnista y eso me da derecho a criticarlo. En repetidas ocasiones ha sido “áspero” con algunos periodistas y con alguna gente y eso da pie para afirmarlo. Todos sabemos que el Bolillo también es de palabras gruesas. Personalmente me gustaría que se fuera de la selección pero por causa de los mediocres resultados logrados en materia de éxito y eficiencia: los goles. No me vengan con cuentos chimbos los zares del fútbol porque así como el capital se mide don dinero, el fútbol se mide con goles. No me vayan a meter cuentos fantásticos los pontífices del fútbol que yo no soy de Puertopendejo.

Pero en lo que yo no estoy de acuerdo rotunda, sólida y ácidamente, incluso sulfúricamente, es que todo el mundo se le haya ido encima, incluidos muchos “amigos” de él, como si se tratara de un vulgar delincuente o como si hubiera matado “la máma” a garrote como le decían los abuelos al periodista Tarazona. Porque el Bolillo cometió un error grave que debe ser castigado, y estrictamente castigado, pero como lo ordena la ley. No como lo pregonan a los cuatro vientos algunos Luciferes, de ambos sexos, peores que Satanás que se disfrazan haciendo hostias. Algunas muestras. Los asesinos de las niñas de quince y siete anos muertas en  el barrio Kennedy en Bogotá, por ahí andan en las calles muertos de la risa. El muchachito ese antioqueño que violó y asesinó a una niña de cinco años en Medellín, por allá anda de fiesta en fiesta y también muerto de la risa porque es que “las leyes colombianas son así”. 

Con Bolillo lo que se debe hacer es reivindicarlo socialmente poniéndolo a dirigir una campaña nacional sobre la violencia contra la mujer, como se ha propuesto, y difundirla por todos los medios de comunicación para que la gente lo califique.  Porque, repito, si Bolillo cometió una falta bastante repudiable, también tiene derecho a la reivindicación social. Pues, quiérase o no, es una gloria nacional del deporte que con Maturana, llevaron a Colombia, que es de todos los colombianos incluidas todas las mujeres, a tres mundiales de fútbol. Que no vaya a ocurrir lo de algunas damas que sólo quieren a sus hombres cuando este las llena de dinero. Cuando no hay dinero, sólo hay  repudio y no le regalan al pobre pingo ni siquiera un pinche beso de gula. Me gustó mucho la actitud de la senadora que, abogada y atractiva mujer, sin hipocresías y sin prejuicios sociales pseudo-filosóficos, actuó en defensa del Bolillo. Repito, no me gusta como DT. Pero Bolillo debe volver a la selección porque ya es demasiado tarde para iniciar un nuevo proceso, y peor, eso y sin goles nos acaban de sacar del mundial.

viernes, 13 de mayo de 2011

TRAFUGARIO

-----------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

IMBECILIDADES DEL HOMBRE

Estoy seguro que un cuento de sala de los más conocidos en Colombia es ése del estudiante adulto de validación del bachillerato nocturno que se encontró con un español e ipsofacto lo encendió a coñazos como cualquier Mike Tyson pandillero. Por qué le pega, le pregunta su compañero de clase también adulto. Porque es español y los españoles invadieron a América y asesinaron a nuestros aborígenes y además saquearon todas nuestras riquezas. Pero eso hace ya más de quinientos años, le aclara el amigo. Qué importa, argumenta el agresor, a nosotros nos lo contó la profesora de historia en la clase de antenoche. Y eso es exactamente lo que están haciendo “los interesados” cuando se revive el cuento del conflicto de Colombia, Venezuela y Ecuador. Precisamente ahora cuando las cosas entre las tres naciones marchan a las maravillas y las tres economías se fortalecen mutuamente. Ahora que la hermandad y la cooperación de los tres mandatarios salta a la cara, y los lazos no solamente económicos sino sociales y culturales están en proceso de fortalecimiento. Para qué evocar un pasado que involucra a las tres naciones prácticamente en las mismas condiciones. Entonces aquí surgen varias preguntas del millón. Para la muestra varios botones. ¿A quién o quiénes y por qué les conviene revivir el conflicto? ¿ Acaso al expresidente Uribe que no ha entendido ni ha querido aceptar que el periodo de su dinastía ya termino y él ya, en cuanto al gobierno se refiere, es un cheque cobrado? A él en parte, deduce uno, porque al igual que Tutankamon o cualquiera de los demás faraones, sueña con el poder eterno y por eso hicieron esas pirámides eternas para que les sirviera de tumba o de mausoleo. Aquí las tres pirámides, en parte, es la resucitación del conflicto que en últimas lo que busca es, casi que estoy demasiado seguro es, repito, joderle la imagen al buen gobierno, por no decir excelente, que hasta el momento ha logrado el presidente Juan Manuel Santos, sobre todo en el campo de las relaciones internacionales.

 Porque si hay que anotarle un hit al presidente Santos es haber saneado, de entrada, las relaciones destartaladas y ya casi que difuntas con la hermana república de Venezuela, una economía con la que se tranzan algo así como ocho mil millones dólares anuales. Una nación con la que hemos estado unidos como gemelos univitelinos desde muchos siglos antes de que llegaran los españoles porque las divisiones las generaron precisamente los intereses de los señores conquistadores y de los países invasores que estos representaban. Posteriormente se replantearon y se sanearon las relaciones con la hermana república del Ecuador que inmediatamente revivió la economía, primordialmente, del occidente y del suroccidente del país.

Afortunadamente los mandatarios y sus órganos de gobierno se pellizcaron y dijeron, pistola para los gringos. Porque es que a ellos tampoco es que les convenga mucho la unidad latinoamericana si se tiene en cuenta que en este momento economías enormes como la de Brasil tiene lazos estrechos con la China de los chinos. Y que para allá van Venezuela y Argentina y otros países y los gringos saben muy bien que son más de cuatrocientos millones de almas con una gran capacidad de consumo.

Entre otras cosas, ellos practican perfectamente con precisión satelital el famoso, “divide y reinarás” porque, como los cocodrilos, tienen las mandíbulas grandes de tanto mascar chicle. Como para nadie es un secreto que las relaciones de poder compartido con las que soñó el expresidente Uribe con el presidente Santos se le “visquiaron”, entonces, es muy posible y esto es producto de mi acalorada imaginación, que el hombre con la piedra afuera busque metodologías luciferinas para “retaliar” y una efectiva podría ser esa: resucitar un Lázaro que ya huele a ratón muerto. Afortunadamente los tres mandatarios, de una manera inteligente y lógica, le dieron vuelta a esas páginas negras de la historia de los tres países que un día casi se enfrascan en una guerra tripartita que hubiera sido otra vergüenza más para la humanidad. Una vergüenza repugnante, por demás.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Para qué más elecciones?

Colombia, miércoles 1 de septiembre de 2010

---------------------------HORACIO SERPA

Cuando el país no cesa de recibir noticias de los despachos judiciales y de los organismos de control por los desafueros cometidos en el fallido proceso de aprobación de la segunda reelección del ex Presidente Uribe, se ha vuelto a poner en la agenda pública el tema de la reelección de Alcaldes y Gobernadores. Un viejo anhelo que ha sido derrotado muchas veces en el Congreso de la República.

La reelección de las autoridades locales y regionales y del Primer Mandatario, fue uno de los temas tratados por la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, que la prohibió por el desbarajuste institucional que significaría, pero sobre todo porque rompería el sistema de pesos y contrapesos, pondría todo el poder estatal al servicio de una causa individual, significaría una enorme desigualdad para los partidos de oposición, y convertiría a Colombia en una republiqueta bananera.

Todo ello sucedió cuando la Corte Constitucional decidió darle vía libre, en 2006, a la primera reelección presidencial, sin conocer, por supuesto, todo el escándalo de la yidispolítica, que tiene en la cárcel a varios ex congresistas y significó la destitución del ex ministro Sabas Pretelt. Por ello, ya con razón se habla de la muerte de la reelección presidencial.

De haberse aprobado la segunda reelección, estaríamos transitando el camino incierto de la perpetuidad y la desinstitucionalización total, el enfrentamiento de las Cortes con el Ejecutivo, la interinidad en la Fiscalía, el agotamiento de la democracia, el fin de los pesos y contrapesos. La elección del presidente Santos ha demostrado que no era cierto que en Colombia no había quien reemplazara al Presidente Uribe, ni que sin él la nación se hundiría en el caos. Ha ocurrido exactamente todo lo contrario.

Santos ha logrado en tan solo una semana recomponer las relaciones con las Cortes, restablecer la diplomacia y espantar el fantasma de la guerra con Venezuela, nombrar un gabinete de unidad nacional y demostrar que aquí hay muchos liderazgos a la espera de una oportunidad para asumir el poder.

Ese es, precisamente, mi mayor argumento para estar en contra de la reelección. Hay que permitir que surjan nuevos gobernantes, que la política se renueve y que la democracia se oxigene. E impedir que el dinero del Estado y el poder político que este genera no se conviertan en motor de aspiraciones personalistas, que en muchos casos desprecian el espíritu de la Constitución.

Por lo que a mí respecta no voy a reelegirme como Gobernador de Santander. Le deseo suerte a quienes lo desean, pero no estoy seguro de que el Congreso apruebe el nuevo intento por pasar ese proyecto de ley, hundido antes, aún en circunstancia de enorme fervor reeleccionista. Hoy no veo razones de peso para creer que la reelección contribuya en la lucha contra la corrupción y la politiquería.

Hay que ampliar la democracia y fortalecer la participación ciudadana. Perpetuar en el poder a unos pocos es, además, un portazo a la paz.

miércoles, 21 de julio de 2010

Los varapalos de Samper

Colombia, miércoles 21 de julio de 2010

HORACIO SERPA

Horacio Serpa, Gobernador de Santander
Habló el ex presidente Samper, fuerte y claro. “A mi me gusta hacer la política con nombres y apellidos”, dijo. Lo hizo el domingo en El Tiempo, con Yamid Amad.
Al presidente Uribe le reconoció éxitos en seguridad, reservándole a la historia el deber de juzgarlo por los costos pagados “en materia de derechos humanos, desinstitucionalización de la justicia o aislamiento regional”. Le cobró su cercanía con los Republicanos: ”¡Que tal el apoyo solitario que dio Colombia a la invasión a Iraq!” Y le achacó el fortalecimiento de una línea política derechista con “empresarios, obispos retardatarios, terratenientes y hasta parapolíticos”.

Del ex presidente Gaviria dijo que debe cerrarse “el capítulo del gavirismo” para “mirar hacia el futuro”.

De Mokus manifestó que “su elección como Presidente hubiera sido como dar un salto mortal de triple vuelta, sin red, al vacio”.

Peor le fue al Vicepresidente Santos: “Antes era un loquito divertido, pero ahora, anda de loco furioso, con una actitud paranoica, que no le conocíamos”.

A propósito de la agenda internacional recordó que andamos mal con Nicaragua, con Cuba, con Venezuela, Bolivia, Argentina y Brazil, porque “esta ha sido una de las épocas más siniestras de las relaciones exteriores”. Agregando que le parece “irresponsable la actitud del gobierno de mantener hasta el 7 de Agosto un enfrentamiento con Venezuela que nos está costando sudor, sangre y lágrimas”.

Sobre Monseñor Rubiano no pudo ser más cáustico: “Le confieso que en estos años de reinado de Monseñor Rubiano, siempre pensé como católico que si ese era el pastor del rebaño, mejor me quedaba con el lobo”.

No se escapó Ingrid: “Su actitud fue una bofetada al pueblo colombiano, que le expresó durante 8 años su solidaridad y que se la renovó cuando salió y se fue a declarar en Francia que esa era su patria. Fue mezquina”.

El doctor Samper está en el centro del ring, dispuesto a fajarse con todos los pesos pesados. Extrañamente faltó una de sus acostumbradas “caricias” al ex presidente Pastrana. Toca estar pendientes de las respuestas, sin duda fuertes, picantes, de interés. Intenso será el debate, que ojalá se vuelva una contradicción política positiva para el País, ahora que estrenaremos Congreso y Gobierno.

A propósito del doctor Santos, conociéndose que han tenido agudas discrepancias, el ex presidente fue cauto y atento: “Comenzó con pié derecho: cada ministro le dice algo a su sector y algo al país. Uribe lo debería dejar comenzar tranquilamente su gobierno sin ponerle más palos en la rueda”.

Vendrán diversas opiniones sobre las polémicas declaraciones. Unos las aplaudirán elogiando al ex mandatario; saldrán de nuevo a la palestra los antisamperistas rabiosos que conocemos. Pero digan lo que digan, lo cierto es que Samper sigue siendo un político activo, inteligente como pocos, beligerante e ingenioso, y uno de los pocos que mencionan las cosas por su nombre y con apellidos. Lo que es un gran mérito en este país de hipocresías y eufemismos.

miércoles, 23 de junio de 2010

Una santa decisión

Colombia, miércoles 23 de junio de 2010

HORACIO SERPA

El país tiene nuevo Presidente. Ha terminado la campaña electoral y se respira un nuevo aire de reconciliación entre los colombianos. La contundencia de los resultados y la gallardía y generosidad con Antanas Mockus aceptó los resultados han marcado un nuevo clima político. Hay un clima de esperanza en seamos capaces de superar la polarización y fortalecer la democracia y avanzar hacia la paz.

Luego de recomponer el rumbo de su campaña, Juan Manuel Santos logró trazar una estrategia victoriosa y transmitirle a la ciudadanía un mensaje de confianza. La nación lo percibió como un estadista preparado para dirigir la nación y como un hombre capaz de afianzar los logros del Presidente Uribe y marcarle un nuevo rumbo al país.
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Acertó al lograr conectar los anhelos de continuismo de la seguridad democrática, la inversión extranjera y la política social con su programa de gobierno. Su publicidad logró una alta penetración y en los debates televisivos se lució.
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La victoria fue contundente y por eso ya nadie quiere hablar de los agravios del pasado. La mirada esta puesta en el futuro. El propio Santos ha dicho que no reconoce enemigos y que cualquier herida que causada en la contienda ha sido cerrada definitivamente. Un buen mensaje para una nación que necesita reencontrarse con un lenguaje reconciliador.
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Hay que reconocer que Mockus y Fajardo cumplieron un papel histórico y que la votación obtenida es un triunfo para un partido nacido hace apenas dos meses, fundado junto con Lucho Garzón y Enrique Peñalosa. Hoy tienen un partido, que aglutina a la juventud y a la clase media, y ha generado una nueva dinámica política en las redes sociales. Una organización que tiene un inmenso futuro por delante y que ha optado por la independencia deliberativa y no la oposición a ultranza.

Los verdes tienen ahora el reto de construir partido y demostrar que nacieron para permanecer y lograr nuevos triunfos. Las elecciones de gobernadores, alcaldes, concejales y diputados lo esperan con su renovada forma de hacer política.

Son muchos los retos que le esperan a Santos. Lograr la integración latinoamericana, superando los problemas con los vecinos parece la primera. Los presidentes de Ecuador y Venezuela ya felicitaron al mandatario electo. Las cosas comienzan a cambiar. El 7 de agosto, de seguro, estarán en Bogotá dándole inicio a un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.

Pero la gran tarea es la generación de empleo, que necesita iniciativas creativas y una gran audacia política. Millones de desempleados esperan que un santo se les aparezca y les permita un mejor mañana. Y esta el tema de la paz y los derechos humanos. Para eso está el vicepresidente Angelino Garzón, a quien el país observa con atención pues tendrá sobre sus hombros, además, la responsabilidad de los temas sociales.

Y quedan las reformas económicas, políticas y agrarias. Tres pilares de una Colombia nueva que reclama un Presidente con alma liberal. Felicitaciones al Presidente electo, en Santander lo estaremos esperando.

Bucaramanga, 23 de Junio, 2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

A votar con esperanza

Colombia, miércoles 26 de mayo de 2010

-----------------------------------HORACIO SERPA

Cuando los ciudadanos voten a conciencia el próximo domingo para escoger al nuevo presidente de los colombianos, habrá terminado la primera parte de una de las campañas más emocionantes y atípicas que el país recuerde, no solo por las candidaturas, sino por el entorno en que se han desarrollado en solo dos meses.

Todo comenzó cuando la Corte Constitucional cerró las puertas a una segunda reelección y abrió las compuertas de la política, que estaba represada a la espera de ese fallo histórico que revitalizó la democracia y permitió que el país expresara sus deseos de renovación.

El fervor de los jóvenes, los medios y las encuestas han sido los grandes protagonistas. Nunca antes se vio que en un solo día se conocieran varios sondeos de opinión, cada uno con resultados diferentes, ni tampoco que el liderazgo en los mismos cambiara en cuestión de horas.

Ante la imposibilidad de que los candidatos recorran la geografía en tan pocos días, los debates televisivos han permitido a la opinión pública formarse una idea y llenarse de razones para votar por uno u otro aspirante. Todos los formatos se han ensayado, unos más acertados que otros, pero en general beneficiosos para el proceso.

La campaña, sin embargo, no ha estado exenta de lunares. Los formatos televisivos han impedido que se conozcan a fondo los programas de los aspirantes y solo queda el espacio para los eslóganes, las frases cortas y el aprovechamiento de los errores de los contrincantes.

La guerra sucia ha sido un espectáculo mediocre, presente en pasadas elecciones presidenciales, cuando se asustó a los colombianos con el tema de las Farc y los paramilitares alzaron los fusiles para obligar a votar según sus preferencias, como frecuentemente se cuestiona.

Lo importante es votar a conciencia. Sin presión alguna. En libertad, sin pedir ni recibir nada a cambio. Reflexionar con sinceridad sobre el futuro que queremos para Colombia. Pensar en el liderazgo capaz de gobernar y combatir con éxito los males que nos aquejan: corrupción, pobreza, desempleo, guerra, crisis humanitaria, aislamiento internacional.

Observar a quiénes acompañan a los candidatos. Porque de lo que se trata es de renovar las costumbres políticas, trazar un nuevo sendero de justicia y legalidad; crear condiciones para terminar el conflicto armado sin llevarnos por delante la institucionalidad ni la ley; generar empleo sin menoscabar aún más las condiciones de los trabajadores; superar la crisis humanitaria y respetar a las ONG de derechos humanos y a la oposición.

Colombia necesita un nuevo aire. Nuestra democracia reclama cambios profundos, pero sobre todo dejar de gastar la plata de la educación y la salud en una guerra interminable que solo beneficia a los vendedores de armas y a los turiferarios de la solución militar a ultranza. Necesitamos más libros, menos balas; más médicos, menos guerreros; más obreros de la paz, menos maestros de la intolerancia. Votemos con esperanza, por un país con justicia social y en paz. Nos lo merecemos.

domingo, 16 de mayo de 2010

La picardía de Santos

Fuente: Elespectador.com

Por: Mauricio García Villegas

DICE JUAN MANUEL SANTOS QUE LA cuña de su campaña en la que alguien imita la voz del presidente Uribe, llamando a votar por él, no es otra cosa que "pura picardía".

Tiene toda la razón; es justamente eso: una manera de obrar hábil, maliciosa y engañosa, que es como el diccionario define la palabra “picardía”. Si el candidato Santos hubiese querido ser aún más explícito, habría usado la palabra “viveza”, que es más criolla y más coloquial que la palabra “picardía” y que, en esencia, significa lo mismo.

Alberto Lleras Camargo decía que el vivo es un tipo que “resuelve todos sus problemas, e invita a los demás a resolverlos, por medios que están apenas al borde de la ley, y en ocasiones por debajo de la ley penal, pero en un sitio que no es fácil de descubrir. El vivo es, esencialmente, quien ha inventado todo género de trucos para burlarse del Estado…”.

El problema con la definición de Lleras Camargo es que sólo tiene en cuenta a los gobernados, es decir, a la gente de a pie, no a quienes gobiernan, ni a la clase política, que es maestra en el arte de la viveza; un arte que se ha perfeccionado en los últimos años, sobre todo durante el gobierno que Santos quiere prolongar. No tengo que hacer el repaso de todos los escándalos que han pasado en este gobierno para mostrar que la malicia en el uso del derecho ha sido algo recurrente.

Conviene alertar sobre los peligros de la picardía, sobre todo cuando son los gobernantes los que la practican. Para ello es necesario entender cómo funciona. El gobernante pícaro no es el tirano que desconoce todas las reglas. Por el contrario, su habilidad consiste en cumplir con las leyes para poder violarlas mejor. Utiliza el papel sellado y las notarías, pero sus documentos certifican el robo y el fraude. La celada del pícaro consiste en interpretar y aplicar las formas del derecho, como decía Lleras Camargo, “en el borde y por debajo de la ley”, de manera tal que, en ese malabarismo, consiga lo que se propone.

Es así como la campaña del candidato Santos no viola, en estricto sentido, la norma que le prohíbe al Presidente participar en política. Sin embargo, al utilizar a un imitador para hacerle creer a la gente que es el Presidente el que habla, la campaña consigue que los ingenuos, creyendo obedecer a Uribe, voten por Santos, que es lo mismo que se habría conseguido violando directamente la norma.

Pero la peligrosidad del pícaro está en que obtiene mucho más que eso: no sólo consigue violar la ley sino que logra aparecer como si no lo hiciera. Ese es su arte; alcanzar todos los objetivos posibles, los legales y los ilegales, en una sola jugada. Ser ladrón y policía al mismo tiempo; honrar la ley y obtener el botín del delito. Para los pillos este es el mejor mundo posible: conseguir lo indebido sin dejar de aparecer como señores respetables. Por eso, por estafadores y por solapados, es que son doblemente peligrosos, sobre todo cuando gobiernan.

Con la palabra “picardía” Santos no sólo define a la perfección el sentido de su campaña y el de su eventual gobierno, sino que demuestra por qué tiene credenciales de sobra para sentirse el fiel depositario de las mayorías políticas que han gobernado este país durante estos ocho años aciagos.

* Profesor de la Universidad Nacional e investigador de DeJuSticia

Noticia relacionada en Audio; entrevista de Caracol a J.M Santos

miércoles, 12 de mayo de 2010

Los retos del nuevo Presidente

Colombia, miércoles 12 de mayo de 2010

HORACIO SERPA

Colombia vive uno de los procesos electorales más emocionantes de los últimos años. La decisión de la Corte Constitucional de impedir la segunda reelección presidencial abrió las compuertas a una campaña marcada por la masiva participación de los jóvenes y la clase media, quienes anhelan un nuevo rumbo para la nación.

Son muchos los retos que deberá enfrentar el nuevo inquilino de la Casa de Nariño, a partir del próximo 7 de agosto. Uno es la necesidad de recomponer las relaciones internacionales con la región, hacer cierta la multilateralidad, la integración latinoamericana y la profesionalización de la Cancillería.

Luego de la muerte a Raúl Reyes, alrededor de Colombia se ha construido la percepción de que somos un problema regional. El principal reto es volver a generar confianza en el vecindario, y reactivar nuestros mercados y las agendas comunes. Se hace prioritario establecer una nueva agenda con Europa y Asia. Pero sobre todo con Estados Unidos.

El mandatario elegido tendrá que sintonizarse con Obama, sin renunciar a la integridad, la soberanía y nuestra libre autodeterminación. Atrás tiene que quedar el concepto de alineamiento carnal con la Casa Blanca. La era Bush es el pasado. Hay que entrar por la puerta grande a la era Obama.

Para ello es necesario superar otro de los grandes retos: la crisis humanitaria. Colombia no puede seguir siendo el campeón mundial en violación de derechos humanos. Sindicalistas, periodistas, líderes de oposición y dirigentes políticos asesinados; multiplicación de masacres, falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, fosas comunes; casi cuatro millones de desplazados, miles de amenazados y exiliados. Las ONG estigmatizadas y perseguidas dan cuenta de un país cruzado por la guerra interna.

Negar el conflicto armado interno y seguir llamándolo de otra manera continuaría siendo inconveniente, al igual que llamar a los desplazados migrantes internos. Si Colombia no es capaz de llamar las cosas por su nombre y reconocerse como un país que necesita ayuda para ganar la paz, nunca saldremos del atolladero.

El otro reto es aceptar que existe un conflicto armado interno, que se debe superar logrando el imperio de la ley y el respeto a las instituciones, explorando al mismo tiempo el camino de la política, con ayuda internacional. Hay que acabar con el paramilitarismo y obligar a la guerrilla a negociar. Así como ampliar y hacer eficaz el proceso de Justicia y Paz y crear una Comisión de la Verdad.

Otros retos son la superación de la pobreza, garantizar el derecho a la salud, generar empleo, internacionalizar la economía, la reforma política, la reforma agraria, modernizar nuestras Fuerzas Armadas, incluir la Policía en el ministerio del Interior y la creación de una nueva agencia de inteligencia.

Lo anterior no es desconocer méritos al Presidente Uribe. Los tiene, sin duda, y con justicia se le han venido reconociendo. Los errores y vacios son frecuentes en la difícil tarea de gobernar. Lo se en carne propia. Pero viene una nueva etapa y sería inapropiado no aprovecharla para corregir el rumbo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Por Pardo y por Pardo

Colombia, miércoles 3 de marzo de 2010

HORACIO SERPA
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La política estaba pasmada. Se reactivó con el fallo de la Corte. Hoy no se habla más que de la elección del Congreso y del próximo Presidente. Las encuestas van y vienen y las cábalas están en el primer punto del orden del día. La frase que más he escuchado: “Cualquiera puede ganar”.

Por la incertidumbre y porque la constante acción presidencial copaba todos los espacios, no hubo tiempo, ni oportunidades, ni ganas de examinar otras opciones. “Hay que esperar ---se argumentaba--- porque una cosa es con Uribe y otra muy distinta sin Uribe”. El tema se resolvió en forma democrática e institucional y en medio de alegrías y tristezas comenzó una frenética carrera por el poder.

Al término de importante reunión en la que se examinó el panorama de garantías para el desarrollo de las campañas y el ejercicio ciudadano del voto, una periodista me preguntó al rompe: “¿ por quien va a votar? ” Contesté de inmediato “por Pardo”, lo cual no es novedad porque siendo persona proba y competente, es el candidato de mi Partido. Insistió la periodista: ”¿ Y en la segunda vuelta? ” - “Por Pardo”, respondí.

El momento exige reflexionar sobre el País. Para hacerlo en serio hay que pensar en la gente, sin sofismas ni especulaciones. Claro que el tema de la seguridad es esencial y hay que seguir luchándolo. También la tranquilidad ciudadana y la convivencia, aspectos ligados a lo que debe ser la mayor preocupación de los Estadistas: el bienestar.

La economía pasa por el peor momento. Tenemos un problema de marca mayor: el desempleo, que cubre todos los ámbitos. Situación grave, muy grave, cuyo análisis debe convertirse en uno de los puntos de debate ---ojalá el más sobresaliente--- de los aspirantes a la Presidencia.

Sin ingreso no hay presente, ni futuro. Ni educación, ni salud, ni lo básico para la gente. Ni familia, pues como se lo oí muchas veces a mi abuela, “cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. Sin empleo la juventud se frustra, se resiente, y el escepticismo campea por todos los predios de la vida nacional. Sin equidad, sin oportunidades sociales, lo que se logra cuando la persona y la familia reciben un salario, tampoco habrá confianza en las instituciones, ni sosiego comunitario, ni respeto a la autoridad. Reconociendo lo que se ha logrado, la seguridad podría lesionarse severamente.

Otros aspectos siguen en entredicho. Derechos Humanos, por ejemplo. Impunidad. ¿Será que se vuelve a pensar en la paz? Porque dígase lo que se diga, ahí siguen las farc pertubadoras, amenazantes, violentas. Y el narcotráfico “vivito y coleando”. También las bandas llamadas emergentes, herederas legítimas de la violencia y la criminalidad paramilitar.

Hay que mirar caras, escuchar argumentos, calibrar antecedentes y relaciones. Es válido. Pero toca medir la capacidad de los candidatos, examinar a fondo los pesares del País y pensar en la gente, que con plena razón y todo derecho, reclama bienestar.

martes, 2 de marzo de 2010

PRESIDENTE QUIETO EN SEGUNDA

Autor: Rafael A. Alvarez S.

En segunda base. En su segunda elección. A lo hecho pecho. Pasó lo que tenía que pasar. El Presidente Uribe va a descansar por lo menos cuatro años pero, como lo conocemos, volverá para el 2014. Va a reorganizarse y se obligará a renovar el cuadro de sanguijuelas que lo estaban asesorando y casi dando al traste con este cuatrienio. Va a diseñar un plan de acción que le permita acceder a una tercera presidencia sin las chambonadas urdidas por sus asesores cuya cabeza visible es el señor Giraldo. Uribe lleva el virus de la política en todo su cuerpo y como lo reiteró la misma tarde del Viernes 26 siempre encontrará una trinchera desde donde abrirá los fuegos de sus ideas sobre cómo hacer Estado. Y puso un punto muy alto que el próximo presidente debe superar porque hay cuatro sectores críticos a enfrentar :

La seguridad territorial debe seguir su curso como una política de Estado con todas las organizaciones sociales. Es imperativa su esencia integral y no delegando solamente en el sector armado dicha responsabilidad. Hay que hacerle ajustes permanentes pues la dinámica de la situación así lo exige para nunca volver a épocas anteriores que desembocaron en el caos en que nos vimos envueltos. El país está amenazado en el orden interno y externo con unos vecinos que apoyan la insurgencia y unos quintacolumnistas que les hacen el juego.

La seguridad social está en un momento crítico, débil, enervada y anémica. Pero no por culpa de los usuarios sino por la filosofía monetarista de las EPS. La salud de los colombianos pende de la decisión de un juez, algunos no tan probos. El médico está maniatado y amordazado a punto de ser engullido por el leviatán del ministerio de la protección social y de justicia , así con minúscula, pues de ahí no ha salido nada grande, nada bueno, nada edificante para el grueso de la población sino para una minoría prepotente encabezada por el titular de la cartera el odontólogo Palacio.

El desempleo campea por todo el país. Va como que en el 14%, y si eso nos lo da a conocer el DANE, es porque debe estar casi en el 20%. Las fábricas de doctores no dan abasto y a marchas forzadas se siguen reacondicionando garajes. Togados, birreteados y diplomados caen en las garras de las EPS cuando son de la salud y en las cooperativas birladoras de sus derechos. Los otros en los grandes conglomerados que los explotan a su antojo. Eso cuando logran un cupo. Los demás a emigrar cuando pueden conseguir visas de trabajo en el exterior. Situación también del resorte del ministro Palacio. ¡ Qué ministro ¡

Las trochas por donde a diario se despeñan automotores cargados de gentes que no tienen como pagar un pasaje aéreo es lo único que tiene que mostrar el esotérico ministro de transporte, también con minúscula. Los Mios, Transmilenios, Metrolíneas y demás congéneres están en manos de Nules y compañías que se crearon para llenar sus bolsillos pero con ninguna responsabilidad social.

Ferrocarriles muertos y ríos no navegables también nos ofrece Andrés Uriel Gallego.
Esas cuatro perlitas solamente porque no alcanza el espacio para referirnos al ministerio de gobierno. De todos modos se respira un nuevo aire de renovación que despeja el viciado por los anteriores. Creo que el gran ganador fue el presidente Uribe pues una derrota, por cuenta de sus ministros y asesores, no hubiera sido del todo justa.

martes, 20 de enero de 2009

LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Por Pedro Gerardo Tabares C

Desde la campaña política que se adelantó entre los partidos que deciden la política de Estados Unidos se dieron corrientes especialísimas que parecieron estar diferenciadas por una directriz que marcó el gobierno del presidente BUSH, especialmente con las connotaciones de la guerra con Irak que determinaron derrotero de la presencia norteamericana en ese país a lo cual se le agrega lo que se ha denominado el combate del terrorismo.

Sin embargo no está ahí la importancia de esa campaña, sino en un cambio trascendental del pensamiento de los americanos, que no hace muchos años consideraban imposible que un hombre de color pudiese, al menos competir, para llegar a la Casa Blanca. Sin embargo las circunstancias se fueron dando con las tendencias que favorecían a Obama, y como una bola de nieve fueron creciendo hasta un momento en que se consideró que sería presidente.


Para quienes estamos distantes de los Estados Unidos y solamente se nos tiene en cuenta con referencia al narcotráfico y a la llegada de ilegales a la gran potencia, en busca de trabajo que alivie necesidades propias y de parientes, que quedan en el país de origen no tenemos criterios de juicio que permitan comprender la evolución vertiginosa que se presentó.

Sin embargo, nos podemos dar cuenta de la evolución que aqueja al país del norte: de una parte, aparece la situación económica que se refleja en todos los países del mundo, y en un sentido filosófico en el cambio de las concepciones racistas que venían imperando con arraigo en la violencia que se desarrollaba años atrás contra los negros.

La elección hizo ver que no había equívoco en la escogencia y fue así como resultó triunfante el representante negro que a su vez encarna la de los inmigrantes que contribuyen ampliamente al desarrollo de la visión americana.

El aspecto económico que se vislumbra en el país del norte pareciera ser de preocupación, pero con un sentido práctico se puede decir que obedece probablemente a previsiones que pueden tener antecedentes en décadas anteriores. En efecto, no es aventurado decir que la tecnología tiene en los Estados Unidos un pionero, y que gran parte de su desarrollo se ha reflejado en otros países. Por eso no se puede ignorar que hace varios años, ya se hablaba en revistas especializadas de la existencia del Carro eléctrico, al igual que el híbrido entre vehículo automotor y avión de características especiales como para hacerlo circular por calles y autopistas. Ahora se refleja la preocupación de las empresas de automotores por sus condiciones económicas que anotan que encontrarán dificultad sostenerse en el mercado. Seguramente que con la crisis del petróleo por la baja que soportar se difunde preocupación en los demás países, y ahí se presenta la situación que debe afrontar Obama, quien ha planteado proyectos como la utilización de la energía solar, que converge en el motor eléctrico, o en la utilización de otros medios de propulsión que desconocemos, pero están al servicio de la humanidad.

Es verdad, nos aventuramos en hipótesis, pero no es extraño pues ya vimos la evolución vertiginosa del transistor en comandos de fuerzas y las comunicaciones, reduciendo espacios y mano de obra.
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