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viernes, 11 de septiembre de 2015

La Ruindad de Trump

                        Por Gerardo Delgado Silva
Su ignorancia, hace que sintamos nostalgia por el hombre de Cro - magnon, que no tuvo pensamientos de segunda intención.  Escuchando a Trump, se siente nostalgia por los primates.  Dizque es diplomático, un oficio de vanidad, que le ha permitido fingir que ignora el mal y asume así la responsabilidad de él.
Él sabe, que para conseguir la alienación de las masas bastará con controlar sus necesidades y sus motivaciones, bastará con fomentar y controlar su conciencia consumidora.  Es la brutalidad burocráticos del Fascismo, un mundo masificado en el que la corrupción del lenguaje y la evidencia puede conseguirse por el terror.
Es imposible frente a este monstruo Trump, no recordar a George Washington, primer presidente de los Estados Unidos, que después de haberla liberado, dio a su nación las pautas democráticas por las que ésta se rigió entre las más poderosas del mundo.
Debemos evocar que, Inglaterra había dado el ejemplo y señalado el camino institucional de la libertad por medio de sus Declaraciones de Derechos.
Primero, la Carta Magna, concedida por el Rey ante la exigencia de los señores feudales (1215).  Después, la Petición de Derechos (1628), emanada del Parlamento, que era una ratificación de la anterior, conservando todavía las antiguas formas contractuales de “Carta Medieval”.  Luego, el Habeas Corpus  y el Bill de Derechos, (1869), ya con formas modernas de Ley, en las que el Parlamento afirma su carácter de poder legislativo; y por último, el Acta de Establecimiento(1701), en la que se consolida la soberanía parlamentaria, señala la trayectoria de la Evolución Constitucional  Inglesa en esa materia.
Los emigrantes ingleses llevaron consigo a América del Norte, el espíritu de estas instituciones y el impulso transformador y evolucionista, de tal manera que cuando ese impulso se detuvo en Europa, continuó desarrollándose en América. 
Ya los padres peregrinos, que llegaron a Nueva Inglaterra en 1620 en el Barco May Flower, empezaron por acordar, durante el viaje, algunos de los principios fundamentales de la dignidad y de la libertad individual.  Entonces se llevó a cabo, sin dificultad, la Declaración completa y definitiva de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en Virginia, en el año de 1776.
Francia que había aportado a esta evolución institucional sajona, el estímulo de sus inquietudes culturales y la audacia innovadora de sus pensadores políticos, filósofos y economistas, adoptó el sistema anglosajón, y mediante su célebre Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, dio universalidad y comunicó fervor revolucionario a los principios de la Declaración de Virginia.
La Declaración Francesa planteó al mundo el problema jurídico de la libertad de un modo definitivo.  Lo incorporó a la vida institucional de todos los países civilizados y  cultos, y pasando sobre todas las vicisitudes, lo impuso como el triunfo del espíritu contemporáneo.
Todas las constituciones  del Siglo XIX, están impregnadas de ese espíritu.  Es el saldo que deja la evolución de la cultura europea, encaminada desde los albores del Renacimiento, a exaltar la personalidad humana y asegurarle sus derechos.
Todo esto lo ignora el Señor Trump. 
Ahora bien, este Señor Trump, conspira abiertamente contra los latinoamericanos, con escandalosas manifestaciones que no entiende, ni quiere entender, ni tiene, tampoco, porque entender.
Aboga por instituciones drásticas, rápidas y rígidas para deportar latinoamericanos de Estados Unidos, dizque por traficantes, pretendiendo insensata y estólidamente que se puede juzgar a los hombres sin leyes.  Somos precisamente los latinoamericanos quienes hemos padecido la insolencia de algunos narcotraficantes, fundidos en abrazo fraterno con algunos norteamericanos.
Y en otra actitud pedestre, resolvió con infinita ruindad, ultrajar a América Latina, refiriéndose a los inmigrantes mexicanos como “criminales”, y “narcotraficantes”.  Sus frases en sí, envuelven la intención injuriosa y calumniosa, esto es, que vulneran o lesionan la integridad o el patrimonio moral de esas personas, y constituyen una aguda injusticia, que invita por el solo enunciado al más franco rechazo, un despertar del alma colectiva, un revelarnos contra la infamia.
Tenemos la sensación de que el Señor Trump, no conoce a Colombia, como tampoco a México y repitamos a América Latina, pues los primeros en advertir los peligros que vituperablemente nos amenazan, los abismos insondables que estamos orillando, somos indubitablemente nosotros.  Como dijo Maritain: “… Vale más cansarse por el bien, que ser abatido por el mal…”.
Para terminar, evidentemente, y no se necesita ser psiquiatra, no hay duda alguna de la psicopatía, ignorancia y brutalidad de Trump, pues ante la denuncia de su esposa, por acceso carnal violento, se limitó a decir: “… en el matrimonio no existe ese delito…”.

¿ Estados Unidos no ha advertido el abismo insondable en que caería el mundo y concretamente el pueblo latino con su gente de bien que es infinita mayoría, si el candidato Trump es elegido presidente?.  Para todos sus habitantes ha llegado el momento de combatir y la pusilanimidad de ese monstruoso candidato, de mostrar como pueblo norteamericano su valor o cobardía, su dignidad o su vileza, su grandeza o su miseria.

sábado, 5 de septiembre de 2015

De las pelotas y los políticos

Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
Hasta no hace mucho tiempo el fútbol y la política eran un verdadero dolor de cabeza para la mayoría de mujeres, casadas, solteras y en concubinato. Ahora que empieza la eliminatoria para el próximo mundial y que no hace mucho pasó la Copa América, uno se da cuenta que las cosas han cambiado un poco respecto a este entuerto sociológico deportivo, pero que de todas maneras el problema aún subsiste. Es cierto que los éxitos últimos del seleccionado colombiano han contribuido a que nuestras mujeres se adapten a la situación y quieran un poco más este deporte que, no lo sabe nadie, qué diablos contiene para emparrandar a la gente. Con la política pasa lo mismo. Hay mujeres que se quejan que su marido se metió a la política, con la misma desesperanza y desilusión que si este se hubiera muerto, o que en su defecto, el urólogo le hubiese informado que tiene la próstata corronchosa y más grande que una mogolla de 50 mil pesos. “Ahora ese hombre no hace sino hablarme de chismes y componendas políticas y de triunfos y fracasos y ya no se le ocurre ni siquiera darme un beso por solo mamar gallo. Y si de ñanga ñanga hablamos, tiene el mismo apetito que el de un eunuco porque ya ni se le da por acariciarle siquiera una oreja a nuestra perrita Tilsia que él adora”, me comentó una amiga esposa de un candidato.
“Qué obsesión tan arrecha por la política y el fútbol, señor mío Jesucristo”, dice totalmente abatida como al final  de un entierro. Y ahora no se le dio sino por invitar a todos los amigos, una manada de vagorretos igual a él que no hacen un culombio, a ver cualquier partido en la casa y eso hacen una gritería que parece el manicomio más grande del mundo y la humareda y el olor a humo de cigarrillo es como en un amanecedero. El viernes por la tarde por poco me desbaratan los muebles de la sala en protesta porque según ellos, aupados por mi marido, esa pichurria de candidato del doctor fulano de tal, es tan chambón que más parece un candidato a la presidencia de las damas rosadas que un aspirante al concejo municipal de Bucaramanga. Y lo verraco es que hablando  en serio, la señora de la cual estoy hablando, no doy su nombre por razones humanitarias dado que es la legítima esposa de un amigo mío, abogado él, exdiputado de Santander, tiene toda la razón. Un fanático es un paranoico obseso-compulsivo, que dice ser enviado de Alá y poseer toda la razón y la verdad absoluta de todas las cosas.
Entonces calculen carísimos lectores y amigos míos, si la dama que ocupa nuestro relato, no tiene la razón. ¿Ustedes se pueden imaginar, por esta nefanda época, qué es un fanático godo o cachiporro, rezandero o comunista, judío del monte de Sión o musulmán de la Meca, o fundamentalista del Estado Islámico, enfermo por el fútbol y la política y fuera de eso con tres litros de aguardiente y un kilo de maracachafa en la cabeza? Yo no estoy diciendo que  mi amigo abogado exdiputado esposo de la señora a la cual hago mención, sea así. No, señores. Pero sí tiene una similitud brutal. De tal manera que cada vez que hay una fecha de fútbol o elecciones, la desdichada señora entra en estado de conmoción y no creo yo que sea por simple hipocondría. Según me dice ella, uno de los episodios más aterradores se da cuando ya es hora de dormir, él exige que sea a las nueve de la noche, y son las seis AM y el tipo no ha parado  de hablar imbecilidades y darle codazos para que le ponga atención.

jueves, 3 de septiembre de 2015

VERDADERA ANTITESIS

Por Gerardo Delgado Silva
El comportamiento del Señor Presidente de la hermana República de Venezuela, Nicolás Maduro, cerrando puntos de la frontera con Colombia y deportando colombianos; funge como una antítesis con los postulados del Partido Socialista en el que está inmerso. Se presume, que no haya capitulado en su conducta hasta dirigirla conscientemente hacia un fin ilícito por conseguir o que haya obrado negligente o imprudentemente.  Y desde luego, se irgue el afrentoso dolor y amargura de los niños, las mujeres y los ancianos; por las execrables conductas de la Fuerza Pública, desdeñando la misericordia, la justicia y el derecho internacional humanitario Y de los paramilitares qué?
Un vilipendio a los grandes principios que han enriquecido la historia espiritual del mundo, olvidándose de los reales destinos de la dignidad, mancillando la piel transparente de nuestra Patria.
No obstante, en medio de la aridez del desierto le surgen a Colombia, algunos oasis que pueden contribuir, y obviamente contribuyen – como el Proceso de Paz en Cuba- a darnos una visión distinta de lo que en realidad es el continente, sus perspectivas humanas y sus sentimientos.  No se trata de evasiones, o de puntos de escape, sino de un comportamiento de las personas de bien, con anhelos de paz, que hunde sus raíces en los valores del espíritu y enlaza a las generaciones actuales con una tradición intelectual que nos honra y enaltece.
Tenemos urgencia de más esperanza, aunque parezca absurdo y locura.  No se puede justificar como lo hicieron en el pasado Cioran y Fernando González en Nuestra Tierra, entre otros, y ahora el paranoico Senador Uribe “vivir a la enemiga”; pues olvida que vivir a la enemiga es estar contra sí mismo y sobretodo.
Ahora bien.  No obstante, e independientemente de la causa, son horripilantes los acontecimientos que desdeñaron como ya dijimos a colombianos al ser deportados de la Hermana República de Venezuela, la patria de nuestro libertador, Simón Bolívar.
El traslado del Senador Uribe a Cúcuta, es la más clara demostración de demagogia, con miras puestas en las próximas elecciones, y el fomento de la turbulencia, cuando debía saber que por ese camino no va a obtener sus propósitos, ni a torcer el destino de Colombia.
¿Se trasladó este Señor Senador, a las innumerables regiones colombianas, donde los desalmados paramilitares dieron muerte horrenda a tanta gente, que produce escalofrío para solidarizarse con las familias de las víctimas?
Eso no ocurrió porque no le servía para acrecer su electorado, y su extrema derecha.  Don Jorge 40- esto no es un secreto – que conformó los llamados por él “distritos electorales”, para apoyar a Uribe, los cuales hubiesen fenecido  inmediatamente.
Ese Estado de Venezuela, como organización política de la sociedad de ese país, es el titular de todo el poder social o poder público – en singular - , que nace de la soberanía que jamás es absoluta.  Es el pueblo la sede donde reside la soberanía, pero dejando atrás el nihilismo, superando el absurdo,  y la violación de derechos humanos.
La evolución histórica de la soberanía, nos demuestra que esto significó la negación de toda subordinación o limitación del Estado, por cualquier otro poder.
Esta última nota se manifiesta predominantemente en su vida exterior; esto es, en la relación del estado soberano con otros poderes, en tanto que la primera cualidad se ha de advertir singularmente, considerando su vida interior, en relación con las personas que encierra dentro de sí.  Ambas notas van inseparablemente enlazadas por la dignidad humana.
En esa forma, la soberanía es la capacidad para determinarse de un modo autónomo jurídicamente hablando.  De ahí que el Estado Soberano es el único que puede, dentro de las limitaciones jurídicas ordenar, de una manera plenamente libre, el campo de su actividad.  Es una cualidad inherente al Estado y solo a Él.
Se infiere, que la realización de las deportaciones y el cierre de puntos fronterizos desde Venezuela, están ligados a su autonomía pero sin renunciamiento de la Constitución, y mediante el debido proceso.
Sin embargo, se presenta un espejo donde algunas contradicciones del hombre se reflejan con acusadora precisión.
Aparece un vórtice dantesco.  Por un lado, está el intenso e inenarrable sufrimiento como ya lo expresé, de niños, mujeres, y ancianos. Por el otro, la repudiable y atroz presencia, como se ha afirmado, de paramilitares colombianos, un verdadero desafío que encarna el pánico.  Se infiere también, que el Gobierno Venezolano y los órganos competentes han tenido una persuasión racional de la verdad; es decir, certeza acerca de la presencia en ese país hermano de los desalmados referidos, procedentes de nuestra patria colombiana.
Sin entrar en el debate de su cuestionable origen, en concordancia con las noticias, se presume que aparecieron en el hermano país, y hoy cuentan, como aquí, con base social.

Ante estas vicisitudes, el único sendero es el diplomático, que está inmerso en el patriotismo, el derecho, la paz y la justicia, y que hay que transitarlo con denuedo y decisión imperturbables, en sintonía con la comunidad internacional.  Sigue siendo la única salida.

miércoles, 26 de agosto de 2015

La suerte de los colombianos en Venezuela

Por: Bernardo Socha Acosta
Jamás nuestros connacionales se imaginaron la crisis por la que iban a pasar en algún momento de sus vidas, por habitar en un país al que llegaron hace largos años cautivados por algunos beneficios que a largo plazo se convirtieron en su peor enemigo.
Lo que hoy estamos viendo que sin duda se traduce en violación de los derechos humanos, es el fruto de muchos factores de los que, tanto autoridades colombianas  como venezolanas  son responsables y hoy cuando esa bomba que se construyó de hace décadas, explota, entonces nos rasgamos las vestiduras, unos, y otros pretenden sacar provecho haciendo politiquería con el dolor de los demás y se atreven casi a insinuar tácitamente que los dos gobiernos solucionen el problema con el sonar de los fusiles. Pero,  qué se puede esperar.
Y es coincidencia,  que el detonante para esta crisis, fueran las bandas criminales que han ingresado a ese país, a las que las autoridades han llamado “paramilitares”. Ellos fueron los que atizaron y prendieron la mecha que propició la explosión de deportaciones inhumanas que se ha visto en los últimos días.
Si bien es cierto que las autoridades venezolanas han sido despiadadas  y que por unos pagan todos, como dice el adagio, cualquier ciudadano con tres dedos de frente y sensato, vería que la realidad que se le avecinaba a ese país, es otra, porque comienza a escasear de todo lo que podía adquirir con la bonanza del petróleo. Hoy la realidad es otra y quien no lo entienda así está desactualizado y no espera sino que los colombianos nos enfrentemos con otro país. Nos pasamos la vida criticando aprovechando los medios de comunicación, pero no hacemos  ninguna acción creativa, por lo menos la de no instigar.  
Es lamentable la suerte que les ha tocado a esos colombianos que alguna vez avizoraron erróneamente y vieron con displicencia a su patria; viajaron ilusionados de que jamás volverían a un país donde para sobrevivir hay que tener suerte, frente a la cascada de impuestos y muchas injusticias más que se cometen contra   cualquiera que medio trate de sobrevivir y ganarse el sustento honradamente.  
Y la suerte de los colombianos en otro país (distinto a Venezuela) no parece ser diferente. Ya conocimos por las noticias lo que ocurrió en Estados Unidos con un candidato presidencial que ordenó sacar a un periodista de una conferencia de prensa, porque insistió en preguntarle cuál irá a ser el tratamiento para los extranjeros ilegales en ese país.  Esto nos indica lo peor. 

martes, 11 de agosto de 2015

RÁBULAS DE LA POLITICA

                                    Por Gerardo Delgado Silva
No había habido en la historia de Colombia fenómeno igual o siquiera parecido, al que estamos presenciando.  Evidentemente,  el mundo entero supo del fenómeno vergonzoso de la parapolítica, que tiene varios parlamentarios sentenciados.
Nunca, jamás, ningún partido había depuesto uno a uno los principios jurídicos que tutelan la existencia del Estado.
El signo de descomposición moral, está constituido por los avales a tantos candidatos que tienen su alma dentro del código penal.  Es un señuelo para comprometer el presente y el futuro de Colombia, corromper la conciencia colectiva de la Nación y torcer el rumbo histórico de un pueblo que siempre ha dado ejemplos enaltecedores de dignidad y de grandeza.
Es el momento en que el país debe reaccionar, asumir la personería de su destino histórico y rescatar junto con el derecho los valores éticos que están siendo pisoteados, en una monstruosa perversión de valores, similar a la que señalamos de los parapolíticos.
Una extraña complicidad de una parte de nuestros dirigentes con los paramilitares, que están entregando a Colombia, maniatada a sus peores enemigos.
Se requiere un frente unido de la Nación, de los colombianos de bien, contra la dictadura de la delincuencia.  Y estamos en el instante preciso de iniciar esa gran cruzada patriótica.
El ideal político aristotélico coincide enteramente con el de Platón en lo que se refiere a señalar como finalidad principal del Estado un propósito ético.
Se da el nombre de Política, al saber humano que se ocupa de los problemas de la organización de la sociedad, del Estado, de los órganos, de las relaciones del individuo con el Estado y todos los aspectos doctrinarios y técnicos relativos al Gobierno y a su funcionamiento.  A todo eso se le ha llamado también Ciencia Política, o Derecho Político.  Desde que se empezó a examinar el problema de las Constituciones escritas, y desde que aparecieron éstas, se habló también de Derecho Constitucional, de suerte que todas las denominaciones se refieren a la Política como disciplina científica,  jurídica y filosófica al mismo tiempo, vinculada siempre con la sociología.
En su acepción corriente se llama Política  a toda actividad de grupos humanos organizados, o de individuos aislados como finalidad es el ejercicio del Derecho y el cumplimiento de deberes relativos al Gobierno, a su formación , a su orientación, y a sus diversas manifestaciones,, y cuando se dice de alguien que es un “político”  o que se dedica a la política, se quiere decir que se trata de una persona que interviene directamente en la acción desarrollada por los partidos políticos, unas veces, para obtener el Gobierno, otras para conservarlo y otras para vigilar su funcionamiento desde el ejercicio de un cargo público representativo.
Los individuos que están o estuvieron inmersos en hechos punibles y han sido avalados para cargos públicos, en vez de aspirar al bien común, buscan su beneficio particular, enormemente perjudicial para la Patria.
Muchos de los individuos que han recibido el aval de los partidos, repetimos, no tienen la conducta irreprochable del ciudadano que sobre pone patrióticamente los intereses generales a los intereses particulares.  Aún dentro de un mismo partido y en la línea de un mismo programa  ideológico,  puede estar toda la gradación que va desde la austeridad hasta la falta de escrúpulos o la inmoralidad, y los hechos punibles.
Estos avales los definen a dedo las directivas de los partidos.  Unos partidos políticos aniquilados, convertidos en tiendas de campaña electorales y nada más.  Agencias del poder individual, por corrupción del orden político.
Queremos ver a la inteligencia colombiana contribuyendo al rescate del País, como ha sido el propósito del Presidente.  País que está perdido por esa ineptitud de los partidos políticos, la corrupción moral, los nuevos gajes del poder económico contaminado, la inseguridad, el crimen, los desequilibrios económicos y la pauperización creciente de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas.
Que la inteligencia colombiana alumbre al País, en medio de tantos apagones de ideas, como en el llamado eufemísticamente Centro Democrático.
Nadie puede negar de buena fe, que este grupo político contradice el ideal de cualquier sociedad política.  Son enemigos de la Paz, al igual que algunos cavernícolas funcionarios públicos.  Y clamamos a la inteligencia colombiana, porque bien sabemos que no está contaminada ni por el dolo, ni por la corrupción, ni por la ineptitud que desangra al País.
No fueron ciertamente las armas las que impusieron la resistencia en Francia y en los países ocupados por el Nazismo – el corazón del Centro Democrático -, sino el rigor patriótico de sus intelectuales.
Lo que hace falta hoy a Colombia es una política de la inteligencia, como lo están evidenciando los diálogos de la Habana.
La Nación toda, está en la obligación de tener conciencia de que sin Dios, Ley y Moral, no puede tener progreso.

domingo, 9 de agosto de 2015

Por qué Julián “El pelao” Becaria

                                          Trafugario
                                             Por: José Óscar Fajardo
Yo le digo “El Pelao” porque es que Julián Becaria es un muchacho que todavía parece universitario y ahora no tiene sino el compromiso de ir a representar a la Provincia de Vélez como diputado a la Asamblea Departamental. Casi nada. Y voy a explicarles por qué es tan importante que ”El Pelao” gane la butaca. Uno. Porque durante su curso de concejal de Barbosa, El manicomio más grande del mundo, uno de los municipios más “arrechos” para hacer política, lo hizo muy bien, dio debates y logró ganar batallas que nadie esperaba que él, El Pelao”, las ganara. A mí personalmente eso me parece verraco. Dos. Porque Julián, “El Pelao” Becaria, viene de una distinguida familia que en gran medida ha influido en el desarrollo del municipio con una poderosa empresa urbanizadora. Tres. Porque “El Pelao” tiene el carisma envidiable de caerle bien a la gente y esto ocurre puesto que es un muchacho sano y decente que hasta el momento no ha tenido tropeles de ninguna índole, y la conducta excelente es básica para el ejercicio de la política decente. Cuatro. Porque “El Pelao” Becaría tiene una fila de seguidores jóvenes como él, tan grande, que estoy seguro, va a ser uno de los políticos más prometedores no solo de la Provincia de Vélez, sino del Departamento de Santander y por qué no, de todo el país. Sabe hacer política y sabe respetar a los demás.
Cinco. Julián, “El Pelao” Becaría, debe ser diputado de Santander por la provincia de Vélez porque es el único candidato de esta región del Departamento. Oído veleños: Unico candidato de la Provincia y en estos precisos momentos, la de Vélez no tiene representación alguna en la duma departamental. Seis. Para reforzar el anterior argumento, porque la Provincia de Vélez hace ya muchos años no tiene quién la represente en la Asamblea Departamental y por eso esta región ha perdido fuerza y presencia política. Entonces para cualquier favor político la gente de la provincia le toca  pedirle “limosna” a políticos de otras regiones quedando en deuda con ellos.  Siete. Para que la gente de la Provincia de Vélez no tenga que pagar esos “favores” políticos regalándole la votación y eligiendo a individuos que no le van a servir para un carajo a la Provincia. Ocho. Para que no ocurra que, una vez elegidos esos individuos, se lleven obras y dineros a sus respectivas provincias creándole a nuestra región caos administrativo y legándole solo herencia de atraso. Nueve. Para que el gobierno de Santander llegue efectivamente a municipios como Barbosa, Puente Nacional, Vélez, Bolívar, Sucre, Santa Helena del Opón, Albania, El Peñón, Cimitarra, Puerto Parra, entre otros, a donde sólo llegan los sobrados de lo que queda del presupuesto departamental, si es que llegan.   
Nueve. Es necesario que “El Pelao” Becaría sea diputado para que la Provincia de Vélez vuelva a existir, ya que, por ejemplo para la televisión regional, Canal TRO, Santander no abarca sino hasta San Gil. Porque de ahí en adelante, al Canal TRO, el medio televisivo más importante del Departamento, le importa un carajo la Provincia de Vélez. Diez. Por todas las razones anteriores y por muchas que me es imposible nombrar, es determinante que “El Pelao” Becaría sea elegido a la duma departamental. Para que la gente de la Provincia de Vélez y de muchos sectores olvidados, no tenga que arrodillarse ante un “caudillo de vereda” por obtener gratis un pinche favor. Once. Y finalmente, porque Julián “El Pelao” Becaría, afirmo sanamente, tiene pinta de Chayán, lo que va  a provocar que voten por él todas las mujeres de Santander.   

sábado, 1 de agosto de 2015

Psicoanálisis del Chismoso

                   Trafugario
Por: José Oscar Fajardo
Por estas épocas preelectorales no está de más hacerles las siguientes advertencias. El chismoso, de ambos sexos, es un resentido social que por culpa de sus frustraciones la emprende contra todos los seres de su misma especie. Como es profundamente hipócrita y adulador, pues se le facilita metérsele a todo el mundo por cualquier hueco con el fin de conocerlo en sus intimidades para luego proceder a destrozarlo porque se muere de la envidia que el otro es mejor en todos los sentidos. Los chismosos de por sí, son mediocres y su nivel cultural por lo general se acerca al cero absoluto de las matemáticas. En psicoanálisis, un complejo se padece pero no se siente, es de la esfera del inconsciente y por eso se llama complejo. Pues el chismoso sufre de graves complejos de inferioridad y eso es lo que hace que su comportamiento sea tan ruin, mostrando en todas sus actuaciones las más rastreras perversiones de su corazón.
Los chismosos son verdaderos magos de la mentira y siempre la disfrazan con benévolas apariencias. Si se tiene en cuenta que el chisme es chisme, independiente que sea falso o verdadero su contenido, el depravado chismoso sólo busca dañar a los que él ve como sus enemigos, reales o potenciales, sin un ápice de piedad, sin ningún asomo de remordimiento, sin un solo gramo de compasión. Pues la envidia lo calcina por dentro. Como siempre tiene en la mira telescópica de su mediocridad a los más inteligentes, a los más capaces, a los más preparados profesional e intelectualmente, entonces como compañero de trabajo es una peste blenorrágica y como trabajador retrasa, malogra, daña, o contamina cualquier proceso laboral o cualquier metodología útil para el desarrollo. Y de una manera misteriosa y soterrada establece conexiones con todo género de informantes que van desde las vendedoras callejeras de chicles, hasta los más científicos parasicólogos y mentalistas, pasando de antemano por Lenguadeperra, Bocadediablo, Donfalsario, Barriguesapo, Coñoñoca y  Chirimbolo. En síntesis, maneja unas fuentes de información que no las maneja ni siquiera la CIA en el mundo ni Satanás en los infiernos.
Para mayor precaución, se debe tener en cuenta que dicha peste social frecuenta fiestas de bautizos y matrimonios, despedidas de solteros, cumpleaños, y otros sitios de aglomeración social porque los citados especímenes son eminentemente comadreros. Esto es válido para ambos sexos. ¿Qué hacer para combatir semejante costra social? Como para los chismosos no existen los amigos del alma sino sus cómplices y sus alcahuetas, entonces la primera norma de prevención está en aislarlos. No los trate y por el contrario, ignórelos con sevicia. No les haga ni el más ínfimo comentario así sea de los últimos vuelos espaciales porque de eso se agarran para desmigajarlo. Si de pronto se le ocurre tener una deferencia con alguno de ellos, invítelo a un mute bien sabroso pero échele una cucharadita de cianuro de hidrógeno, o en su defecto, bríndele unas empanadas pero repletas de  dinamita. Por más daño que le hayan hecho, nunca hable mal de un chismoso y mucho menos vaya a hacerle reclamo dado que automáticamente se pone a la misma altura social, mental y sicológica de él, y eso es exactamente lo que busca el esperpento ese desde el fondo de su inconsciente. No le vaya a causar daños físicos a un bicho de esos porque ipsofacto se mete en problemas, no con la ley sino con la junta defensora de “coscorrias”. Trate por todos los medios de enseñarle esta frase panegírica: "Señor, córteme la yugular antes de meterme en lo que no me importa". Recorte este escrito y póngalo en un lugar donde, aunque sea un solo desgraciado avechucho de esos lo vea. Con eso Colombia sale adelante. 

viernes, 31 de julio de 2015

NO COLAPSARAN LOS DIALOGOS NI LA PAZ

Por Gerardo Delgado Silva
Dentro de los innumerables comportamientos atroces de la historia humana, podemos recordar que en el mundo siríaco se cuenta del Califa Omar, que reconstruyó el Estado Universal Siríaco, después de que éste permaneció en inacción durante mil años de instrucción helénica, que había escrito en respuesta a la pregunta de un General que acababa de lograr la rendición de la ciudad de Alejandría, y pedía instrucciones sobre cómo disponer de la famosa biblioteca: “Si estos escritos de los griegos coinciden con el Libro de Dios, son inútiles y no hace falta conservarlos; si no coinciden, son perniciosos y deben destruirse”.
Según esta leyenda, el contenido de una biblioteca que se había acumulado durante más de novecientos años, fue condenado entonces a ser consumido, como combustible para calentar los baños públicos. 
Hittler hizo lo que pudo en cuanto a quemar libros, aunque por el advenimiento de la imprenta le fue mucho más difícil alcanzar resultados “totales”, a los tiranos que recurren a esta medida en nuestro mundo.
Aquí en nuestra patria, los enemigos de la paz, que aplauden y veneran a los paramilitares, tienen una coincidencia espiritual con el fascismo,  y esas afinidades pueden detectarse con graciosa facilidad en la trayectoria de sus vidas, de extrema derecha, con fanatismo vesánico.  Parecen más preocupados por ajustar cuentas que por contribuir al advenimiento de la paz, la justicia, y la dignidad humana en nuestra patria.  Ese es un punto de enorme relevancia, cuando se dice luchar por valores.
Existe en estos individuos con su alma nazista, un problema psicológico: un inmenso orgullo, el placer de ser crueles, una desintegración neurótica.
Pero los factores psicológicos mismos deben ser comprendidos como moldeados por causas socio-económicas, pero su aceptación por parte de algunos colombianos de extrema derecha, ha de ser entendida sobre una base psicológica.
En realidad, hay ciertos rasgos que pueden considerarse característicos de esta clase a lo largo de toda la historia: Su amor al fuerte, su odio al débil, su mezquindad, su hostilidad, su avaricia, no solo con respecto al dinero, sino también a los sentimientos y sobre todo, a su ascetismo.
La esencia del carácter autoritario de los enemigos de la paz, se describe como la presencia simultánea de tendencias impulsivas sádicas y masoquistas.  El sadismo fue entendido como un impulso dirigido al ejercicio de un poder ilimitado sobre otra persona, y teñido de destructividad en un grado más o menos intenso, el masoquismo en cambio, como un impulso dirigido a la disolución del propio yo, en un poder omnipotente, para participar así de su gloria.
Los enemigos de la paz, tan conocidos en nuestra patria, indiferentes a la iniquidad, tienen una solidaridad ideológica con el nazismo y los paramilitares, pues comparten ese rincón oscuro de la conciencia donde duermen las pesadillas de la razón.  Es una parábola sin tiempo de lo que el terror y la muerte pueden ser en cualquier época y en cualquier lugar.
Son explícitos, como ya afirmábamos, los lazos que unen a los enemigos de la paz y los paramilitares.  Lo que hubo en esos años del anterior gobierno, fue una campaña de exterminio de parte de los paramilitares, contra sectores sociales específicos, buscando el control de toda una sociedad.  A narcos  tradicionales se sumaron nuevos personajes, y todos tejieron alianzas con los paramilitares.
Y surgió una nueva clase empresarial, formada por la élite del paramilitarismo.  Estos son desalmados, y la muerte horrenda que han dado a tanta gente, produce escalofrío.
Están en casi la mitad de los municipios en territorios de donde desplazaron a las FARC y al ELN con la siniestra política de masacrar campesinos y sindicalistas, acusándolos de ser “auxiliadores de la guerrilla”.  Ni hablar del barrido que han hecho de la intelectualidad independiente.
Los difíciles caminos de la paz hay que transitarlos con denuedo y decisión imperturbables, para que la justicia pueda abrirse paso en su sagrada misión.
Los enemigos de la paz están demostrando que la ira y la desmesura nacen de su ambición de poder, como en Tántalo.  Quieren ignorar el don de la justicia que es el contenido de la paz y llevar a los colombianos a ignorar los límites de la ética, carentes de presencia de espíritu, la maldad misma, unos monstruos de insignificancia y de rencores.
Es el momento que la solidaridad colectiva para la defensa de los grandes principios que han enriquecido la historia espiritual de Colombia.
Los enemigos de la paz constituyen la morralla de la historia colombiana.
Empero, algunos monstruosamente se consideran enviados de Dios, como el caso del Senador Uribe Vélez.
La resolución con la cual el gobierno de Santos, está entregándose para lograr la paz como  también a esa labor de sanidad espiritual, alcanzará la finalidad redentora de devolverles a los colombianos la seguridad de poder vivir y avanzar protegidos en sus fuegos.
Los colombianos de bien, como el mundo entero, anhelamos la paz, de la cual dijo Jesús: “Mi paz os dejo, mi paz os doy…”. Como existe conciencia para apoyar evidentemente los diálogos de la Habana, recordamos agradecidos las palabras de David, en el Salmo 42: “Júzgame tú Oh Dios, y toma en tus manos mi causa, líbrame de la gente impía y del hombre inicuo y engañador”.
Colombia está persuadida del leviatán denominado “Centro Democrático”, del Senador Uribe, donde milita José Obdulio Gaviria, asesor de su primo Pablo Escobar Gaviria, el más grande narcotraficante y terrorista del país. Colombia está persuadida de quienes son esos hombres inicuos y engañadores.

sábado, 18 de julio de 2015

Cambie de profesión

                                     Trafugario 
Por: José  Oscar Fajardo
Aunque ustedes no lo crean, esta columna, o mejor dicho lo que voy a decir hoy, tiene mucha más importancia, por la época en que nos encontramos y la situación política que vivimos, que otras que no han servido sino para reírnos de lo chabacanos que somos. Claro que es muy importante reírnos, autocríticamente, porque eso alarga la existencia y además alimenta el alma. Lo que pasa es que hoy quiero referirme a todos aquellos individuos públicos de ambos sexos, llámense actores, artistas, deportistas, científicos y políticos, porque de pronto son los más protuberantes de la sociedad. Creo que ahí está toda la fauna que manda en este mundo. Si usted se encuentra ubicado en alguna de las profesiones que acabo de citar, querido amigo, y se enverraca sulfurosamente porque lo critican, le aconsejo desde ya que cambie de profesión. Y con mayor razón si es político, no importa el rango o la categoría que haya alcanzado en el ejercicio de ella. Y si usted, o el individuo que se sienta aludido, tiene personalidad esquizoide, padece de neurosis o sencillamente mantiene con el corazón envenenado, sufre de complejos o de otros trastornos de la personalidad, vaya pues que está a punto de sucumbir.
¿Por qué? Veamos las razones. Primero, porque uno no es moneda de oro. Segundo, porque usted puede ser demasiado inteligente, genial de verdad, y eso causa una envidia pavorosa. Pero puede darse el caso que uno siendo bruto se las quiera dar no sólo de inteligente sino también de intelectual, y ahí viene otro choque porque al burro se le nota a leguas. Pero si usted es inteligente, además intelectual, pero se siente corto, que no da la talla, ese es un excelente síntoma porque siempre manejará un perfil lo suficientemente adecuado para despistar al enemigo. Ahora, si usted es actor, escritor, artista, deportista o científico, de nada le sirve que se endiable con los críticos. En cambio, si usted es político, no se enverraque con los conceptos que emitan los demás; pierde votos. Más si esos críticos son calificados porque de todas maneras el que pierde es usted. Claro puesto que si a usted lo critican con justa razón y lo que dicen es cierto, eso le debe servir para que cambie de actitud, de forma de actuar, de ejercer su profesión o de cuidar sus valores personales y su ética profesional. Si acaso el crítico está hablando bestialidades de usted, vituperándolo con argumentos falsos, exactamente falsos, camine tranquilo y levante la cara, pues no se imagina cuánto sufre el mentiroso con del desdén del herido.  
Por lo demás señor político,  así tenga usted toda la plata del mundo para hacer política,  es importante que se dé a querer y sobre todo a respetar. Si usted se hace odiar, peor para usted porque el que necesita de los votos es precisamente usted y no el elector. Está bien y es necesario que observe con cuidado, de quién viene la crítica porque eso es importante. Pero no se le vaya la mano en la respuesta porque, sé de varios políticos importantes de este país que hoy están pagando condenas por haberle aplicado, nada menos que la pena de muerte a un “periodista chichipato”. Recuerde señor político que, la mayor torpeza del ser humano es creer estúpidos a los demás. Hago estas aclaraciones dado que, de aquí para allá empiezan las campañas y nuestra Cultura Política, al igual que nuestra Cultura Ciudadana, dan ganas de llorar y todavía resolvemos nuestras “diferencias filosóficas” a punta de chismes y coñazos. Y denuncias falsas y plomazos. Para terminar, recuerde que su cargo no es eterno y que el primero de enero vuelve a su estado inicial dejando atrás amigos, pero de golpe muchos enemigos. 

domingo, 12 de julio de 2015

Decisión y grandeza

Por: Sergio Isnardo Muñoz
 Quiero agradecer la decisión adoptada por el Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS, de respaldar mi candidatura a la Alcaldía de Bucaramanga. Cuando la entrega de los avales para cargos de elección popular se ha convertido en un camino complejo pues en varios casos se hacen en función de intereses particulares, pasando en ocasiones incluso por encima del querer de partidarios y de la ciudad, el MAIS tuvo la entereza de respaldar una propuesta de gobierno que no se atiene a los lineamientos tradicionales, sino que apunta, legítimamente, a enfrentar los graves problemas que afectan a una ciudad como la nuestra, que solo pueden ser resueltos con independencia, es decir, sin que el alcalde sea presa de compromisos que frenan sus posibilidades de acción.
Mi propuesta de ciudad es clara, de puertas abiertas, para que todos los ciudadanos que se identifiquen con ella puedan respaldarla el 25 de octubre próximo; mi llamado siempre ha sido a realizar una alianza verdadera con la ciudad, y a fuerza de fe hemos establecido esa unión con sectores académicos, gremiales, sociales y comunitarios que han visto en mi una alternativa fuerte para darle un giro positivo a los destinos de esta ciudad. Es la única forma de avanzar en la reforma de nuestras instituciones y en el impulso de mecanismos para resolver tantas cosas malas que frenan el desarrollo. Lo digo con toda claridad: siempre he tenido propuestas con visión de ciudad, por lo cual estructuré un programa de gobierno moderno e incluyente, basado en las necesidades de los habitantes de nuestra urbe.
Es de público conocimiento que varios partidos tienen en consideración mi hoja de vida y mi propuesta, pues concibo la política como el espacio de encuentro colectivo sobre una visión compartida de ciudad, donde los colores partidistas quedan al servicio de los más altos intereses de la gente. Por eso les digo que las puertas están y seguirán abiertas para quienes deseen ayudar a construir la nueva ciudad con la política de nuevo signo.
Por estas y muchas otras razones, agradezco la invitación del MAIS y me siento honrado por las palabras recibidas de parte de sus directivos, porque sé que es un movimiento que le apuesta a la construcción de un mejor país.
El respaldo de esta organización política es una lección para algunos actores de la política local que no han entendido que la diversidad y la participación en el debate de un proyecto de ciudad que encarno es importante para fortalecer nuestra débil democracia.
Con el MAIS coincidimos en la defensa del Agua, en la protección de los cerros orientales, en garantizar el derecho a la vida y honra de las personas, en el desarrollo sostenible y la búsqueda de una sociedad equitativa donde el aporte de cada uno es fundamental para garantizar el bienestar general. Además el MAIS ha dicho que comparte nuestra plataforma y compromiso de tener un gobierno transparente recuperando la honorabilidad en la administración pública, devolverle la seguridad a la ciudad, garantizarle la movilidad a la gente y por supuesto tener a la educación como el eje que articule todas las políticas públicas de la administración.
Por tal motivo, invito a los bumangueses a que sigamos trabajando juntos en la transformación de nuestra realidad y se sigan sumando a nuestro proyecto, para demostrar, en la jornada democrática de este fin de año que somos más los que le jugamos al cambio verdadero, definitivamente, llegó la hora de las grandes determinaciones con las cuales contribuiremos a tener a nuestra Bucaramanga como una ciudad Moderna, Equitativa y Educada.

sábado, 11 de julio de 2015

NOSTALGICAS CIRCUNSTANCIAS GRIEGAS

Por Gerardo Delgado Silva
La historia moderna, del mundo se halla centrada en torno al esfuerzo que tiende a romper las cadenas económicas, políticas y espirituales, que aprisionan a los hombres.
Grecia, el 30 de Junio pasado, debía pagar al Fondo Monetario Internacional, una suma altísima de dólares.  Empero, no se produjo el desembolso por la falta de liquidez en tan portentosa nación.
Es muy duro decirlo.  Pero en realidad los gobiernos son los comisarios políticos del poder económico, el concubinato entre el poder político y el poder económico es de siempre, en todas las naciones del mundo.
¿Y cuáles son los elementos de un humanismo integral, del cual tanto se pregona, y que asesina la política neoliberal ahora?
Las exigencias de los acreedores a la República Griega, como la reducción de las pensiones y la multiplicación de los impuestos, han constituido verdaderas tropelías, una conducta vergonzosa que afrenta a todos los griegos, de toda la historia.  Esa historia preponderante de milenios de la cultura, y la civilización occidental, filósofos, juristas, pensadores de la ciencia política, traducidos de patriotismo, de fe y esperanza por nuestros mejores destinos humanos, como en la expresión Ciceroniana, estaban “llenos de alma, llenos de espíritu, llenos de verdad”.
En este orden de ideas, la doctrina del Estado es una de las disciplinas más antiguas, en esa venerable nación.  Entre las ciencias que cultivaron los griegos, llegó esa a alcanzar una gran preeminencia.  Tal pre eminencia se debe a la visión que tenían del mundo; para ellos el Estado no era tan solo una comunidad política, sino que lo era también religiosa; por esto, para el griego, las últimas cuestiones morales estaban estrechamente enlazadas con las políticas.  No se comprendía en Grecia, una comunidad de vida fuera del Estado o autónoma dentro de él.  Como los problemas morales superan en interés a los demás, hicieron retroceder a todos ellos, y la doctrina del Estado alcanzó por su unión con lo moral, un primer lugar en la investigación y conforme con la tendencia práctica de la especulación ética, buscó con preferencia fijar los principios de las acciones políticas.  Los científicos de esta disciplina se afanaban por hallar una medida, un criterio, con que juzgar los hechos, medida que creen encontrar los unos en la naturaleza y los otros en proposición o leyes humanas.
El Estado Griego es el Estado – Ciudad, es decir, Polis: Originariamente es la aldea fortificada; más tarde, la Ciudad Edificada en torno a esa aldea llega a formar el Estado, o al menos, el núcleo de una comunidad estatista, cuya magnitud territorial era análoga a la de un cantón suizo.
Más es una nota enteramente propia del Estado Griego, la de haber presentado en todas sus formas, como característica esencial y primera la unidad interior.  La Polis, no tenía más de cinco mil habitantes.  Odiaban la tiranía.  La soberanía del pueblo con varios matices era la forma de gobierno que exigía el espíritu nacional.
Los cimientos de la Civilización Europea fueron puestos por los griegos.  Las palabras “Nada con excesos”, inscritas en el Templo de Delfos, nos demuestra que fue un pueblo dispuesto a la guerra, pero que aspiraba también a un ideal de moderación en todas las cosas.
Equilibrio y Armonía, ideales clásicos expuestos por filósofos como Sócrates y su discípulo Platón,  fueron los principios que guiaron la Arquitectura y la Pintura de los griegos, así como su escultura, como su forma contenida pero vital, la Venus de Milo, sigue considerada como la esencia de la feminidad.
La fuerza de Hércules, La Belleza sin rival de Helena de Troya, La cólera de Zeus, La astucia de Ulises, El valor de Aquiles, La rapidez de Hermes, Los amores de Afrodita, todo ello ha llegado a formar parte de la Herencia Occidental.
Así las cosas, las exigencias de los acreedores de Grecia, muestran su altanería y arrogancia, ignorando todo lo que el mundo le debe a esa nación, como también el Don de la Justicia, y los límites insobornables de la ética, acrecentando su ambición perversa de poder económico.  Evidentemente, no controlan su desmesura los Señores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y suprimen las tablas de valores.  Que desgracia, pero ignoran que Grecia es un valor cultural de la Humanidad.

domingo, 5 de julio de 2015

Corrupción, tema obligatorio

 
Por Sergio Isnardo Muñoz
En Colombia, ha hecho carrera la idea de que el tema de la corrupción que carcome el país no debe ser ventilado en las campañas políticas. Y que, cuando éstas lo abordan, así sea tangencialmente, corren el riesgo de recibir el desprecio de los ciudadanos, que, de ninguna manera, estarían dispuestos a creer que a algún político se le ocurra la idea de combatir la corrupción en serio. En otras palabras: el tema de la corrupción se volvió tóxico, y abstenerse de tocarlo es la mejor decisión. Pero no en mi caso.
Yo creo, por el contrario, que debemos enfrentar este asunto con toda sinceridad y claridad, de modo que los ciudadanos—los electores de los comicios de octubre próximo—sepan a qué atenerse respecto del desempeño de la política y decidan en consecuencia.
La verdad es que son muchos los aspirantes a cargos de elección popular que, en el pasado, enarbolaron el tema de la corrupción como uno de tantos recursos de campaña. Hicieron mucho aspaviento con la idea de combatir los malos comportamientos en la Administración Pública y gracias a ello obtuvieron el necesario respaldo para resultar elegidos… pero después se dedicaron a hacer lo mismo que habían criticado, es decir, a realizar contrataciones torcidas y sacar el máximo provecho del poder. En esas circunstancias, ¿quién estaría dispuesto a creer que, cuando un candidato habla de combatir la corrupción, está siendo sincero y no utilizando el concepto como uno de tantos medios para seducir al electorado?
En mi caso particular, despojado de toda prevención y convencido de que los bumangueses debemos marchar hacia delante a pesar de las dificultades, quiero manifestar mi determinación de hacer de la lucha contra toda forma de abuso de poder un compromiso fundamental, que garantice el éxito de la gestión pública. Cada vez que se me presenta la oportunidad, hago conciencia de que este drama de la corrupción es espinoso, por las razones ya expuestas, pero que tenemos que enfrentarlo a pesar de la incredulidad ciudadana. Alguien tiene que ponerle el cascabel al gato, como reza el adagio popular.
Creo que los bumangueses hemos madurado lo suficiente como para establecer la diferencia entre los recursivos politiqueros de siempre, que hablan de combatir la corrupción para pavimentar el camino para su propia corrupción, y quienes—como en mi caso—tenemos una postura auténticamente ética y la firme voluntad de acabar con una de las enfermedades más graves que ponen en riesgo nuestra democracia. Porque si seguimos tolerando las licitaciones chuecas, los sobrecostos y todos esos errores que están asociados al ejercicio del gobierno, jamás podremos superar los problemas que frenan el desarrollo de nuestra sociedad.
Así las cosas, propongo que, en desarrollo de esta campaña, hablemos sin ambages de la corrupción y sus graves consecuencias, he propuesto la creación de una oficina anticorrupción que trabaje de la mano de la ciudadanía y de las veedurías existentes como las que ha liderado la Cámara de Comercio de Bucaramanga. Del éxito de esa empresa depende el verdadero desarrollo..

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