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jueves, 29 de octubre de 2015

El abuso con las tarifas de energía eléctrica

¿Qué pasó con el cargo de confiabilidad?
                            Por: Bernardo Socha Acosta
El pretexto del fenómeno del niño fue visto por los directivos de las empresas de generación eléctrica como la oportunidad para llenar las voraces arcas que se nutren con la necesidad de los usuarios, al parecer patrocinados por el ministerio de Minas y Energía.
Esta absurda actitud de los empresarios de la generación eléctrica contrasta con el proceso de diálogos de paz  que se adelanta en la Habana Cuba. Mientras se habla de medidas sociales, que son la base de la paz, los empresarios toman medidas incitadoras al inconformismo social, las mismas que por años han despertado la rebeldía de los pueblos.
Pareciera que algunos de los sectores que manejan el poder económico, quieran  aprovechar el anhelado clima de pacificación de los colombianos  para imponer su ley con extremistas gravámenes en los servicios públicos  para desesperar nuevamente la adormecida paciencia de los colombianos.
Bueno, pero supongamos que haya fenómeno del niño, para que se justifiquen algunas medidas alternativas para generar energía. Pero los colombianos deben saber que esas previsiones ya las venimos pagando desde tiempo atrás, como es el CARGO DE CONFIABILIDAD  que fue establecido en 2006 y que prácticamente es como una especie de seguro, para afrontar imprevistos en el campo de la generación eléctrica,  y así lo considera el ABC de la Confiabilidad que dice textualmente:
“¿Con qué fin se creó? El Cargo por Confiabilidad se creó con el fin de migrar hacia un esquema de mercado que proporcione la señal de largo plazo requerida para promover la expansión del parque de generación energético en Colombia y que, adicionalmente, permita asegurar los recursos de generación no sólo estén disponibles para abastecer la demanda en situaciones de escasez, sino que este abastecimiento se efectúe a un precio eficiente.”
Está muy claro entonces, para qué se creó el cargo de CONFIABILIDAD.
 El defensor nacional del pueblo  hizo un pronunciamiento drástico al respecto, pero no sabemos hasta dónde realmente llegue esta posición para defender a los sectores más afectados por esas decisiones impositivas de los más fuertes que se convierten en un atentado económico contras las clases populares y también contra quienes generan fuentes de trabajo a través de sus modestas  industrias.   
El defensor nacional del pueblo dijo que solicitará unas investigaciones  ante los entes de control, como la procuraduría y la Contraloría general. Ojala que estos anuncios no pasen de ser una euforia de momento y de todas formas el pueblo quede bajo el yugo de los poderosos que manejan a su antojo el servicio de energía en Colombia.
Lo raro es que el ministro de Minas y energía anunció la posibilidad del aumento de las tarifas esta semana y simultáneamente, para el caso de Santander, la ESSA distribuía unos recibos sobre cobro del servicio, con un exagerado reajuste de tarifas, entre los meses de octubre y septiembre. Entonces estas empresas se le adelantaron al gobierno, al no ser que para próximos recibos lleguen otros reajustes, porque así nos ocurre a los colombianos; será por lo pacientes que somos?
Ver sobre reajustes de tarifas    

martes, 27 de octubre de 2015

ENCUBRIMIENTO

                       Por Gerardo Delgado Silva
La Constitución Política y las leyes de cada país, establecen una red de medidas protectoras de los ciudadanos y sus derechos,  fundadas todas en una valoración previa de los preceptos básicos, sobre los cuales se han de asentar los principios del bien, del derecho y de la justicia, en ese estado, de acuerdo con el sentido moral vigente, esto es, tal como los concibe la conciencia social del pueblo y los expresa, con mandato de ese pueblo, el Legislador. 
Cuando un ciudadano viola esos preceptos legales, sobreviene la reacción del Estado, o sea, la sanción.  Esto, en muy pocas palabras, explica el motivo de la Ley Penal.
Estos principios son los que caracterizan al Estado de Derecho, al que aspira toda organización política de tipo constitucional, y muy especialmente la repúblicanodemocrática.  Es la sujeción de toda actividad gubernativa al imperio inexcusable de un determinado orden jurídico.  El ejercicio de cualquier autoridad debe mantenerse estrictamente dentro de un ámbito fijado de antemano por la Constitución y por la Ley.
Empero, con el anterior mandatario y hoy Senador Álvaro Uribe, solo existió pragmatismo puro.  Adiós principios morales y cuestiones formales.  El Derecho no tuvo cabida en estos pasos.
Pragmatismo que despojó a la política de toda consideración ética, estética y filosófica, en busca de resultados, de utilidades, de beneficios.  Solo con el desafecto a la Ley a la moral se puede montar un escándalo de las proporciones del que fuera montado, con  los magnicidios, denominados eufemísticamente, “Falsos Positivos”, un brutal desprecio del ser humano.  El más triste y degradante de los episodios de desprecio también, por el país, que ocurrió durante el anterior mandato del Señor Uribe.   Fue la claudicación del Estado ante el crimen, y la corrupción.  Y es una certeza de la progresiva paramilitarización del gobierno de entonces, del Congreso, y de Colombia.
El contubernio entre política y negocios, cada vez más frecuente y más dañino en esa época, es lo que ha llevado a que todas estas maniobras tortuosas prosperaran, se toleraran, y hasta se celebraran en nombre de la libre empresa.  Es el mundo al revés: bajo ese mandato anterior,  la intervención del Estado en la economía fue sustituida por la de la economía en el Estado, convirtiéndolo en alcahueta de la codicia y  de la venalidad.  Ese carrusel en el cual los negociantes se truecan en gobernantes y viceversa.
El cataclismo moral, económico y social, que dejó ese gobierno, impone archivar para siempre la deformidad estatal.  Uribe padeció el suplicio de Tántalo, por su  altanería y arrogancia.  La ira y la desmesura nacieron de su ambición de poder ignorando el don de la justicia, que lleva a los hombres a ignorar los límites de la ética, de lo sagrado.
Se desbordó sobre sí mismo, con la política de seguridad democrática, que reflejó el abandono social y la pobreza.
Lo que se vió fue una situación de desmesura.  Cada acto, lo redujo o asimiló a un acto electoral.
Como afirmé en otro artículo también, con sonora impostura, el Senador Uribe está satanizando el Proceso de Paz.  Ahora, con un sentimiento profundo de indignidad y pequeñez, sugiere que el gobierno, enhorabuena del Presidente Santos, le está entregando el país a las FARC.  Es comprensible su postura en la medida en que la retórica de su mandato, envileció todo el lenguaje de las grandes causas, hasta convertirlo en símbolo de la traición y la impostura.
Sacó a la luz, marcados rasgos policiales, y una desmedida paranoia en cuyo nombre se cometieron muchas injusticias inescrupulosamente.  Empero, sigue con sus ínfulas cortesanas con el desprecio señorial por el Estado de Derecho, haciendo resurgir su agazapado fascismo, nutriéndose de odio y de la exclusión con la pedagogía de la intolerancia y del resentimiento.
Durante ese mandato – se entiende del Señor Uribe - la magnitud de la influencia de los grupos paramilitares sobre extensas regiones del país, se convirtió en un fenómeno dramático.   Los
paramilitares exhibieron esa influencia, no solo militar, sino política con parlamentarios conocidos como “parapolíticos”, como es el caso del Señor Mario Uribe Escobar, primo del Senador Uribe, quien fue sentenciado a siete años y seis meses por la Corte Suprema de Justicia, pues su comportamiento estuvo inmerso con paramilitares como Salvatore Mancuso y Eleonora Pineda, sin cumplir en ningún momento con la función sagrada de Parlamentario.  Esa influencia paramilitar fue social y económica. 
Los dineros destinados a proteger a más de doce millones de colombianos, que son los más pobres, fueron a parar a las arcas de esos violentos, y terminaron siendo utilizados para comprar armas, alimentar el narcotráfico y encender aún más la guerra.  Las ARS resultaron una conexión “para”.  ¿No es una inaudita expoliación de los dineros de la salud?.
En su libro “Mi Confesión”, Carlos Castaño afirma: “La base social de la autodefensa lo considera su candidato presidencial – se refiere al Señor Uribe - .  En forma procaz y calumniosa el Señor Uribe en su odio por el abanderado de la paz, expresó en twitter: “Santos es el único de mi gobierno que debería estar en la cárcel, porque fue donde paramilitares a proponer tumbar al gobierno y refundar a Colombia”.  ¿Por qué ocultó o favoreció el comportamiento del hoy Presidente, el sí, esclarecido de Colombia?
El Señor Uribe, enemigo acérrimo de la paz, que conspira abiertamente contra la dignidad del Señor Presidente Santos, quien ha caminado  hacia la grandeza por el ideal de la paz que todos queremos y que creemos posible pronto muy pronto, no dispuso o desdeñó los correctivos pertinentes en el cumplimiento de su deber, ante los vituperables hechos punibles de funcionarios que en sus ocho años de mandato, arreciaban los vendavales de la inmoralidad.  La administración de justicia, en el decoroso nivel que le corresponde, descorrió el velo que ocultaba en ese gobierno, la infamia  de unos funcionarios, y abriéndose paso en su sagrada misión sancionó a los señores: Andrés Felipe Arias, condenado a diecisiete años de prisión, hoy prófugo de la justicia, que lo llamaban Uribito; Luis Carlos Restrepo, condenado a seis años de prisión; Jorge Noguera, veinticinco años de prisión; María del Pilar Hurtado, catorce años de prisión; Bernardo Moreno, ocho años de prisión; Sabas Pretelt de la Vega, y Diego Palacio, seis años y ocho meses de prisión.  Ante éstos inauditos hechos punibles, que habida cuenta de la certeza del juzgador, es decir, la verdad verdadera, ¿Que dijo Uribe?  Nada, era un silencio cómplice, horadante.  La complicidad misma.
En estas elecciones del domingo 25 de octubre, surgió una sátira social contra el Centro Democrático, que en todo el territorio de la patria, perdió pavorosamente los comicios. Gigantesco rechazo a los enemigos de la paz. 

sábado, 24 de octubre de 2015

Qué tal El Pibe

                                       Trafugario
                            Por: José  Oscar Fajardo
Hoy voy a hablar de fútbol porque estoy bastante mamado de hablar de política puesto que, al fin y al cabo el que se queme que sople. Y fue que no me gustó ni poquito la forma de hablar ni la manera de referirse a sus colegas de la selección Colombia, El Pibe Valderrama en el noticiero Caracol TV el jueves anterior en la mañana y al mediodía. Vulgar, patán, prepotente y como si fuera poco, torpe y ordinario y además amnésico. O es que ya se lo está engullendo el despiadado Alzheimer. Por el contrario, me gustó mucho la forma en que lo hizo el actual centrocampista del Inter,  Fredy Guarín. Calmado, sosegado, y sobre todo, decente. Como los enseñan a comportarse en el fútbol europeo. “Es que uno cuando es el capitán de la selección debe tener y Guarín no los tiene”, fue una de las perlas de la dialéctica y la intelectualidad con las que el tal Pibe Valderrama fustigó a Guarín. Fustigo no, agredió, insultó. “Hoy los futbolistas tenemos que ser calmados y cuidadosos para hablar; hoy los tiempos son otros y no se hace como la hacían ellos”, le respondió Guarín como todo un muchacho educado, y sobre todo excelente exponente del deporte colombiano en los estadios europeos y en uno de los equipos con historia en este continente.
Y echaba espumarajos de babaza el tal Pibe contra los jugadores colombianos de la actual selección. Y gritaba desafiante como un demente enfurecido; cuando no tiene un carajo de autoridad moral para referirse en esos términos a sus colegas como lo dije anteriormente. Cómo no tubo las “pelotas” suficientes para acordarse que fueron eliminados en el mundial de Estados Unidos y fueron humillados como vulgares gallinas saraviadas. Que tuvieron que salir corriendo, la mayoría de ellos enguayabados y trastabillando de la vergüenza por semejante papel tan desgraciado y pueril que hicieron cuando hasta el Rey Pelé los daba como favoritos. Claro que Pelé nunca explicó favoritos para qué. Podría haber sido para conformar el seleccionado nacional pero de tejo. Desgraciadamente hasta una muerte provocó la nefasta actuación de esta “extraordinaria selección”. Que a duras penas aguantó la primera ronda y eso porque el reglamento de los mundiales lo permite. De lo contrario habrían salido antes. El inolvidable Andrés Escobar cayó abatido a balazos, dicen que en venganza por un malogrado autogol que lo sentenció a muerte por cuenta de unos apestosos apostadores asesinos.
Y lo más verraco es que cualquier jugador de fútbol que hoy juega en Europa, ha hecho mejor papel que el que hizo El Pibe en su época en aquel continente. La selección actual en la que juega Guarín, arribó a cuartos de final en el último mundial y James con todo el orgullo y el pundonor colombiano fue el botín de oro. Posteriormente varios jugadores fueron transferidos al fútbol europeo y de otras naciones y Guarín, repito, juega con buenos resultados en el Inter. Y el crítico despiadado ¿qué? ¿Cuáles fueron sus triunfos en Europa? ¿Qué pasó en el mundial de EE UU? ¿Cuántos colombianos no se rompieron sus vestiduras e incluso perdieron plata en viajes, en tures, en inversiones de negocios y muchos otros, todo por los “destartalados campeones” de ese mundial según Pelé? Yo no me explico El Pibe de dónde saca tantas agallas para agredir a Guarín, y en efecto a los demás muchachos de la selección, si él no tiene  ninguna autoridad moral para hacerlo. Cómo enloda indirectamente a Pekerman un tipo de esos, por dios. La selección sí necesita mucha reparación, pero no madrazos.  

martes, 20 de octubre de 2015

Que gane la ciudad: Todo será posible

Por Luis Eduardo Jaimes Bautista (J.B.)
Escribir sobre un tema especial de la realidad cotidiana, en estos momentos de efervescencia política, donde se está escogiendo al burgomaestre que dirigirá los destinos de la ciudad bonita: Bucaramanga. He tenido tantas coincidencias, en la lectura que llevo, como es el magnífico libro de Edward Glaeser, titulado “El triunfo de las Ciudades”, profesor reconocido en economía urbana.
Glaeser se dedica con pasión al estudio de la dinámica de las ciudades y, al hilo de ese gran tema central, la historia de la cultura, la economía, la tecnología, la ecología e incluso la sociología y psicología. Como el mismo lo escribió: “las ciudades han sido motores de innovación desde la Atenas clásica.
Si tomara como muestra dos ciudades: Medellín y Bucaramanga, vemos la diferencia, la primera crece, se moderniza, la segunda se estanca y crea conflictos, porque se necesitan gobiernos enérgicos y pulcros. Competentes que garanticen seguridad, movilidad, cultura e inclusión de sus mismos ciudadanos en el desarrollo, catalizando los problemas sociales y sus habitantes sacándolos de la marginalidad.
He cavilado este aspecto porque, al tomar en serio sus habitantes mayores de edad, qué candidato escogen para que lleve los destinos de la ciudad, entrevisté a Carlos Ibáñez Muñoz, formado en la ideas liberales y el derecho. Todo un caballero, para una ciudad que se tiene que gobernar con acuerdos, ordenanzas y leyes. Aunque lo más importante es su visión de ciudad, él ya tuvo en sus manos hace 20 años de la que dice que por aquella época fue bastante difícil gobernarla por primera vez con déficit presupuestal por la cantidad de obras que estaban proyectadas para ejecutarlas, para él este nuevo reto, son gajes del oficio. Hoy cuando una administración a tres meses de terminar tiene unos pasivos alrededor de 219 mil millones, de un presupuesto que entrará en estudio por el Concejo de la ciudad después de las elecciones regionales y se fijan de acuerdo a las rentas y gastos del municipio de Bucaramanga para la vigencia fiscal 2016 por un valor de $902 mil 235 millones 342 mil 370 pesos.
Una cifra donde están incluidos los impuestos las trasferencias de la nación, para manejar dos grandes rubros, gastos de funcionamiento e inversión. Pero qué piensa hacer Carlos Ibáñez, apelar a la gestión de proyectos y dándole facilidades a los contribuyentes en los impuestos y el pago de estos, en este caso el impuesto predial, llegando a ser elegido, presentará un proyecto de acuerdo para que se pague por cuotas como pagamos los servicios públicos.
En cuanto al manejo de los recursos, la Secretaría de Hacienda, será administrada por un hombre o mujer que conozca muy bien las finanzas públicas, que tenga imaginación, creatividad, liderazgo para que entre el alcalde y su secretario diseñen estrategias para desentramar procesos hacia el interior.
Un buen alcalde debe pensar en Bucaramanga, solucionar la problemática en la movilidad del transporte urbano. Si la miramos en sus dos comportamientos, Ibáñez manifestó que hace 20 años era más culta, pero menos educada. Hoy es todo los contrario es más educada pero más inculta y tiene que cambiar porque se necesita más cultura ciudadana, sentido de pertenencia por la ciudad, que se respete la ley y la autoridad, ser tolerantes, para poder convivir entre vecinos. Respetar las mínimas normas de comportamiento. Se tenga cultura para manejar en la movilidad, cultura de seguridad, cultura para cuidar los bienes públicos.
La alcaldía se descentralizará hacia los cuatro puntos cardinales, para ver los factores sociales de la comunidad, igualmente cumplir con la firma del pacto por la trasparencia, manifestando que no existirá parcelación de las secretarías, la escogencia de sus servidores serán jóvenes y mujeres con pergaminos.  

domingo, 4 de octubre de 2015

De políticos hablando

           Trafugario
Por: José Oscar Fajardo
A las 11 de la noche del viernes anterior yo no hallaba qué hacer para no tener que escribir de política, de elecciones, ni mucho menos de candidatos, primero porque ya lo he hecho en oportunidades anteriores, y segundo, porque, quién lo va a creer, la gente común y corriente ya está mamada  con esta cantaleta que a ojos vistas no produce buenos resultados. Para efectos de escribir esta columna con argumentos sólidos y convincentes, consulté a modo de encuesta, por decir algo Gallup o Napoleón Franco, da igual, con un curioso cuestionario que me inventé, a un no menos curioso líder que conseguí, y miren lo que me respondió el doctor fulano de tal.
Doctor fulano de tal ¿usted qué opina de la política?
Respuesta: Pues que como la política goza de toda la legalidad que un Estado democrático le puede otorgar a cualquier negocio o transacción comercial dentro de la ley, pues la política es un negocio más donde se invierten grandes cantidades de dinero para obtener el poder de todas las instituciones nacionales con el fin de volver a recuperar el dinero invertido pero multiplicado de una manera fantástica.
¿Y a usted no le da culillo hacer semejante afirmación contra los políticos? ¿No teme represalias?
Respuesta: Y por qué me va a dar culillo si es que estoy diciendo la verdad por que yo fui candidato a la Cámara de Representantes varias veces y en una salí elegido y en efecto fui Representante legalmente. Lo que pasó fue que gané dos turnos y perdí otros dos y como quedó limpia la ñonga, entonces me tocó quedarme de comentarista político como hacen todos los futbolistas viejos o fracasados que se dedican a comentaristas.  O usted, periodista ¿sí cree en un político “mondao”? Porque eso es como uno creer en un Parasicólogo que le hace milagros a todo el mundo pero no se los hace a él mismo.  O como el vendedor de lotería que le vende a uno el premio mayor pero no se le ocurre comprarlo él.
Pero dígame con sinceridad ¿Usted que opina de la política?
Respuesta: Hermano, que como la gripa, la pecueca, o las paperas, es un mal necesario.
Cómo así; explíqueme
Respuesta: Pues mire hermano. Uno necesita que le dé gripa porque por medio de ella elimina toxinas.  Uno necesita que le dé pecueca para que la gente  sepa que uno patea con ambas.  Y uno necesita que le dé paperas, o parotiditis, que llaman, para que el organismo se autoinmunice y no le vuelva a repetir ¿me entiende? Lo mismo pasa con la política.  En la política, más que con títulos universitarios y posgrados de prestigiosas universidades, usted aprende a ser abeja, avión, abejorro, divino y adivino, prestidigitador, intérprete de sueños y creador de ensueños, ilusionista, malabarista, billarista con efecto triple al chorizo y especialista en carambolas a cinco bandas y de tas tas, rezandero, sobandero, enderezador de matrimonios, brujo barboseño, abogado saltimbanquis y hasta escritor y periodista.
Pero yo soy periodista profesional y usted me está ofendiendo.            
Pues eso hágase el pendejo y no se ofenda de a mucho hermanito que de abogados profesionales, médicos profesionales, ingenieros y arquitectos profesionales, etcéteras profesionales, incluso hasta de magos profesionales y de doctores en cualquier “güevonada”, es que está llena la fauna de la política.  Pero es que es tan bacana.
Pero usted por qué compara los brujos (parasicólogos, metafísicos, mentalistas, etc) con los políticos.
Respuesta: Pues es que eso es claro hermanito; no ve que se las saben todas y además el saludo, sobre todo en estos tiempos de elecciones, es idéntico y dice así: Qué tal, como te va; he pensado mucho en ti; te quiero mucho; cuéntame tu problema. Y enseguida, tenga el garrotazo por los riñones.
Pero Doctor X, usted hace afirmaciones muy ofensivas y tendenciosas contra los políticos.
Respuesta: Qué va hombre; no sea ingenuo que ellos leen esta vaina y se mueren de la risa. O es que usted, siendo periodista ¿no los conoce? Y sepa usted que la mayoría de ellos son rebacanos. Porque es que así es la política en todo el mundo y qué problema tan arrecho no estar metido en ella.
Amigos lectores. Ustedes crean o no, ésta fue en realidad una entrevista, eso sí, con un personaje demasiado sicodélico y descrestador.

jueves, 1 de octubre de 2015

CATEGÓRICO TRIUNFO DE LA INTELIGENCIA

                              Por Gerardo Delgado Silva
Colombia y el Gobierno Nacional que ha regentado Juan Manuel Santos, han entendido que los difíciles caminos de la paz debían ser transitados con denuedo y decisión imperturbables.
Es decir, que la violencia es todo atentado o ataque promovido por los hombres contra sus semejantes que se expresa con características más anti-humanas, más perversas, más protervas, sádicas y repugnantes en la acción.
Para comenzar, la conquista fue una masacre del Diablo en nombre de Dios.  Nos pisotearon, vistieron, y enseñaron a pecar: El robo y la vergüenza.  Debemos destacar la personalidad psicopática de los conquistadores.
En Enero de 1492, se puso fin en Granada a una guerra de 700 años con los árabes.  La guerra regresa al hombre a niveles primitivos superados a duras penas, que en el fondo siguen actuando en la conducta del hombre civilizado.
La civilización ha privado al hombre de placeres atávicos como el crimen, el incendio, el pillaje y la destrucción.  La guerra le devuelve ese placer.  La guerra invirtió los valores de la Nación Española, llamando hidalgos a sus  asociales y villanos a los hombres simples que amaban la paz.
España invadió en el Siglo XVI, a las tierras indígenas, los sometió por la fuerza o el engaño, aniquiló poblaciones enteras, destruyó tesoros artísticos y culturales,  expropió a los nativos de sus tierras y posesiones, y redujo a los sobrevivientes a una condición de servidumbre y esclavitud.
Los teóricos de la metrópoli, sentaron dos doctrinas para explicar y justificar la Conquista.  El Clérigo Juan Ginés de Sepúlveda, estigmatizó a los indígenas considerándolos de una raza innatamente inferior.  Y escribió un tratado sobre las Justas Causas de la Guerra contra los Indios.  El sufrimiento infligido por la Conquista debía interpretarse, - sostenía- , como el Justo Castigo de Dios a esos idólatras que cometían pecados desde mucho tiempo atrás, y también para que más fácilmente pudieran ser adoctrinados.
Francisco de Vitoria, desde su Cátedra en la Universidad de Salamanca, tuvo que rechazar, en 1539, el argumento de quienes decían que Dios había condenado a los indios a la perdición por sus abominaciones y que los había entregado en manos de los españoles, como entregó a los Cananeos, en mano de los Judíos.
En igual sentido, se pronunció,  Bartolomé de las Casas, haciendo la condena apocalíptica de la codicia española sin omitir la valorización de la humanidad de los indígenas.  El Dominico Antón de Montesinos,  emprendió una decidida “lucha por la justicia”.  Fray Toribio de Benavente,  vio en el hallazgo de las minas de oro mexicanas una obra de Satanás para despertar la codicia de los españoles.
Así pues, es lícito, admitir que las huestes de los conquistadores estaban sobrecargadas psicopáticamente,  por el solo hecho de ser  emigrantes. 
Esto nos permite conjeturar la incidencia en unos colombianos que han asumido actitudes políticas rencorosas, delictuales, la maldad misma, simplemente.
Los protagonistas, los guerrilleros de antes y de ahora, que surgieron por la violencia y el odio fratricida liberal – conservador.  Y no pareciera tener límites el repertorio de atrocidades solo posibles en una sociedad enferma.
Esas atrocidades a que nos han venido acostumbrando las Farc, las han cometido en nombre de una muy desdibujada – por no decir que inexistente – lucha por la justicia, la igualdad y la democracia.  La guerrilla produjo hecho que bastarían para conmover a una Nación por generaciones.
Empero, el holocausto de la Patria, no ha sido obra solamente de las Farc, ahí están los desalmados paramilitares, un monstruo de insignificancia y de odios que ha dado muerte horrenda a tanta gente que produce escalofrío.
Están en casi la mitad de los Municipios, con la siniestra política de masacrar campesinos y sindicalistas acusándolos de ser “auxiliadores de la guerrilla”.  Cuenta con jefes conocidos y un discurso en el cual mezclan el reconocimiento de crímenes de lesa humanidad con justificaciones de extrema derecha.  Como las Farc, se han financiado con el narcotráfico.
En este orden de ideas, el acuerdo entre el Gobierno y las Farc, acerca de la creación de una “Jurisdicción Especial para la Paz”,  acogiendo la idea “del Grupo de Nueva York”, está entonando un Canto de Esperanza a la Vida, en consonancia con las obligaciones del Derecho Internacional Humanitario.  Revela una intensa preocupación por las cuestiones permanentes del Hombre, pero no visto de modo abstracto, sino en relación con los problemas de Nuestra Patria en este tiempo.
Este gran paso, es la inauguración de una nueva era de convivencia y progreso, para esta martirizada y querida Colombia.  Es hacer la luz en lo oculto de la violencia que la ha rodeado.
Todo es posible voluntad, realismo y decisión.  Esto es producto de la credibilidad política que ha logrado construir el Presidente Santos.
Poco despliegue recibieron esos abominables genocidios en el gobierno del Señor Uribe, que contó con electores como Santiago Uribe y su grupo paramilitar bautizado abominablemente como “los doce apóstoles” ; Jorge 40 y sus secuaces.   Genocidios llamados eufemísticamente “Falsos Positivos”.   
Fue el período en que se destruyó la democracia, se sofocó la libertad y se pisotearon los Derechos Humanos.
Ahora, se ha entendido el agotamiento de la guerra y existe en el Gobierno de Santos el coraje y buena voluntad para ensayar otro camino.
Los enemigos de la Paz como los integrantes del mal llamado Centro Democrático, que cuenta con personajes como el primo y asesor, del más grande narcotraficante de  Colombia, Pablo Escobar Gaviria, el parlamentario José Obdulio Gaviria.  Esos enemigos de la paz son plenamente conocidos en el País, algunos en altos cargos, solo creen en la bomba y el fusil y se niegan a abandonar la violencia y aún creen que las armas son el único instrumento para lograr cambios políticos.
La guerra, como la quieren los enemigos políticos, revela a las personalidades psicopáticas un mundo a su medida; de ahí que sea imposible o muy difícil, que vuelvan con agrado al mundo de la paz.  Que Dios los ilumine. 
(Para bersoahoy.co  sección de opinión)

domingo, 27 de septiembre de 2015

Mientras el mundo aplaude la paz, unos pocos se atraviesan

La democracia, y la libertad de opinión, no pueden ser cómplices de la guerra
                        Por: Bernardo Socha Acosta
La opinión generalizada, que cualquier persona recoge en estos momentos,  en relación con el proceso de paz que el gobierno colombiano trata de librar contra viento y marea, es que la antropofagia colombiana quiere atravesarse a como dé lugar para impedir que el país goce algún día de ese clima de tranquilidad que existía antes de aparecer esos falsos redentores, y esos hace bastante, porque la violencia en Colombia lleva más de 50 años.
Algunos de quienes apoyan a los que se enseñorean erróneamente torpedeando la paz y atizando la guerra, se atreven a decir que esa es la democracia y que esa es la libertad de opinión.  
Pero  dónde está escrito que la democracia, y la libertad de opinión, sean sinónimos  de sometimiento de un pueblo que quiere la paz. Es erróneo  e increíble que unos mínimos colombianos,  que se precian de liderar masas,  quieran con argumentos por  fuera de contexto de los procesos de paz del mundo, pretender  que los colombianos vivamos otras cuantas décadas  azarosos de las matanzas que tanto unos como otros han causado.  Esa posición de quienes se atraviesan, pareciera  intencional, creyendo  temerosos que la paz haga descubrimientos que los comprometa con posibles oscuros hechos, y la posibilidad de comparecer por algo por fuera de la legalidad.
Pero, por qué tanta oposición de algunos al proceso de paz. Es que mientras los verdaderos líderes del mundo aplauden y se regocijan que los diálogos de La Habana  hayan avanzado significativamente y que tanto gobierno y guerrilla quieran hacer realidad ese deseo de la mayoría de colombianos, unos pocos quieran que el país siga con la devastadora guerra que baña en sangre y dolor a centenares de familias.
E interpretando el sentimiento de  las mayorías que quieren la paz, vemos que mientras el líderes de la cristiandad mundial, el Papa Francisco, y los gobiernos de las mayores potencias del mundo  entre ellas los Estados Unidos y Europa;  e individualmente los  gobiernos de  los países de Sur América  y de otros continentes, quieren y aplauden  que los avances de la búsqueda de paz para Colombia estén llegando felizmente a su final,  existan solo en Colombia, unos “poquitos” que quieran la guerra y que seguramente pretendan que el pueblo sometido a la violencia, los aclame como los defensores.  Que falta de respeto de esas personas  contra la mayoría de los colombianos deseosos  de  disfrutar de esa tranquilidad tan deseada que ofrece la paz, y que ya ni nos imaginamos cómo será vivir en paz, por tantos años de guerra, que han querido esconder algunos gobiernos.
Quienes deseamos paz en Colombia, para que crezca la riqueza y haya menos pobres pobres, queremos y nos gustan todas las manifestaciones de respaldo a una buena causa y rechazamos todo lo que pretenda sembrar más guerra. Solo vasta leer otros ejemplos de procesos de paz en el mundo. Ya lo explicó una máximo representante de la Corte penal Internacional. Pero es que algunos quieren ser más 'papistas' que el Papa.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Encuentro nacional de escritores

                                                        Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
Hasta hoy domingo que usted está bacano leyendo esta misiva periodística aunque en realidad no es una misiva, pero sí una razón y de ninguna  manera una perorata, mejor dicho como usted lo quiera interpretar, yo me encuentro en la ciudad de Chiquinquirá, cuna del poeta Julio Flórez, entre tantos otros, asistiendo al Encuentro Internacional de Escritores número 36, único en el mundo de este tamaño y que se ha celebrado durante ese lapso ininterrumpidamente. Son 36 años dándole a la Cultura de las Bellas Artes en la modalidad de Literatura y Poesía, casi siempre con un ensamble espectacular de música, filosofía, pintura y danza. Hay poetas, escritores, músicos, pintores, filósofos y hasta periodistas que, como en El Sueño de las Escalinatas, ese portentosog poema de Jorge Zalamea, a cada instante crece la audiencia. Solo que esta vez tenemos un enorme vacío creado por la gran ausencia de nuestro querido amigo y colega, Luis Fernando Soto Aparicio, un escritor que con su prosa florida nos ha dado a conocer en muchas universidades y en variadas organizaciones intelectuales de todo el país y del mundo.
En todos esos ires y venires estuve perorando con un poeta argentino, Pedro Echavarren, que aunque de él fluye una poesía muy cálida y versátil, tiene más pinta de futbolista profesional que de cultor de las letras y cantares del alma. Yo le veo algo de parecido a Pablito Aimar, le dije, pero él insiste en que es poeta. Nos reímos  mucho de esa charada. Después le conté que yo  era fuerte hincha de su selección, la argentina, y que veía en Messi no solo el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, sino el de mayor impacto social y cultural el día de hoy, máxime si se tiene en cuenta que, casi todos los niños del planeta y que les gusta el fútbol, quieren ser como él. Le estuve mamando gallo con lo de la petulancia de los argentinos contándole chistes al respecto y él me reforzó con uno de antología. “Si quieres ganar mucha plata en los negocios, me dijo, compra un argentino por lo que es, y véndelo por lo que él cree que es”. Tuvimos para largo rato de carcajadas. Un poeta cubano, Yero Torres Kriuder se llama, grande y mamonudo como Teófilo Stevenson, el boxeador cubano de la talla y de la época de Cassius Clay, me recalcó muy elocuente que estaba abrumado con el  buen humor y el afecto de los colombianos. “Es la primera vez que vengo pero tengo que volver porque Colombia es muy bello”, comentó.

Luego seguí dando trancos y volteretas hasta que me encontré con un tipo de raza negra pero más indio que cualquieras de nosotros. Aclaro: indio de la india. O hindú. O Indostán. Nació en el pueblito de Poindichervy, antigua colonia francesa, de padre Indostán y madre colombiana.  Se llama Alexandre Sochandamandau y es filósofo con unos conocimientos de Historia tan portentosos que duro más de dos horas votando corriente sobre el origen del Liberalismo y el Conservatismo a partir “De Thomas Hobbes a John Locke”. Y no menos verraco, y de los superverracos, Raúl  Ospina, presidente de la Fundación “Jetón Ferro” que durante esos 36 años que cumple la Fundación, y que es la que organiza el evento, jamás ha mostrado cansancio y año tras año realiza este evento que, repito, es único de ese tamaño en Colombia y segundo en el mundo. Fernando Celi es un poeta bogotano mamador de gallo como él solo, y el poeta español Manuel Boix, no se le queda atrás en ninguna de las manifestaciones del arte de succionar ave de corto vuelo. Esplendoroso estuvo José Luis Díaz Granados. Hay mucha más gente pero hoy nos vamos y hasta dentro de un año.     

viernes, 11 de septiembre de 2015

La Ruindad de Trump

                        Por Gerardo Delgado Silva
Su ignorancia, hace que sintamos nostalgia por el hombre de Cro - magnon, que no tuvo pensamientos de segunda intención.  Escuchando a Trump, se siente nostalgia por los primates.  Dizque es diplomático, un oficio de vanidad, que le ha permitido fingir que ignora el mal y asume así la responsabilidad de él.
Él sabe, que para conseguir la alienación de las masas bastará con controlar sus necesidades y sus motivaciones, bastará con fomentar y controlar su conciencia consumidora.  Es la brutalidad burocráticos del Fascismo, un mundo masificado en el que la corrupción del lenguaje y la evidencia puede conseguirse por el terror.
Es imposible frente a este monstruo Trump, no recordar a George Washington, primer presidente de los Estados Unidos, que después de haberla liberado, dio a su nación las pautas democráticas por las que ésta se rigió entre las más poderosas del mundo.
Debemos evocar que, Inglaterra había dado el ejemplo y señalado el camino institucional de la libertad por medio de sus Declaraciones de Derechos.
Primero, la Carta Magna, concedida por el Rey ante la exigencia de los señores feudales (1215).  Después, la Petición de Derechos (1628), emanada del Parlamento, que era una ratificación de la anterior, conservando todavía las antiguas formas contractuales de “Carta Medieval”.  Luego, el Habeas Corpus  y el Bill de Derechos, (1869), ya con formas modernas de Ley, en las que el Parlamento afirma su carácter de poder legislativo; y por último, el Acta de Establecimiento(1701), en la que se consolida la soberanía parlamentaria, señala la trayectoria de la Evolución Constitucional  Inglesa en esa materia.
Los emigrantes ingleses llevaron consigo a América del Norte, el espíritu de estas instituciones y el impulso transformador y evolucionista, de tal manera que cuando ese impulso se detuvo en Europa, continuó desarrollándose en América. 
Ya los padres peregrinos, que llegaron a Nueva Inglaterra en 1620 en el Barco May Flower, empezaron por acordar, durante el viaje, algunos de los principios fundamentales de la dignidad y de la libertad individual.  Entonces se llevó a cabo, sin dificultad, la Declaración completa y definitiva de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en Virginia, en el año de 1776.
Francia que había aportado a esta evolución institucional sajona, el estímulo de sus inquietudes culturales y la audacia innovadora de sus pensadores políticos, filósofos y economistas, adoptó el sistema anglosajón, y mediante su célebre Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, dio universalidad y comunicó fervor revolucionario a los principios de la Declaración de Virginia.
La Declaración Francesa planteó al mundo el problema jurídico de la libertad de un modo definitivo.  Lo incorporó a la vida institucional de todos los países civilizados y  cultos, y pasando sobre todas las vicisitudes, lo impuso como el triunfo del espíritu contemporáneo.
Todas las constituciones  del Siglo XIX, están impregnadas de ese espíritu.  Es el saldo que deja la evolución de la cultura europea, encaminada desde los albores del Renacimiento, a exaltar la personalidad humana y asegurarle sus derechos.
Todo esto lo ignora el Señor Trump. 
Ahora bien, este Señor Trump, conspira abiertamente contra los latinoamericanos, con escandalosas manifestaciones que no entiende, ni quiere entender, ni tiene, tampoco, porque entender.
Aboga por instituciones drásticas, rápidas y rígidas para deportar latinoamericanos de Estados Unidos, dizque por traficantes, pretendiendo insensata y estólidamente que se puede juzgar a los hombres sin leyes.  Somos precisamente los latinoamericanos quienes hemos padecido la insolencia de algunos narcotraficantes, fundidos en abrazo fraterno con algunos norteamericanos.
Y en otra actitud pedestre, resolvió con infinita ruindad, ultrajar a América Latina, refiriéndose a los inmigrantes mexicanos como “criminales”, y “narcotraficantes”.  Sus frases en sí, envuelven la intención injuriosa y calumniosa, esto es, que vulneran o lesionan la integridad o el patrimonio moral de esas personas, y constituyen una aguda injusticia, que invita por el solo enunciado al más franco rechazo, un despertar del alma colectiva, un revelarnos contra la infamia.
Tenemos la sensación de que el Señor Trump, no conoce a Colombia, como tampoco a México y repitamos a América Latina, pues los primeros en advertir los peligros que vituperablemente nos amenazan, los abismos insondables que estamos orillando, somos indubitablemente nosotros.  Como dijo Maritain: “… Vale más cansarse por el bien, que ser abatido por el mal…”.
Para terminar, evidentemente, y no se necesita ser psiquiatra, no hay duda alguna de la psicopatía, ignorancia y brutalidad de Trump, pues ante la denuncia de su esposa, por acceso carnal violento, se limitó a decir: “… en el matrimonio no existe ese delito…”.

¿ Estados Unidos no ha advertido el abismo insondable en que caería el mundo y concretamente el pueblo latino con su gente de bien que es infinita mayoría, si el candidato Trump es elegido presidente?.  Para todos sus habitantes ha llegado el momento de combatir y la pusilanimidad de ese monstruoso candidato, de mostrar como pueblo norteamericano su valor o cobardía, su dignidad o su vileza, su grandeza o su miseria.

sábado, 5 de septiembre de 2015

De las pelotas y los políticos

Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
Hasta no hace mucho tiempo el fútbol y la política eran un verdadero dolor de cabeza para la mayoría de mujeres, casadas, solteras y en concubinato. Ahora que empieza la eliminatoria para el próximo mundial y que no hace mucho pasó la Copa América, uno se da cuenta que las cosas han cambiado un poco respecto a este entuerto sociológico deportivo, pero que de todas maneras el problema aún subsiste. Es cierto que los éxitos últimos del seleccionado colombiano han contribuido a que nuestras mujeres se adapten a la situación y quieran un poco más este deporte que, no lo sabe nadie, qué diablos contiene para emparrandar a la gente. Con la política pasa lo mismo. Hay mujeres que se quejan que su marido se metió a la política, con la misma desesperanza y desilusión que si este se hubiera muerto, o que en su defecto, el urólogo le hubiese informado que tiene la próstata corronchosa y más grande que una mogolla de 50 mil pesos. “Ahora ese hombre no hace sino hablarme de chismes y componendas políticas y de triunfos y fracasos y ya no se le ocurre ni siquiera darme un beso por solo mamar gallo. Y si de ñanga ñanga hablamos, tiene el mismo apetito que el de un eunuco porque ya ni se le da por acariciarle siquiera una oreja a nuestra perrita Tilsia que él adora”, me comentó una amiga esposa de un candidato.
“Qué obsesión tan arrecha por la política y el fútbol, señor mío Jesucristo”, dice totalmente abatida como al final  de un entierro. Y ahora no se le dio sino por invitar a todos los amigos, una manada de vagorretos igual a él que no hacen un culombio, a ver cualquier partido en la casa y eso hacen una gritería que parece el manicomio más grande del mundo y la humareda y el olor a humo de cigarrillo es como en un amanecedero. El viernes por la tarde por poco me desbaratan los muebles de la sala en protesta porque según ellos, aupados por mi marido, esa pichurria de candidato del doctor fulano de tal, es tan chambón que más parece un candidato a la presidencia de las damas rosadas que un aspirante al concejo municipal de Bucaramanga. Y lo verraco es que hablando  en serio, la señora de la cual estoy hablando, no doy su nombre por razones humanitarias dado que es la legítima esposa de un amigo mío, abogado él, exdiputado de Santander, tiene toda la razón. Un fanático es un paranoico obseso-compulsivo, que dice ser enviado de Alá y poseer toda la razón y la verdad absoluta de todas las cosas.
Entonces calculen carísimos lectores y amigos míos, si la dama que ocupa nuestro relato, no tiene la razón. ¿Ustedes se pueden imaginar, por esta nefanda época, qué es un fanático godo o cachiporro, rezandero o comunista, judío del monte de Sión o musulmán de la Meca, o fundamentalista del Estado Islámico, enfermo por el fútbol y la política y fuera de eso con tres litros de aguardiente y un kilo de maracachafa en la cabeza? Yo no estoy diciendo que  mi amigo abogado exdiputado esposo de la señora a la cual hago mención, sea así. No, señores. Pero sí tiene una similitud brutal. De tal manera que cada vez que hay una fecha de fútbol o elecciones, la desdichada señora entra en estado de conmoción y no creo yo que sea por simple hipocondría. Según me dice ella, uno de los episodios más aterradores se da cuando ya es hora de dormir, él exige que sea a las nueve de la noche, y son las seis AM y el tipo no ha parado  de hablar imbecilidades y darle codazos para que le ponga atención.

jueves, 3 de septiembre de 2015

VERDADERA ANTITESIS

Por Gerardo Delgado Silva
El comportamiento del Señor Presidente de la hermana República de Venezuela, Nicolás Maduro, cerrando puntos de la frontera con Colombia y deportando colombianos; funge como una antítesis con los postulados del Partido Socialista en el que está inmerso. Se presume, que no haya capitulado en su conducta hasta dirigirla conscientemente hacia un fin ilícito por conseguir o que haya obrado negligente o imprudentemente.  Y desde luego, se irgue el afrentoso dolor y amargura de los niños, las mujeres y los ancianos; por las execrables conductas de la Fuerza Pública, desdeñando la misericordia, la justicia y el derecho internacional humanitario Y de los paramilitares qué?
Un vilipendio a los grandes principios que han enriquecido la historia espiritual del mundo, olvidándose de los reales destinos de la dignidad, mancillando la piel transparente de nuestra Patria.
No obstante, en medio de la aridez del desierto le surgen a Colombia, algunos oasis que pueden contribuir, y obviamente contribuyen – como el Proceso de Paz en Cuba- a darnos una visión distinta de lo que en realidad es el continente, sus perspectivas humanas y sus sentimientos.  No se trata de evasiones, o de puntos de escape, sino de un comportamiento de las personas de bien, con anhelos de paz, que hunde sus raíces en los valores del espíritu y enlaza a las generaciones actuales con una tradición intelectual que nos honra y enaltece.
Tenemos urgencia de más esperanza, aunque parezca absurdo y locura.  No se puede justificar como lo hicieron en el pasado Cioran y Fernando González en Nuestra Tierra, entre otros, y ahora el paranoico Senador Uribe “vivir a la enemiga”; pues olvida que vivir a la enemiga es estar contra sí mismo y sobretodo.
Ahora bien.  No obstante, e independientemente de la causa, son horripilantes los acontecimientos que desdeñaron como ya dijimos a colombianos al ser deportados de la Hermana República de Venezuela, la patria de nuestro libertador, Simón Bolívar.
El traslado del Senador Uribe a Cúcuta, es la más clara demostración de demagogia, con miras puestas en las próximas elecciones, y el fomento de la turbulencia, cuando debía saber que por ese camino no va a obtener sus propósitos, ni a torcer el destino de Colombia.
¿Se trasladó este Señor Senador, a las innumerables regiones colombianas, donde los desalmados paramilitares dieron muerte horrenda a tanta gente, que produce escalofrío para solidarizarse con las familias de las víctimas?
Eso no ocurrió porque no le servía para acrecer su electorado, y su extrema derecha.  Don Jorge 40- esto no es un secreto – que conformó los llamados por él “distritos electorales”, para apoyar a Uribe, los cuales hubiesen fenecido  inmediatamente.
Ese Estado de Venezuela, como organización política de la sociedad de ese país, es el titular de todo el poder social o poder público – en singular - , que nace de la soberanía que jamás es absoluta.  Es el pueblo la sede donde reside la soberanía, pero dejando atrás el nihilismo, superando el absurdo,  y la violación de derechos humanos.
La evolución histórica de la soberanía, nos demuestra que esto significó la negación de toda subordinación o limitación del Estado, por cualquier otro poder.
Esta última nota se manifiesta predominantemente en su vida exterior; esto es, en la relación del estado soberano con otros poderes, en tanto que la primera cualidad se ha de advertir singularmente, considerando su vida interior, en relación con las personas que encierra dentro de sí.  Ambas notas van inseparablemente enlazadas por la dignidad humana.
En esa forma, la soberanía es la capacidad para determinarse de un modo autónomo jurídicamente hablando.  De ahí que el Estado Soberano es el único que puede, dentro de las limitaciones jurídicas ordenar, de una manera plenamente libre, el campo de su actividad.  Es una cualidad inherente al Estado y solo a Él.
Se infiere, que la realización de las deportaciones y el cierre de puntos fronterizos desde Venezuela, están ligados a su autonomía pero sin renunciamiento de la Constitución, y mediante el debido proceso.
Sin embargo, se presenta un espejo donde algunas contradicciones del hombre se reflejan con acusadora precisión.
Aparece un vórtice dantesco.  Por un lado, está el intenso e inenarrable sufrimiento como ya lo expresé, de niños, mujeres, y ancianos. Por el otro, la repudiable y atroz presencia, como se ha afirmado, de paramilitares colombianos, un verdadero desafío que encarna el pánico.  Se infiere también, que el Gobierno Venezolano y los órganos competentes han tenido una persuasión racional de la verdad; es decir, certeza acerca de la presencia en ese país hermano de los desalmados referidos, procedentes de nuestra patria colombiana.
Sin entrar en el debate de su cuestionable origen, en concordancia con las noticias, se presume que aparecieron en el hermano país, y hoy cuentan, como aquí, con base social.

Ante estas vicisitudes, el único sendero es el diplomático, que está inmerso en el patriotismo, el derecho, la paz y la justicia, y que hay que transitarlo con denuedo y decisión imperturbables, en sintonía con la comunidad internacional.  Sigue siendo la única salida.

miércoles, 26 de agosto de 2015

La suerte de los colombianos en Venezuela

Por: Bernardo Socha Acosta
Jamás nuestros connacionales se imaginaron la crisis por la que iban a pasar en algún momento de sus vidas, por habitar en un país al que llegaron hace largos años cautivados por algunos beneficios que a largo plazo se convirtieron en su peor enemigo.
Lo que hoy estamos viendo que sin duda se traduce en violación de los derechos humanos, es el fruto de muchos factores de los que, tanto autoridades colombianas  como venezolanas  son responsables y hoy cuando esa bomba que se construyó de hace décadas, explota, entonces nos rasgamos las vestiduras, unos, y otros pretenden sacar provecho haciendo politiquería con el dolor de los demás y se atreven casi a insinuar tácitamente que los dos gobiernos solucionen el problema con el sonar de los fusiles. Pero,  qué se puede esperar.
Y es coincidencia,  que el detonante para esta crisis, fueran las bandas criminales que han ingresado a ese país, a las que las autoridades han llamado “paramilitares”. Ellos fueron los que atizaron y prendieron la mecha que propició la explosión de deportaciones inhumanas que se ha visto en los últimos días.
Si bien es cierto que las autoridades venezolanas han sido despiadadas  y que por unos pagan todos, como dice el adagio, cualquier ciudadano con tres dedos de frente y sensato, vería que la realidad que se le avecinaba a ese país, es otra, porque comienza a escasear de todo lo que podía adquirir con la bonanza del petróleo. Hoy la realidad es otra y quien no lo entienda así está desactualizado y no espera sino que los colombianos nos enfrentemos con otro país. Nos pasamos la vida criticando aprovechando los medios de comunicación, pero no hacemos  ninguna acción creativa, por lo menos la de no instigar.  
Es lamentable la suerte que les ha tocado a esos colombianos que alguna vez avizoraron erróneamente y vieron con displicencia a su patria; viajaron ilusionados de que jamás volverían a un país donde para sobrevivir hay que tener suerte, frente a la cascada de impuestos y muchas injusticias más que se cometen contra   cualquiera que medio trate de sobrevivir y ganarse el sustento honradamente.  
Y la suerte de los colombianos en otro país (distinto a Venezuela) no parece ser diferente. Ya conocimos por las noticias lo que ocurrió en Estados Unidos con un candidato presidencial que ordenó sacar a un periodista de una conferencia de prensa, porque insistió en preguntarle cuál irá a ser el tratamiento para los extranjeros ilegales en ese país.  Esto nos indica lo peor. 

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