jueves, 20 de mayo de 2010

Carta del lector

AMIGO BERNARDO:

A PROPOSITO, ANTES DE LAS ELECCIONES, VALE UNA SENCILLA REFLEXION.

EL BALANCE DE LOGROS DE NUESTRA GENERACION EN CUANTO A JUSTICIA, IGUALDAD Y CONVIVENCIA HA SIDO BASTANTE ESCASO.

HEMOS VIVIDO EN UNA SOCIEDAD ENAJENADA Y FALSIFICADA POR LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y EL APARATO EDUCATIVO PUESTOS AL SERVICIO DE LOS OBJETIVOS CAPITALISTAS NEOLIBERALES; EN EL CAPITALISMO SALVAJE SOLO VALE LA EXPLOTACION DE LOS TRABAJADORES Y EL LUCRO DEL CAPITAL.

EN LOS ULTIMOS TREINTA AÑOS DE GOBIERNOS NEOLIBERALES LA SOCIEDAD Y LOS TRABAJADORES COLOMBIANOS PERDIERON LAS GARANTIAS QUE HABIAN CONQUISTADO CON SUS LUCHAS DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX; LA CAIDA DEL MURO DE BERLIN DIO LA LARGADA PARA INCREMENTAR LA EXPLOTACION DESAFORADA DEL TRABAJO HUMANO Y ACRECENTAR LAS GANANCIAS DEL CAPITAL FINANCIERO MANEJADO EN EL MUNDO POR LA CASTA JUDIA, ESA MISMA CASTA A LA QUE PERTENECE LA CARTA TRIUNFAL DE LA ULTRADERECHA EN COLOMBIA: ANTANAS MOCKUS.

LA CONSTITUCION DE 1991 FUE EL PRODUCTO DE UN ENGAÑO, DE UNA FALACIA, POLITICA PARA PONER EN MARCHA CONTRA LOS COLOMBIANOS EL LLAMADO CONSENSO DE WASHINGTON, IMPUESTO A COLOMBIA Y A LOS DEMAS PAISES DEL TERCER MUNDO POR EL BANCO MUNDIAL Y EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL PARA CONTENER EN EUROPA Y ESTADOS UNIDOS LA CRISIS CAPITALISTA Y PASAR SUS NEFASTOS EFECTOS A LA SOCIEDADES DE LOS PAISES SUBDESARROLLADOS.

AUN TENEMOS MUCHO POR HACER.
ATENTO SALUDO,

REINALDO RAMIREZ

Nos maneja la publicidad y el mercadeo. Un modo de decir mentiras endulzadas.-

Juan Manuel y las familias en coacción

Por Claudia Ayola (Fuente: Librepensador santandereano)

Aquí nadie tiene que ensuciarse las manos entregando 50 mil pesos por un voto, porque retroceder no es una opción, ahora se presionan a los electores con los recursos del Estado.

Dicen que otros candidatos no les han sabido llegar al estrato 1 y 2, pero cómo le van a llegar si allí existe el monopolio de Familias en Acción y ese sí que parece ser un terreno santista. Las fuerzas oscuras del mal han penetrado en el programa de subsidios de acción social, hasta el punto de sembrar un terror en las familias, algunas de ellas decididas a votar por Santos con el propósito de asegurar el dinero que reciben.
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La campaña de Santos ha demostrado que ya no es necesario comprar los votos, nada de tejas, nada de bolsas de cemento, nada de botellas de ron, esta es una nueva forma de hacer política, aquí nadie tiene que ensuciarse las manos entregando 50 mil pesos por un voto, porque retroceder no es una opción, ahora se presionan a los electores con los recursos del Estado, engañándolos, asegurando que si no votan por Juan Manuel Santos, no tendrán el subsidio que tanto les conviene.

Esta sí que es una estrategia innovadora, rompe con los esquemas de los políticos tradicionales que llenaban las plazas públicas diciendo ¿Pueblo, tiene hambre? Tengan pan. No, esto es diferente, va más acorde con el estilo golfista de Santos, con el uso del rímel y el lápiz de ojo, con el caché y el buen gusto, a nadie se le baja el estrato gritando como un loco con un megáfono. Es una estrategia mucho más efectiva, la gente asiste porque “alguien” les dijo que Familias en Acción les invitó.

Juan Manuel, caramba, si llegas a la Presidencia tienes que cambiarle el nombre a Familias en Acción, ponle tu sello personal, que dividirás la historia del subsidio en dos, que se llame Familias en Coacción, para que todos recordemos cómo se puede llegar a ser Presidente de Colombia cuando en el país se usa la manipulación de los pobres.

La candidata Noemí Sanín ya ha dicho que está esperando que la Procuraduría actúe, pero es probable que el Procurador esté ocupado apretándose el cilicio. Pero por qué el silencio del Consejo Nacional Electoral. ¿Acaso no deberían pronunciarse también?

Noticias Uno fue el primer medio en revelar la presencia de por lo menos cuatro buses llenos de beneficiarios de Familias en Acción en una concentración de la campaña de Santos en Bucaramanga, y al
candidato diciéndole a la multitud ¿ustedes quieren que acabemos con el programa Familias en Acción? y la gente gritaba enardecida “nooooooo”. Claro que luego dijo que él nunca se enteró de la presencia de los beneficiarios de Familias en Acción.

En todo caso, Santos la botó lejos… ni siquiera creo que esa haya sido una idea de JJ Rendón. Claro, el truco era aprovecharse de los pobres, que para eso hay bastantes en Colombia. Como dice Eduardo Galeano “sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres”, los nadies, los ningunos, los ninguneados, los hijos de nadie, los que valen menos que la bala que los mata, van corriendo
a hacer sus filas para reclamar su subsidio en un cajero electrónico que por primera vez usan, que no se diga que en este país no vamos progresando y eso sí, a votar por Juan Manuel o les sale el coco.

Para tener acceso a más opciones, visita el grupo en http://groups.google.com/group/librepensador-santandereano?hl=es.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Las Farc en campaña

Colombia, miércoles 19 de mayo de 2010

HORACIO SERPA

Las Farc no se resignan a ser ignoradas en las elecciones presidenciales. Al igual que en los anteriores procesos, ellas quieren inclinar la balanza a favor de uno u otro candidato, de acuerdo con sus intereses, que nunca coinciden con los del resto de colombianos.

Cuando todos esperábamos que la presión de las fuerzas militares y el aislamiento político, por no decir desprecio de la opinión pública, las mantuviera inermes, esa organización ha iniciado una serie de ataques a poblaciones y destacamentos militares que las han puesto nuevamente en la agenda de los medios.

Los titulares de los noticieros destacan quemas de buses, paros armados, destrucción de poblaciones, asesinato de militares y policías, amenazas a candidatos. Muerte de civiles, irrespeto a las normas del derecho Internacional Humanitario. Toda una demostración de poder armado e imbecilidad política. Un mensaje a la nación de que sobrevivieron a la seguridad democrática y sea quien sea el nuevo inquilino de la Casa de Nariño ellas seguirán siendo parte del paisaje.

Nada más desprestigiado que las Farc. Pero también nada más cierto que siguen siendo una organización armada, con más de ocho mil hombres, como reveló el General Naranjo recientemente, con una enorme capacidad de daño. Son poder real en cientos de municipios del sur, en donde está su retaguardia estratégica.

Las Farc no han cambiado su discurso, ni sus pretensiones, y siguen ocupando el primer lugar entre las cosas que más detestan los colombianos. Para exterminarla, el gobierno que culmina gastó un gran porcentaje del presupuesto nacional, por encima de la educación, duplicó el número de hombres de la fuerza pública, aumentó la capacidad destructiva y elevó a niveles no conocidas la capacidad tecnológica de las fuerzas militares, con aparatos solo entendibles en las películas de ciencia ficción.

Aunque se dieron de baja a importantes jefes guerrilleros y se cuentan por miles las deserciones, la verdad es que esa organización sigue viva y no se resigna a no ser protagonista en el cuatrienio que sigue. Sin importar el color del nuevo Presidente, este tendrá que presentarle al país una propuesta creíble y sensata para enfrentar esa amenaza. La que, a mi modo de ver, deberá incluir un componente militar y otro político, porque con solo plomo no se construye la paz, ni con sola lengua se ganan las guerras.

Hasta el momento no se ha escuchado nada novedoso al respecto. El solo hecho de prometer la continuidad de la seguridad democrática no garantizará el fin del conflicto armado. Como tampoco, hablar en abstracto de la solución negociada, que por cierto poco se ha oído mencionar en los debates televisados.

Los candidatos tienen que ofrecerle al país mucho más que retórica para enfrentar la guerra interna. Hay que ser sensatos y proponer la paz como una prioridad nacional, porque seguir en guerra será un suicidio. Las Farc son enemigas de nuestro desarrollo y progreso, pero sobre todo, enemigas de quienes creemos que sin paz nunca habrá pan para todos.

martes, 18 de mayo de 2010

Carta desde Estocolmo al candidasto Antanas Mockus

Del Maestro y poeta colombiano, Carlos Vidales
"LOS DISCURSOS EN EL CONGRESO,
SE VUELVEN MUERTOS EN LAS VEREDAS"

Estimado Antanas Mockus:

El 10 de mayo de 2010 dijo usted en Manizales que no hará alianzas con el Polo Democrático Alternativo “porque hay fuerzas en ese movimiento que todavía no han roto lazos con la subversión”. Tres días más tarde cayó asesinado en Barranquilla el ciudadano Iván de la Rosa, militante del Polo Democrático Alternativo. Una víctima más en la larga lista de asesinatos políticos que se cometen en Colombia, con plena impunidad. ¿Existe alguna relación directa entre sus palabras, estimado Antanas Mockus, y este asesinato u otros que puedan cometerse en los días que vienen, contra militantes del Polo? Por supuesto que sí.

Hace ya más de sesenta años, el entonces presidente Alberto Lleras pedía ponderación y mesura a los líderes políticos del país, y advertía que “los discursos en el Congreso se vuelven muertos en las veredas”. Usted no había nacido todavía, pero yo sí. Recuerdo eso perfectamente y por eso se lo cuento ahora. Mi infancia y adolescencia están marcadas por la ferocidad de La Violencia, cuyos horrores indescriptibles solamente pueden compararse al infierno de las masacres, mutilaciones, despojos y desplazamientos cometidos por los paramilitares, agentes armados de la nueva clase que desde hace dos décadas se ha empeñado en controlar el monopolio del poder, a sangre y fuego, en nuestra martirizada Colombia.

En la década de 1940, los discursos en el congreso se convertían en muertos en las veredas. Hoy, las declaraciones electorales sufren la misma metamorfosis. Y es por esta sencilla razón que quiero sugerirle, estimado Antanas, que haga buen uso de la mesura y la ponderación en sus declaraciones. Lo sugiero y no lo pido, porque en una buena democracia los ciudadanos no le piden nada a los candidatos y, en cambio, los candidatos oyen y respetan los buenos consejos de los ciudadanos. Son los candidatos los que tienen obligaciones y deberes. Y su primer deber consiste en no hacer ni decir nada que pueda poner en peligro la vida de los ciudadanos.

He visto que otras personas ya han comentado extensamente sus declaraciones y sus explicaciones posteriores. Parecería que cualquier cosa que yo dijera no agregaría nada nuevo al asunto. Sin embargo tengo algo que decir, algo que no he visto expresado por otros compatriotas. Me explico. Usted usa una formulación muy desafortunada: “fuerzas –dice­– que todavía no han roto lazos con la subversión”. Si yo dijera, aquí en Europa (hasta aquí me han traído mis exilios sucesivos, que ya suman casi sesenta años) que un filósofo colombiano es el autor de esa frase, nadie me lo creería. Porque, como usted sabe muy bien, en los diccionarios de la filosofía y la cultura la palabra “subversión” tiene otro contenido diferente del que consta en los diccionarios policiales. Todos los grandes filósofos han sido subversivos, porque subvirtieron viejas y anquilosadas formas del pensar y establecieron nuevos caminos en la búsqueda del saber. Los grandes profetas fueron todos subversivos. Jesús subvirtió un viejo orden religioso, de un pueblo, y fundó una iglesia universal, para toda la humanidad. Sócrates fue subversivo, como lo fueron Heráclito y Pitágoras, Copérnico y Galileo, Freud y Darwin, Einstein y Niels Bohr, Sartre y Russell. Subversivos fueron los grandes literatos y poetas, subversivos fueron los hombres y mujeres que lucharon por convertir nuestra patria, que era una colonia, en una república independiente, subversivos fueron sus antepasados y parientes, estimado Antanas, que se opusieron a la ocupación de su patria por parte de una gran potencia y trabajaron por su independencia nacional. Y subversivos son, a veces, también, quienes se atreven a desafiar al entorno agresivo e intolerante, se bajan los pantalones y muestran el trasero. Pero esto no consta en los diccionarios policiales. En ellos consta que “subversivo” es criminal, terrorista, bandido, secuestrador y asesino. Usted tiene todo el derecho de emplear el diccionario que mejor le parezca, ni más faltaba. Pero tenga en cuenta que nadie puede simplemente usar un lenguaje policial y al mismo tiempo decir que es filósofo. Platón sostenía que la república perfecta era la que estaba gobernada por sabios y filósofos. Yo sospecho que Platón no tuvo en cuenta los procesos de metamorfosis: el mejor filósofo se transforma en otra cosa cuando a sus narices llega el irresistible perfume del poder.

Le digo todo esto, estimado Antanas, porque sus palabras son síntoma de profundos procesos sicológicos que solamente usted puede analizar y reconocer. Usted ha dicho que apoya la presencia de tropas extranjeras en territorio colombiano, usted, que conoce mejor que nadie lo que sufrieron los pueblos del Báltico, el pueblo de sus padres, bajo la bota militar extranjera en su territorio. Esa es la razón fundamental que hace imposible que yo apoye su candidatura a la presidencia de mi patria. Y si le escribo esta carta, amistosa pero franca, es solamente para decirle que yo lamentaría muchísimo que usted, que puede prestarle enormes servicios a Colombia en los campos de la educación, la investigación y la filosofía, sufriera ahora la terrible metamorfosis del candidato y se convirtiera, simplemente, en un animal político, en el mal sentido de la palabra.

Reciba usted mi saludo cordial.

Carlos Vidales
Estocolmo, 2010-05-15

lunes, 17 de mayo de 2010

El candidato que se burla de los humildes

--------------------------------------Por: Bernardo Socha Acosta

Para cualquier colombiano sensato, resulta indignante, por decir lo menos, que un candidato presidencial utilice la picardía para tratar de atraer electores. Son artimañas que hieren el sentimiento de los humildes de Colombia.

Nos referimos a cuñas publicitarias de campaña política que menciona las ayudas del programa “familias en acción”. Y es una burla y una ofensa porque se le está cobrando el favor que el gobierno le hace a esa franja necesitada de la población. (Ya hablaremos de la otra cuña)

Es decir que se están utilizando para la campaña política, los programas oficiales (familias en acción) que, con dineros del erario nacional, se ayuda a los más pobres del país. Se refleja con esto que el candidato no tiene ni respeto ni propuestas propias o argumentos y fundamentos para invitar a los electores a votar por él y debe hacerlo utilizando lo que se hace con los dineros de los colombianos.

Eso no es más que la propia realidad, así como está utilizando la supuesta voz del presidente Uribe para invitar a los colombianos a respaldarlo en las urnas. Pues es claro, que para los electores no resultan agradables estas prácticas que son en el fondo una forma de hacer fiesta con las necesidades de la población.

Repetimos que es hacer fiesta con la suerte y necesidades populares, a las que los mismos políticos han precipitado a los pobladores de un país que ha aguantado para todo y cuando protestan se les tilda de izquierdistas, violentos, guerrilleros y terroristas.

Utilizar la supuesta voz del jefe del estado, para invitar a votar por uno u otro aspirante, repito, es un engaño aquí en cualquier parte del mundo. Pero lo grotesco es que el mismo candidato, dice que utilizar la supuesta voz del presidente, es una picardía que a él le gusta. Lamentable que en Colombia hayamos llegado a semejante grado de cinismo, porque un candidato presidencial debe ser, y por lo menos, mostrar idoneidad, pulcritud, seriedad y por sobre todo respeto al electorado.

Con razón, los colombianos beneficiarios del programa “Familias en Acción” se han sentido utilizados por esa campaña. Quedó demostrado, en las denuncias que ellos hicieron en Bucaramanga cuando fueron llevados a una reunión para firmar unas planillas y no perder los auxilios de familias en acción y cuando llegaron encontraron la desagradable sorpresa del candidato de marras.

A todas estas qué dirán los representantes de los entes de control sobre esta utilización de programas oficiales para hacer campaña política, que no es otra cosa que valerse disfrazadamente de los dineros del erario para hacer proselitismo a favor de una determinada aspiración. Dicen que, está en investigación todo esto. Pero… qué clase de investigaciones…Estos hechos ya para muchos se convirtió en otra burla para nuestra sufrida Colombia.

No queda sino esperar la sensatez de los electores que por fortuna parece, que ya no comen entero, para que distingan quién es el candidato que más le conviene al país y quién no continuará con lo mismo y las mismas que está llevando a la peor época de ruina a los colombianos.

Recordemos el famoso programa del actual gobierno y del cual se ufanan, “Agro Ingreso Seguro”, que se convirtió en la forma más fácil para desviar miles de millones a favor de los más poderosos de Colombia. Y no olvidemos también las denuncias de una investigación hecha por la Senadora Cecilia López y el ex ministro Juan Camilo Restrepo sobre el regalo que el gobierno le hizo en estos últimos años a los más acaudalados del país, por valor superior de 8 billones de pesos representados en llamados estímulos para generar empleo, etc. etc. Estímulos estos que en nada han aliviado la situación del país en materia de empleo, porque este gobierno finaliza con los más altos índices de desocupación; más 20 millones de colombianos en la pobreza absoluta y cerca de 10 millones en la indigencia.

Debe entonces quedar claro que Colombia está ya precipitándose por la peor época y no es ese jardín del Edén que nuestro presidente pinta en el exterior y que tras esta mascara, ha hecho creer a algunos gobiernos europeos, que el país es lo mejor del mundo para hacerse merecedor de condecoraciones y de paso hacerle cree a muchos colombianos que estamos en el paraíso terrenal, convertido en el país de las maravillas donde no pasa nada.

domingo, 16 de mayo de 2010

La picardía de Santos

Fuente: Elespectador.com

Por: Mauricio García Villegas

DICE JUAN MANUEL SANTOS QUE LA cuña de su campaña en la que alguien imita la voz del presidente Uribe, llamando a votar por él, no es otra cosa que "pura picardía".

Tiene toda la razón; es justamente eso: una manera de obrar hábil, maliciosa y engañosa, que es como el diccionario define la palabra “picardía”. Si el candidato Santos hubiese querido ser aún más explícito, habría usado la palabra “viveza”, que es más criolla y más coloquial que la palabra “picardía” y que, en esencia, significa lo mismo.

Alberto Lleras Camargo decía que el vivo es un tipo que “resuelve todos sus problemas, e invita a los demás a resolverlos, por medios que están apenas al borde de la ley, y en ocasiones por debajo de la ley penal, pero en un sitio que no es fácil de descubrir. El vivo es, esencialmente, quien ha inventado todo género de trucos para burlarse del Estado…”.

El problema con la definición de Lleras Camargo es que sólo tiene en cuenta a los gobernados, es decir, a la gente de a pie, no a quienes gobiernan, ni a la clase política, que es maestra en el arte de la viveza; un arte que se ha perfeccionado en los últimos años, sobre todo durante el gobierno que Santos quiere prolongar. No tengo que hacer el repaso de todos los escándalos que han pasado en este gobierno para mostrar que la malicia en el uso del derecho ha sido algo recurrente.

Conviene alertar sobre los peligros de la picardía, sobre todo cuando son los gobernantes los que la practican. Para ello es necesario entender cómo funciona. El gobernante pícaro no es el tirano que desconoce todas las reglas. Por el contrario, su habilidad consiste en cumplir con las leyes para poder violarlas mejor. Utiliza el papel sellado y las notarías, pero sus documentos certifican el robo y el fraude. La celada del pícaro consiste en interpretar y aplicar las formas del derecho, como decía Lleras Camargo, “en el borde y por debajo de la ley”, de manera tal que, en ese malabarismo, consiga lo que se propone.

Es así como la campaña del candidato Santos no viola, en estricto sentido, la norma que le prohíbe al Presidente participar en política. Sin embargo, al utilizar a un imitador para hacerle creer a la gente que es el Presidente el que habla, la campaña consigue que los ingenuos, creyendo obedecer a Uribe, voten por Santos, que es lo mismo que se habría conseguido violando directamente la norma.

Pero la peligrosidad del pícaro está en que obtiene mucho más que eso: no sólo consigue violar la ley sino que logra aparecer como si no lo hiciera. Ese es su arte; alcanzar todos los objetivos posibles, los legales y los ilegales, en una sola jugada. Ser ladrón y policía al mismo tiempo; honrar la ley y obtener el botín del delito. Para los pillos este es el mejor mundo posible: conseguir lo indebido sin dejar de aparecer como señores respetables. Por eso, por estafadores y por solapados, es que son doblemente peligrosos, sobre todo cuando gobiernan.

Con la palabra “picardía” Santos no sólo define a la perfección el sentido de su campaña y el de su eventual gobierno, sino que demuestra por qué tiene credenciales de sobra para sentirse el fiel depositario de las mayorías políticas que han gobernado este país durante estos ocho años aciagos.

* Profesor de la Universidad Nacional e investigador de DeJuSticia

Noticia relacionada en Audio; entrevista de Caracol a J.M Santos

sábado, 15 de mayo de 2010

Fue el momento, no Uribe

Fuente: Revista Semana - Reenviado por José William Villarreal

Autor:  JUAN SEBASTIAN LOPEZ SALAZAR
Creada: mayo 13 de 2010

En 1998, Andrés Pastrana (grafica) ganó las elecciones proyectándose como el hombre que podría lograr la paz en Colombia. Su publicidad política radicó en una foto que se tomó con “Tirofijo”, la cual llenó a la gente de esperanza y unió a una parte del pueblo en un solo sentimiento.

Todo estaba dado para firmar la paz entre el Estado y la Guerrilla. Se cedió a las peticiones del grupo armado, zona de distensión sin Ejército. Se le darían las condiciones para un acuerdo de paz completo. Tenían la salida política al alcance de sus manos: Era el momento histórico perfecto para las Farc. Pero su miopía política lo arruinó todo.

Las Farc se creyeron ganadoras de una guerra y olvidaron el Estado y el sentimiento colectivo de los colombianos. Como siempre, creyendo lo más alejado de la realidad, que son el ejército del pueblo y poseen la solución, que nunca serán. “Simón Trinidad” daba declaraciones de triunfo en los medios de comunicación. Hasta trataron con desdén a Pastrana, que, casi arrodillándose, seguía con sus planes de paz.

Las Farc haciendo gala de su estado de interdicción olvidaron lo otro que hacía el Estado. Mientras se aprovechaban e hicieron del Caguán una zona del delito, Pastrana armaba el ejército, lo fortalecía, firmaba el Plan Colombia y hacía el conflicto colombiano de conocimiento internacional.

El sentimiento, la esperanza del pueblo se centró allí en esa mesa de paz. Estaba dispuesto a perdonar y a empezar de nuevo una Patria libre. En el momento en que Pastrana rompía la mesa de diálogo, el Estado no tenía una opción distinta de ir a combatir a las Farc. Las Farc no le daban otra alternativa al gobierno, que ya, para este momento, estaba fortalecido militarmente. Y el mundo era testigo de los atropellos que vivía la población.

Todo esto estallaba en un momento preelectoral, en el cual aparece Álvaro Uribe, quien supo encarnar el sentimiento de guerra, de matar o matar que para el momento abrigaban las mayorías en de la Colombia herida. Hecho que cegó al pueblo, que no entendió, que no era Uribe el único llamado a acabar con las Farc militarmente, si no que cualquier gobernante que llegara al poder--Lucho, Noemí, Serpa-- tenían la obligación de atacar, con fuerza, a las Farc.Y para ello ya tenían un nuevo Ejército y la ayuda internacional.

Así llegó Uribe al poder, con un plan de gobierno dictado por el momento histórico que vivía el País: Guerra. Y él sabía manejar el discurso. Pero Uribe siempre ha sido un personaje oscuro y siniestro. Había sido oscuro y siniestro en todos sus cargos públicos: Director de la Aeronáutica Civil, Gobernador de Antioquia, Senador de la República. Y fue un personaje oscuro y siniestro como Presidente y lo seguirá siendo ahora como ex-Presidente.

El 7 de agosto del presente año Uribe dejará el poder. Entregará una Patria herida y desecha. Una Patria que, sino fuera por Venezuela, sería el peor país de la región. Porque Uribe no cumplió con la misión que le dictaba el momento --acabar con las Farc--. Y deja consecuencias fatales para Colombia. Uribe es lo peor que le pudo pasar a Colombia. Implica un retroceso histórico sin igual. LEER MÁS...

TRAFUGARIO

--------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

¿POR QUÉ SE SUICIDA UN NIÑO?

No hace más de un año conocí, por aquellos avatares de mi profesión, el caso de un niño de 10 años que se suicidó lanzándose del cuarto piso de su colegio ubicado en un barrio de clase media en Bogotá. Según se supo por la información que facilitaron sus familiares, se trataba de un niño en buenas condiciones económicas y en efecto, con lo que ello pude acarrear, buen vestido, buena alimentación y por qué no, buenas y sanas diversiones. Sin ningún defecto físico y con una capacidad mental, como lo aseguraron sus profesores, apta para enfrentarse con cualquier desafío intelectual o profesional, es decir, con todas las posibilidades buenas del destino, ¿Por qué se suicidó? ¿Una decepción amorosa? No me toquen ese vals. ¿Padres demasiado ignorantes u oprobiosamente exigentes? ¿?. De acuerdo al Psicoanálisis, el ser humano está regido por dos fuerzas inmanentes. La pulsión de vida que es el Eros, y la pulsión de muerte que es el Tánatos. ¿Será que hay niños que nacen con la vida sesgada hacia la fuerza interna de su autodestrucción? Que respondan los psicoanalistas. Lo cierto es que las estadísticas son claras y en nuestro país, Oh my got, el índice de suicidios infantiles cada día aumenta. No estoy hablando de los adultos donde la cosa va peor.

¿Será que hay un efecto dominó por culpa de los mass media? No lo sé. De lo que sí estoy seguro es que las fuerzas internas que inducen a un niño a suicidarse, son mínimas y de menor importancia comparadas con las fuerzas externas que lo inclinan a hacerlo. La muerte de un ser querido, por ejemplo, pero eso es demasiado evidente. Lo terrible es cuando no dejan la menor huella con la que uno pueda orientarse como en el caso anterior. ¿Será que el niño ve o detecta un horizonte oscuro o un futuro incierto con tanta violencia que le bolean desde los medios de comunicación? O debe ser que prevé su pobreza en los años venideros al ver a sus papás cada día de mal en peor. O tal vez se deprime cuando se da cuenta que su hermano mayor, el doctor, está más jodido que cuando era estudiante. O lo hiere de muerte el saber que le toca retirarse de ese colegio porque es muy caro y el sueldo de su papá no alcanza. Y en últimas, será que alcanza a comprender que este país se lo está llevando el frutas a través de la violencia, la pobreza, la desesperanza, la indiferencia, el olvido. Debe ser que detecta la putrefacción de las castas que dejaron de ser castas.

Lo cierto es que ahí está el problema en los calcañales de los colombianos. Y es que también es un suicidio el de los niños que no tienen chance de una vacuna, por decir algo, para prevenir una enfermedad que mata tanta gente como la malaria o paludismo. Y también es un suicidio el de los niños colombianos que “se suicidan” diariamente “de soledad” por allá en las tierras lejanas de esta enorme Colombia. Y peor todavía cuando eso ocurre a punta de hambre en un barrio miserable o en una calle de cualquier ciudad donde diariamente se mueven miles de millones de dólares y los bancos de Sarmiento Angulo no hallan dónde echar la plata y los demás dueños no encuentran qué hacer de tanta felicidad por las ganancias obtenidas. Y qué hablar de los “niños suicidas” de la violencia en las calles, de la violencia intrafamiliar generada por la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, y mejor dicho por las más desgraciada miseria que puede tener un ser humano tal como la del “Sepulcro de los vivos”, de la que hablé en días anteriores. Y esto va para todos los candidatos que por estos días “adoran a Colombia y aman entrañablemente a los colombianos”. Y hablan de superavenidas de diez carriles para supercarros que vuelan y de megacolegios y megahospitales, mientras toda la plata se la embuten a la guerra y la que queda es para pagar las campañas. Y qué. Píntela.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Los retos del nuevo Presidente

Colombia, miércoles 12 de mayo de 2010

HORACIO SERPA

Colombia vive uno de los procesos electorales más emocionantes de los últimos años. La decisión de la Corte Constitucional de impedir la segunda reelección presidencial abrió las compuertas a una campaña marcada por la masiva participación de los jóvenes y la clase media, quienes anhelan un nuevo rumbo para la nación.

Son muchos los retos que deberá enfrentar el nuevo inquilino de la Casa de Nariño, a partir del próximo 7 de agosto. Uno es la necesidad de recomponer las relaciones internacionales con la región, hacer cierta la multilateralidad, la integración latinoamericana y la profesionalización de la Cancillería.

Luego de la muerte a Raúl Reyes, alrededor de Colombia se ha construido la percepción de que somos un problema regional. El principal reto es volver a generar confianza en el vecindario, y reactivar nuestros mercados y las agendas comunes. Se hace prioritario establecer una nueva agenda con Europa y Asia. Pero sobre todo con Estados Unidos.

El mandatario elegido tendrá que sintonizarse con Obama, sin renunciar a la integridad, la soberanía y nuestra libre autodeterminación. Atrás tiene que quedar el concepto de alineamiento carnal con la Casa Blanca. La era Bush es el pasado. Hay que entrar por la puerta grande a la era Obama.

Para ello es necesario superar otro de los grandes retos: la crisis humanitaria. Colombia no puede seguir siendo el campeón mundial en violación de derechos humanos. Sindicalistas, periodistas, líderes de oposición y dirigentes políticos asesinados; multiplicación de masacres, falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, fosas comunes; casi cuatro millones de desplazados, miles de amenazados y exiliados. Las ONG estigmatizadas y perseguidas dan cuenta de un país cruzado por la guerra interna.

Negar el conflicto armado interno y seguir llamándolo de otra manera continuaría siendo inconveniente, al igual que llamar a los desplazados migrantes internos. Si Colombia no es capaz de llamar las cosas por su nombre y reconocerse como un país que necesita ayuda para ganar la paz, nunca saldremos del atolladero.

El otro reto es aceptar que existe un conflicto armado interno, que se debe superar logrando el imperio de la ley y el respeto a las instituciones, explorando al mismo tiempo el camino de la política, con ayuda internacional. Hay que acabar con el paramilitarismo y obligar a la guerrilla a negociar. Así como ampliar y hacer eficaz el proceso de Justicia y Paz y crear una Comisión de la Verdad.

Otros retos son la superación de la pobreza, garantizar el derecho a la salud, generar empleo, internacionalizar la economía, la reforma política, la reforma agraria, modernizar nuestras Fuerzas Armadas, incluir la Policía en el ministerio del Interior y la creación de una nueva agencia de inteligencia.

Lo anterior no es desconocer méritos al Presidente Uribe. Los tiene, sin duda, y con justicia se le han venido reconociendo. Los errores y vacios son frecuentes en la difícil tarea de gobernar. Lo se en carne propia. Pero viene una nueva etapa y sería inapropiado no aprovecharla para corregir el rumbo.

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