jueves, 7 de marzo de 2013

Un fatal desenlace

Presidente Chávez: líder siempre
Horacio Serpa
Las informaciones oficiales sobre la salud del presidente de Venezuela el lunes por la noche, anunciaron el fatal desenlace: “Se le sigue aplicando quimioterapia, no ha cedido la afección respiratoria y su estado de salud es muy delicado”. En ningún momento anterior los comentarios habían sido tan pesimistas ni la cara del Ministro se había visto tan triste. Definitivamente el estadista se encontraba muy grave y era inminente su deceso.
No fui  de los que gozó su enfermedad. Al contrario, la lamenté como deploro su fallecimiento. Hugo Chávez se caracterizó por su liderazgo y por la lealtad que mantuvo con los sectores populares de su país, con los cuales siempre estuvo comprometido. Cualquier cosa que se diga de su estilo, de su lenguaje, de sus desplantes, de su actitud desafiante, de su infatigable manera de luchar en favor de una revolución con la cual siempre se mostró comprometido, no podrá ocultar su devoción por la causa reivindicadora en la que creyó hasta el último suspiro.
Chávez llegó a la Presidencia de la República cuando era evidente la decadencia de los Partidos que surgieron luego de ominosas dictaduras. Acción Democrática y Copey vivieron épocas de esplendor, durante las cuales se disputaron el poder por las vías democráticas, y sin duda cumplieron importantes gestiones. Los abusos de unos, la corrupción de otros, la falta de respuestas concretas a las reclamaciones populares de bienestar, la complicada situación social, las distorsiones económicas en un sistema apoyado casi que exclusivamente de la industria petrolera, generaron desgaste, decepción, enormes controversias y rechazos, hasta el punto de que el pueblo buscó opciones distintas.
La presidencia de Chávez fue una respuesta. Había intentado llegar por la fuerza de las armas pero fue derrotado y sancionado. Exculpado, buscó el camino de la legalidad y triunfó con la consigna de remplazar el establecimiento político y económico por un sistema participativo en el que imperara la justicia social. Para ello propuso una profunda reforma constitucional y durante años se dedicó a cumplir lo prometido. Nadie puede decir que incumplió su palabra.
Si la política es impredecible, qué decir de la vida. En el momento más importante de la revolución, lo sorprendió una de las más graves enfermedades. El comandante le puso la cara. Empezó una lucha a fondo para vencerla y se comportó como un buen soldado, sin tregua, sin descanso, sin duda con enormes padecimientos. En medio de esa situación tenaz, tuvo fuerzas para encabezar una contienda que lo llevó a ganar de nuevo la Presidencia. Después vino su valiente despedida, la designación de sucesor, los últimos buenos deseos para su pueblo y el combate postrero contra la enfermedad y lo irremediable.
Sin nunca entregarse, sin quejarse,  murió en la lucha. Esa fue su vida. Entregada por entero a sacar adelante un modelo propio que ofreciera bienestar al pueblo que reiteradamente le dio confianza y poder. Ojalá que sus esfuerzos fructifiquen y los sucesores sepan interpretar adecuadamente su legado.
Bogotá D.C., 6 de Marzo, 2013  Columna: ElnuevoSiglo 

domingo, 3 de marzo de 2013

Fenómenos de cambios en la Costa Atlantica

Playas de Santa Marta, Rodadero y ciénaga, entre la erosión, el carbón y la corrupción
                                      Por: Alejandro Arias
                             E-mail: alejandroarias@dialnet.net.co 
Una playa es un depósito de sedimentos no consolidados que varían entre arena y grava, excluyendo el fango. Para que se forme una playa primero debe existir un área geomórfica que permita la acumulación de sedimentos. Segundo, debe ser mayor la acumulación o acreción de sedimentos que la erosión, ya que si la segunda es mayor, no habrá una acumulación permanente. Sin embargo, si se insertan nuevas variables que afecten esta relación se puede sobrepasar el límite geomórfico de la playa y desencadenar una serie de eventos que pueden llevar a la pérdida de la playa. (http://es.wikipedia.org/wiki/Playa)
Precisan los especialistas que los sedimentos en las playas pueden tener distintas fuentes: unos transportados por los ríos desde tierra adentro hasta la costa y otros provienen del océano o mar.
Los estudios de riesgos sobre la erosión señalan que en las zonas litorales son muchos los factores que provocan cambios en las costas y que conllevan a la destrucción de las playas entre ellos se cuentan las olas, las mareas y las corrientes. Algunos son de carácter muy excepcional reajustes isostáticos, vulcanismo, seísmos. Y en la mayoría de los casos son provocados por la acción del hombre.
Entre los cambios del nivel del mar inducidos por el hombre se cuentan el aumento de la erosión costera. Causada regularmente por los vertimientos provenientes de ríos contaminados, los vertimientos de desechos urbanos y los vertimientos de aguas residuales procedentes del alcantarillado, llamadas también "Fangos Cloacales". De hecho, aunque estos vertimientos se hagan a través de tuberías a varios kilómetros de la costa las corrientes y las mareas terminan por devolverlos a las zonas de playas para favorecer su erosión.
EROSIÓN EN LA BAHÍA DE SANTA MARTA
Habrá de recordar que la bahía de Santa Marta, Los Cocos, Playas del Batallón, El Rodadero, Playa Salguero y Taganga pasan a ser las mayores receptoras de aguas residuales de la ciudad. No en vano ha precisado, en sus estudios desde 2009, la REDCAM que éstas presentan niveles de contaminación por microorganismos fecales por encima de los mínimos índices admitidos por la Organización Mundial de la Salud y coinciden en ser éstas las que mayor erosión han registrado en los últimos 10 años.
Por otra parte, de acuerdo con el “Diagnóstico de la Erosión en la Zona Costera del Caribe Colombiano” publicado por Invemar en el 2007, estudio realizado por los científicos Blanca Olivia Posada Posada y William Henao Pinedo, los espolones construidos en la bahía de Santa Marta aceleraron los procesos de erosión hacia el sureste que afectaron las playas hasta el sector de Los Cocos inclusive. Ya para esa fecha en dicho estudio se advirtió sobre el retroceso que sufrían nuestras playas al comparar los cambios geomorfológicos documentados.
EROSIÓN EN EL RODADERO
El Rodadero es otro lamentable ejemplo. Los esfuerzos realizados en 1985 con el dragado que hiciera la empresa china Harbors Ingeniering Company lográndose desplazar alrededor de 600 mil metros cúbicos de relleno y con la que se logró la recuperación de 1.100 metros de largo de playa y 60 metros de ancho ya hoy prácticamente no existen.
De acuerdo con el estudio “Contribución antropogénica a los cambios geomorfológicos” publicado en el 2009 y escrito por el doctor Nelson Rangel-Buitrago en El Rodadero “El impacto paisajístico es grave y se está presentando un decaimiento en la calidad y belleza del sector. Los cambios geomorfológicos registran la destrucción de dunas, cordones litorales y zonas de playa” deterioro, que según el mismo estudio, obedecen al fenómeno de expansión del sector.
EROSIÓN EN COSTA VERDE - CIÉNAGA
De acuerdo con el seguimiento ambiental realizado por el Equipo de Control Ambiental del Sena entre 2011 y 2012, liderado por el Ingeniero Ambiental Leandro Rozo Martínez, mientras los logros en materia de recuperación de Playas son evidentes en las zonas de Miramar al margen derecho de las desembocadura del Canal Maracaibo donde, gracias a la construcción de dos espolones se han logrado 2.065 metros cuadrado de playa en su margen izquierda en la zona de Costa Verde se pierden 314 metros cuadrados de playa por mes. Ritmo endemoniado que antes de un año podría dejar sin playas al municipio de Ciénaga. (Ver FOTOGRAFÍAS: http://sdrv.ms/YXzJCh

Pérdida de playas que está asociado al deterioro ambiental de la Ciénaga Grande de Santa Marta que por desgracia ha estado muy documentado como los casos de Santa Marta, El Rodadero y otros pero poco se ha hecho de acuerdo con las recomendaciones. Empezando porque seguimos creciendo sin planificación y sin la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial adecuado para ciudades de presunta vocación turística.
Y como si la contaminación y la erosión no fueran suficiente amenaza contra nuestros mares y playas de ñapa la región nos regaló otra amenaza: la corrupción.
La Contraloría General de la República avanza en un juicio fiscal con el que pretende recuperar los más de $ 7 mil millones (de los $ 22 mil millones contratados) que se despacharon, presuntamente, dos ex Gobernadores del Magdalena junto con otros funcionarios, contratistas e interventores en los trabajos contratados supuestamente para remediar la pérdida de playa y la amenaza del kilómetro 19 de la vía Ciénaga – Barranquilla. (Ver JUICIO FISCAL CGR: http://sdrv.ms/WpeOtt
Al ritmo que vamos nuestros mares no servirán sino para sacar carbón.
ALEJANDRO ARIAS

sábado, 2 de marzo de 2013

Crece el apoyo a la protesta de campesinos

Paro de cafeteros y cacaoteros: justo, necesario y conveniente
 » Oficina de Prensa | Bucaramanga | 1 de Marzo de 2013
El lunes de esta semana bien temprano, inició en 22 puntos  de los  departamentos cafeteros y cacaoteros un paro nacional agrario, que se ha sostenido por más de 96 horas, en una demostración de organización, unidad y lucha ejemplar para exigir al gobierno del presidente Juan Manuel Santos, soluciones reales a la grave situación que sufren productores por una política agraria que los viene arruinado de manera inexorable.
El paro es justo porque la disminución en la actividad cafetera ha llegado al punto de que: habiendo producido Colombia más de 17 millones de sacos en 1993, en 2012, solo produjo 7 millones 700 mil y se importó casi todo el café para el consumo interno;  el café en el año 2011 la carga tenía un precio de $1.100.000  para finales de 2012 estaba en $650.000, hoy ya está en $490.000, precios con los que no se alcanzan a compensa los costos de producción y  la revaluación del peso frente al dólar hace que los ingresos en pesos sean inferiores. Todo esto ha ocasionado pérdidas por más de 2 billones 100 mil millones de pesos a los productores nacionales. Estos factores unidos son los que tienen a la caficultura atravesando la más grave crisis de toda la historia y a 550.000 familias productoras en un proceso acelerado de ruina, con las consecuencias funestas para los demás sectores de las zonas cafeteras.
Los productores de cacao afrontan exactamente la misma situación. En diciembre de 2011 la producción ascendía a 44.000 toneladas anuales y a finales del 2012 bajó a 34.000 toneladas como consecuencia de las enfermedades de la mónilia, escoba de bruja y otras plagas. La introducción de un paquete tecnológico que desmejoró la calidad del cacao provocó más importaciones y contrabando. El precio que en el año 2011 era de $5.700 el kilo, bajó hasta $2.900 algunos casos y hoy está en $ 3.000, una reducción de más del 48%, mientras los costos aumentaron a $4.400. La revaluación provoca disminución del ingreso en pesos, los insumos crecieron más que la inflación y el IVA en las herramientas y fertilizantes aumentaron considerablemente.
En concreto cafeteros y cacaoteros son los primeros sectores del agro colombiano que empezaron a sufrir los estragos de la apertura comercial y los Tratados de Libre Comercio TLC firmados por los gobiernos de turno y que el de Santos intensifica en su administración
Ante ese oscuro panorama los cafeteros y cacaoteros, promoviendo por iniciativa propia reuniones en los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Antioquia y Valle del Cauca los primeros, y en Santander, Huila, Sur de Bolívar y Meta los segundos. Todas estas reuniones concluyeron en  la necesidad organizaran a los productores para presentar al gobierno reclamo de solución al problema y a la vez iniciar movilizaciones hacia Manizales, Bucaramanga y Bogotá.
Luego de asistir a varias reuniones con el ministro de agricultura y los representantes de las federaciones tanto  de cafeteros como cacaoteros, los productores que son los que sufren las consecuencias aquellas políticas y ante la evidente intención del gobierno del presidente Santos de poner pañitos de agua tibia a una situación tan grave como la descrita arriba, tomaron la decisión de realizar el Paro Nacional agrario que empezó el lunes 25 de febrero.   
El Paro Nacional Agrario es conveniente porque la exigencia de un precio de sustentación permite mantener activa la economía que generan más de 600.000 familias en esos municipios y departamentos productores de  café y  cacao. La eliminación de las importaciones innecesarias y el contrabando logra mantener  jornales de trabajo en el campo. Una efectiva asistencia técnica ayuda a resolver los problemas sanitarios de los cultivos lo que mejora la calidad y cantidad del café y cacao para el logro de un proceso de industrialización nacional, si es que se quiere enfrentar la competencia con apoyo del estado. Los insumos ajenos a la especulación auxilian la producción nacional de fertilizantes con precios al alcance de los productores colombianos.
Todas estas protestan se presentan y despiertan simpatía  porque la gente está sintiendo en carne propia las consecuencias de los TLCs, por lo que si bien, los cafeteros y cacaoteros hoy están luchando por sus propias reivindicaciones, estas al final serán las mismas que estarán reclamando la suma de todos los sectores de la economía y la sociedad en general, cuando el país sienta que está perdiendo los puestos de trabajo, los mercados internos y los recursos de la nación la gente se levantará siguiendo el digno ejemplo  de los cafeteros y cacaoteros de Colombia.
Roberto Schmalbach cruz
Diputado de Santander

Algo anda mal en Colombia

                               Por: Bernardo Socha Acosta
Para cualquier desprevenido colombiano, las cosas no andan bien en nuestro país. Cuando los sectores más importantes de la producción nacional y quienes construyen la riqueza de una sociedad, deciden realizar una protesta por motivos que son suficientemente claros, los representantes del gobierno no pueden responder con amenazas y represión, porque ahí es donde germina la rebeldía popular y la violencia. Por eso han surgido movimientos de extrema.
Bien lo dijo un prelado de la Iglesia católica al respecto, que a los productores del agro, no se les puede calificar de subversivos porque reclaman sus derechos. Será que estamos cayendo en ese extremo, que solo fue visible de algún pasado presidente de la república; que todo lo arreglaba con los fusiles y nada de diálogo.
La forma como los voceros del gobierno han manejado la situación, inicialmente con los cafeteros y cacaoteros, es lo que ha generado nuevas adhesiones al movimiento de trabajadores. Ya se han unido  otros  sectores, entre ellos los transportadores, llamados camioneros y así  parece continuar.
Esta inconformidad de la población  no es un buen signo y los Ministros y otros funcionarios que han estado atendiendo la situación, entre ellos el titular de  defensa, deben actuar con más diplomacia, porque las amenazas ya no atemorizan,  sino que despiertan reacciones  agresivas a los demás.
A nadie le gusta que se le amenace como los tiempos de antes; nadie obedece con órdenes agresivas. La agresividad como la violencia, genera más violencia y un estado no puede ser violento con sus gobernados. Cuando el pueblo reclama, habrá alguna razón; porque nadie protesta porque sí. Y responder  con amenazas y represión, multiplica  los resultados negativos, sin lograr nada positivo en favor de la normalidad de los colombianos.
Hay que entender que los productores del campo han sido los más abandonados por la mano del estado. Los campesinos no pueden seguir produciendo a pérdida  debido a los altos costos de los insumos y a los ruinosos precios que se le fijan a los productos que ellos generan. La triste situación de los campesinos colombianos  no se puede tratar  con represión y violencia. Ellos merecen consideración. Qué pasaría si la emigración campesina hacia las ciudades sigue como se viene desarrollando, a raíz de la indolencia del  estado.  El hambre y nuevos factores de violencia e inseguridad  seguirán  siendo el común denominador de los colombianos en las grandes ciudades, si las cosas no cambian. Y de paso sea la oportunidad de recordar a un congresista que sugirió al gobierno no permitir esas protestas. Es que es tan fácil hablar cuando se gana un sueldo de 25 MILLONES DE PESOS MENUALES a costa del pueblo colombianos, mientras un trabajador común y corriente devenga  algo más de 500 mil pesos mensuales. dónde está  la cacareada equidad.
Todos creemos que es hora de actuar; pero no actuar tratando de persuadir a los inconformes con represión y violencia de la cual ya estamos cansados y tal vez se intenta hacer algo con los diálogos en Cuba, pero mientras eso ocurre, se hace lo contrario en Colombia.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Columna de opinión política

¿Dónde ocurrió la hecatombe?
Horacio Serpa
Entre nosotros ocurren cosas sorprendentes y hasta milagrosas. Hace quince días el presidente Santos tenía enorme prestigio, gozaba de buena imagen y contaba con gran apoyo político para plantear su reelección y ganar sin dificultades. Hoy dicen que no existe tal prestigio, su imagen se vino al suelo, lo mas seguro es que no se lance y si lo hace pierde las elecciones.
¿Qué pasó? ¿Dónde ocurrió una hecatombe que pudiera generar tal cantidad de situaciones políticas? Una encuesta de opinión, la carta de Timochenko, el paro cafetero y el descontento de unos sectores parlamentarios porque se anunció que no habrá reforma política, no da para tanto. Varios medios de comunicación, algunos influyentes periodistas, la oposición que orquesta el expresidente Uribe y los oportunistas que nunca faltan, presentaron una situación de desastre como pocas veces se ha visto. Estremeció la carátula de Semana: “La tormenta perfecta”.
Si el Presidente Santos fuera un irresponsable, estuviera dilapidando los recursos públicos o cometiendo graves actos de corrupción, si hubiera abandonado sus funciones oficiales o cometido atropellos que ofendieran la dignidad nacional, si estuviera fuera de juicio, hasta se explicaría que de un momento a otro las cosas hubiesen cambiado tan radicalmente. Todo el mundo sabe que eso o cosas parecidas no han ocurrido. El mandatario es una persona seria, responsable, leal con el país, atenta en el cumplimiento de sus deberes, dedicada al cumplimiento de sus obligaciones y sano de mente.
Problemas hay y los habrá en este gobierno y en los siguientes. Algunos asuntos no han salido adelante, pero no es la catástrofe. Han ocurrido hechos violentos, como  en el gobierno de su pugnaz antecesor. No se ha logrado la paz, pero nadie pudo pensar que se terminaría en cuatro meses. Cafeteros, cacaoteros, arroceros y otros respetables sectores del campo viven una mala época, pero se encontrarán soluciones y alternativas. Son situaciones que se sufren en una sociedad afectada por tantas carencias y fragilidades, no  propiamente causadas por el  Gobierno.
¿Qué pasó? Es explicable que la desfavorable encuesta genere inquietudes y reflexiones a analistas y comentaristas. Está mal que de ello se agarraran los escandalosos, los tremendistas, los sin tema, los carboneros de oficio y los opositores, para armar “la de Dios es padre”.
Ni el mundo se está acabando, ni el gobierno se va a caer, ni las encuestas son definitivas, ni los problemas van a continuar sin solución, ni se va a terminar el proceso de paz de La Habana.
Hay dificultades, es cierto. También se han presentado equivocaciones gubernamentales. Es verdad que existen fallas en la comunicación. También es cierto que tener de contradictor al expresidente Uribe es un verdadero “camello”. Pero el gobierno tiene mucho espacio por donde poder volar.
Pilas deben estar los socios de la coalición de gobierno. También su equipo de trabajo. Gobernar no es fácil. Tampoco mantener a la gente contenta. La gestión va bien, pero se puede mejorar. Y el Presidente es capaz de hacerlo.
Bogotá D.C., 26 de febrero de 2013 Columna del NuevoSiglo

sábado, 23 de febrero de 2013

El Lechero torero

                                                          Trafugario
Por: JOSE OSCAR FAJARDO                                                  
Hace cerca de mes y medio en esta columna yo demostraba teóricamente y a partir de los hechos, por qué debía acabarse la corrida de toros denominada La Corraleja, de los primeros de enero, muy divertida entre otras cosas, en el Manicomio más grande del mundo. 
Y de los infinitos argumentos que exponía y sigo exponiendo, es la incapacidad humana, mental, física, cognoscitiva, intelectiva, racional, de voluntad, de deseo, de interés y 400 mil causales más, que tiene una persona ese primero de enero a las cuatro de la tarde, hora de la tal Corraleja, cuando lleva tres o cuatro días bebiendo trago, cerveza, guarapo chirrinche y otros, y además, en muchísimos casos, media libra de “pastoloco”, bazuco, perica, raíces de borrachero, migas de adormidera, suela raspada de zapatos de loca, y el espíritu santo sabrá qué otras porquerías más. Sostengo que eso es un suicidio personal o colectivo al que van los individuos, mental y físicamente en estado de indefensión.
Mi teoría quedó demostrada cuando ese día, tambaleándose como una palmera de playa Jaimito  Luengas, casi eptagenario, muy amigo de todos y no el lechero sino el magnate  de los lácteos, se le ocurrió aritmética, fría y unilateralmente mandársele al toro. Hago una reminiscencia.  Ha muchos años a un muchacho del Manicomio que siempre quiso ser torero pero que no pudo serlo no por falta de talento sino porque no le cabían los testículos entre el traje de luces, la alternativa se la dio el Indio Carare, torero famoso de la época, y la trilla se  la dio el cuadrúpedo con cachos.
Cuentan que el toro lo adió desde que lo vio allá parado inmóvil como un poste de la luz con un capote en las manos, y luego de hacerle una mirada espantosa se le mandó encima energúmeno al torero, lo tumbó a la arena, lo revolcó hasta hacer un hueco en el piso, lo arrastró enseguida como a un guiñapo desgraciado, le hizo el vestido trizas como si lo hubieran pasado por una licuadora gigante, le hinchó ambos ojos como en una pelea de comadres borrachas, le rasguñó con profundidad el cachete derecho y finalmente le mordió la nalga izquierda que, después de 30 años del suceso, todavía el torero, amigo mío, la tiene completamente amoratada. Dios quiera que no le llegue esta columna a sus manos porque mi vida corre peligro. (Ahora es un neo-rico y lógicamente tiene pistolas). Pues a Jaimito Luengas le pasó lo mismo. O no lo mismo pero sí algo extremadamente parecido. Y como tiene más pelo un revólver montado y le brilla para esa calva la luz perpetua, entonces se le nota perfectamente el puntaje obtenido (costura quirúrgica)  que le va desde la frente de su cara hasta el norte de las yeguas cuando van para el sur (xxxx). Jaimito todavía tiene un ojo colombino, exactamente por el que más ve, ya que el otro se encuentra en stand by como secuela de una catarata. 
Jaimito, después del incidente de la plaza de toros en que el toro le insertó un cacho sin dejarle huella ni cicatriz alguna, como a la mayoría de adolescentes, por culpa de una inocente borrachera, no duerme sosegadamente, tiene unas pesadillas horribles, dejó de cantar rancheras y suspendió el negocio de vender leche. Nosotros sus amigos que lo estimamos, le pedimos respetuosamente a los organizadores suspender ese tipo de diversiones feriales, pues sería demasiado aberrante que todos los muchachos del Manicomio terminaran discapacitados por conducto de un toro vilipendiado. Porque como ustedes sanamente pueden colegir, estas dos víctimas son personas sumamente prestantes en el municipio de Barbosa.        

martes, 19 de febrero de 2013

Opinión sobre crimen


              La vida solo vale 200 pesos
                                                Horacio Serpa
“La vida no vale nada”, dice una famosa canción ranchera. En Colombia, según el reciente caso por el cual fue asesinado Nicolás Acosta en el sur de Bogotá, vale doscientos pesos. Es lo que dicen las noticias, según las cuales el menor de 14 años fue apuñalado seis veces cuando se negó a entregarle a su agresor esa cantidad que le exigía.
Es una desgracia. Pero es lo que está ocurriendo. De tanto matar, de tanto vivir en medio de asesinatos y masacres, nos acostumbramos a la muerte. Nada nos sorprende en materia de violencia. Siendo, según la famosa encuesta, “el país más feliz del mundo”, somos también campeones en asesinatos.
Aquí se mata por todo. Por plata, por política, por rabia, para amedrentar a la comunidad, por machismo, para que no se testifique, por lo que se dijo en una declaración ante los jueces, por sapos, por un celular, por no tener dinero, como en las películas de gansters “porque sabía demasiado”.
Se mata en la guerra de las guerrillas, en la de los paramilitares, matan los narcotraficantes y los traquetos, matan los de las bacrim, matan los encargados por el Estado de evitar que los miembros de la comunidad sigan matando. La delincuencia común asesina. Todos los malos eliminan al adversario, al que van a robar, al que deben “despachar” por encargo en oficios sicariales. Y matan los buenos, por celos, porque “se les va la mano” en la muenda diaria a la pareja, lo hacen en el matoneo colegial, lo hacen al calor del licor que se consume para alcanzar la alegría que no se tiene porque no existe bienestar social ni tranquilidad familiar.
Los medios solo reportan muertes, lágrimas, dolores, venganzas. Pero es que no hay nada más que informar. Aquí se cumple a la letra el adagio según el cual “para morir se nace”. Solo que la muerte ocurre antes de tiempo, a los quince años, a los veinte. Cuando desde Israel Simón Pérez recordó que “en la paz los hijos entierran a los padres y en la guerra los padres entierran a los hijos”, ya sabíamos que ello es cierto solo en el 20%. El 80% de nuestros muertos, en cantidades que no supera ningún país del mundo, mueren jóvenes, en la calle, en el campo,  y lo lloran sus padres y sus abuelos.
Llevamos la muerte en la música, en el olfato, en los recuerdos. Muerte atroz, muerte espeluznante, muerte con motosierra, con torturas, con minas, aplacando la sed con la sangre de las víctimas y jugando futbol con sus cabezas. Y no asumimos una actitud valiente para acabar la guerra y extirpar los otros tumores que matan por cuchillo, por pistola, por asalto, a traición, en desplomado.
No reaccionamos, siendo que vivimos al revés. Ni siquiera se cumple  el verso del Julio Flórez, “todo nos llega tarde, hasta la muerte”. Pocos gozamos de ese “privilegio”. Muchos mueren antes de tiempo. Pero no hacemos nada.
Bogotá D.C., 20 de Febrero 2013  Publicada en el nuevosiglo 

sábado, 16 de febrero de 2013

Tenían razón los Mayas

                                                Trafugario
Por: JOSE OSCAR FAJARDO
“Yo creo que sí tenían razón los Mayas pero lo que pasó fue que se equivocaron de fecha”, sentenció vehementemente un parasicólogo mentalista oriundo y graduado en el CEPEVAR (Centro para el Estudio de Vainas Raras) en el Manicomio más grande del mundo, con motivo de la abrupta llegada de un meteorito en algún sector lejano de los Montes Urales en la antigua Rusia.
Y qué coincidencia tan verraca porque ocurre el mismo día en que los científicos encargados de mirar el cielo esperaban el paso, a eso del medio día del último viernes, del asteroide 2012DA14, con el fin de observar y estudiar las consecuencias de su pasajera visita. Dijeron ellos mismos, de la que cayó, que se trató de una piedra metálica de unos tres o cuatro metros de diámetro aproximadamente, con un peso de unas 30 a 50 toneladas de las de nosotros.
Lo que yo estuve perorando con otros periodistas del manicomio, es que, hablando muy enserio esta vez y aprovechando de la ingenuidad de la gente del común, volvieron a revivir el cuento de que los Mayas sí tenían razón porque el mundo tiene que acabarse así se enverraquen los godos o los cachiporros o las segregaciones políticas de estos, que por ahora ya están preparándose y entrenando todas las triquiñuelas para las elecciones del año entrante. Estoy en la obligación de aclarar que eso de los asteroides es una cosa que ocurre en la tierra todos los días y sin sacarle punta. Lo que pasa es que el planeta Tierra es tan grande, que casi nadie se da cuenta de ello. Y que el 70% de esta belleza de paraíso está cubierto de agua y peor por ahí. Así es que no se asusten que esas no son cosas ni de dios ni del diablo sino simplemente leyes de la naturaleza, entiéndase “fuerza gravitaría”, descubierta por el matemático Isaac Newton, y que en el caso de nuestro planeta es de 9.8 metros /seg2. Un asteroide es demasiado peligroso cuando su diámetro es de un kilómetro en adelante. El último de ellos, del ranking de los peligrosos, cayó hace unos 65 millones de años y tenía, dicen, 10 km de diámetro aproximadamente. 
Entre otras pilatunas, no acabó sino con casi todos los seres vivientes de entonces, incluida la totalidad de los dinosaurios, y ocurrió por allá en el Terciario-cretácico, que evolutivamente fue un verdadero periodo de extinciones. Todo esto para que quede claro que se trata de fenómenos que no tienen nada que ver con las fantasías del fin del mundo sino que por el contrario, que son hechos elementalmente explicables por cualquier muchacho que haya leído teorías del universo en una zapatería barata. Porque lo que pasa es que, desgraciadamente de ello se aprovechan los abejorros con el fin de quitarle a los ingenuos e ignorantes la platica que tienen ahorrada para una eventual enfermedad, y en el peor de los casos lo del arriendo o lo del mercado del mes. A los fenómenos geofísicos como a los atmosféricos y otros de igual pelambre, no se les debe tener miedo sencillamente, quién va a concebirlo, sino conocer mucho de ellos para poder salir corriendo o saber tomar medidas para evitar daños catastróficos e incluso un aplastamiento.
Por ejemplo, no duerma encerrado herméticamente ni con tres chapas con doble llave porque si ocurre un terremoto, usted no tendrá tiempo de salir y salvar su vida. O si en un recipiente hay una sustancia y usted intuye inteligentemente que se trata de un sorbo de cianuro de hidrógeno, procure no probarlo con la lengua a ver si coincide con su hipótesis dado que puede resultarle supremamente oneroso.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Columna de actualidad

Al Rey muerto, Rey puesto
                                          Horacio Serpa
El Sumo Pontífice no ha fallecido. Pero la expresión del título de esta columna también se utiliza cuando una persona deja definitivamente de ejercer un cargo o una dignidad. Quiere decir que la inmediata preocupación de la organización en la que se produce la vacancia es la de proveer el reemplazo. Es el caso que se vive en la Iglesia Católica por la renuncia de Benedicto XVI.
No obstante que las deliberaciones del Cónclave, la reunión de Cardenales que elige al Papa de los católicos, es secreta, se alcanzó a saber que cuando murió Juan Pablo II no hubo inmediatos acuerdos para escoger al sucesor. Como se dice en el lenguaje vulgar, se echó por la calle del medio y se decidió elegir a un Papa de transición, a Monseñor Joseph Ratzinger, quien reunía requisitos suficientes para ejercer el noble oficio, pero además tenía 75 años. Se comentó a voces en todas partes: no durará mucho y mientras tanto se lograrán acuerdos.
Pues duró bastante. Diez años y todavía está bien vivo. Solo que en una elogiable de demostración de sensatez y responsabilidad renunció al papado para que otro Cardenal, con mas energía y seguramente con mayor lucidez, ocupe sus divinas funciones. Nada menos que representar a Dios en la tierra.
Nadie sabe cómo están ahora las cosas en el Cuerpo Cardenalicio. Seguramente muchos de los que eligieron a Benedicto XVI ya murieron o llegaron a la edad de retiro forzoso, que entiendo es a los 75 años. Y se trata de una elección, en cuyo desarrollo hay intereses en juego, por altruistas que sean. De región, de generación, aún de política, porque en el seno de la Iglesia hay sectores muy conservadores, otros moderados y algunos bastante modernos y liberales. Y porque los Cardenales, en su elevada condición intelectual, moral y espiritual, son mortales de carne y huesos.
La Iglesia Católica es una venerable Institución que cuenta con seguidores a todo lo largo y ancho del mundo. Su influjo en las comunidades que profesan su doctrina, es enorme. Es, además, un Estado reconocido por las Naciones Unidas y goza de enorme prestigio y liderazgo. No faltan críticas ni ha estado exenta a equivocaciones, generalmente de algunos jerarcas y sacerdotes. Pero goza de respetabilidad y notable autoridad en diferentes campos. De ahí la importancia que tiene la designación del Sucesor de Benedicto XVI, quien en pocas semanas pasará al anonimato frente a las expectativas que generará su reemplazo.
En Colombia la Iglesia Católica es escuchada y respetada. En muchos aspectos diferentes a la conducción espiritual de su numerosa feligresía, marca la pauta. En estos días todos celebramos su decisión de apoyar el proceso de paz que el gobierno del Presidente Santos adelanta con las Farc. En lo social, en lo educativo, en la formación de buenos colombianos, por fortuna está presente la Iglesia.
Benedicto XVI hizo una gran labor al frente del catolicismo. Su sucesor tiene un buen ejemplo a seguir.
Bogotá D.C. 13 de Febrero, 2013 (Elnuevosiglo)

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