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miércoles, 31 de diciembre de 2014

El deprimente mensaje del salario mínimo

                                    Por: Bernardo Socha Acosta
No es habitual que nos asalten estos pensamientos, pero los hechos no demuestran lo contrario. Los empresarios colombianos y el gobierno enviaron  un deprimente mensaje a sus compatriotas .
Un pasaje básico de la filosofía de justicia social dice: ‘Respetar  la verdad y poner en práctica el principio que asiste a toda persona a que se respeten sus derechos y que le sea reconocido lo que le corresponde’…  se interpreta como uno de los mandatos elementales de la justicia social, para que surja uno de lo más preciado, como es la Paz.
Pero hoy cuando finalizamos un calendario más de nuestra vida y la evolución del sistema de política nacional, parece no concordar en lo más básico, porque  quienes tienen el poder de la economía y del estado, no demuestran que quieran realmente la concordia entre los colombianos.  Es que la concordia no llega solo porque se acabe la guerrilla en  las montañas colombianas. La paz es algo diferente en la que estamos comprometidos, las ramas del poder público, los entes de control, los gobernados y las organizaciones no gubernamentales. Y nadie puede negar que los diálogos son básicos para un país mejor.
Y el reajuste del salario mínimo es una de las claras  demostraciones de las contradicciones de querer la paz para los colombianos.  Porque es que una familia con su poder adquisitivo cada vez más   debilitado, no puede unirse a la prosperidad, sino a la inconformidad nacional.  Y esto sumado año tras año, va creando bombas de tiempo.
Para  nadie es un secreto que la injusticia  unida a la corrupción  y otra serie de  anquilosadas prácticas, son el caldo de cultivo de la violencia que se ha extendido en Colombia por más de 50 años y hoy se pretenden  solucionar con unos diálogos en la Habana, mientras los empresarios y el gobierno  atizan inconformidad que es igual a violencia, con el irrisorio aumento del salario para algo más de  1’250.000  compatriotas que cada vez ven más lejos una sobrevivencia  que alcance para aumentar algunos gramos de pan en su comida.
Y este hecho  sumado a  la  gran franja de la población que ni siquiera el salario mínimo devenga, porque vive del rebusque y otro gran porcentaje de colombianos que vive de la pobreza y otra más en la física indigencia, es lo que genera violencia.  Entonces, cómo podemos pensar  que en Colombia  vaya a haber paz, si esa paz que soñamos, saldría de las montañas, si se firman acuerdos con las FARC, pero la violencia urbana sobrevive y se incrementa como todos los días lo vemos. Unos que atracan por buscar un pan y otros (la mayoría) que lo hacen por vicio y para acrecentar sus voraces y desenfrenos  deseos de  vivir bien sin trabajar.
Siempre creímos en las bondades de los diálogos entre el gobierno y las Farc, hasta que vimos la contradicción de los empresarios y del estado, al proceder a reajustarle el debilitado sueldo de los colombianos con salario mínimo.   Si no conociera el país, los extravagantes y jugosos balances de utilidades de las grandes empresas, entre ellas la banca, se justificaría la renuente posición para llegar a mejores acuerdos en la mesa de concertación salarial,  como mínimo un 5,5%, pero  esa negativa de los empresarios, patrocinada por el gobierno, deja mucho que pensar,  del real  espíritu de encontrar la tan cacareada PROSPERIDAD  nacional. 

martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad Dulce y Triste

                                 Por Gerardo Delgado Silva
La extensión universal de la Fiesta de Navidad,  así como su profundidad en los sentimientos de las gentes, son de las muestras más eficaces del sentido ecuménico del cristianismo.  El Nacimiento del Niño en el pesebre como fuerza humana que desborda y desafía a las demás de todos los tiempos, es una escena que identifica a las almas sensibles, más allá de cualesquier otras consideraciones, inclusive las religiosas.  No es preciso ni siquiera ser creyentes en alguna deidad, para comulgar en estas emociones.  Es una fecha de exaltación del ser humano, desde la modestia de las pajas de Belén, hasta las proezas supremas del Espíritu.  Y con este motivo se concreta al ser humano en el niño, en los niños.
Es, por excelencia, la fiesta de los niños, la de la Navidad,  así pase con frecuencia, infortunadamente, sin dejar huella de un serio propósito de obrar bien frente a la infancia.
En ese como en otros aspectos, las vibraciones de Navidad son pasajeras; apenas un remanso en el turbión de los hechos, de las pasiones, de los conflictos, de las guerras, de las obcecaciones.
Es pertinente recordar, que nadie como el prestigioso escritor inglés Charles Dickens, en El Cuento de Navidad, ha sabido captar con gran imaginación ternura y amor por los que sufren el Espíritu de la Navidad.
Tres fantasmas, los de las navidades pasadas, las presentes y las futuras tocan y cambian el corazón de un viejo avaro quien ve a lo largo de un tortuoso recorrido por su vida, como las gentes sencillas algunos de ellos servidores del anciano Scrooge, en los días de la conmemoración de la venida de Jesús, hacen a un lado sus sufrimientos y pesares- o por lo menos tratan de olvidarlos- para unirse en familia y recogerse en la espiritualidad y la Fe. Entiende el testarudo Señor Scrooge – y ese es el mensaje del cuento – como la alegría de la vida está hecha de lo simple, de lo fácil y lo bello que hay en el corazón del ser humano, no importa lo duro y cruel que pueda ser y que ello es más evidente en el entorno familiar que debe ser el centro de atención de estas fiestas navideñas, que invitan a reflexionar en cómo hemos sido a lo largo del tiempo con nuestros semejantes y nuestros seres queridos.
Entonces, resulta agobiante, saber que la violencia salvaje y primitiva haya sido el común denominador de nuestra historia.  Nunca, con cualquier régimen anterior la vida humana ha merecido el elemental respeto que Jesús predicó con amor como Dios, y que la civilización – o lo que por tal se entiende – le reconoce.
El hecho de que en otros pueblos ocurra igual cosa no es disculpa para aceptar el terrorismo, los falsos positivos- otra forma de terrorismo-  y todas las formas de atentados, ya provengan de los grupos subversivos o de los paramilitares, como algo tan normal como inevitable, a lo que no hay más remedio que acostumbrarnos pues no tiene escape.
Hasta ahora, con los diálogos serios se busca borrar las causas de la violencia fratricida en todas sus formas de oprobio.
Escandalosa oposición con la moral cristiana, traducida en los principios básicos de nuestras leyes. El informe de Human Rights Watch: “Aprenderás a no llorar: Niños combatientes en Colombia”, ha puesto el dedo en una llaga hace tiempo abierta y descuidada.  El reclutamiento de menores de edad en las filas de la guerrilla y los paramilitares  en nuestro país es una práctica tan horrenda, como anti-cristiana.  Y lamentablemente, combatida apenas de palabras.
¿ Es así, como se obra bien frente a la infancia?.
Se ha ofrecido al mundo moderno el mas negó y tiste espectáculo de rechazo  a las sublimes virtudes proclamadas y enseñadas por Jesús.
Navidad no es solamente fiesta y boato, no es únicamente el intercambio de regalos.  Navidad es hermandad, es bondad, es la palabra amable, la mano amiga, la oración.  Navidad es la visita al que sufre, el acto de desprendimiento y de afecto.  Es la oportunidad
De renovar el espíritu, de insistir en la incansable búsqueda de la reconciliación.  Desde ahí es de donde se construye la Paz, no obstante los enemigos y su grotesca  y reprochable irracionalidad.  Ahí está el leviatán denominado “Centro Democrático” del Señor Uribe Vélez, donde milita José Obdulio Gaviria, asesor de su primo Pablo Escobar Gaviria, el más grande narcotraficante y terrorista del país, y otros de extrema derecha, algunos altos funcionarios, que encubren la realidad, aquella que ha engendrado la pobreza que hoy es miseria.
Empero, como los colombianos de bien anhelamos la paz de la cual dijo Jesús: “Mi paz os dejo, mi paz os doy…” el pueblo tiene conciencia sobre el crítico estado actual de la sociedad que viene de tiempo atrás, apoya evidentemente los diálogos y recuerda agradecido esas palabras de David en el Salmo 42: Júzgame tú oh Dios, y toma en tus manos mi causa, líbrame de la gente impía, y del hombre inicuo y engañador.” Colombia está persuadida de quiénes son esos hombres inicuos y engañadores.
Qué bueno sería que cada colombiano hiciera hoy no solo un acto de Fe, sino de desprendimiento para arrancar una sonrisa al que sufre, para ofrecer consuelo al deprimido, para dar un juguete por sencillo que sea, al niño que no lo recibirá. Desde ahí, es desde donde se construye la paz y se revive la Fe.  Un acto vigoroso de solidaridad y de fortaleza moral, en torno a los motivos más valiosos y enaltecedores de la especie, sintetizados en el espectáculo del Nacimiento del Niño Jesús, cada día más fuete en su debilidad, al través de los siglos y los siglos.
Feliz Navidad.  Que la Noche de Navidad, acerquemos los corazones a Dios.  (escrito para www.bersoahoy.co)

lunes, 22 de diciembre de 2014

Cartas del lector. El presidente Juan M. Santos dice:

Estimado BERNARDO SOCHA ACOSTA 
Me gustaría contarle la historia de Dagoberto Vargas, quien lo perdió todo más de una  vez. La violencia se ensañó con él durante casi tres décadas. Primero lo sacaron corriendo de San Vicente del Caguán y años después –cuando el conflicto parecía cosa del pasado– tuvo que abandonar la vida que había reconstruido en una población del Huila. 
Su historia, como la de millones de colombianos, es tan cruel como suena: la de un desplazado al que volvieron a desplazar. Y como si las cosas no pudieran ser peores, a Dagoberto no le fue posible conseguir un trabajo digno, por su edad y por una discapacidad en el brazo. 
Hoy, sin embargo, él dice algo que resulta inverosímil: “Me siento muy contento”… Difícil creer que esas palabras vengan de quien ha padecido tantas angustias, pero así es. Don Dagoberto es uno de los 480 mil compatriotas a los que hemos reparado por medio de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas. 
Él se siente afortunado porque –después de tantas dificultades– ahora tiene lo que nunca creyó que fuera posible: un techo y un negocio propio –de frutas y verduras– en Soacha, Cundinamarca. “Perdonemos… nosotros (las víctimas) tenemos que ser ejemplo”, dice él, reconciliado con la vida y dispuesto a reconciliarse con sus victimarios. Este diciembre, su Navidad será en paz y con perspectivas reales de un próspero Año Nuevo.
Video
Don Dagoberto es una de las caras de lo que hemos logrado en nuestro gobierno. Colombianos como él son la razón de ser de nuestra labor. Su historia y la de otros miles nos recuerdan a diario que hemos hecho mucho, pero todavía nos falta mucho por hacer. Acceder aquí al video
Hay más heridas por sanar y otras vidas por reconstruir, pero vamos por buen camino. La Colombia que soñamos es el nuevo país que desde ya todos estamos construyendo: en paz, con equidad y mejor educado. 

Le deseo una feliz Navidad.

Firma presidente
Juan Manuel Santos.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

La indignación ciudadana con la justicia

Los derechos humanos y las decisiones judiciales
Por: Bernardo Socha Acosta
No era común que los ciudadanos lanzaran duras críticas contra el sistema de administrar justicia en Colombia.  Pero hoy ya es  frecuente que las diatribas contra la justicia se escuchen por todas partes. Los ofendidos se preguntas si es el sistema o son las personas  que han sido seleccionadas para administrarla.  
Lo ciertos es que en varias encuestas, que diferentes medios de comunicación han hecho en los últimos días sobre el concepto de justicia en Colombia,  los ciudadanos se han encargado de darle la peor calificación de la historia.
Los últimos hechos en los que delincuentes reconocidos capturados en flagrancia y ciudadanos que por embriaguez han causado la muerte, no de una, sino de varias personas a la vez y los jueces los han enviado a sus casas con argumentos   que para el común de la gente constituyen una afrenta, ha desfigurado  por completo la función de quienes en épocas  no muy lejanas eran sagrados y respetables.
Los peligrosos delincuentes que cometen toda clase de fechorías y son enviados a sus casas,  ha despertado el instinto de venganza de muchos afectados, al ver que en Colombia la justicia desapareció.
Ya se ha visto en varias ciudades de la Costa atlántica que las comunidades de bien han intentado linchar a   los antisociales que se dejan arrestar, porque consideran que de nada sirve que la policía actúe para capturarlos, si más se demora en llegar a los juzgados, que  dejarlos libres, como en un aparente premio por la acción delictiva.  
Estas acciones contra los que violan  las más elementales normas de convivencia y legalidad, es un irrespeto contra el buen ciudadano. Y por eso se está incubando un sentimiento de venganza  y de justicia propia.
Dicen los  que han sido afectados en sus derechos, por decisiones judiciales, que si bien es cierto que hay congestión carcelaria, ese factor  no es óbice para denegar la justicia que merecen los buenos ciudadanos y el castigo  que merecen  los infractores.
La animadversión que las personas de bien, afectadas por hechos delictivos y, al mismo tiempo afectados por decisiones judiciales,  está almacenando un peligroso desenlace de sentimientos de rencor contra varios sectores que posiblemente traerán graves consecuencias en el futuro.
Y valga decir que si en la fecha se celebró el día de los derechos humanos, eso es lo que precisamente reclaman los buenos ciudadanos que ven vulnerados sus más fundamentales derechos por parte de elementos antisociales que ya no tienen el más mínimo principio de esa gracia humana,  y, si no hay justicia que los proteja, qué le queda al ciudadano, o a una sociedad…  Estamos los ciudadanos, frente a un dilema y de espalda a los derechos humanos. Dicen que el prestigio se gana, no se impone.

domingo, 7 de diciembre de 2014

OTRA DEPRAVACIÓN DE URIBE

                             Por: Gerardo Delgado Silva
Con otra sonora impostura, el Senador Uribe está satanizando el Proceso de Paz.  Ahora, con un sentimiento profundo de indignidad y pequeñez, sugiere que el Gobierno del Presidente Santos,  le está entregando el país a las FARC.  Es comprensible su postura, en la medida en que la retórica del gobierno de Uribe envileció todo el lenguaje de las grandes causas, hasta convertirlo en símbolos de la traición y de la impostura.
Y es que a muchos colombianos infortunadamente les faltó buen juicio hace años, en el momento de elegir y optaron por Uribe, no obstante que carecía de partido, y , por lo tanto, sin raíces ni centro de gravedad.
Las ideas y la disciplina fueron sustituidas por la frivolidad, la arrogancia, la demagogia y la improvisación.  Ofreció el cambio, pero nos entregó la decrepitud con los parapolíticos.
De la patria en su gobierno,  podría decirse algo parecido a lo que dijo Alberto Lleras de la Argentina alguna vez: “Es un continente que tiene detrás de sí un brillante porvenir”.
El señor Uribe se desbordó en su mandato, sobre sí mismo como Tántalo.  Cada vez es más evidente que no ha controlado su ira y desmesura.  Sacó a la luz marcados rasgos policiales y una desmedida paranoia en cuyo nombre se cometieron muchas injusticias inescrupulosamente.
La legitimación de una distribución de tierra en  manos de esa nueva clase formada por la élite del paramilitarismo, que adquirió tierras – a su manera- a lo largo y ancho del territorio nacional.
Ahora que el señor Uribe y su grupo, se oponen a la paz; están desnudos el absurdo y la insignificancia.
Empero, sigue con sus ínfulas cortesanas,  con el desprecio señorial por el Estado de Derecho, haciendo resurgir su agazapado fascismo, nutriéndose del odio y de la exclusión, con la pedagogía de la intolerancia y del resentimiento.
Así pues, no debe causarnos estupor, su fementida afirmación, porque mantiene grabada en su mente enferma, la imagen de Hitler, con el triunfo de un solo modelo, de un solo  camino, de una sola verdad, de una sola estética, de una sola lengua;  constituyendo una amenaza tan grande como lo sería en el reino animal el triunfo de una sola especie, o en el reino vegetal el triunfo de un solo árbol o de un solo helecho.
Solicito respetuosamente a mis lectores, que me permitan reiterar lo que expresé en otro artículo: Durante ese gobierno, - se entiende del señor Uribe- la magnitud de la influencia de los grupos paramilitares sobre extensas regiones del país, se convirtió en un fenómeno dramático.  Los paramilitares exhibieron esa influencia, no solo militar, sino política, social y económicamente.   Y con capacidad de incidencia sobre presupuestos y  autoridades municipales.   Con un poder de intimidación y fuego, que produjo decenas de miles de desplazados y cientos de masacres y asesinatos selectivos.  A diferencia de la guerrilla, los paramilitares no surgieron contra el sistema, sino desde el mismo, con la bandera de defender la propiedad y ayudar al Estado a combatir la subversión.  Así mismo, crearon los “distritos electorales”, como lo expresó Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, cuando exhibió el propósito de elegir a Uribe Vélez.  Ese paramilitar, orquestó el negocio ilegal del régimen subsidiado de salud (ARS), encargado de atender a la población más desprotegida de Colombia.  Terminaron esos dineros siendo utilizados para comprar armas, alimentar el narcotráfico, y encender aún más la guerra.
Empero, fueron premiados con la Ley de Justicia y Paz, así se prescindiera torticeramente de amnistías e indultos.  Y quedaron las víctimas condenadas al olvido forzoso.  ¿No es esta historia maloliente, una entrega del país a estos delincuentes?
Han quedado descubiertas las pesadumbres vituperables del señor Uribe, que permiten advertir los peligros que nos amenazaban, los abismos insondables que estuvimos orillando.
Estos hechos procaces, ¿No constituyeron en puridad de verdad, durante el anterior gobierno, una frenética entrega del Estado Colombiano a la morralla de los paramilitares que mancillaron la propia piel transparente de la patria? ¿Porque tanto silencio sobre lo que nos degradaba? ¿No era el profundo letargo moral de ese gobierno anterior?
Parecía como si se hubiera capitulado en la patria, ante todos los deberes.  Solo silencio ante lo que nos degradaba, la enfermedad moral de ese gobierno que desdeñó la justicia.
El Señor Presidente Santos, está por el contrario, transitando con denuedo y decisión imperturbables los difíciles caminos de la paz y la justicia.
Iherin nos predicaba: “Cuando Dios quiere la prosperidad de un pueblo, no se da por caminos fáciles, sino que le hace ir por los caminos más difíciles y penosos”.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Liberalismo, Unidad Nacional y candidatura presidencial

                           Horacio Serpa
El Partido Liberal ha asumido el reto de ser la vanguardia de las reformas esenciales que necesita el país. El marco en el que se realizarán será el de la paz. Si las farc y el eln renuncian a la lucha armada, será gran avance pero no suficiente. Necesario hacer la reforma rural agraria, por ejemplo, como la reforma educativa, la de la salud. Muy importante, inaplazable, modificar el modelo económico de desarrollo.
Si no se hacen las reformas, a fondo, para transformar el país, muy poco será lo que gane la mayoría de los colombianos. Continuará la desigualdad, el desempleo, la discriminación y mala calidad de la educación, la destrucción de nuestra riqueza natural y la fragilidad del sistema de salud, con “paseos de la muerte”, tutelas, decrepitud de los servicios de urgencia, consultas tres o cuatro meses después de solicitadas y enormes despilfarros. No es lo que quieren los colombianos. No es justo.
Los partidos políticos, con el compromiso de los demás estamentos sociales y empresariales, tienen la responsabilidad de los cambios. Si el Partido Liberal quiere subsistir y de nuevo volver a ejercer el liderazgo político, necesariamente tiene que optar por ser el principal agente de las transformaciones nacionales. Lo fue en otras épocas, cuando gozaba de la confianza y aún del delirio de la mayoría del pueblo. Hoy tiene de nuevo la oportunidad.
Se ha propuesto que para las elecciones del año entrante la Unidad Nacional asuma el compromiso de presentar candidaturas conjuntas. Es una iniciativa viable que permitirá importantes victorias a los partidos amigos del gobierno del Presidente Santos. Con seguridad en muchos municipios y departamentos serán posibles los acuerdos, y en otros se establecerán reglas para que las campañas no se vuelvan pugnaces y desagradables entre fuerzas políticas amigas.
Las elecciones del año entrante serán un reto especial para medir el prestigio del Presidente Santos y la solidez de su gobierno. También constituirán una oportunidad para Centro Democrático, empeñado en sumar a su sector dirigente muchos Alcaldes y Gobernadores. Otra vez, como hace 22 años, el tema de la paz y de la guerra incidirá en los resultados.
Octubre de 2015 será la fecha de apertura para las elecciones presidenciales de 2018. Parece lejos, pero en política los tiempos transcurren a velocidades increíbles. Será una carrera de vértigo, entre los uribistas tratando de recuperar el poder y el Presidente Santos, con sus amigos, viendo la forma de mantener los acuerdos de paz, que para entonces ya deben estar aprobados y en plena ejecución.
Al Partido Liberal le toca pensar con criterios de largo plazo. Para sacar adelante las reformas, que desde ahora debe volver un compromiso nacional, requiere que una mujer o un hombre de sus filas, de las nuevas generaciones, demócrata, con insobornables perfiles sociales, asuma la Presidencia de la República. ¿Quién? Por ahora basta con definir que en el 2018 habrá candidatura liberal.
Bogotá D.C., 30 Noviembre, 2014

jueves, 27 de noviembre de 2014

El capitalismo parece no tener compromiso con la paz

Por: Bernardo Socha Acosta
Los colombianos vemos con  perplejidad que  mientras el gobierno hace esfuerzos de una u otra forma, en relación con la búsqueda de la paz para el país, hay sectores decisivos  en los cambios que reclama la sociedad, que no parece comprometerse con algo en este largo camino.
Cuando los colombianos escuchamos  pronunciamientos en contra del proyecto de ley que grabaría el exceso de riqueza de algunos sectores capitalistas, entendemos por qué los teóricos y críticos  hablan tan mal   del llamado capitalismo salvaje.  Y, sí, es salvaje, porque muchos empresarios  solo piensan en atesorar   mucha riqueza, y no precisamente riqueza social, sino una riqueza que lastima la dignidad humana, como es la que han venido atesorando  los bien llamados CARTELES  de los pañales y del papel  higiénico.  Y quién sabe cuántos más carteles estén  comercializando con las necesidades del pueblo colombiano, sin un poquito de vergüenza y respeto. Esos son los que en los tantos años de violencia colombiana  han atizado cada día más la guerra y solo quieren más guerra para lucrarse, porque  saben que habiendo violencia, esta se convierte en cortinas de humo para que no se destapen las fechorías que se cometen contra los sectores populares, que  unos años atrás (2002 – 2009) avanzaban aceleradamente a la extrema pobreza y la mendicidad.
Ahora cuando el gobierno intenta buscar parte de los recursos para financiar el posconflicto, la mayoría de los empresarios se atraviesa para impedir  que con ese gravamen  a la excesiva riqueza se cumpla una labor social  y puedan esos hombres y mujeres que están en el conflicto (muchos obligados por la necesidad y el hambre) puedan reincorporarse a la vida civil y productiva de Colombia.  Entonces, cuál es el compromiso  de quienes lo tienen todo, de ayudar a que haya un poquito de justicia social. Es que  nadie puede ignorar que esa brecha que llaman los estudiosos, que dividen a los ricos y a los pobres, que son la mayoría,  se reduzca   para  destruir buena parte de los factores que han generado las guerrillas.
Si en una sociedad como la nuestra donde las desigualdades  son abismales, por los privilegios que han tenido quienes amasan el capital, mientras que en algunos gobiernos se han acentuado  las medidas tributarias contra  quienes  medio ganan para sobrevivir, entonces que le queda por hacer  a ese pueblo que observa esperanzado que haya paz para volver a sus parcelas.
Si en Colombia no se logra la pacificación que estamos esperando en esta ocasión, en buena parte por la falta de compromiso de quienes pueden hacerlo aportando algo de su inmensa riqueza, el panorama será muy sombrío y entonces la suerte oscura la tendremos que padecer todos sin   excepción. Ojalá que quienes tienen  en sus manos la riqueza nacional (e internacional) reflexionen, si es que les queda tiempo, para que si llega la paz, podamos disfrutarla todos. 

viernes, 21 de noviembre de 2014

VEJAMEN REPUGNANTE

Por  Gerardo Delgado Silva
Lo que contemplaron los noticieros en días pasados, acerca de la reunión del Senador Uribe Vélez, con los familiares de Álvaro Gómez Hurtado, dizque para iluminarlos a fin de que alcanzaran óptimos resultados en la calificación judicial del magnicidio de Álvaro.
Es él, otra “medida de la grandeza de su tiempo”, como se refiriera a su padre Laureano Gómez, años atrás.
Una visita desafortunada de la vida nacional, otra cortina torticera de humo del Senador Uribe.  
Y bien.  Por esos caminos de experiencia espiritual y personal Álvaro Gómez Hurtado fue un ciudadano que poseyó una inmensa capacidad de servicio, y que necesitaba servir  a sus conciudadanos, para vivir.
Durante su vida pública participó en cuanta campaña noble y fecunda se haya conducido por la mejora de la sociedad y por el prestigio de la patria.
En verdad, pocos hombres tan capacitados, tuvo la República para la orientación y la dirección de sus destinos.
Tenía Gómez Hurtado, las condiciones esenciales del grande hombre de Estado y del gran político.  Estaba convencido de que la libertad y la tolerancia son o deben ser, los ejes de la política en toda nación civilizada.
La preocupación intelectual de Gómez Hurtado, no estuvo determinada por la evolución del Partido Conservador, sino por la búsqueda de “lo conservador”.  Era el aquí y ahora de los socialistas franceses pero aplicado al conservatismo: Lo conservador, aquí y ahora.
Esto, es plenamente consonante con la formación de su propio “talante”, definido por Gómez Hurtado, como un variado repertorio de ideas y sistemas.  Más frecuentemente una cadencia común y un estilo similar.
De ese acervo, nace el hecho de que uno pueda aproximarse sólidamente a la realidad circundante a través de ese estado de ánimo que predetermina una disposición espontánea, una instancia pre racional.
A través del “talante”, pudo mantener  su coherencia de pensamiento, pese a los continuos embates de la modernidad encarnada en los nuevos “valores” suscritos por quienes resolvieron liquidar la tradición como motor del cambio.
Pero estas cualidades no existían aisladamente ni por sí mismas en su vida, sino conectadas y ligadas a una concepción general del Estado, que representa la síntesis de nuestro secular esfuerzo democrático.  Había llegado Gómez Hurtado al convencimiento de que todo sistema civil y político, que requiera el ejercicio de la barbarie mental, el uso de la exclusión violenta, el empleo de la afirmación sin respaldo, es un sistema que no puede durar ni ser fecundo.
Ninguno de los amores, ninguna de las preocupaciones, ninguno de los dolores, logró desviar a Gómez Hurtado del culto y del servicio a la Nación.  Para él, la cosa pública, en otras palabras fue vaso santo, y en ella puso solo pensamientos puros.  Todo lo que dijo e hizo, está marcado por un aire de dignidad superior y de prestancia estética.  Lo que en él pareció orgullo, reserva, engreimiento, fue sólo insurgencia permanente de la probidad, defensa, intolerante del decoro integérrimo, con impecable lucidez.
Gómez Hurtado, a los 22 años de edad se gradúa en Derecho en la Pontificia Universidad Javeriana.  Y el 2 de Noviembre de 1995, fue asesinado cuando salía de una de las sedes de la Universidad Sergio Arboleda, Centro Educativo del que fue Fundador y Catedrático insigne.
El crimen conmovió la conciencia colectiva, y traumatizó a la opinión nacional por su gravedad y características. 
Suena patético.  Empero, el Senador Uribe Vélez y su grupo, el llamado “Centro Democrático”, donde milita el primo de Pablo Escobar, ha deprimido y desprestigiado el Estado de Derecho; hasta se eliminó en el Gobierno del Señor Uribe el derecho humanitario para la protección de las poblaciones civiles en conflictos internos, obligatorio para Colombia según la Convención de Ginebra de 1.949 y los protocolos anexos.  Durante ese gobierno, la magnitud de la influencia de los grupos paramilitares sobre extensas regiones del país se convirtió en un fenómeno dramático.  Los paramilitares exhibieron esa influencia, no solo militar sino política, social y económicamente.  Y con capacidad de incidencia sobre presupuestos y autoridades municipales.  Con un poder de intimidación y fuego, que produjo decenas de miles de desplazados y cientos de masacres y asesinatos  selectivos.  A diferencia de la guerrilla, los para militares no surgieron contra el sistema, sino desde el mismo, con la bandera de defender la propiedad y ayudar al Estado a combatir la subversión.  Así mismo, crearon los “distritos electorales”, como lo expresó Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, cuando exhibió el propósito de elegir a Uribe Vélez.  Ese para militar, orquestó el negocio ilegal del régimen subsidiado de salud (ARS), encargado de atender a la población más desprotegida de Colombia.  Terminaron esos dineros siendo utilizados para comprar armas, alimentar el narcotráfico, y encender aún más la guerra.
Empero, fueron premiados con la Ley de Justicia y Paz, Así se prescindiera hábilmente de amnistías e indultos.  Y quedaron las víctimas condenadas al olvido forzoso.  Pero tampoco quedaron a salvo  la verdad, la justicia y la reparación.  Pero sí  a contrario sensu, surgió la consolidación de una nueva clase empresarial.
Y  vaya vaya como dirían los ingleses, los hijos de Uribe Vélez prepotentes, ¿No adquirieron lotes con el solo fin de enriquecerse, en Mosquera y Tocancipá?, ¿Es ético aprovecharse de la Presidencia de Padre, para levantar un emporio?  Colombia supo de las estrechas relaciones con el para militar “Job”.  No sobra, sin embargo, agregar que el país y el mundo en el gobierno de Uribe, vio con desconcierto la más grande ola de “falsos positivos”, como denominaron los genocidios de gente humilde.  Las falsas desmovilizaciones, que tienen al Comisionado de Paz de ese entonces Luis Carlos Restrepo en fuga del país, para eludir la acción de la justicia, al igual que la Ex Directora del DAS María del Pilar Hurtado y sus ilegales interceptaciones; El Señor Andrés Felipe Arias, Ministro de Agricultura tan allegado a su Presidente Uribe, que lo llamaban “uribito”; y los hechos punibles de Agro Ingreso Seguro (AIS).  Las interceptaciones ilegales, se han perpetuado a través de los hackers, al servicio del Centro Democrático, propinando de ese modo un gran golpe de Estado contra las instituciones.
Toda una perversión digna de enfático rechazo a ese régimen anterior, institucionalmente débil y éticamente frágil, que quiso concentrar los poderes en el Ejecutivo.  Escaló el Señor Uribe la cumbre de la Presidencia, pero no aquella donde están los estadistas, como verbi gratia Eduardo Santos, Darío Echandía, Carlos Lleras , Alberto Lleras, y otros que no es necesario mencionar .
La guerra es el único sueño del Señor Uribe, por ello atropelló a la rama jurisdiccional cuando procesó a para militares y para políticos, emisarios de la muerte.  Los antiguos romanos con razón sentenciaban que: “La corrupción es lo mejor de lo peor”.
Álvaro Gómez Hurtado, repetimos, si fue un gran valor nacional, un ejemplo tonificante de virtudes privadas y civiles, y un guardián vigilante, desinteresado y eficaz de la nacionalidad que confundieron su figura personal, su talante, con el perfil histórico de Colombia.
Así las cosas, el Señor Uribe no obstante estar en contravía de lo que representó Álvaro Gómez Hurtado en atributos y virtudes para la patria , torticeramente apareció ante la familia de éste, dizque para protegerlos en cuanto al pronunciamiento de la justicia, por el aberrante crimen de que fue víctima.
Estólidamente, solo tenía el propósito desde luego protervo, de generar adhesiones de conservadores que siguieron a Gómez Hurtado, al llamado “Centro Democrático”.  Autentico antagonista de Gómez Hurtado con su proyección moral, patriótica, espiritual y su profesión de fe inextinguible en los principios jurídicos que han sido consustanciales con la nacionalidad.  (Para  www.bersoahoy.co  sección opinión)

martes, 18 de noviembre de 2014

Columna de opinión

          “…… de la calumnia algo queda
Horacio Serpa
Cada tres meses sufro ultrajes de la familia Gómez Hurtado, empeñada en comprometerme con el asesinato del periodista, político y jefe conservador doctor Álvaro Gómez Hurtado. Es un empeño obstinado, irreverente, irrespetuoso, desde cuando un narcotraficante y asesino, jefe del cartel del norte del Valle, dijera que el hecho fue un “crimen de Estado” en el que de alguna manera estuvimos comprometidos el presidente Ernesto Samper y yo, quien fui su Ministro del Interior.
Nada más lejos de la verdad. Cualquier idea que se tenga de lo ocurrido en esa época, debe saberse que el gobierno ejerció sus deberes con seriedad y responsabilidad. Fue un gobierno demócrata, respetuoso de la crítica y de la oposición. Se defendió de sus contradictores con vehemencia e hizo respetar su derecho a gobernar, en medio de críticas y aleves ataques, que nunca respondió con agresiones o ilegalidades. Su respeto con el doctor Álvaro Gómez, amigo u opositor, fue notable, para que ahora, por intereses rastreros, vengan a salir con tan injustas acusaciones.
Los familiares de Gómez Hurtado, como lo sabe toda la gente, trata de lograr jugosa indemnización del Estado, culpando del crimen a funcionarios gubernamentales de la época. También existe otro marcado interés: cambiarle el rumbo a la investigación que desde un principio las autoridades llevaron con acertado criterio, como lo reconoció en su momento el hermano del occiso. Algo turbio hay de por medio.
Desde cuando la Fiscalía abrió investigación por los comentarios de alias “rasguño”, que no son imputaciones ni cargos concretos sino alusiones de oídas presentadas de mala fe, para ganar gabelas penitenciarias en los Estados Unidos, soporté insultos y falsos cargos sin hacer contradicción ni polémica, por respeto a la labor de las autoridades. Pero la maldad ha llegado a los peores abusos, tratando de constreñir a los investigadores y buscando efectos mediáticos ante la opinión pública. Han hecho de todo, desde señalamientos irresponsables hasta organizar cadenas de testigos discordantes, falsos y fuera de lugar, emitidos por los peores criminales que ha tenido Colombia.
Ya basta de tantos abusos. La gente necesita explicaciones. Voy a seguir dando las mías. Que los parientes del asesinado doctor Gómez den las que les corresponde. ¿Reclaman indemnización por la muerte violenta de su pariente? Lo han hecho a la justicia nacional y a la internacional? ¿Es cierto que saben quiénes lo mandaron a matar y lo callan en actitud de hipócrita encubrimiento? ¿Algunos de la familia formaron parte del complot para tumbar del gobierno al doctor Gómez Hurtado? ¿Saben que alias “rasguño” pidió rebaja de penas en los Estados Unidos por la “colaboración brindada” para que se esclarezca el crimen de su familiar?
La familia Gómez sabe en carne propia los sufrimientos que ocasionan las acusaciones, los señalamientos, las sindicaciones. ¿Por qué lo hacen conmigo, mi familia y mis amigos?
Al doctor Laureano Gómez, “el monstruo”, le atribuyen la siguiente frase: “Calumniad, calumniad, que de la calumnia algo queda”. ¿Están en eso? 

Bogotá D.C., 17 de Noviembre, 2014

lunes, 17 de noviembre de 2014

Los llamados gases de efecto invernadero

EL CAMBIO CLIMÁTICO. UNA REALIDAD
Por Gonzalo Peña Ortiz*
En 10.000 años, la cantidad de gas carbónico acumulado en el hielo del ártico y la Antártida no varió. En 114 años de desarrollo industrial este valor, se ha multiplicado por 100. Esta evidencia nos demuestra que la modificación de ambiente se debe exclusivamente a la actividad antrópica del hombre. La comprobación fue realizada por un grupo de científicos interesados en conocer si era verdad o no, que el hombre estaba causando las distorsiones climáticas que hoy nos acompañan.
El fenómeno del cambio climático es la variación de los patrones del clima en todas las latitudes, esto es veranos exageradamente largos e intensos, e inviernos mucho más lluviosos que de costumbre. Por ejemplo, en Bogotá estudios recientes evidencian que los aguaceros máximos estimados para el diseño de los alcantarillados de aguas lluvias están un 50 por ciento por debajo de los valores encontrados hoy día. Además, estos picos de caudal se presentan con frecuencias cada vez mayores. Como consecuencia de lo anterior los sistemas de drenaje existentes, para evacuar esta agua lluvias, colapsan generando inundaciones en sectores bajos de la capital.
¿Qué lo causa? Los llamados gases de efecto invernadero: gas carbónico, monóxido de carbono, compuestos nitrosos, y metano o gas natural principalmente Estos productos son generados por la combustión de los combustibles fósiles; carbón petróleo y todos sus derivados y gas natural. El metano es generado en una gran proporción por las flatulencias del hato ganadero mundial. A su vez el metano es 20 veces más dañino que el gas carbónico.
¿Qué es el efecto invernadero? Antes de la revolución industrial la cantidad de gases que llegaban a la atmosfera no eran suficientes para generar problemas, pero a raíz del desarrollo acelerado de nuestra civilización occidental las cantidades anuales se volvieron infinitamente grandes.
Cuando los rayos del sol llegaban a la tierra antes de la llamada revolución industrial, calentaban la superficie y en buena proporción eran reflejados al espacio exterior manteniendo la temperatura relativamente estable. Con la acumulación de los gases ya mencionados en la atmosfera, estos actúan como un espejo y devuelven la energía radiante. Esta se convierte en calor incrementado la temperatura en el aire, sobre la superficie de la tierra y de los mares. Este efecto ha venido cambiando los patrones, no solo de lluvias sino también de los vientos, razón por la cual los huracanes, tifones o monzones según la latitud donde se produzcan han venido creciendo en número y en intensidad en años recientes. Recordemos el caso del huracán Karina, que destrozó a New Orleans, en Estados Unidos. 
¿Por qué el fenómeno se ha acentuado? Fundamentalmente porque la deforestación en toda la tierra y particularmente en nuestros países llamados en desarrollo y situados en América latina, África y Oceanía ha rebasado todos los límites imaginables.
Existe una correlación entre los bosques y la captación de los gases que provocan el efecto invernadero. Como los bosques se están acabando, entonces no pueden captar el gas carbónico en las cantidades que son producidos por las fábricas, las centrales térmicas de gas, carbón o crudo, y los millones de vehículos que circulan por la tierra. Las hojas de los arboles toman el gas carbónico y mediante el proceso de la fotosíntesis fijan el carbono y a su vez expelen oxígeno a la atmosfera.
En Colombia de acuerdo a los datos del IDEAM entre 2000 a 2007 según estudio publicado en el año 2010, se han deforestado entre 310.000 y 380.000 hectáreas por año, mientras que en el mismo período se han sembrado 15.000 hectáreas. Haciendo una extrapolación tenemos que del año 2000 al 2014 se han arrasado 4.900.000 hectáreas y se han sembrado 210.000, pero como la mayoría de estos bosques renovados son cultivos industriales, en realidad queda la mitad de esta cantidad. Resumiendo solo recuperamos el 2,14 por ciento del bosque.
PERSPECTIVAS SEGÚN VARIOS EXPERTOS.
1.    Según Naomi Oreskes, geóloga y profesora de historia de la ciencia en Harvard.
Ella sitúa en 2093 el momento histórico del título de su libro: El colapso de la civilización occidental. Este libro lo publica junto a Erik Conway del Instituto Tecnológico de California. Básicamente de seguir el mundo por el camino que vamos, la Antártida se va a deshelar completamente en la zona oeste. Esto trae como consecuencia una elevación del nivel del mar en unos 2.6 metros. Se inundarán las ciudades más importantes del mundo. La única superpotencia que quedará es la CHINA y esto por la aplicación, ya en ejecución de esquemas de energía renovables alternativas con controles rígidos de población y un gobierno central fuerte.
NO DISPONEMOS DE MAS DE 20 AÑOS A PARTIR DE AHORA. Ella estima que el año 2050 será el punto de no retorno.
2.    Antonio Nobre, científico brasilero. La deforestación del Amazonas está cambiando el clima de todo el continente. leer más

Columna de opinión desde España

Javier Piedrahita
Carta del director
El primer boletín de Marketing y Publicidad en español
¿Corrupción en el sector publicitario? 11 años de cárcel
Estimad@ Bernardo,
Semana cargada de encuentros y eventos, la que finalizaba ayer domingo. La que hoy comienza no será menos. Toca cubrir, siempre in situ en vivo directo, por "decencia informativa", por todos nuestros lectores en España y América, cueste lo que cueste todo ese constante "viajerío" eventos como el Ojo de Iberoamérica en Buenos Aires, el Congreso Internacional de Neurociencia, Comunicación y Economía en Valencia, la European Ecommerce Conference en Bilbao, los Premios Agripina en Sevilla y el  Festival La Lluna en Valencia, todos ellos a la vez en esta nueva semana de infarto. Lo cubriremos todo vía nuestro equipo de redactores enviados. Para eso invertimos y crecemos. Semanas tan abultadas de eventos hacen que sea imposible encontrar tiempo y sosiego para sentarse unas horas ante el ordenador y plasmar la reflexión crítica y necesaria para esta "carta del editor".
Aquí va por fin, con un día laboral de retraso: columna semanal casi siempre en "formato crítico". Sí, porque MarketingDirecto.com y quien lo fundó hace 15 años es un medio de pensamiento crítico, de escritura concisa y directa. Sin rodeos. Antes de lanzar MarketingDirecto.com, el periodismo de este sector marketero-publicitario en español se caracterizaba por textos y editoriales, apenas críticos con el sector que tan bien le mimaba entonces (innumerables anuncios de páginas impresas en papel). Un periodismo técnico que se definía por preguntas en sosas ruedas de prensa que apenas iban más allá (no vaya a ser que molestasen mucho al organizador) del clásico ¿y cuánto pensáis facturar este año? Ojo
No, aquí en MD.com tenemos algo más que contarles, o que preguntar en el próximo evento al que se nos convoque. Le contamos la verdad. Casi nunca tan bonita como algunos quisieran, casi siempre muy necesaria ante lo que está pasando. También hoy, y más con la que está cayendo a nivel corrupción en nuestro "cabreado" país. Porque llama poderosamente la atención cómo en otros mercados publicitarios de nuestro entorno tratan el penoso asunto de la corrupción empresarial. Con medios sí críticos y que no se dejan comprar y lo publican todo, con fiscales y jueces sí comprometidos con el limpio funcionamiento del mercado y con insiders/testigos del sector que sí colaboran con la justicia para ayudar a sacar fuera a esas ovejas negras que todo lo corrompen.
Mientras que aquí en España, país de enormes índices de corrupción como vemos día a día en cualquier telediario o periódico, sólo se habla de un tipo de corrupción: el político. Pero, ¿qué pasa con la corrupción en empresas anunciantes, en agencias de medios, en empresas mediáticas?
¿Vemos hoy un ejemplo concreto que muestra cómo sí se puede y se debe denunciar, indagar, encarcelar a los corruptos en nuestro sector? El proceso Aleksander Ruzicka. Que duró 16 meses. Un caso que muestra síntomas de malhacer y corrupción en el mundo de la publicidad y los medios. Ruzicka lleva ya 8 años de su pena de 11, dictada en 2009, encarcelado en la ciudad alemana de Wiesbaden por delito económico; malversación de fondos, nada menos que 35 millones de Euros en 68 casos probados, todo ello en prejuicio de la agencia de medios para la que trabajaba, Aegis Media.
El ex director de la agencia, junto con sus cómplices directores generales en el departamento de compra de medios, utilizaba los spots gratuitos que ofrecen las televisiones privadas para captar presupuestos publicitarios de las agencias, para turbios negocios propios a través de empresas partners. Este año se le suma además otro proceso por los delitos relacionados con su contrato, falsificación de documentos y fraude en el proceso judicial. Falsificando una cláusula en el mismo intentó que Aegis Media le pagase una indemnización de 89 millones de Euros.
Veamos lo que nos cuentan los medios sectoriales que analizan el caso en Alemania. Cito y comento a la vez: "Igual que nuestra imperfecta "democracia a la española", también el sistema habitual de business entre anunciantes, agencias, medios, permite la corrupción. El sistema que permitió a Ruzicka llevarse el dinero es simple y no necesita de muchos iniciados. Pero sintomático para el sector de los media. Pocos deciden sobre increíbles sumas monetarias. El controlling en la propia agencia pero también en el headquarter del holding en Londres y París es demasiado laxo para descubrir irregularidades. Invita al fraude. A los CEOs y CFOs únicamente les interesa que se les consiga el resultado solicitado. El cómo da totalmente igual. En el "caso ideal" tienes en el lado del cliente un aliado con el que puedes arreglarte. Por una participación, se entiende.
ruziSon casos verídicos: el director de marketing de una caja de ahorros que hace la siguiente oferta: "ofrezco a tu agencia de medios llevar nuestro presupuesto de medios, pero si me contratas como consultor por un honorario de seis dígitos." Hoy ya no se trata de sumas de seis dígitos, sino de ocho, las que se malversan. Ruzicka no es un caso aislado en un país o mercado aislado. Existen directores de agencia de medios que han hecho fortuna cuando su agencia contrataba con un proveedor de servicios. Sobra decir aquí que ese mismo director participaba en esa empresa contratada. O el caso en Munich, donde la justicia investigó los "kickbacks" con los que una editorial compraba favores a directores de agencias. ¿Y en España? ¿Qué hace nuestra justicia? ¿Todo perfecto en el país de la transparencia y el bien hacer en todo? Sector, ¿hola?
Es demasiado sencillo, y por ello tan factible: medios han financiado para directores de agencia y decisores viviendas completas, con todo su mueblaje. Y todos los que lo saben, miran a otro lado. Agencias y clientes ven cómo unos pocos directores se metían millones en sus propios bolsillos. Pagando bien a todos estos que callaban. Incluida la prensa sectorial, que justo debería estar también para denunciar (como por fin se hace, día sí y día no, en la prensa generalista de España con de pronto tantos casos de corrupción que salen ahora a la luz).
Si el país se levanta contra tanto corrupto, ¿por qué no lo hace también el sector de la publicidad con sus ovejas negras? En vez de seguir callado, mirando a otro lado, dejándose sobornar. Si realmente nos importa este sector fascinante, y nos importa que las inversiones en los medios se orienten hacia un objetivo con sentido, tenemos que combatir entre todos estos hábitos delictivos en el sector. Que están allí. Esto no es el sector en Suecia. Aquí hablamos español. Estamos hablando de España, de Latinoamérica...
La solución no es nada complicada: por supuesto que las agencias necesitan de un controlling que cumpla con lo que dice su nombre. Un controlling realizado por parte del cliente anunciante, y no en el holding de la agencia de turno, que sólo se interesa por una sola cifra. ¿Que no funciona eso? Claro que sí. Siempre que los clientes reflexionen sobre lo que esperan de su agencia de medios. Y siempre que los que toman las decisiones en las empresas anunciantes exijan unos requisitos básicos en cuanto a la calidad y transparencia del trabajo de la agencia.
El anunciante espera de su agencia, personal perfectamente preparado. Con un alto índice de calidad laboral y de engagement. Que las agencias no realizan camisetas en Bangladesh (aunque la calidad de algunas estrategias de medios a veces sea penosamente similar). Sino conceptos comunicativos para marcas que esperan un return on investment. Los empleados de la agencia de medios deberían tener tanta experiencia, como mínimo, para poder sentarse y mirar de frente a sus clientes.
El anunciante debe poder confiar en su agencia. Y es importante acabar con la desconfianza existente entre las partes. Que es un hecho. Porque así se lo han ganado algunos. En el momento que las agencias de medios pongan la transparencia como su principio supremo, esto empezará a mejorar. En los nuevos tiempos el cliente desea saber y entender exactamente qué pasa con su dinero publicitario para los medios. El auditing solo, en ese caso no ayudará. ¡Si algunos auditores ya son parte del propio sistema! Ya necesitamos de auditores que auditen a los propios auditores...
Y como muchas de las agencias no ofrecen nada de esto, ni muestran el más mínimo enfoque como proveedor ante las fundadas demandas de sus clientes, tarde o temprano es posible que acaben fracasando. La objeción de que los clientes anunciantes no están dispuestos a recompensar calidad de trabajo y transparencia se hace ya algo pesadita. Porque esto solo vale para aquellos pocos clientes que se han dejado arrastrar a formar parte del sistema sucio. Solo para aquellas pocas personas que se benefician personalmente de este media-sistema enfermo.corrupcion. 
Es hora, al igual que deben hacer los partidos y políticos de nuestro país con la situación actual, de relevar el viejo sistema (de las agencias de medios) por uno nuevo. Pero con nuevos síntomas. Síntomas que huelan a servicios, y no a estafa y malversación. El mercado (es decir el 99% de los anunciantes) necesita de agencias de medios que proporcionen calidad. Transparencia. Resultados creíbles, comprensibles. Y están muy dispuestos a recompensar este servicio. Pero lógicamente solo cuando se le entrega de forma honesta.
Queda la pregunta de quién debe dar el primer paso. Tras tanta debacle y decepciones que han vivido los clientes con sus agencias, debe venir de parte de las agencias de medios. ¡Os toca, amigos!"
Quédese con este pensamiento, querida lectora, lector: necesitamos en nuestro mercado de las agencias de medio un sistema nuevo. Ahora. Uno que le sirva al cliente, y no a los corruptos de este mundo. Y ya de paso, en España uno que nos sirva a los ciudadanos, y no a tanto cargo corrupto. Aún creemos en la libre economía de mercado social, que a pesar de sus problemas, más los creados por los ineptos de por aquí, tan lejos nos ha llevado, en general. Experimentos raros, no gracias, en la Europa de 2014. Pero toca revisar mucho. 2015 traerá trabajo. Y obligará a cambios. Toca prepararse.
Mientras, ¡disfrute de una buena semana!
Javier Piedrahita
Fundador – Director
TuNewsFeed.com
Email: javier@marketingdirecto.com

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sábado, 15 de noviembre de 2014

Explicaciones

                                                   Trafugario
                                              Por: José Óscar Fajardo
Cuando yo publiqué mi  primera novela hace diecinueve años, que se titula El Manicomio más grande del mundo, y donde se narran historias desatinadas, locuras desenfrenadas, salidas chatarrra y demás sacrilegios de mis amigos de esa época, tal como la del único hombre del  mundo que no pudo ser torero, no por falta de talento sino porque no le cabían los testículos entre en traje de luces, o la de  mi tía Faustina que para exterminar la ratonera de su casa que no había podido conseguir con los métodos convencionales como el veneno para ratones con sabor a queso, para lo cual le desocupó todo el agua gasificada de dos cilindros de gas entre los sifones por donde los bichitos retozaban, con el fin, en un tiro genial, meterles candela y, booommmm que voló medio barrio, reventó todas las cañerías, levantó las tapas de los colectores y hubo lluvia de mierda en todo el Manicomio. A ella, la diarrea producida por el susto por poco le desbarata el anillo anal  ya que casi no se le cura. Y así otros relatos más locos todavía. Yo por supuesto brincaba de la dicha porque todos me decían que eso era el maximun de la literatura, hasta que un día llegó un verdadero maestro y me puso los puntos sobre las íes, favor que hoy más que nunca se lo agradezco. Ya medio sé escribir literatura.
Estas aclaraciones las hago es porque alguien me contó que había unos políticos extremadamente, no peligrosos sino muy “arrechos” conmigo, dizque porque yo los estaba “ninguniando” a ellos y, “menospreciando” su muy entregado “trabajo” con el constituyente primario o votantes. Y de la misma manera, así dizque  argumentan algunos otros mandatarios, tanto de mediana como de alta prosapia. Qué cosa tan espantosa y qué mentira más grande. Yo sí le mamé gallo al alcalde de cierto pueblo que es tan pequeño, el pueblo no el alcalde, que el último que se acuesta, a las siete de la noche, apaga la luz. Y para este ilustre mandatario, lo más rancio de la “alpargatocracia” santandereana, es decir la alta burguesía agropecuaria, los alcaldes de Nueva York o el de Tokyo, son un par de “apanchirados” matamarranos, cosa que le ocurre a la mayoría de burgomaestres de municipios medianos y pequeños, casualmente porque no están ni estaban preparados, ni ética ni profesionalmente, ni mucho menos tenían la personalidad y la madurez sicológica para ejercer poder sobre la demás gente. Porque ipso facto se les disparan todos sus complejos de inferioridad y todas sus frustraciones y por eso se muestran como faraones. Pero eso se puede curar con madurez, precisamente aterrizando en este mundo.
A partir de este argumento, lo que deben hacer tanto aspirantes y candidatos a alcaldías, concejos y gobernaciones, ahora que se vienen las elecciones, es prepararse no sólo profesional, sino además sicológica e intelectualmente. Para qué. Para que se les quite lo romo y lo chambón. Para que en los discursos no digan,”algotros” pensarán. O “bustedes” dirán. Y para cuando hablen con sus gobernados, si van a tutear, aprendan a tutear y no a “tetiar” a la gente porque a los votos de ellos es que los mandatarios deben sus alegrías. Entonces es una “guarruspianada”, derivado de guarruspiano,  y una muestra de inexperiencia e inmadurez emocional el que un político o un mandatario, o un escritor o una reina de belleza, o en síntesis cualquier persona pública, se “arreche” con el comentario mordaz, porque entonces tendría que meterse entre el rabo de una cucaracha para que no la miren y para que no le ejerzan crítica. Obvio, me refiero a la crítica constructiva, fundamentada, sana honesta, equilibrada y decente. Si no, tampoco es periodismo crítico sino vulgar chabacanería, y de eso sí hay bastante en este Departamento.      

domingo, 9 de noviembre de 2014

La derrota del comunismo

A 25 años de la caída del muro de Berlín:
El día de la ira y la ilusión
Tomado de la Fundación Atlas
Por Carlos Alberto Montaner
Miembro del Consejo Internacional de Fundación Atlas para una Sociedad Libre
Hace 25 años ocurrió el entierro simbólico del comunismo. Una esperanzada muchedumbre de alemanes corrió hacia el Muro de Berlín y lo demolió a martillazos. Era como si golpearan las cabezas de Marx, Lenin, Stalin, Honecker, Ceaucescu y el resto de los teóricos y tiranos responsables de la peor y más larga dictadura de cuantas ha padecido el género humano. Por aquellos años una obra rigurosa pasó balance del experimento. Se tituló El libro negro del comunismo. Nuestra especie abonó los paraísos del proletariado con unos cien millones de cadáveres.
Era predecible. En la URSS, en 1989, fracasaban todos los esfuerzos de Gorbachov por rescatar el modelo marxista-leninista. En Hungría, un partido comunista, dirigido por Imre Pozsgay, un reformista  decidido a liquidar el sistema, abría sus fronteras para que los alemanes de la RDA pasaran a Austria y de ahí a la fulgurante Alemania Federal, la libre. En Checoslovaquia, Vaclav Havel y un puñado de intelectuales  valientes animaban el Foro Cívico como respuesta a la barbarie monocorde de Gustáv Husák.  En junio, cinco meses antes del derribo del Muro, los polacos habían participado en unas elecciones maquiavélicamente concebidas para arrinconar a Solidaridad, pero, liderados por Lech Walesa, la oposición democrática ganó 99 de los 100 escaños del senado. El dictador Jaruzelski les tendió una trampa y acabó cayendo en ella.
¿Qué había pasado? El sistema comunista, finalmente, había sido derrotado. Los países que primero lo implementaron, y que primero lo cancelaron, eran empobrecidas dictaduras, crueles e ineficaces, que se retrasaban ostensiblemente con relación a Occidente en todos los órdenes de la convivencia. Ese dato era inocultable. Bastaba comparar las dos Alemania, o a Austria con Hungría y Checoslovaquia, los restantes segmentos del Imperio austrohúngaro, para confirmar la inmensa superioridad del modelo occidental basado en la libertad, el mercado, la existencia de propiedad privada y el respeto por los Derechos Humanos. El día y la noche.
El comunismo era un horror del que escapaba todo el que podía, mientras los que se quedaban ya no creían en la teoría marxista-leninista, aunque aplaudieran automáticamente las consignas impuestas por la jefatura. Por eso Boris Yeltsin pudo disolver el Partido Comunista de la Unión Soviética en 1991, con sus veinte millones de miembros, sin que se registrara una simple protesta. La realidad, no la CIA ni la OTAN, había derrotado esa bárbara y contraproducente manera de organizar la sociedad. Me lo dijo con cierta melancolía Alexander Yakovlev, el teórico de la Perestroika, en su enorme despacho de Moscú, cuando le pregunté por qué se había hundido el comunismo: “Porque no se adaptaba a la naturaleza humana”. Exacto.
¿Y los chinos? Los chinos, más pragmáticos, se habían dado cuenta antes. Les bastó observar el ejemplo impetuoso y triunfador de Taiwán, Hong Kong y Singapur. Eran los mismos chinos con diferente collar. Mao había muerto en 1976 y la estructura de poder inmediatamente rehabilitó a Deng Xiaoping para que comenzara la evasión general del manicomio colectivista instaurado por el Gran Timonel, un psicópata cruel dispuesto a sacrificar millones de compatriotas para poner en práctica sus más delirantes caprichos. Cuando el muro berlinés fue derribado, los chinos llevaban una década cavando silenciosamente en busca de la puerta de escape hacia una incompleta prosperidad sin libertades.
¿Por qué no cayeron o se transformaron las dictaduras comunistas de Cuba y Corea del Norte?  Porque estaban basadas en dinastías militares centralizadas que no permitían la menor desviación de la voz y la voluntad del caudillo. El Jefe controlaba totalmente el Partido, el parlamento, los jueces, militares y policías, más el 95% del miserable tejido económico, mientras mantenía firmemente las riendas de los medios de comunicación. El que se movía no salía en la foto. O salía preso, muerto o condenado al silencio. El aparato de poder era sólo la correa de transmisión de los deseos del amado líder. No cabían las discrepancias y mucho menos las disidencias. Eran coros afinados dedicados a ahogar los gritos de la población.
Esta terquead antihistórica ha tenido un altísimo costo. Cubanos y norcoreanos han perdido inútilmente un cuarto de siglo. Si las dos últimas tiranías comunistas hubieran iniciado a tiempo sus transiciones hacia la democracia, ya Cuba estaría en el pelotón de avanzada de América Latina, sin balseros, “damas de blanco” o presos políticos, y Corea del Norte sería otro de los tigres asiáticos. Lamentablemente, la familia de los Castro y la de los Kim optaron por mantenerse en el poder a cualquier costo. Los muros continuaban impasibles desafiando la razón y el signo de los tiempos.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Que todos lo analicen

                                                      Trafugario
                                                Por: José Óscar Fajardo
Hoy hace exactamente ocho días el colega  columnista Rodolfo Hernández publicó en su columna un texto tan contundente, que yo creo que a todos los que lo leímos nos causó cierta atracción. Se llama Ingeniería Social, y cito textualmente una parte. “La palabra ingeniero viene del Latín Ingeniun, la derivación al francés fue engin, y al inglés engine, las cuales se refieren a generador, motor o máquina. Un ingeniero es alguien que no sólo opera una máquina, sino además es el generador que diseña y construye una obra edilicia, si nos referimos a un ingeniero civil”. Posteriormente hace alusión al Ingeniero Social, refiriéndose tácitamente a los administradores de los bienes del Estado, presidente, gobernadores y alcaldes, y dice que,“no sólo debe dedicarse a la difícil tarea de destruir el vetusto edificio de la corrupción, sino además que necesita de la compañía imprescindible de Arquitectos Sociales, Artesanos Sociales, Comunicadores Sociales, Carpinteros Sociales, Estudiantes Sociales, y Trabajadores Sociales”, para hacer una efectiva administración. Yo le aumentaría a los Deportistas Sociales, a los Profesores Sociales, a los Sacerdotes y Pastores Sociales, a la Policía y al Ejército Sociales, incluso a los Brujos Sociales de Crazy Port, que esos sí saben hacer milagros divinos y terrenales, y finalmente a los Abogados Sociales. Claro que todavía faltan muchos más, pero con esos es suficiente para empezar. Màs ahora que todo el mundo, hasta los mudos, está que se hablan de paz.
Yo me refiero a los Abogados Sociales con vehemencia, que ojalá existieran, es porque este país fue diseñado por abogados, construido por abogados, reconstruido por abogados, sostenido por abogados, administrado por abogados, dirigido por abogados, culturizado por abogados, educado por abogados. Pero también es descuartizado por abogados, descachimbado por abogados, ultrajado por abogados, roído, raìdo y reído por abogados, esquilmado por abogados, desvalijado por abogados y finalmente, semi-resucitado por abogados. Hasta a los familiares míos que son abogados, les ruego me perdonen mi irreverente sinceridad. Pues en ningún momento estoy afirmando que los abogados no sirven para administrar. No, de ninguna manera. Lo que pasa es que en Colombia es alcalde o gobernador, sobre todo alcalde, todo aquel que tenga billetes para ganar la “competencia” en la carrera por una alcaldía. Eso es exactamente lo que tiene acabado al país. Porque no todas las veces esos que tienen el dinero en cantidades abisales para ganar elecciones, son los más adecuados para ejercer el poder de administrar los bienes del Estado, que a la final, es la plata del pueblo. A eso tenemos que sumarle la nefasta y destructiva lacra del amiguismo, en los que finalmente quedan los más delicados cargos y los más jugosos contratos de obras para el desarrollo.
Porque que es en Colombia el Ministro de Salud es un abogado y el de Minas y Energía, otro abogado de la misma ralea. Y así todos los Ministerios. Ralea quiere decir combo. Combo quiere decir grupo y grupo quiere decir socio. Pero lo más verraco de todo es cuando, ni siquiera el Ministro de Minas, hipotéticamente, que en horabuena debiera ser un ingeniero, es un buen abogado. No. Es un simple leguleyo que tiene pinta y labia de caudillo y el caudillismo es lo que tiene realmente rejodido, no sólo este país sino a toda América Latina. Porque, qué es un caudillo. Un caudillo es un carajillo que habla burradas, leguleyadas y chafarotadas políticas de una manera “bonita”, y eso es exactamente lo que le gusta a la gente del común. Como el gigoló que engatusa a las mujeres con frases de cliché, pero sin ningún ápice de honradez y contenido. Un candidato a una alcaldía de una ciudad respetable, y lo mismo un candidato a gobernador, debe ser una persona igualmente respetable profesional e intelectualmente. Que en su vida haya leído por lo menos medio libro.

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