sábado, 4 de mayo de 2013

Se acaba lo poco que le queda a Colombia…

¿Es el congreso de la república el respobnsable?
Por: Bernardo Socha Acosta
Aquí es innegable retomar una parábola y sentencia bíblica sobre la moral que está en entredicho. Luego de escuchar y ver documentos en el noticiero de televisión Noticias Uno, sobre el caso del abogado Alberto Rojas Ríos, (posesionado como magistrado) quien es  acusado de haber recibido la suma de 116 millones de pesos que correspondían a una indemnización de una viuda que él representó,  los colombianos  entramos en pánico.
Con esas acusaciones (leer informaciónde colprensa) nos queda a los colombianos y al mundo entero, el sinsabor y el  más mínimo asomo de confianza en la justicia de nuestro país. Para cualquier ciudadano de bien, desearía que todos esos documentos contra el señor Alberto Rojas Ríos, fueran apócrifos, pero lamentablemente creemos mucho en las investigaciones que un medio como NOTICIAS UNO realiza  frente a hechos anómalos que ocurren en nuestro medio.
Si bien es cierto que una persona es inocente hasta que se le demuestre lo contrario, por ser un derecho fundamental,  tampoco podemos ignorar la máxima que dice, que ‘la prudencia hace verdaderos sabios’; y aquí sería lógico y sensato aplicarla, aplazando la posesión  del señor Rojas Ríos hasta que las investigaciones hubiesen avanzado hasta el punto de reducir las protuberantes dudas que hasta el momento tiene el país sobre esas denuncias.  Y  si el cargo que fuera ocupar el señor Rojas Ríos  no fuera de tanta trascendencia y alta responsabilidad, como quiera que es una Corporación donde se presume la verdad verdadera,  pues vaya y venga que no habría motivo de preocupación entre los ciudadanos de bien que somos la mayoría en Colombia, pero, imagínense, una Corte y en estas condiciones, cuando  las dudas  rodean hasta el más neófito…
Pero, desgraciadamente la conducta y honorabilidad comienza por el Congreso de la república que a pesar de encontrarse el señor Rojas Ríos en entredicho, fue torpe y lo eligió; pero (con todo el respeto) esto no le quita el manto de duda que hay sobre el señor Alberto Rojas, hoy Magistrado de la Corte Constitucional.
Los ciudadanos  se suponían (ver comentarios) que a una Corte que tiene que ver con lo constitucional  llegaban los hombres de la más intachable honestidad y ni siquiera con un asomo de duda.  ¿Con qué confianza para los colombianos y la imagen mundial queda esa alta corporación?
Y tienen razón quienes afirman que desde el Congreso de la república se han generado los grandes males que tiene el país. O, lo dudan, si la imagen del Congreso de la república, avergüenza a muchos, así sea muy respetable para otros. Por eso es que cada vez que hay elecciones la participación ciudadana, es menor, hasta que llegará el punto de una votación en blanco, para mostrar el verdadero rechazo. Habrá algunos congresistas que son excelentes hombres, pero infortunadamente quedan en minoría de quienes no les interesa sino el poder y en dinero, o sino miremos las altas pensiones, frente al hambre de una gran franja de compatriotas.

jueves, 2 de mayo de 2013

La Torpeza

                                       Por: Pedro Gerardo Tabares C
Con motivo de la elección de un magistrado para la más importante corte del país, que por su dignidad, las funciones y autoridad en todos los campos del derecho en Colombia, a la cual se le tiene el máximo respeto, por quienes profesen esa disciplina con integridad, encuentran que actualmente se puede explicar con el término torpeza, cualquier actuación relacionada con los impuestos al Estado, la responsabilidad de dineros, en cuanto al manejo de bienes que corresponde administrar personalmente, incluyendo el pago de los impuestos, deja en vilo aspectos éticos, no porque se sancionen sino porque el cultor del derecho sabe por principio elemental que la ignorancia del mismo no sirve de excusa, y menos el señalamiento de la procedencia de los dineros que se poseen, para cuando se trata de reunir requisitos para tomar posesión de un cargo.
Existió en el poco consultado código civil la definición de la buena fe o manera de obrar, como parte de la explicación de la culpa para encontrarla trascendencia en todas las normas y por ello la novedosa constitución de 1991, recogió el concepto  que impuso a servidores públicos y  administrados, lo cual permite asombrarse cuando una palabra de tal naturaleza se pronuncia por persona  de tan acendrados quilates intelectuales, al igual que tampoco se explique con la precisión que requiere la atención que merecen actos como contar las vueltas cuando se compra  un tinto, o cuando se recibe una indemnización que sobrepase el centenar de millones.
Ya no decimos que esto es insólito en el país en que peyorativamente se menciona una advocación religiosa para dar a entenderlo, sino que debemos recurrir a la explicación que señalan algunos que las costumbres cambien con las generaciones, entendible porque los hackers presentan las irregularidades de las naciones que en nada importan las costumbres.
Por eso se aplicarán las normas existentes y lo que pueda llamarse un escándalo, no pasa de ser eso, porque si el postulado y escogido no toma decisiones voluntarias podrá posesionarse en uso del derecho que aún ni con una nueva constitución se tiene claridad al respecto, porque mientras no se posesione ninguna autoridad podrá investigarlo por  dignidad  no asumida y que el elector no podrá modificar, salvo responsabilidades económicas para el Estado.

Comentarios sin fundamento sobre el proceso de paz

                           Hay que acabar con los fantasmas”
Horacio Serpa
La frase no es mía. Se la escuché al representante Iván Cepeda el lunes en Hora 20, de Caracol, referida a la cantidad de comentarios infundados que se vienen haciendo sobre el proceso de paz.
Me parece  apropiada para decir que hay demasiadas exageraciones, mentiras, verdades a medias, desinformaciones y equivocaciones girando alrededor de las conversaciones que se adelantan en La Habana, entre Gobierno y Farc. Se ha dicho que se va a acabar la propiedad privada; que se limitará la libertad de empresa; que la guerrilla quiere imponer un modelo de desarrollo comunista; que el Ejército y la Policía se van a reducir a la tercera parte; que se van a nombrar por decreto 20 Senadores y 40 Representantes a la Cámara. Otros estropicios adicionales se han escuchado, para meter susto, desprestigiar el proceso y destruir esta posibilidad de lograr que después de 49 años de subversión no haya más guerrilla.
Hay que acabar con esos fantasmas. No he escuchado decir que los guerrilleros se van a indultar o a amnistiar. Tampoco que se va a absolver a los responsables de crímenes de lesa humanidad. Mucho menos que se buscan unos acuerdos en los que, de lograrse, los subversivos entren a la legalidad conservando las armas con las que hacen la guerra. Tampoco es verdad que se van a repartir alcaldías y gobernaciones a granel.
Falta mucha confianza con el Presidente Santos y con la comisión  negociadora. Es injusto creer que se chifló el mandatario y que Humberto de la Calle con sus acompañantes estén de rodillas rogándole a la guerrilla el favor de suscribir unos acuerdos, cualesquiera que ellos sean. Es indelicado repetir especulaciones o simples rumores sin primero comprobar los comentarios o las consejas.
Lo peor de seguir llenando el proceso de paz de fantasmas, es que se puede echar a perder una posibilidad sería de conciliación. Se trata es de conseguir que la guerrilla entre al sistema legal. No es que quienes estamos en lo institucional nos metamos al de la guerrilla. Es para que se acaben las muertes que genera la guerra. Se trata es de brindarle a la juventud unos espacios apropiados en los que puedan desarrollar sus invaluables conocimientos. Es para que haya más inversión y se pueda producir y generar riqueza con tranquilidad.
Mucho hay que hacer, con proceso o sin proceso. Respetar los derechos humanos, por ejemplo. Fortalecer la democracia. Expedir el Estatuto de Oposición ordenado por la Constitución. Elaborar el Estatuto del Trabajador, también ordenado desde 1.991. Revisar el modelo económico para superar la ominosa desigualdad que sufrimos. Tener un nuevo sistema de salud. Crear más espacios de participación. Mejorar el ejercicio de la política. Reformar el sistema agrario. Generar ingreso con equidad. Luchar contra la corrupción. No son ni mucho menos consignas revolucionarias. Son necesidades para lograr el bienestar y vivir mejor.
Podemos lograrlo si cada colombiano o colombiana piensan en las ventajas de un país en paz. Pero hagámoslo.  
Bogotá D.C., 30 de Abril del 2013 – columna del NuevoSiglo

domingo, 28 de abril de 2013

Aceptación del error judicial en Colombia

                                      Por: Pedro Gerardo Tabares
Los 12.657 procesos que se indican por la autoridad competente creada recientemente para la protección del Estado, y que acepta promedio de estimación de 1.700'000.000 de pesos por cada proceso, causa estupor, como también lo causó aquello que en el pasado constituyó la ingente desaparición de dineros que se desviaron de una entidad que en los últimos años  no ha manejado ese tipo de recursos.
El error judicial tiene una orientación que no se alcanza a definir.
Se determina la razón lógica de la condena a inocentes que deben acudir a demandar, no porque el daño deba resarcirse, sino porque en cada persona hay un mínimo de ética que le da valor para reaccionar ante el Estado cuando lo atropella.
Sin embargo, notamos que cuando se elabora una demanda de esa magnitud, nadie se preocupa por examinar el fondo de la situación que la produce, puesto que en verdad ya no interesa la persona que actúo, sino una demostración de que quienes manejan el Estado en este caso, la rama judicial no son  idóneos para hacerlo, y cada día se aumenta esta deficiencia. Por eso habrá necesidad de examinar así sea equivocadamente alguna razón para tan lamentable situación.
La creación del Consejo Superior de la Judicatura, fue una aspiración perfecta del constituyente, pero con sólo la aspiración frustrada de suprimirlo se puede deducir que no dio los resultados anhelados, puesto que en sus manos han pasado 20 años para dirigir a los administradores de justicia, en cabeza de jueces y las sanciones para abogados, al lado del manejo del presupuesto de la rama judicial.
Loable también fue considerar la carrera para funcionarios y empleados y a cada funcionario colocarle un buen número de empleados que hagan lo que le corresponde a aquel, desde el entendido que físicamente le es imposible evacuar las sentencias que se le imponen y en oportunidades surge la aplicación de caprichos tradicionales o también una ambición desmedida de poder, desconociendo las normas para resolver, de tal manera que en el primer caso se institucionalizó una posibilidad de dejar pasar, dejar hacer, en contrario a la dinámica que crean las leyes; en la segunda connotación con un reconocimiento profesional sin que interese cuál es la responsabilidad de quien presta el servicio gratis, se tornó en esa facilidad para tomar decisiones sin la mesura necesaria; pero a ello hay que agregar el cambio radical de la orientación de la justicia penal que de la investigación que hacia el Estado, pasó a la influencia del interesado en obtener una condena sin que interese a quien se la impongan, usando medios de presentación de prueba que le den fuerza a la acusación y luego, finalmente a la decisión del juez, con las consecuencias que se anotan. Seguramente que si se analizaran estas elementales situaciones, partiendo de la integridad moral de cada uno de los funcionarios habría horizonte.

Propuesta Conpes para asegurar recursos

Mininterior e indígenas, si es posible
Por: Alejandro Arias  
Correo: alejandroarias@dialnet.net.co
Pasado un mes luego de la respuesta que publicáramos de Gloria Amparo Rodríguez a la columnista del periódico El Tiempo María Isabel Rueda me di a la tarea de averiguar qué avances se han dado en la relación Gobierno Nacional,  indígenas y minorías atendiendo, a mi juicio, las más relevantes complejidades de esa relación según la respuesta de Rodríguez.
Precisó en su oportunidad  Gloria Amparo que “efectivamente se presentan obstáculos con la consulta previa, los cuales nos convocan a todos (sector institucional, grupos étnicos y a la sociedad en general) a superarlos en el marco de un Estado que según la Constitución, debe caracterizarse por ser democrático, participativo y pluralista”.
Hoy el Gobierno Nacional y delegados de los pueblos indígenas de Colombia han acordado una hoja de ruta que culminaría – en julio de este año – en una propuesta de documento Conpes que aprueba y articula la política pública integral para estas comunidades.
El Consejero Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Luis Fernando Arias, afirmó que “el objetivo es que en el mes de julio haya una propuesta conjunta, una propuesta Conpes para que los recursos se puedan asegurar en el plan de inversión del próximo año”.
Por su parte, el Viceministro del Interior, Aníbal Fernández de Soto, señaló que: “uno de los compromisos del Plan Nacional de Desarrollo es desarrollar una política pública construida participativamente con las comunidades indígenas. Luego de recibir propuestas de los delegados, y al cabo de varios espacios autónomos de decisión, elaboramos un cronograma que contiene todo el proceso de construcción colectiva y socialización de esta política intersectorial”.
La Mesa Permanente de Concertación determinó que durante éste y el próximo  mes las autoridades indígenas liderarán un proceso autónomo en las regiones para articular contenidos a partir de las experiencias y propuestas que tienen la Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca y la Confederación Indígena Tayrona, entre otras.
Por otra parte, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, el Ministro del Interior, Fernando Carrillo Flórez, y el Viceministro del Interior, Aníbal Fernández de Soto, se reunieron con líderes de los pueblos indígenas de Wiwa, Arhuaco, Kogi y Kankuamo, que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta; reiterando el compromiso del Gobierno Nacional con las comunidades indígenas.
Durante este encuentro se acordó conformar una Mesa Intersectorial que liderará el Ministerio del Interior la cual se encargará de hacer seguimiento a los temas que el Gobierno Nacional trabaje con los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Otro de los temas tratados en esta reunión fue el de Consulta Previa. Frente a este punto, precisamente el Gobernador Kankuamo, Jaime Arias, solicitó que se aclare que no son las comunidades indígenas las que tienen detenidos los procesos de consulta previa sobre algunas leyes y pidió que se realice un protocolo para esta mecánica.
Por su parte el Ministro del Interior, Fernando Carrillo Flórez, resaltó que desde ya se va a empezar a trabajar en la reglamentación de la Consulta Previa, la cual se realizará con las propias comunidades y va ser uno de los temas que se incluirá en la Mesa Intersectorial.
Una de las preocupaciones sentidas de Gloria Amparo Rodríguez fue la de establecer el momento clave para saber cuál es la forma más idónea para garantizar el derecho a la consulta previa en medidas legislativas, entre otras.
En su oportunidad Rodríguez precisó que era “importante tener claro entonces, cuáles son las normas que deben consultarse ya que existe gran incertidumbre al respecto. Así las cosas, es posible también que exista seguridad jurídica en la garantía de los derechos de estos pueblos y por eso el Tribunal Constitucional ha instado al Congreso y al Gobierno para adoptar una reglamentación sobre la forma y el procedimiento para realizar la consulta”.
Al indagar sobre esta inquietud el Viceministro del Interior, Aníbal Fernández de Soto, expuso que la intención del Gobierno Nacional es construir conjuntamente con las comunidades indígenas, negras, afrocolombianas y palenqueras y ROM protocolos para seguir profundizando y materializando el derecho fundamental a la Consulta Previa. “La idea es que se establezca de manera conjunta reglas claras en aspectos aun no reglamentados para que con esto se logre avanzar en los procesos de consulta sin que se vulnere el derecho que le asiste a las comunidades” acotó.
Si bien hay mucho trecho por recorrer, comparto el alcance de las palabras del representante de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Todd Howland, en Valledupar con ocasión de la presentación del informe de gestión 2012: se notan los cambios, se pueden palpar favorables avances.

sábado, 27 de abril de 2013

Difícil dirección hacia la paz

                              Por: Pedro Gerardo Tabares C.
Los pronunciamientos en contra de la paz y la orientación hacia ella, con sus utópicos, pero necesarios apoyos, presentan las consabidas causas de enfrentamiento que los momentos históricos traen.
No hay pueblo en que la política haya influido con tan aguda divergencia, que se mantenga en el tiempo indefinidamente la aceptación de acuerdos o de imposición unilateral que acepte cualquiera de las partes, máxime cuando los comportamientos de una de ellas debe reconocer como contraria a la sociedad existente sus actuaciones y que por esa circunstancia causa graves traumatismo en la economía, las relaciones interpersonales, el dominio territorial que conlleva a calificativos muy pero que en nada práctico beneficia su pronunciamiento para el núcleo social en que se tornan pragmáticos.
Quienes han perdido batallas, se les ha truncado en atentados o aún vencido en batallas, no siempre con lo que se han pagado sus equivocaciones han sido sanciones que los elimine, sino que hasta han regresado al seno de una sociedad que los ha esperado para cambiar de alguna manera la concepción de la maldad.
Por eso cualquier radicalismo impide solucionar graves conflictos, y nuestro país no es ajeno a esa situaciones, por lo cual quienes no tienen dirección material de los acontecimientos con sólo su percepción y agudeza de pensamiento se tornen en orientadores decisorios de todo aquello cuya concepción es totalmente diferente, hasta el punto que que impida que haya nuevas propuestas, cuando las precedentes no han tenido acogida, y por ende sin resultados.
El pensamiento humano tiene aristas que quizá no se alcanza a comprender, cuando repudiamos una concepción, pero ésta se aplica quitándole alguna variante de la que el pensador que la entronizó modifica el conglomerado social con su aceptación, y aún en las democracias se modifica diametralmente la manera de pensar en una sociedad determinada, como se puede observar a cada momento.
Quienes por su calidad de intelectuales, directores de masas, intérpretes de pensamiento religiosos, o cultores de anquilosadas teorías que consideran válidas, pueden intervenir para morigerar sus candentes ataques, dejando un mínimo de criterio a quienes tienen decisión, claro está que con su aporte mesurado para buscar ese rótulo que ha sido la incógnita difícil de encontrar a través de los tiempos: la paz, que teóricamente está incluido en la Constitución Política Colombiana.

Es un Hampón

                                              Trafugario
                                           Por: José Óscar Fajardo                                             
A veces ocurren cosas que por su misma naturaleza lo dejan a uno perplejo. Y más que perplejo, aunque son hechos demasiado comunes en Colombia, anonadado de que ocurran ese tipo de cosas. Porque lo que voy a contar es un delito demasiado común en esta hermosa patria del espíritu santo. Aclaro que lo hago con una gran pena porque de pronto irrespeto a mis muy queridos lectores. ¿Por qué lo hago? Porque son delitos que la ley no tiene cómo castigarlos. Entro en materia. Primero que todo hago una pregunta. Usted qué opina, amigo lector, de un individuo al que se le da la confianza de que a su nombre salga un contrato, luego lo cobre y se robe la plata. Y si fuera mucha plata. Sencillamente que es un hampón y eso no tiene vuelta de hoja. ¿O será un dechado de virtudes éticas, morales, sociales y profesionales? No, porque repito, sencillamente es un hampón.  Aprovecharse de que un amigo suyo, amigo de verdad,  que lo respeta, incluso le ayuda profesionalmente, lo orienta, lo invita, le deposita toda la amistad del alma y una confianza fraterna, y este esperpento de hombre cuasi pseudo  subprofesional, le roba la plata ¿no es para considerarlo un bandido? Es que la sola traición a la amistad ya de por sí es un pecado imperdonable.  ¿Dónde está la dignidad? ¿Dónde está el decoro? ¿Dónde se quedaron los valores? Cómo carajos este vicho esperpéntico no tuvo compasión para quitarle a un hombre necesitado la comida de sus hijos.  
Algunos lectores estarán pensando que me volví muy trascendental y/o de pronto sensacionalista, pero no hay tal. Lo que da rabo es que este delito es demasiado común en Colombia, como lo afirmé desde un principio, y a la vez totalmente imposible de castigar porque todo lo tiene a su favor el delincuente. Dentro de los términos de la ley, nada hay para hacer. ¿Entonces cómo proceder? Castigarlo socialmente para que sienta alguna forma de repudio. Echarlo a la picota pública para que sus hijos y sus tres mujeres que tiene, y lógicamente que también engaña, se enteren de que ese papá y ese concubino no es otra cosa que un ratero. Hace un tiempo acá mismo hice el perfil psicoanalítico de los chismosos, también singular peste horrorosa de nuestro medio social, y esa columna fue publicada en otros medios radiales y escritos porque mucha gente se dio cuenta de que esa es una forma legítima de atacar semejante mal tan aberrante.  Y jamás cite un nombre propio. Desafortunadamente mi ética profesional y las leyes colombianas no me lo permiten porque debiera hacerlo. Es el único castigo.
Como  acá estoy haciendo lo mismo, esbozando un perfil de los parias silenciosos y ocultos, estoy seguro de no cometer un error profesional del cual tenga que arrepentirme. Reitero, es la única forma de castigo: el castigo social. Si ustedes hubieran visto la cara y el dolor de la comida de sus hijos de esa persona que genera esta lamentable y triste historia, desde ya me estarían dando su aplauso y brindando su total aprobación. Y lo más verraco de todo es que siempre utiliza expresiones como estas: “Si el Señor me lo permite”. “Dios mediante”. “Con la ayuda de Dios”. “Dios sabe cómo hace sus cosas”. “Dios le pague”. Y se persigna. Yo solo me pongo a pensar, pero qué clase de carroña es esta por Dios. Y lo más alucinante y verraco y más superverraco de todo, es que anda muerto de la risa como si robar a un amigo pobre fuera digno de enmarcar.  

lunes, 15 de abril de 2013

Cartas del lector

Estimado amigo Bermardo:
Reinaldo Ramírez
Felicito a todos mis hermanos venezolanos por el ejemplo  de tolerancia política que el pueblo de Venezuela le ha dado en estas recientes elecciones a Latinoamérica y al mundo.
Soy admirador de Hugo Rafael Chavez Frías, de Nicolás Maduro, del Socialismo Bolivariano y de ese grupo coherente de líderes populares y dirigentes del PSUV que con su ideología y su acción irrumpen con éxito en la política mundial para avanzar en el diseño y la conformación de una respuesta pacífica y democrática a la desigualdad, la violencia y la pobreza que genera, reproduce y acentúa en nuestros pueblos y en el mundo en capitalismo neoliberal.
Me preocupa para el futuro político de Venezuela y de los pueblos  latinoamericanos que haya sido tan escasa la victoria electoral de Nicolás Maduro, heredero político del comandante Hugo Chavez y adalid del Socialismo Bolivariano sobre la derecha recalcitrante, retardataria y proimperialista representada en esta oportunidad por Henrique Capriles.
Esta situación, a todas luces políticamente indeseable, debe mover al pueblo y a todos líderes que impulsan el Socialismo Bolivariano a una profunda reflexión política para desarrollar y profundizar en la conciencia popular las razones económicas, culturales e ideológicas que identifican el Socialismo Bolivariano como modelo autónomo y pacífico de respeto, soberanía nacional, desarrollo sostenible e igualdad de oportunidades para todos  que encarnan la visión y las soluciones sociales que propugna e identifican al proyecto socialista; de esta manera se logrará marcar con precisión en el imaginario colectivo los límites  reales y las diferencias estructurales, sociales y económicas  del Socialismo Bolivariano con esa visión egoista y engañosa basada en el lucro, la explotación y la miseria de las mayorías  que representa el modelo capitalista, expoliador y violento que ha gobernado, esclavizado y empobrecido a Venezuela y a América Latina por más de cien años.  
Atento saludo,
Reinaldo Rámírez

sábado, 13 de abril de 2013

Crece la polémica por revelar coordenadas

  “Uribe debe ser investigado por espionaje”
Autor: SEMANA. El representante a la Cámara 
es reconocido por su conocimiento en materia penal.
Tomado de Semana
POLÉMICA  Germán Navas dice que el expresidente incurrió en ese delito por su famoso trino de las coordenadas.
Navas Talero, quien demandó recientemente a Uribe por traición a la patria, por su responsabilidad en la defensa de la nación previa al fallo de La Haya sobre San Andrés, escarbó en el Código Penal y encontró que en el artículo 463 de esa norma se sancionan conductas como la del expresidente Uribe con su polémico trino, calificado de “irresponsable” por el presidente Juan Manuel Santos.    
Dicho artículo, incorporado en el capítulo de delitos contra la seguridad del Estado, define el espionaje de la siguiente manera: “El que indebidamente obtenga, emplee o revele secreto político, económico o militar relacionado con la seguridad del Estado”, y la sanción que establece es la prisión entre 64 a 216 meses, es decir entre 5 y 18 años de cárcel.
Navas, en su interpretación dice que Uribe obtuvo indebidamente un secreto político y militar de seguridad de Estado, lo empleó y lo reveló. “Ahí está muy claro”.
El congresista del Polo descartó por ahora denunciar al expresidente Uribe por este delito porque el fiscal general anunció una investigación. Navas considera que el camino es abrir un expediente por espionaje. Fuente: Semana



jueves, 11 de abril de 2013

El fomento del caos

                                         Por Gerardo Delgado Silva 
Cuando se llega a la cúpula de las altas posiciones del Estado, aún en el caso insólito del Señor Pastrana, no se puede ser ligero, ni ingrávido, en el sentido moral del vocablo.  Tanto menos si se procede bajo la presión de voces extrañas, en las que interviene también el Señor Uribe, que sólo ha prohijado la guerra, sepultando también muchos de los valores sobre los que se había construido el sistema general de la vida de la humanidad a lo largo de los siglos: el tejido mismo de la civilización contemporánea.
Ahora, con las críticas acervas del Señor Pastrana a los diálogos de paz, quiere que se desplome el espíritu de fe y confianza que alumbra el país para gozar de convivencia.  Es la consecuencia en ambos señores, de políticas abyectas, que hay que remediar. El mito del futuro les impide vivir.
Los griegos inventaron la noción del destino, que hace de los hombres monigotes ciegos bajo la planta inclemente de los dioses, como si fueran uvas.  Hasta que Esquilo dulcificó la humillación sugiriendo que contribuimos a la tragedia con nuestra soberbia y nuestras codicias.
Pero cuando los pueblos caen en los abismos de desfase moral como acontece ahora en Colombia, es fácil explicar esa clase de asaltos o intentos de asaltos contra las esperanzas de paz.  No es un ánimo patriótico el de los Señores expresidentes, si no una voz que descorre el velo de una intención proditoria una abominación, con la cual avalan los crímenes de lesa humanidad de los paramilitares, que cuentan con justificaciones de la extrema derecha.  Es decir, la ideología nazi.
Están en la mitad de los municipios en territorios de donde desplazaron a las Farc y al Eln con la siniestra política de masacrar campesinos y sindicalistas, acusándolos de ser “auxiliadores” de la guerrilla.  Los paramilitares eran los compinches del general Santoyo el hombre de la seguridad del presidente Uribe.  Quien tuvo el propósito de que se les confiriera estatus político.  Al fin y a la postre con los parapolíticos, fueron sus electores.  Los paramilitares como lo sabe todo el mundo, se tomaron el poder, exhibiendo su influencia no solo militar sino política, social y económica.
Las actitudes en detrimento de la dignidad de las víctimas y de la sociedad de Uribe y Pastrana, definen la decadencia de una clase dirigente y la degradación en que ha caído.  Por eso nos parece, también una falta de respeto con sus partidos y con el país.  Porque lo cierto, es que no oímos ante los genocidios eufemísticamente llamados “falsos positivos”, la voz de Pastrana ni registramos su protesta.
En puridad de verdad, los auténticos líderes nacieron del consenso público después de una confrontación ideológica y ética: Uribe Uribe, Herrera, Alfonso López, Gaitán, los dos Lleras, Álvaro Gómez, surgieron así en medio de la tempestad, demostrando su hombría de bien y nutriendo con la sabia ideológica de su pensamiento el discurrir histórico de la nación.  Lo otro es un calificable acto de audacia personal solo concebible como producto del estado de la corrupción de las costumbres políticas, que está viviendo el país. En el caso del Señor Pastrana como consecuencia también, claro está, de sostener falsas imágenes, la ansiedad, la soberbia, el resentimiento  y el odio por cuanto el proceso del Caguán terminó siendo un estruendoso fracaso.  Entrego una guerrilla militarmente fortificada y deslegitimada en lo político.  La revista Semana  de esa época, comentó: “Cuatro años después de haber encarnado la ilusión colectiva de un país, Andrés Pastrana se va de la Casa de Nariño con la peor imagen que haya tenido un presidente en la historia política del país”.
Estamos en el instante preciso de iniciar una gran cruzada de entereza pública que congregue a la Nación en defensa de los valores morales abolidos, la democracia maltratada, en Derecho Humanitario derruido.
Los Colombianos de hoy no podemos resultar inferiores a la inmensa tarea que nos ha señalado la historia.  Santos recibió un Estado que se estaba extinguiendo porque para algunos dirigentes, “La corrupción es lo mejor de lo peor”, como sentenciaban los romanos.  Al país hay que rehacerlo y este no es solo un ejercicio del Gobierno.  Todo por fortuna, esta siendo replanteado por el Presidente Santos, como el más intrépido defensor de los intereses nacionales en todos los aspectos de nuestra vida republicana.  Ha demostrado ante propios y extraños, que es un guardián insomne de la moral pública. 
Por el prestigio de Colombia Santos si está cerrándoles las puestas al narcotráfico, porque las drogas destruyen ante todo a la juventud y nos ha causado inmensos daños en lo ético, en lo político y en lo económico.  “El Estado recobró dignidad”, nos expresó Bruno Moro coordinador de la ONU en Colombia. 
Suena patético. Lo que contempla María Jimena Duzán, con impecable lucidez, que forma el estilo personalísimo de su valeroso pensamiento, al revelarnos las palabras del diálogo entre el presidente Betancur y el gobernador de Antioquia, Álvaro Villegas, en 1982 y que aparece en la biografía de este, escrita por Germán Jiménez.  Betancur se muestra justamente alarmado cuando dijo: “¿Cómo es posible que tengamos en la Alcaldía de Medellín a una persona de quien me han dicho tiene nexos con los narcotraficantes?”.
Es indispensable que el país contribuya, como lo demostró en las marchas, al empeño del gobierno de garantizar el mandato constitucional que establece para el Estado, el imperativo de la paz.
Esa labor de sanidad espiritual del Presidente Santos con los diálogos de paz, va alcanzar la finalidad redentora de devolvernos a los Colombianos la seguridad de poder vivir y avanzar protegidos en nuestros fueros.
Ante el envilecimiento de los valores humanos con esos denuestos  de Pastrana y Uribe, nos permite afirmar, sin ser psiquiatras, que estos dos ciudadanos comparten ese rincón oscuro de la conciencia que se llama esquizofrenia paranoide, donde duermen las pesadillas de la razón.  De ahí las desmesuras, sus ideas delirantes, sus ambiciones de poder ignorando los límites de la ética y el Derecho Humanitario para la protección de la población civil, obligatorio para Colombia según la Convención de Ginebra.
Se infiere que Uribe y Pastrana están más preocupados por ajustar cuentas, que por contribuir con la justicia.
“No hay victoria sino se pone fin a la guerra”, nos dice Montaigne, que amaba la paz y el reconocimiento de la dignidad humana como la inmensa mayoría de los colombianos de bien.
                                                                              Para       Bersoahoy.com sección opinión

lunes, 1 de abril de 2013

Un país humillado por el poder

Por: Bernardo Socha Acosta
Jamás los colombianos habíamos  sido tan humillados  e insultados por el poder de dos ex presidentes de la república que están utilizando a los medios de comunicación para desahogar  sus  frustraciones de lo que no pudieron hacer cuando los ciudadanos confiaron en ellos la misión de representarlos  desde la jefatura del estado.
El daño que Colombia está recibiendo  de los dos ex mandatarios es peor  que la sumatoria de los resultados de 50 años de guerra y así lo confirman las expresiones que son consignadas en los diversos noticieros.
Los señores ex presidentes están demostrando al unísono, que son los más guerreristas  contra Colombia, amparados en un título de ex mandatarios que erróneamente  piensan que de esta manera  se van a rencauchar políticamente para seguir manejando el poder.
Esa actitud que atenta contra el país, debe ser reprochada por los colombianos como manera de  rechazo al irespeto que están demostrando contra un pueblo que generosamente los escogió para gobernar al país en el pasado. Ya de hecho la opinión ha mostrado su rechazo tajante a través de las consultas que realizan los medios.
Que frustración que debe sentir un pueblo  ansioso  de  progreso y de paz, que sean los mismos ex presidentes  que  de una u otra forma  no ven cómo ponerle talanqueras  a una administración de estado que  ha buscado por todas las formas  y medios,  traerle a los colombianos  mejores días de los que ellos nos dejaron.
Pareciera que el cáncer de la envidia  pretendiera  frustrar  alguna posibilidad de  mejorar los niveles de vida para los colombianos y que en cambio quisieran que  esos porcentajes de  mendicidad y pobreza que alcanzamos hace unos 5 años,  siguieran su curso, para mantener  postrados  a millones de colombianos  y manejar mejor los feudos electorales de quienes se han autoproclamados  como dioses e infalibles salvadores de la democracia.  Que tristeza y qué equivocados  han estado  muchos colombianos que aún defienden causas perdidas.
Los señores ex presidentes  que  utilizan los medios modernos  para vilipendiar  al actual gobierno  no están haciéndolo por buscarle mejores días al país o preocupados por el pueblo colombiano; están sencillamente   tratando de utilizar  al electorado para sus beneficios  políticos, ante el temor de una posible reelección del actual mandatario. Ese es todo el  afán que los lleva esas dimensiones que le están causando el peor daño a Colombia.
Y para finalizar estas consideraciones, creemos que uno de los aportes que puede hacer la gran prensa nacional e internacional en favor de Colombia, es ignorar ese comportamiento inadecuado de los ‘ilustres’ en referencia. Este es el pensamiento de un humilde colombiano, que con el respeto que merecen los protagonistas del episodio  referido,  quiere exteriorizar lo que siente aprovechando  que nuestra carta Magna defiende el derecho de opinión. 

domingo, 31 de marzo de 2013

Una fortaleza perdida en la Costa Atlántica

      Santa Marta: La muerte de otro fuerte
                                               Por: Alejandro Arias 
 alejandroarias@dialnet.net.co
Reseñó el historiador samario Alvaro Ospina Valiente al citar el libro “Piratas en Santa Marta”, del también historiador samario Arturo Bermúdez, que mientras las otras ciudades de la región prosperaban, Santa Marta veía cómo las flotas de galeones se alejaban de su puerto debido a que los ataques de los piratas se repetían con frecuencia y su población disminuía.
Que en el año de 1543 Santa Marta fue atacada por el pirata francés Roberto Ball y las tomas continuaron en los años sucesivos de suerte que en 37 años, entre 1655 y 1692, la ciudad fue atacada y quemada en diecinueve ocasiones por los piratas lo que obligó a las autoridades españolas a construir, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, seis fuertes y dos veladeros para resguardar la ciudad.
Fueron éstos los fuertes de San Juan y San Vicente en Santa Bárbara, Nuestra Señora de la Caridad en Punta Betín, San Antonio y Punta de Lipe en San Fernando y El Morro, además de los veladeros de San José y cerro de la Pedrera.
San Fernando
Por su parte, la obra de investigación de Jimena Montaña Cuéllar, publicado por la Biblioteca Luis Ángel Arango, nos enseña que Santa Marta desde su fundación se convirtió en el punto de partida de las expediciones hacia el interior remontando el Gran Río de la Magdalena. Fue también sede militar y de allí salían los ejércitos encargados de la ´pacificación de los aborígenes´. La amistad con los indígenas duró bastante poco y se desencadenó la matanza y destrucción de las ciudades originales.
Lo que obligó al gobernador Juan Beltrán de Caicedo, según Montaña Cuellar, en las primeras décadas del siglo XVIII, a pesar de una aparente paz, a construir una fortaleza en las estribaciones del cerro sur que bautizó San Fernando, en honor al futuro Rey Fernando VI. En principio fue una plataforma con parapeto (voladizo para proteger el pecho de los soldados) y cuatro cañones que disparaban a ras. Con esto se lograba un cierre inconcluso del sur de la bahía y se taponaba el ingreso en caso de desembarco.
Jimena continúa enseñándonos que en 1743 el gobernador Don Juan de Aristegui encontró las fortalezas de la ciudad imposibilitadas para detener realmente cualquier ataque y solicitó ayuda al virrey de Cartagena. Éste, por orden del Rey Felipe V, envió al ingeniero militar Antonio de Arévalo quien recomendó, luego de hacer un sondeo y plano de la bahía, reforzar las construcciones que ya había y mejorar San Fernando, atronerando el sector oeste y emplazando siete cañones. Además de construir una vigía en la cima del monte con una pequeña batería, que fue revelada luego por el siguiente ingeniero militar, Miguel Hernández.
Publicaciones éstas hicieron que las visitas al Fuerte de San Fernando fueran emocionantes máxime cuando la magia de su arquitectura, cerca al mar, generaba un embrujo especial. Fuerte que hace cinco años se veía así:  Ampliación

sábado, 30 de marzo de 2013

Nuevo Papa

                                                     Por: Pedro Gerardo Tabares C.
En lengua muerta se informó que la religión con más adeptos en el mundo tenía ungido al director espiritual y terrenal entre las jerarquías que se conservan para el gobierno de la iglesia católica, apostólica y romana, en una inusual reunión que sin la prolongada continuidad de lo que han constituido a través del tiempo, la designación del papa fue en esta ocasión en un tiempo record. Se escogió un prelado que tiene varias connotaciones de identificación: la primera está en elegir a quien proviene de la Argentina en el extremo sur del continente americano, de ese país que en los últimos años ha sido noticia mundial por otras razones.
Un hombre, que si se examina su lenguaje expone los principios que profesa en forma similar al maestro de galilea, en parábolas. Sigue la iglesia católica considerando que no es solamente en su gobierno, la vigencia de Roma o europeos, sin dejar de lado los extremos que han orientado rusos y alemanes para considerar cultores de una lengua que abarca también amplio espectro de ella, el castellano, en América desde luego de origen europeo.
Quizá lo más importante sea que el cardenal ahora papa Francisco, pertenezca a una de las corrientes intelectuales si se quiere a la más notable por sus avances ideológicos como son los jesuitas. Si bien su orientación ha marcado un hito en lo eclesial no puede decirse que sean cultores de pensamiento anquilosado, sino por el contrario, orientado por teorías de avanzada, sin mirar las persecuciones de que han sido objeto, siempre han tenido en alto las banderas del saber y la comprensión para que dentro de la espiritualidad se confronten las teorías que van surgiendo en la evolución del pensamiento incluyendo los católicos y que sin la dispersión de las jerarquías va transformando el común devenir de la iglesia y de sus feligreses que están expectantes a los giros que pueda dar la iglesia católica para adaptarse al mundo moderno en la misma forma que ya lo ha hecho al aceptar la evolución de los descubrimientos y resolver los comportamientos en los cuales ha tomado parte, pero dentro de la solemnidad, se mantenía en la ausencia de divulgación.
Ojala con el nuevo director de almas se entre a la aceptación de verdades humanas.
Le quedan retos que es ya vislumbro su predecesor, reflejando su renuncia a la defensa de lo existente, frente a realidades no de fácil comprensión de cara a los postulados altruistas, espirituales y decisión del más allá, frente a las realidades terrenales que deben hacer simbiosis para la perfección del ser humano.
La iglesia católica en este orden  celebró otra  semana Santa con todas sus galas con el nuevo jerarca de la cristiandad en el mundo. 

jueves, 28 de marzo de 2013

Desconceptuando el proceso de paz

Expresidente Pastrana le dio la alternativa a Carrillo
Horacio Serpa
Sin proponérselo, claro está, el ex Presidente Pastrana Arango le dio la alternativa política al Ministro del Interior Fernando Carrillo. Sintió en el alma los requerimientos del ex Constituyente sobre las declaraciones que expresó el domingo para desconceptuar el proceso de paz del presidente Santos, y le contestó duro, al pleno rostro, para dejarlo fuera de combate. Pero lo que hizo fue graduarlo en alta política y reconocerlo como auténtico vocero del presidente Santos. No importa que dijera que no se rebajaría a discutir con el Ministro. Ya lo había hecho. Feliz debe estar el funcionario.
Todos sabemos que Fernando Carrillo es un hombre sano, de irreprochable trayectoria. Joven fue protagonista en la Séptima Papeleta, en la Academia y en la Constituyente. Luego se desempeñó como Ministro de Justicia del expresidente Cesar Gaviria Trujillo, en esa época turbulenta en la que el capo de capos se voló de La Catedral. Luego de seguir su carrera de especializaciones en las más connotadas universidades extranjeras, desempeñó en el BID importantes funciones en Washington, París y Brasilia. De allí vino a apoyar la gestión del actual gobierno.
El doctor Pastrana fue notablemente injusto con el Ministro del Interior. Todos sabemos que no fungió como “camarero de Pablo Escobar”, apreciación que da para mucho en la mente de quienes no están bien informados sobre los hechos de esa época difícil, en la que fue secuestrado por la mafia quien luego fuera Alcalde Bogotá. El doctor Pastrana cometió lo que los abogados de antes llamábamos “exceso en la legítima defensa”.
El expresidente Pastrana debiera pensar un ratico en por qué sus recientes declaraciones sobre el proceso de paz causaron tantas inquietudes y preocupaciones en los que consideramos viable la estrategia de buscar la reconciliación por medio de los diálogos, en el marco de una estrategia política que en tantas partes del mundo, aquí mismo, se ha realizado con buenos resultados. Él ha sido abanderado de esa causa. El proceso de paz del Caguán fracasó, pero fue un esfuerzo importante, de buena fe, en la que sin duda hizo todo lo posible por salir adelante. Siempre he elogiado  como un golpe de audacia y de valor ir a hablar con Marulanda Velez, a San Vicente del Caguán.
Ola Política hizo un análisis serio de las declaraciones del expresidente. Nada le parece bueno. Todo es equivocado, extemporáneo, irresponsable, descomedido, de imprevisibles y  desastrosas consecuencias. No puede ser para tanto. Ni el Presidente Santos está chiflado ni es un irresponsable ni sus colaboradores son tan descriteriados como para que su gestión en La Habana pueda calificarse de inútil, absurda, inconveniente, improcedente e inapropiada. Fue lo que dijo el doctor Pastrana el domingo.
Nadie duda de la importancia del expresidente. Al contrario, se le reclama y hasta cuestiona es porque sus antecedentes, su dimensión política y sus opiniones merecen consideración. Pero se volvió de una  susceptibilidad extrema. Y “cuando Dios quiere perder a los hombres, los vuelve soberbios”.
Madrid (España), 26 de Marzo, 2013 – Columna del Nuevo Siglo

Una fuerza política aniquilada por las armas

Reparar a la Unión Patriótica
Tomado de: Anarkismo.net
Tomado de Kienyke
Por Antonio Sanguino | 
Tenemos suficientes razones para sentir vergüenza ante el mundo. Una de ellas es el genocidio de la Unión Patriótica. Una sociedad que permita la eliminación a sangre y fuego de un movimiento político tiene pocos motivos para enorgullecerse. Paradójico que la UP concebida como un instrumento de paz terminara en un baño de sangre. Fundada en 1985 en el marco del fallido proceso de paz entre el Gobierno Betancourt y las FARC, buscaba ofrecer un mecanismo de participación política legal para cuando esta organización guerrillera firmara la paz.
Pocos casos similares se pueden enumerar. Seguramente las sangrientas dictaduras militares de Centroamérica y el Cono Sur. Pero en democracia es difícil encontrar una fuerza política a la que hayan asesinado dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, trece diputados, setenta concejales, once alcaldes y tres mil quinientos militantes y activistas. Un verdadero genocidio puesto en conocimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cometido por una alianza criminal de agentes del Estado, grupos paramilitares, bandas de narcotraficantes, empresarios agrícolas y políticos tradicionales. Un torbellino de razones se trenzó en esta matazón. Pero el investigador Mauricio Romero en su trabajo “Autodefensas y Paramilitares” defiende la hipótesis de que fue una ofensiva contra las reformas derivadas de la paz de los ochentas.
Nos dirán que, sin embargo, tenemos la democracia más antigua del continente. Que elegimos sin interrupción y por voto popular durante todo el Siglo XX y lo corrido del XXI -salvo la breve y consentida dictadura de Rojas Pinilla- Presidente y Congreso de la República, Concejos municipales y Asambleas Departamentales. Y más recientemente Alcaldes y Gobernadores.
Nos recordarán que tenemos partidos históricos que como el Liberal y el Conservador son de los más antiguos de América. Y que la mujer colombiana adquirió ciudadanía política desde 1957, mucho antes que muchas democracias consolidadas del mundo. Por todo ello, la estabilidad institucional se esgrime como un valor de nuestro sistema político.
Pero estos argumentos no alcanzan para explicar la atávica violencia que caracteriza el régimen político colombiano. Es un rasgo permanente acudir a la violencia para dirimir nuestros conflictos públicos. Como también ha sido una costumbre usar la violencia para perseguir al opositor político. Desde la “Patria Boba” hasta nuestros días, para solo hablar del período republicano.
Por ello, erradicar el uso de la violencia con fines políticos es quizás el principal desafío de la democracia colombiana. Es una tarea inmensa. La paz con las guerrillas contribuye a ello. Pero se requiere una verdadera revolución cultural en la manera como asumimos y tramitamos los conflictos políticos. Y actos reparativos que envíen el mensaje de la no repetición. Restituir la personería jurídica de la UP y otorgar favorabilidades adicionales para esta fuerza política puede ser uno de ellos. Y un acto verdadero de reconciliación que cumple además los artículos 151 y 152 de la Ley de Víctimas sobre reparación colectiva de Organizaciones Políticas. Los victimarios sabrán con ello que fracasaron en su intento de asesinar a la UP. Y el mundo, que estamos dispuestos a encarar nuestras vergüenzas.

lunes, 25 de marzo de 2013

Histórica y fatídica fecha para Colombia

El 9 de Abril de 1948 asesinaron a Gaitán
 (elnuevosiglo)                 Horacio Serpa 
Ese día se marchará por la paz,  los derechos humanos y la equidad.
La fecha señalada para la marcha por la paz, no es fortuita. El 9 de Abril significa mucho para los colombianos. Fue uno de los días más tristes y violentos que recuerde la historia nacional.
A la una de la tarde del  9 de Abril de l.948, en la carrera 7 de Bogotá, a escasas dos cuadras de la Plaza de Bolívar, donde sigue sesionando el Congreso Nacional, a corta distancia del Palacio en el que funcionaba la Presidencia de la República, fue asesinado el dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán.
El Bogotazo.
Una hora más tarde, el centro de la ciudad estaba abrasado en llamas. El pueblo se expresaba indignado, furioso, contra los victimarios de su líder. Había caído para siempre su esperanza. Colombia no volvería a ser la misma sin la presencia del hombre que enfrentaba al gobierno  de Mariano Ospina Pérez, denunciaba la violencia que cundía por los campos colombianos, enarbolaba las tesis de una revolución pacífica con el cometido de restablecer la paz e imponer la justicia social y se vislumbraba como el seguro triunfador en las elecciones presidenciales que se aproximaban.
El asesino material de Gaitán, Juan Roa Sierra, fue linchado y sus despojos arrastrados hasta la entrada del palacio presidencial. Los cuarteles policiales fueron asaltados  y las armas allí encontradas se repartieron a los amotinados. Muchos policías se sumaron a la protesta y se enfrentaron a balazos  con los piquetes de Ejército que fueron llegando a los distintos lugares donde se desarrollaban las numerosas manifestaciones públicas de descontento. Los tanques de la artillería llegaron a la Plaza de Bolívar y su comandante, Capitán Mario Serpa Cuesto, fue asesinado en circunstancias que nunca fueron establecidas. La anarquía se apoderó de la ciudad mientras en la sede del gobierno se asumían extremas medidas de seguridad para evitar ser asaltado por la multitud enceguecida de dolor y de deseos de venganza. De lo acontecido se acusaba al gobierno conservador.
En muchas partes del País se organizaron manifestaciones de protesta. En la medida en que corría la voz de “mataron a Gaitán”, la gente llorando, enloquecida casi, se sumaba espontánea y apasionada a las marchas con las que se significaba el rechazo al crimen y el gran cariño que se profesaba a Gaitán. En Barrancabermeja el pueblo obrero  se levantó contra las autoridades, se destituyó al Alcalde y en su reemplazo se nombró una Junta Revolucionaria al frente de la cual se designó a Rafael Rangel Gómez, quien después fue guerrillero y luego, amnistiado, se le eligió Representante a la Cámara en nombre del Movimiento Revolucionario Liberal. En Génova, Quindío, los liberales, entre los que se encontraba quien luego en la guerrilla se llamó Pedro Antonio Marín, alias “tirofijo”, apresaron al alcalde y a la policía. Lo mismo ocurrió en El Libano, Tolima, y en otros municipios. En el Puerto Petrolero y en muchas partes se fabricaron armas y se invitó a derrocar al gobierno nacional. En  distintos lugares de Colombia se produjeron acontecimientos parecidos. Murieron liberales, conservadores, militares, inocentes.
Fueron días de caos y violencia. Nadie supo nunca cuántas personas cayeron víctimas de la furia de los exaltados, ni cuantos fueron los muertos que ocasionó la fuerte repulsa que asumieron las autoridades para proteger al gobierno, reducir a cualquier precio la revuelta y someter a los responsables.
La época de la violencia.
Lo único cierto fue que Colombia cambió. La violencia cundió por doquier. El liberalismo fue perseguido, acorralado, por unas Fuerzas Armadas que se politizaron y obraron al mando del gobierno, cada día más sectario en la medida en que no fue posible que funcionara un sistema bipartidista, intentado a instancias del Presidente Ospina para aplacar los alterados ánimos de los liberales. El Congreso de la República, con mayoría liberal en las dos cámaras, fue clausurado el 9 de Noviembre de 1949, un mes después de un enfrentamiento a balazos en plena sesión, en el que murió el Representante a la Cámara liberal Gustavo Jiménez, elegido por Boyacá, y otros  parlamentarios fueron heridos de consideración, entre ellos el connotado intelectual liberal Jorge Soto del Corral, quien varios meses después falleció como consecuencia de las lesiones recibidas en la balacera. El partido liberal intentó participar en las elecciones presidenciales y para el efecto designó como candidato al doctor Darío Echandía, pero ordenó la abstención cuando Vicente Echandía, hermano del candidato,  fue asesinado en una manifestación pública.
En 1.950, sin competidor, bajo la consigna de “a sangre y fuego” impartida por el Ministro de gobierno José Antonio Montalvo, fue   elegido Presidente de la República el dirigente máximo del conservatismo, doctor Laureano Gómez.
El país siguió sobresaltado, intimidado, sectarizado políticamente, enfrentado a muerte en campos y aldeas entre liberales y conservadores. La “chusma” liberal, por un lado, y por el otro la policía “chulavita”, se trenzaron en combates sangrientos. Los liberales llevaban la peor parte y en cantidades huyeron con su familia hacia la costa caribe y Venezuela.
En diferentes partes del país se organizaron guerrillas liberales para defenderse y hacer frente al gobierno, calificado de espurio, atrabiliario  y violento. Aumentó considerablemente la represión oficial. Con las armas del Estado, en agresiva actitud, se trató de “pacificar” la gravísima situación.
La “dictablanda” militar.
Para tratar de lograr convivencia, las Fuerzas Militares se tomaron el poder el 13 de Junio de 1953 y se dio comienzo a una etapa de reconciliación, recibida con júbilo por los liberales. Se decretaron armisticios y casi en su totalidad los guerrilleros  depusieron las armas. Leer más

domingo, 24 de marzo de 2013

Se están volviendo a salir

                                    Trafugario
Por: José Óscar Fajardo
Hace unos cuatro años atrás, en el Calcio italiano un par de sociólogos locos hicieron un estudio acerca del comportamiento disciplinario de los jugadores durante los partidos, valiéndose de las tarjetas rojas y amarillas, y salió jubiloso Iván Ramiro Córdoba con algo así de 25 tarjetas amarillas en una temporada. Esto fue asociado ipsofacto al ambiente violento que hemos vivido los colombianos durante casi toda nuestra historia que a la hora de la verdad es reciente. Y es porque nosotros fomentamos la cultura del tramposo, del más abeja, del vivo. Los colombianos por cultura somos muy malos para cumplir reglamentos. Generalmente echamos por el desecho en vez de marcar todas las curvas necesarias para arribar. Toda esta parafernalia dialéctica para decirles que, después de que el doctor Lucho Bohórquez y las autoridades componentes de Bucaramanga por poco se sacan los ojos para poner en cintura los vendedores callejeros, ya se están saliendo a la calle otra vez.
Cualquier lector desprevenido podría llegar a pensar que yo estoy de acuerdo en que se le viole el sagrado derecho al trabajo de cualquier ciudadano y eso sería la afirmación más infame el mundo. Siempre he tenido como un manual de comportamiento, sobre todo en mi profesión, en la cual me he preparado con vehemencia, respetar los derechos y ejercer el periodismo dentro de todas las exigencias que hace la ley. El derecho al trabajo es inalienable y eso lo entiendo en toda la extensión de la palabra. Pero los derechos de todos los ciudadanos, también y de la misma manera, son inalienables. Los sociolugares, de los cuales habla hoy la urbanística moderna, son aquellos sitios o áreas sociales a la cuales deben tener acceso todos los miembros de cualquier comunidad. Las iglesias, los parques, las plazas públicas y de mercado y cualesquiera de aquellos donde pueda conglomerarse le gente. Pero las calles son quizá los sociolugares más importantes de una ciudad y las explicaciones se caen de su propio peso. Esa es una realidad axiomática donde sobra cualquier explicación. Una ciudad sin calles, sencillamente no sería una ciudad.
Y las calles son, reitero, los principales lugares de socialización y de mayor peso cultural de una comunidad. Las calles son intercambiaderos de cultura y escenario para todas las manifestaciones de la racionalidad humana. Las calles son los principales escenarios donde se presentan a diario los artistas de la vida y por esas razones no son propiedad exclusiva de nadie. Por lo mismo, siendo las calles una propiedad de los seres humanos, nadie tiene derecho a poner su cama y a arreglar su dormitorio y menos a instalar su negocio en cualquiera de ellas. Mi opinión es que todas las fuerza vivas de la ciudad deben ofrecerle y darle un respaldo irrestricto al alcalde para que a este se le facilité hacer cumplir las normas de ley, y así poder mantener las calles libres para los ciudadanos del mundo que quieran transitar por ellas.
Tengamos claro que las calles y demás sociolugares de Bucaramanga, no son propiedad privada del alcalde, ni del consejo municipal, ni de la policía, ni de las diferentes vertientes religiosas, ni mucho menos de los vendedores ambulantes. Y ya se nota desobediencia civil sobre todo en la calle 34, en la 35 y en algunos sectores de Cabecera. Porque si el doctor Lucho pierde esta pelea que ya está con amplio margen ganada, en unos pocos meses la historia de las calles y de los sociolugares de Bucaramanga será completamente diferente. Y el alcalde se va en tres años y las calles siguen quedando para siempre.

martes, 19 de marzo de 2013

Opinión política

         Las nuevas sesiones del Congreso Nacional
                                             Horacio Serpa
El Congreso Nacional representa a una de las tres ramas del Poder Público. Su importancia es enorme. Tiene el cometido de hacer las leyes y de ejercer el control político sobre la rama ejecutiva. Sus integrantes son elegidos por el voto popular. Por eso el Congreso es la más auténtica representación ciudadana que existe en una democracia.
El Congreso no tiene remplazo. Su funcionamiento garantiza el de las demás instituciones. Cuando hace 64 años el ejecutivo tuvo la osadía de cerrarlo, se precipitó sobre el país el más vergonzoso episodio de arbitrariedades, abusos y violencia que se recuerde. De ahí que hacia  las cámaras legislativas, como institución, se tenga acogida, respeto y acatamiento.
Pero el Congreso de hoy tiene dificultades en materia de credibilidad, de respeto y de acatamiento. Algunos de sus integrantes han cometido atropellos, otros han tenido equivocaciones, aquellos comportamientos delincuenciales. Y las corporaciones en sí, junto con los buenos, los cumplidores, los responsables, sufren enorme desprestigio. Es una lástima y  un fracaso.
Pero el Congreso tiene este año la posibilidad grata de mejorarse, de lograr superar los niveles de impopularidad que lo señalan como una institución poco deseable. Es un momento para los sanos y juiciosos, para los serios, para los cumplidores. Basta con empeñarse en el trabajo de prodigar al País las decisiones que necesita. No se requieren muchas leyes, ni muchos debates, ni grandes espectáculos. Austeridad, seriedad, eficacia.
Uno de los problemas mas grandes que sufre el pueblo colombiano es el de la salud. No hay promoción ni prevención. El sistema aprobado en 1.993 ya hizo agua, se va a pique, y de ese naufragio inevitable no se pueden seguir recogiendo los despojos. Hay que diseñar un nuevo sistema de salud, sin temores, sin ataduras con un pasado que solo ha dejado resentimientos e injusticias. Ese solo cometido reivindicaría al Congreso, para enorme satisfacción de los demócratas e imperecedera gratitud de todos los colombianos.
Hay más iniciativas. El proyecto de pensiones, por ejemplo, importante, reivindicativo. Algunos otros pueden ir estudiándose en las Comisiones, para tramitar en el siguiente período. Pero no más. Acaso un buen debate sobre los paros y movimientos sociales, para tener una dimensión exacta del por qué tanta agitación ciudadana. Llenarse de proyectos es desatenderlos todos y cometer errores. Ya se han visto. Después no queda sino el crujir de dientes.
El año entrante hay elecciones de Senadores y representantes a la Cámara. Es el momento de lucirse. De demostrar capacidad, que la hay, buena voluntad que existe sin duda, y eficiencia. Es la oportunidad de demostrar que si es necesaria la institución legislativa.
No hay que aceptar como excusa que en todo el mundo existe un mal predicamento hacia los Congresos y Parlamentos.  Es un pobre argumento. El país merece de nuevo un “Congreso Admirable” y existen todos los elementos para lograrlo. Los partidos tienen una gran responsabilidad y cada una y cada uno de sus integrantes. Solo hay que atreverse.
Bogotá D.C., 20 Marzo, 2013  Columna del NuevoSiglo                      

sábado, 16 de marzo de 2013

Que viva pachito primero


                                                          Trafugario
Por: José Óscar Fajardo                                          
¡Y que vivan Lionel Messi y Diego Armando Maradona, los dioses vivientes del fútbol aquí en la tierra y abajo Satanás!, gritaba un enconado grupo de proargentinos dirigidos por una manada de barboseños que viven en Argentina estudiando para doctores, y lógicamente enloquecidos por sendas botellas de aguardiente antioqueño importado especialmente para fechas memorables como esa. Por ejemplo, un día que eligieran un Papa gaucho o Argentina fuera campeón mundial por tercera vez. Porque cualquier país, por más rezandero que sea, no tiene dioses tocables ni mucho menos un Papa (de esos de carne y hueso) así a la bulla de los tarros.
Porque según los noticieros de la  TV, uno podía ver que la gente estaba tan festiva como aquella tarde inolvidable de 1978 en que Mario Alberto Kempes, Daniel Pasarela, y el resto de combo, abatieron en franca lid a uno de los equipos más perfectos de la historia y en un campeonato mundial de fútbol, como lo fue Holanda en ese entonces. Las cosas tuvieron ribetes de “desastre nacional” dado que los holandeses, por lo menos en teoría, ya tenían cuatro quintas partes de esa copa mundial entre sus bolsillos. Y vea pues. Después vino el mundial del 86 en México que fue cuando Diego se echó el equipo a sus hombros como todo un Atlas, y de nuevo se coronaron campeones. Dos lustros después se apareció Lionel Messi y hace sólo unos pocos días atrás, el Santo Padre, máximo líder de la iglesia católica.  A nosotros los colombianos se nos apareció fue san José Pekerman y en forma casi milagrosa, tiene nuestra selección de fútbol volando y eso nos causa una alegría tal vez como la sienten ellos por el Papa.
Pero Pachito Primero, así le digo yo en confianza porque sé que él se aguanta las chanzas pachunas y además no se enverraca, aquí entre nos tiene como tres nudos gordianos bien rebacanos para soltar. Uno de ellos y quizá el más delicado, las salpicaduras que tienen los curas y el descrédito de la Iglesia por los sacerdotes pederastas. El otro es lo del bonche del Banco del Vaticano (El Instituto de Obras para la Religión-IOR) que, agárrese don Satanás de la cruz que esto se va a reventar. Y el tercero es el los “Vatileaks”, o mejor dicho el de la filtración de correspondencia privada de Benedicto XVI, que destapó una  epidemia de abuso de poder en la Curia.  De eso uno pude colegir que las cosas allá en el interior del Estado más santo del mundo, donde se reza con tanta  sevicia que los pantalones de los feligreses amanecen arrodillados, no son tan diferentes a muchos Estados laicos donde hay ex-presidentes que quieren ser como Dios, eternos. Y así, en vez de fortalecerse, se degeneran las democracias.
Claro que Pachito Primero ya les cantó la tabla y les dijo que la iglesia católica está a punto de convertirse en una “ONG piadosa” y las razones para creerlo, saltan a la cara. Yo me pregunto es, cómo va  a hacer el Parasicólogo ese del Manicomio más grande del mundo que estudia Brujilística allá en Argentina, y que por ahora se está craneando la manera de darse las mañas para que el Sumo Pontífice se zambulla en una bañera de veinte mil galones de agua que él tiene sabiamente preparada, con el metafísico objetivo de volverse rico vendiendo caldo de Papa.  Porque el caldo de papa, según la opinión sabia de los brujos del Manicomio, no sólo sirve para un guayabo terciario sino también, en fútbol, para ganar campeonatos mundiales. Pekerman nos llevará al mundial y habrá otro maracanaso, vaticinó el bendito brujo. 

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